pARTIDA: FIN DE AÑO.
DRAMATIS PERSONAE:
Granada Sánchez Peluquera Entereza: 3 Poder: 3 Vida: 2 Cuerpo: 2 --------------- Descubrir Escuchar Charlataneria
Enrique Bonanad Medico Entereza: 3 Poder: 3 Vida: 2 Cuerpo: 2 --------------- Medicina ConocimentosCientifios Correr(en su tiempo libre hace carreras populares)
Modesto Puliti Cerrajero Entereza;3 Poder:2 Vida:2 Cuerpo:3 Habilidades:Cerrajería Historia. Fotografía
‹Lita› Entereza 2 – Poder 4 – Vida 2 – Cuerpo 2. Habilidades: Clarividencia y Charlatanería y Avispada
Terminada la cena de fin de año en los respectivos hogares, Enrique y Modesto, miembros del club de astronomía de la localidad de Coria del Río, recorren en el todoterreno del primero los caminos del término municipal del pueblo vecino, La Puebla del Río. Han quedado con otros miembros, entre los cuales se cuentan unas agradables mujeres sin compromiso, en la finca de su compañero Alvaro Montes, dentista.
Y , oh, qué coincidencia, Granada, la simpática peluquera, en compañía de la gitana enredadora Lita, maniobra con su pequeño utilitario por aquellos caminos, rumbo también de otra fiesta, ésta en el campito de Adela Campillos, también peluquera. Allí estará el guapo Marco Aurelio, y puede que también Manuel, ese galanazo.
La noche es oscura como la pez. Aquí y allá, de las fincas que van dejando atrás, surgen destellos de cohetes, retazos del estruendo que fuese tras dar las campanadas.
23:10:00 ‹Guardián› -------------------------------------------------------------
‹Lita› Tú estás segura de que es por aquí ?
Granada Sánchez mira a Lita
‹Granada Sánchez› Yo creo que si
‹Enrique Bonanad› mmm Me he traido el telescopio para nada, menuda noche, en fin
Granada Sánchez para el coche en un cruce de caminos
‹Enrique Bonanad› Haabrá que disfrutar de la fiesta
Lita niega con la cabeza
‹Granada Sánchez› ¿Ahora es para la izquierda,no?, pregunta a Lita
‹Lita› verás como nos hemos perdido
‹Lita› y me preguntas a mi??
‹Modesto Puliti› ya ves, llevamos una semana que vaya mierda...
Enrique Bonanad mira a MOdesto
‹Modesto Puliti› empezamos bien el año
‹Granada Sánchez› Tu nunca has subido al campo de Adela?
‹Lita› pues claro que no
‹Granada Sánchez› Pues pensaba que si, Bueno yo sigo por aqui y sino llamamos a alguno de estos
‹Modesto Puliti› hombre que si habrá que disfrutarla... además, no sabes tú la que hace que no mojo, a ver si hoy hay suerte jajajaja
‹Modesto Puliti› me he puesto unos calcetines rojos y todo...
‹Guardián› Granada y Lita , mientras permanecen indecisas en el cruce, ven los faros de un coche viniendo en sentido contrario.
Lita con la mano refriega un trozo de cristal quitando el vaho para mirar fuera
‹Guardián› Modesto y Enrique ven los faros de un coche detenido en el cruce, delante de ellos.
‹Lita› sigo pensando que esto no es buena idea, estaba mejor en casa...
Granada Sánchez se pone su mano cerca de los ojos, por que le deslumbran los faros
‹Granada Sánchez› Que aburrida eres nena
‹Granada Sánchez› con lo q me a costado sacarte de casa,siempre igual
‹Lita› pero si no conozco a la tal Adela
Enrique Bonanad levanta el pie del acelerador hasta detenerse al lado del coche
‹Lita› y no creo que le haga mucha gracia tenerme en su "fiesta"
‹Modesto Puliti› oye, seguro que es por aquí a la casa de Alvaro no?
Granada Sánchez mira hacia la venta
Lita refunfuña mientras mira como la lluvia golpea el cristal
‹Granada Sánchez› *ventana
‹Modesto Puliti› a la puebla no he venido mucho y no me conozco esto...
‹Granada Sánchez› ¿Te suena ese coche?, dice a Lita
‹Guardián› El cruce es iluminado súbitamente por un cohete. Parece que se ha lanzado desde la parcela que está a la izquierda de ellos, que queda a la derecha de ellas.
‹Enrique Bonanad› Si, pero mira, es raro ver un coche detenido por estos caminos
‹Lita› no..
‹Granada Sánchez› A mi tampoco me suena
‹Guardián› Los rostros de ellas y ellos quedan iluminados.
Modesto Puliti se queda mirando el cohete, y la parcela, sin fijarse mucho en el otro coche
‹Guardián› El resplandor del cohete se va derramando desde los cielos.
‹Granada Sánchez› ¿Se habran perdido?
Granada Sánchez baja la ventanilla del coche
‹Enrique Bonanad› ¡Hola! ¿Tienen algún problema?
‹Granada Sánchez› Buenas noches, No. Lo mismo iba a preguntarles yo
‹Guardián› El todoterreno del médico se sitúa a la altura del utilitario de la peluquera.
Modesto Puliti mira a su amigo, y mira entonces a las mujeres del otro coche, arqueando las cejas
‹Enrique Bonanad› Como las he visto detenidas...
Lita de un rápido vistazo repasa el vestuario de los jóvenes y se fija en sus bolsillos
‹Granada Sánchez› Si vamos a una fiesta en uno de estos campos,y estaba mirando
‹Modesto Puliti› ya que estamos... ¿son de aquí? ¿saben donde para la calle de la Concordia?
‹Guardián› Entonces, cuando están intercambiando esas palabras, una salva de cohetes se dispara desde la finca señalada. "Villa hobbit", reza en su entrada.
‹Guardián› Pam Pam Pam!!!
Lita rectifica su mirada, eso ya lo ha djado atrás, nada de carteras, nada de carteras...
‹Guardián› Decenas, cientos de cohetes estallan en el cielo!!
Modesto Puliti estira su cuello para mirar por encima de la ventana
Granada Sánchez mira los cohetes en el cielo
‹Granada Sánchez› Perdon me distraje, le dije al hombre
‹Modesto Puliti› que mierda es este estruendo? que estamos en valencia o qué?
‹Guardián› Cuando Modesto y Granada hacen por mirar...
‹Guardián› ¡Ven cómo los cohetes impactan sobre una gran masa indefinida que flota sobre sus cabezas!
‹Granada Sánchez› Habeis visto eso!!
‹Modesto Puliti› ¡ostia!¡que coño es eso?!
‹Enrique Bonanad› ¡Dios! Que ha sido eso
‹Lita› el qué?
Lita se asoma mirando en la misma dirección que señala Granada
‹Guardián› Un ruido silbante, nauseabundo, llega hasta sus oídos desde las alturas.
Modesto Puliti entrecierra los ojos para intentar distinguir esa masa informe
‹Guardián› Y algo se desprende de esa masa aún mayor.
Granada Sánchez se tapa las orejas
‹Guardián› Y comienza a caer.
‹Granada Sánchez› Por dios que es ese ruido
‹Guardián› A caer.
‹Guardián› Cae hacia ellos.
‹Guardián› ¡Plaaaaaaaaaaaam!
‹Enrique Bonanad› ¡Ahh!
‹Guardián› Y destroza el capó del utilitario de Granada!!!
Lita deja escapar un grito ante el impacto
‹Granada Sánchez› Que coño esta pasando, mi cocheeeee. Que acababa de pagarlo
Modesto Puliti pega un respongo en el asiento ante el golpe
‹Guardián› ¿Qué es aquello, qué cosa grumosa...?
Enrique Bonanad sale del coche y mira el objeto caido
‹Guardián› Tiene el tamaño de un pony.
Lita se santigua mientras murmura algunas palabras
‹Granada Sánchez› Salgamos del coche, dije a Lita
Granada Sánchez sale del coche
Lita baja del coche acercándose a observar el capó
Modesto Puliti se rasca la barbilla, y tras echar el aire, sale del vehículo tambien
Modesto Puliti mira lo que ha caido encima del capó
‹Guardián› Rachas de lluvia les bañan los rostros.
Granada Sánchez se acerca al capo o lo que queda de el
Granada Sánchez› ¡Mierda, por que no tendre el seguro a todo riesgo!
‹Guardián› -----------------------------
23:30:52 ‹Guardián› El asco los asalta al fijar la vista en aquella cosa.
23:32:06 ‹Guardián› Un trozo retorcido y purulento, un amasijo fungoso, una amalgama insensata de carne no animal, da sus últimos estertores sobre el metal retorcido.
‹Guardián› http://www.wizards.com/hecatom..._17.jpg
‹Guardián› Modesto no puede reprimir las arcadas, y Granada retrocede mareada, mientras que Lita y el médico se recrean en su indagación.
23:33:09 ‹Guardián› --------------------------------------------------
Modesto Puliti se apoya en la puerta de coche de su amigo, y comienza a vomitar
‹Modesto Puliti› gbbbgbbggggg... las gambas a tomar porggggrrgggrgggg
Granada Sánchez mareada se va hacia atras y se va agachando para al final sentarse en el suelo
‹Modesto Puliti› bwwwerrghhh...
Enrique Bonanad saca pañuelos de papel y se los da a modesto
‹Lita› pero qué demonios.... ?
Modesto Puliti coge como puede los pañuelos de papel que le da enrique, y se queda mirando al suelo, con la tez amarillenta
Lita se acerca más intrigada tratando de saber qué coño es aquello
‹Guardián› Un tipo se asoma entonces a la verja de villa hobbit.
‹Enrique Bonanad› Que cosa mas rara...
‹Guardián› -¿Le hemos dado? -grita.
‹Guardián› -Eh, ¿qué pasa ahí?
Lita se gira hacia el tipo que acaba de salir
‹Modesto Puliti› ya me ha dado la noche... todas las putas nocheviejas me tiene que pasar algo...
‹Guardián› El tipo aparenta tener unos treinta años, es fornido y tiene melenas abuclonadas, un cabello que, pese a las circunstancias, enseguida atrae la atención de la peluquera.
‹Enrique Bonanad› Oiga, mmm ha caido una cosa encima del coche de estas señoritas
‹Guardián› -¡Le hemos dado!
‹Guardián› El tipo abre la verja y sale corriendo hacia ellos.
‹Guardián› -¿Están bien?
‹Enrique Bonanad› ¿Como que le han dado? ¿Saben que era eso?
Granada Sánchez se levanta del suelo como puede
‹Modesto Puliti› estupendamente - dice con tono mordaz
‹Guardián› -¡Sí, sí!
‹Lita› sí ?
Lita mira a Granada y vuelve a mirar a aquel tipo de los pelos largos
‹Guardián› -Sí, sale todos los años del pozo del Anacleto, tenemos que espantarlo así!
‹Granada Sánchez› Pues que gracia y ahora quien me paga el coche?
‹Lita› me estás diciendo payo que esto lo habéis tirao vosotros ? sois vosotros los que os habeís cargao el coche de Granada??
Enrique Bonanad se queda estupefacto
‹Guardián› -Qué asco, por dios -está echándole un vistazo al trozo.
Modesto Puliti se incorpora por fin, aun con sudores y la cara como el papel, evitando mirar al capó del otro coche
Lita enfurece
‹Guardián› -Eh, pero que no ha sido mi culpa -se defiende. -Además...
Granada Sánchez se acerca a Lita y le susurra
‹Granada Sánchez› echales mal de ojo
Lita comienza a murmurar una ratafila de juramentos gitanos uno tras otro sin quitar vista de aquel tipejo
‹Modesto Puliti› una granada? me he perdido algo?
‹Guardián› Aquel silbido espeluznante ha interrumpido al joven.
‹Guardián› Todos enmudecen.
‹Guardián› Aquella cosa, pese a que la rastrean allá en lo alto, no se divisa, y sin embargo, sigue estando ahí.
‹Guardián› -Oh, dios mío de mi alma...
‹Granada Sánchez› ¿Que pasa?
‹Guardián› -Que me parece que lo hemos cabreado...
‹Guardián› -¡Y no tenemos más cohetes aquí!
‹Granada Sánchez› ¿A quien?
Modesto Puliti mira otra vez hacia arriba, un poco mareado
‹Guardián› -¡A esa cosa, yo no sé lo que es!
‹Enrique Bonanad› Oiga, pero puede decirnos que es ESO
Lita se gira hacia aquel tipo que se ha cargao el coche
‹Guardián› -Vive aquí desde los tiempos de Franco, nadie quiere labrar aquí, pero mi familia, los Aguilar, sí nos atrevimos.
‹Guardián› -Pero no es tiempo de explicaciones -agarra por los hombros al médico.
‹Guardián› -¡Rápido, tienen que ayudarme!
‹Modesto Puliti› a mi me da igual enrique, vamos eh, vamonos, a ver si me tomo algo...
‹Enrique Bonanad› Eh, eh un momento
‹Guardián› -Tenemos que ir al almacén, está allí, por este camino, a dos kilómetros!!
Modesto Puliti se apoya en el coche, y vuelve a vomitar de improviso
‹Modesto Puliti› bwwerghhhggg
‹Enrique Bonanad› Pero, ¿para que?
‹Guardián› -Por dios, ¿no lo entiende? Esa cosa es enorme, se come a las vacas!!
‹Granada Sánchez› ¿Pero que es?¿como es?¿¿que hace?¿Que pasa?¿Que era lo que ha destrozado mi coche?
‹Enrique Bonanad› bueno, mientras no se coma a uno de nosotros...
‹Guardián› -Ahora no se lo ve, pero es horrible, ¿por qué se cree que tengo este tic en el ojo? -es cierto, tiene un tic en el ojo, se ve a la luz de los faros.
‹Guardián› -¡De verlo!
‹Enrique Bonanad› mmm, esperese un momento aqui
‹Guardián› Lita, por debajo del histrionismo de aquel muchacho, capta algo más...
Enrique Bonanad reuno a las dos chicas y a Modesco a parte para preguntarles
‹Modesto Puliti› bueno, vale, lo que sea, vamos al almacen
‹Enrique Bonanad› ¿mmm que hacemos?
‹Guardián› Una suerte de interés que no alcanza a adivinar.
‹Modesto Puliti› y me tomo ahí un poco de agua o de lo que tengas...
‹Lita› No deberíamos ir
‹Lita› la mirada de ese payo me dice que quiere algo más...
Lita niega con la cabeza y gesticula exageradamente con las manos
‹Granada Sánchez› ¿Que dices Lita?
‹Lita› no no y no
‹Lita› no debemos ir con ellos
‹Guardián› El muchacho aguarda nervioso, oteando de continuo el cielo sin estrellas.
‹Enrique Bonanad› y esa barba... seguro que se junta con malas compañias..
‹Granada Sánchez› ¿Que pasa Lita?
‹Lita› no me fío
‹Lita› no me fío !
‹Lita› tengo un presentimiento Grani, ya me conoces
‹Lita› no !
‹Lita› no me fío
Lita empieza a repetirse un poco
‹Guardián› El silbido atraviesa sus oídos. ¡Y ese olor a carroña voladora!
‹Enrique Bonanad› bueno, ¿votamos?
‹Lita› vayámonos de aquí
‹Lita› será lo mejor !
‹Guardián› El de los Aguilar grita.
‹Guardián› -¡Que viene, que viene!
Modesto Puliti hace una mueca de desagrado (más de la que ya tenía) y niega con la cabeza
‹Granada Sánchez› ¿Y donde vamos?
‹Guardián› -En serio, por estos caminos no estáis a salvo -se acerca por fin.
Modesto Puliti mira para arriba una vez más
‹Lita› no se !
Lita empieza a ponerse algo nerviosa
‹Guardián› -Tenéis que confiar en mí.
‹Granada Sánchez› Lita dime algo mujer, que hacemos?
‹Lita› ja... confiar en él dice.. qué cachondo el amigo...
‹Modesto Puliti› vamos, ostia puta ya, vamos al almacen ese, me tomo algo, y ya seguimos luego
‹Enrique Bonanad› Vale, vamos
Modesto Puliti se acerca al de los Aguilar
Lita mira a Granada y se encoge de hombros sin saber qué hacer
Granada Sánchez mira a Lita esperando una respuesta
‹Guardián› -Venga, síganme, voy a sacar mi coche, aguarden. Es que son varias cajas con cohetes -explica.
Enrique Bonanad va hacia el "pelos"
‹Guardián› El muchacho vuelve a entrar en la villa, abre la verja del todo, y después de un minuto, sale conduciendo un r-19 de por lo menos veinte años.
Lita mira a su alrededor, quizas irse tampoco sea buena idea
‹Guardián› Baja la ventanilla:
‹Lita› vamos con ellos, pero no os fiéis del tipo ese....
‹Guardián› -Síganme, pierdan cuidado.
‹Lita› esconde ... algo
Enrique Bonanad sube al todo terreno
‹Guardián› El joven comienza a adelantarse.
‹Modesto Puliti› y dale con la gitana esta... entre la pota, la lluvia y la cantinela va mejorando esto por momentos... -murmura
Modesto Puliti vuelve a montarse en el todoterreno
‹Granada Sánchez› Oye que pasa con Lita, dije mirando al hombre
‹Enrique Bonanad› Chicas ¿Que haceis? ¿Os quedais aqui?
‹Granada Sánchez› Vamos con vosotros
Granada Sánchez se sube al todoterreno
Enrique va siguiendo con toda la pericia de la que es capaz al r-19.
‹Guardián› Los caminos son casi impracticables.
‹Guardián› Los demás se afanan por distinguir algo que los sobrevuele.
‹Guardián› Finalmente, al torcer un recodo, advierten un barracón sobre una colina.
‹Guardián› Una cerca de madera les permite un paso para comenzar a ascender.
‹Guardián› El R-19 se detiene en la entrada.
‹Guardián› La silueta del joven baja del coche y comienza a manipular en las puertas del cobertizo.
00:05:52 ‹Guardián› La embocadura de un pozo se recorta a pocos metros de la fachada.
Enrique Bonanad detiene el coche detras del r-19 pero a 10 metros de el
‹Lita› recordad, no os fiéis de él.. esconde algo... lo se... lo se!
Modesto Puliti baja del coche con cuidado, mirando el suelo
‹Guardián› -Vengan, vengan -está alentando al grupo.
‹Guardián› -Entren, por aquí.
‹Modesto Puliti› joder, todo embarrado, y los zapatos nuevos...
‹Granada Sánchez› Y yo con los taconazos
‹Guardián› Ciertamente, el terreno es un barrizal.
Granada Sánchez baja con cuidado del coche, agarrandose a la puerta
Enrique Bonanad baja del coche y se acerca al cobertizo
Modesto Puliti se dirije hacia el cobertizo con cara de pocos amigos
‹Guardián› El melenudo comienza a deslizarse por el resquicio entre las puertas.
‹Guardián› -Vamos, vengan, ayúdenme.
Lita deja que los demás vayan delante mientras observa a su alrededor
00:09:59 * Granada Sánchez se agarra a Lita
‹Guardián› ------------------------------------------------------------------------
‹Guardián› Enrique y Modesto se encuentran ahora a escasos pasos de penetrar en el almacén.
‹Guardián› Granada y Lita, abrazadas o casi, se han demorado junto al coche.
‹Guardián› Entonces, la gitana capta algo.
‹Guardián› No entiende muy bien al principio de qué se trata.
‹Guardián› Es un objeto, sobre el brocal del pozo.
‹Guardián› ¿Qué es aquello?
‹Guardián› Está apurando la mirada, aprovechando cada cuanto de luz.
‹Guardián› Enrique comienza a entrar.
‹Guardián› Modesto lo sigue un paso por detrás.
‹Guardián› Lita entiende justo en este momento de qué se trata:
‹Guardián› es una mano.
‹Guardián› Una mano cercenada.
‹Guardián› -----------------------------------------------------------------
Lita no puede evitar soltar un grito
Modesto Puliti gira repentinamente la cabeza hacia la gitana
Lita señala hacia la mano
‹Lita› ESO !
‹Lita› ESO!!!
Lita no atina a encontrar palabras..
Modesto Puliti mira hacia donde señala Lita
Enrique Bonanad sigue la trayectora que indica la gitana con el dedo
‹Guardián› Modesto ve la mano.
‹Guardián› Enrique ve la mano
‹Guardián› Y al girarse, no percibe cómo el joven desconocido ha aprovechado para agarrar una escopeta.
‹Lita› Corred !
‹Modesto Puliti› Joder! Me cagoensupadre eso eS UNA MANO?!!
Lita da media vuelta hacia el coche
‹Lita› (corriendo claro)
Modesto Puliti mira hacia el melenudo buscando explicaciones
‹Guardián› -¡Quietos ahí!
‹Guardián› El melenudo está encañonando a Enrique y a Modesto.
Granada Sánchez sigue a Lita
Modesto Puliti se queda de piedra, sin respiración
‹Guardián› -Den un paso atrás.
Enrique Bonanad retrocede sorprendido
‹Guardián› -¡Señoritas! -grita desde el interior.
Modesto Puliti obedece y da un paso atrás, los ojos abiertos completamente
‹Guardián› -¡Señoritas! -el tipo ahora tiene los ojos casi a punto de salírsele de las órbitas, y el sudor le perla la frente.
‹Guardián› -¡Vengan aquí o dispararé sobre sus amigos!
‹Lita› Peroo perooo ... usted está loco? ???
Granada Sánchez no escucha y sigue hacia delante
‹Guardián› -Voy a contar hasta tres.
‹Guardián› -No, hasta cinco.
‹Guardián› -Uno.
Enrique Bonanad levata las manos y va retrocediendo lentamente hacie el coche
‹Guardián› -Dos.
‹Modesto Puliti› "sus amigos"... apuesto a que nos cogen el todoterreno y se largan...
Modesto Puliti dice entre dientes
‹Guardián› El tipo apunta sobre el médico.
Lita mira a Granada sin saber quéhacer
‹Guardián› -Tres.
‹Lita› No dispare !
‹Guardián› -Cuatro. Las estoy esperando.
Lita levanta las manos
‹Guardián› -¡Entren aquí ahora mismo!
‹Guardián› -Venga, todos.
Lita mira a Granada a ver si a ella se le ocurre algo, mientras trata de ganar tiempo
Modesto Puliti mira a su amigo con miedo
Enrique Bonanad deja de retroceder
‹Lita› escuche... por qué no deja el arma y nos explica que esta pasando ?
‹Lita› con calma... baje el arma...
Lita se acerca despacio al tipo de las melenas
‹Guardián› El hombre traga saliva, parece titubear.
‹Guardián› -Tengo que hacerlo. Todo este trabajo, no ha podido ser en balde.
‹Lita› mira.... de momento vas a dejar el arma, sí?
‹Guardián› -Entren, ahora.
‹Granada Sánchez› Hombre de dios, por favor baje el arma
‹Guardián› -No, no puedo, no puedo.
‹Lita› y me vas a contar de qué va todo esto, quizás pueda ayudarte...
‹Granada Sánchez› Usted bajela, estamos aqui para ayudarle
Modesto Puliti traga saliva, mirando ahora al cañon de la escopeta atentamente
‹Lita› puedo quitarte el mal de ojo que te hayan echado para tener todo esto encima...
‹Guardián› Finalmente, el joven da unas zancadas y coloca el cañón de la escopeta a escasos centímetros del rostro del médico.
‹Guardián› -Que entren, he dicho!
‹Lita› todo se quedará olvidado ...
Lita sigue caminadno hacia él como les pide
Modesto Puliti baja la cabeza y comienza a caminar sin rechistar, respirando afanosamente
Enrique Bonanad entra si le deja el melenas
Granada Sánchez resignada camina detras de Lita
‹Granada Sánchez› las cosas por las buenas se hacen mejor
‹Guardián› El tipo se pasa la lengua por los labios, ya un poco más calmado.
‹Granada Sánchez› enserio se lo digo
‹Guardián› Y así, los cuatro son conducidos al establo como ovejas.
‹Guardián› En el interior, hay un gran espacio abierto, con un pentagrama escrito en el suelo. Unas velas marcan las puntas.
‹Guardián› -Sois cuatro víctimas propiciatorias... Perfecto, perfecto.
‹Guardián› -Me vendrá perfecto.
‹Guardián› El tipo obliga a los dos hombres que sitúen unas sillas de enea rodeando el círculo mágico, que sienten en ellas a las dos mujeres y las aten con cuerdas de cañamo.
‹Guardián› -Bien fuerte, eh.
‹Lita› Este tipo de cosas nunca salen bien, lo sabes ?
‹Guardián› Cuando terminan, ordena a Modesto que ate al médico a otra silla, y por fin, obliga a Modesto, que tiene pinta de ser el más timorato, a sentarse, y se dispone a amarrarlo él mismo.
‹Guardián› -Estate quietecito, eh. O te golpearé.
‹Modesto Puliti› Madre de Dios...
‹Guardián› El tipo ata a Modesto todo lo deprisa que puede.
‹Enrique Bonanad› Mira si nos dejas ir ahora, nos iremos y no le diremos nada a nadie...
‹Guardián› -Noo, tranquilo, no se lo diréis a nadie.
‹Lita› Escúchame, yo puedo ayudarte a deshacerte de lo que quiera que sea eso
‹Lita› créeme
‹Lita› los gitanos llevamos años haciéndolo
‹Guardián› -Náaa, ¿sabes qué te digo, ojazos?
‹Lita› la abuela por parte de mi madre era de las gitanas más conocidas por Coria del Río
‹Guardián› -Que tu carne gitana le va a saber a gloria a la bestia.
Modesto Puliti cierra los ojos con fuerza, lamentándose de no haber ido ningún día de estos últimos 20 años a misa para saberse alguna oración en ese momento
‹Granada Sánchez› Hagale caso guaperas a mi amiga, ella podra ayudarle
‹Guardián› El tipo termina con Modesto y desaparece entre las sombras. Regresa al cabo de unos segundos con un libro ajado.
‹Guardián› Se sitúa en medio del círculo de protección.
‹Guardián› -Ahora, volveré a llamarlo.
‹Guardián› -Lo invoqué, ¿sabéis?
‹Guardián› -Hace tres días. Pero era demasiado poderoso.
‹Guardián› -No pude atarlo para que destruyese el maldito pueblo.
‹Guardián› -El pueblo de esos malnacidos.
‹Guardián› -La niña fue un aperitivo para la bestia.
‹Guardián› -Pero ahora, con vosotros cuatro, se rendirá a mis deseos.
‹Guardián› -¡Iä, Iä, Shub - Niggurath!
‹Guardián› -Nenei gqei gq epoe fe sidfhe ose efes ttqwy!
‹Guardián› -¡Pólipo volante, siervo de Yith, ven a mí, disfruta del ágape!
‹Guardián› Y entonces, un silbido estremecedor se cuela por debajo de las puertas del granero, por las fisuras de la pequeña ventana trasera.
‹Guardián› La estructura tiembla, cada vez más, tiembla, y el tejado, de madera, vibra.
‹Guardián› Vibra hasta que
‹Guardián› rrrrraaaaaaash
‹Guardián› una gran parte de él es arrancada de cuajo, perdiéndose de vista.
‹Guardián› Y la cosa aparece, la bestia invisible:
‹Guardián› una masa infecta, una nata de existencia con grumos de invisibilidad, todo ello revestido por una cutícula endurecida;
‹Guardián› Este enorme y palpitante tumor parece componerse de multitud de seres más pequeños en lugar de uno solo y enorme, puesto que podéis captar diversas partes independientes. Pero esas partes se convulsionan, se encogen para dejar de existir, y fluyen unas en otras separándose y volviéndose a unir, e incluso brotando de nuevo, al parecer de la nada.
‹Guardián› Emite un constante y nauseabundo ruido silbante y comienza a azotarlo todo en un radio de veinte metros con sus repulsivos tentáculos.
El pelo de Modesto encanece al instante. Ni siquiera es capaz de gritar.
‹Guardián› Pero los otros tres sí, sí gritan, hacen añicos sus gargantas, mientras que aquella abominación comienza a emitir tentáculos en su dirección.
‹Guardián› Sólo que Lita y Granada sienten que sus ligaduras no son tan fuertes cómo podría esperarse.
‹Guardián› Y el melenudo...
‹Guardián› Bueno, ahora contempla extasiado a la criatura.
‹Guardián› -¡Síiii!!
Lita se remueve nerviosa en la silla tratando de desatarse como sea
‹Modesto Puliti› ga...ga...ga...
Enrique Bonanad intenta inutilmente quitarse las ligaduras
‹Guardián› Lita lo consigue.
Granada Sánchez intenta forcejea para intentar soltarse
‹Guardián› Granada... está casi a punto.
Lita corre a la silla de Granada para ayudarla
‹Guardián› -Sí, ooooh, síi -el tipo está experimentando un orgasmo. -Cómetelos.
‹Guardián› Con ayuda de Lita, Granada logra zafarse por fin.
‹Lita› desata a ese! (señala a modesto por ejemplo)
‹Lita› yo ayudare al otro
‹Lita› corre ! CORRE !
‹Granada Sánchez› gracias
Lita va a ayudar al otro tipo
Modesto Puliti intenta revolverse en la silla, inclinandose hacia atrás
Granada Sánchez va a soltar a Modesto
‹Guardián› Entonces, una corriente misteriosa de aire fétido tira de sus cuerpos hacia la masa tumefacta!
‹Guardián› Y Enrique comienza a ser aspirado por el monstruo, y Lita, que trataba de desatarlo!! Los tentáculos de la cosa atrapan el tobillo de la gitana y lo abrasa.
‹Guardián› Granada, por su parte, resistiendo bien, logra desatar a Modesto.
‹Lita› AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Lita grita de dolor al sentir cómo le abrasa el tobillo
‹Guardián› El olor a carne quemada llega a sus olfatos.
Modesto Puliti consigue desatarse con la ayuda de la mujer, pero no tiene tiempo de agradecerselo siquiera...
Granada Sánchez corre hacia Lita y la engancha del otro tobillo, y estira
‹Guardián› Granada consigue detener la ascensión de la gitana.
‹Guardián› Sin embargo, Enrique, amarrado en la silla de enea, es aspirado.
‹Guardián› Vuela hacia lo alto, hacia el ser.
‹Guardián› Y su rostro se encuentra contra la materia innatural.
‹Guardián› Y los ojos le arden en las cuencas.
‹Guardián› Mientras que el resto de la cabeza va siendo absorbida.
‹Guardián› Mil tentáculos se cierran sobre su cuerpo, para engullirlo.
Modesto Puliti intenta salir afuera, horrorizado completamente
‹Guardián› A Granada le está costando horrores sujetar a Lita, quien se retuerce inútilmente.
Granada Sánchez mira a Modesto
‹Guardián› El cuerpo de Lita flota por los aires, como una carpa, el único punto de sujeción que le queda son las manos de su amiga, que se aferran a su tobillo.
‹Lita› quítamelo ! QUÍTAMELOOOO
‹Granada Sánchez› Lo intentoo, aguanta
Modesto Puliti intenta salir fuera del establo para huir de ahí cuanto antes
‹Lita› AAAAAAAAAHhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
‹Lita› Mala sombra te acompañe !
Granada Sánchez ve como modesto esta intentando salir
‹Guardián› El abrazo de la bestia ha parecido cesar por unos instantes, en que los restos del médico son deglutidos.
Lita alcanza a gritarle a Modesto mientras huye sin ayudarlas
‹Guardián› Una baba de sangre chorrea hasta el suelo.
‹Granada Sánchez› Oye tu, ayudame como lo he hecho yo contigo
‹Granada Sánchez› No seas Cabron
‹Guardián› Modesto huye en la noche.
‹Granada Sánchez› Cabronazoo ven aqui
‹Granada Sánchez› COMO TE PILLE LUEGO TE ESTAMPO CABRON, le chillo a Modesto
‹Guardián› Y Granada tira con todas sus fuerzas, y Lita logra agarrarse a una de las vigas de maderas, y entre las dos, haciendo un esfuerzo supremo, consiguen devolverla a tierra.
Lita coge de la mano a Granada y tira de ella corriendo fuera de allí
‹Lita› vamos !
‹Guardián› --------------------------------------------
‹Guardián› Las dos chicas comienzan a avanzar hacia la puerta, la vida.
‹Guardián› El abrazo de la bestia se enciende de nuevo: sus vestidos, sus cabellos, vuelan hacia su seno.
‹Guardián› Pero ya están cerca, falta poco. La vida, está en el otro lado.
‹Guardián› La fiesta. Los amores.
‹Guardián› Nada de eso volverán a ver.
‹Guardián› Porque cuando quieren darse cuenta
‹Guardián› sus cuerpos están siendo calcinados por un chorro de aire que les arranca la piel a tiras, deshidrata la epidermis y produce quemaduras por abrasión.
‹Guardián› -Hahahahahahahahahaha -está riendo el melenudo.
‹Guardián› Consumidas por el fuego extraterrestre, sus figuras retorcidas quedan así, de pie, a pocos pasos de la puerta.
‹Guardián› En ese momento, Modesto Pultini chapotea entre los charcos.
‹Guardián› Ha dejado de huir.
‹Guardián› Las nubes se han ido. Está viendo las estrellas.
‹Guardián› Danza salvajemente.
‹Guardián› Se mete en un cercado de toros bravos.
‹Guardián› -----------------------------------------------------