Partida Rol por web

Anacronías ~ Sanguinum

~Sanguinum~

Cargando editor
07/05/2016, 10:57
• Narradora •

MAPA: click en la Imagen

Sanguinum, una ciudad amurallada perdida en la oscuridad. Dicen que es famosa por sus noches pero tú jamás has salido de ella. Magnates corruptos, prostitutas, traficantes, mercenarios, asesinos, miserables y pobretones que llegaron a la ciudad atraídos por sus iguales, ratas de alcantarilla que nacieron aquí y morirán en el fango. Entre los muros de Sanguinum no encontrarás a ningún mortal que se atreva, siquiera, a hacer mención de las numerosas desapariciones y muertes que ocurren después de cada puesta de sol. Pues hay algo peor que la escoria humana aglutinada en la ciudad, pero ellos no viven entre las calles adoquinadas y sucias, no… ellos duermen durante el día, repartidos por los cinco imponentes palacios de la ciudad, anclados a poderosos miembros de la nobleza: vampiros.

La vida diurna de la ciudad no es menos… interesante, pero digamos que no es tan divertida.

Sanguinum, es una ciudad en la que se yerguen miles y miles de edificios sin ningún criterio. Al lado de una casa en ruinas un edificio de piedra inmaculada, junto a uno muy alto hay otro muy bajo, madera y ladrillos se entremezclan sin orden. Está llena de edificios que se suceden sin ninguna lógica ni razón, atravesada por intrincadas calles. Exactamente igual son las vidas de aquellos que moran en ella.

La ciudad está dividida en cuatro partes. El caudaloso río estableció una frontera natural entre dos mitades y éstas fueron divididas por una calle que atraviesa el río a lomos de un puente adoquinado. Fuera de la ciudad, al sur, igualmente fortificada, se encuentra La Guardia. Pero volviendo a Sanguinum, en medio del río, en una diminuta isla, en la zona neutral, vemos un inmenso castillo, propio de un rey, el palacio de los Maiestatis, la estirpe más poderosa de la ciudad. La gente de buenas costumbres dirá que no hace bien su trabajo, mas no saben que vela, precisamente, por el reinado del caos. La pequeña isla es su único territorio aparente, no necesitan más tierra; su poder abarca absolutamente todo lo que protege las murallas. Así, la ciudad dividida en cuatro partes es para las cuatro familias nobles que, hace siglos, se repartieron el territorio a gobernar: acerbus, acerbitas, quaestor y cruoris [son algo así como señores feudales].

Historia registrada: Estética y ambientación steampunk.

Esta historia es totalmente diferente a Vampiro, no hay Clanes, ni hay nada de Mundo de Tinieblas, la historia es mía completamente, así que el manual de Vampiro sólo lo uso para jugar con un sistema, a nivel de trasfondo nada de nada.

En mi mundo no hay vampiros libres, pueden crearse vampiros por el método tradicional pero mueren en unos días sin un vínculo con el alma humana. Es el alma del humano lo que les proporciona eternidad y a ella pueden acceder de diferentes maneras a través del vínculo establecido.

Cualquiera no puede (ni sabe) establecer un vínculo lo suficientemente fuerte como para unir al vampiro y al humano. Los Sanguinarius (en honor a ellos fue bautizada la ciudad de Sanguinum) son los encargados de establecer un vínculo fuerte y sólido. Sólo ellos pueden hacerlo mediante un rito mágico. Nadie (o quizás unos pocos) conoce el paradero de estas criaturas. Ningún humano ni su vampiro recuerda lo que pasó durante el vínculo o la forma de estas criaturas, aunque algunos tienen flashbacks y pueden recordar momentos o imágenes.

Tener un vampiro como “mascota”, aparte de que queda muy molón, es un símbolo de poder y distinción de las cinco casas que gobiernan la ciudad. Prolonga la vida también al humano. Si el paso del tiempo para los vampiros está parado y para los humanos normales avanza de la misma manera que un segundero da vueltas al reloj, para un humano vinculado a un vampiro avanza como la manilla que incida las horas. En resumidas cuentas, el vampiro es eterno, el humano envejece muy, muy lentamente.

La cuestión del vínculo suele ser lo más complicado. La idea es que dos cuerpos comparten la misma alma: la del humano. Es el vampiro el que tiene que acceder a ella a través del sentimiento que les une. Por ello, cuando el humano muere, el vampiro muere también; en caso contrario, cuando el vampiro muere, se lleva la mitad del alma del humano consigo, así que establecí un cuadro con diferentes efectos según el vampiro, pero desde luego también es fácil que muera el humano en el proceso. Otro factor a tener en cuenta es que las disciplinas (poderes) del vampiro no afectan a su humano vinculado.

A nivel social los vampiros son objetos de lujo, son como joyas que el humano exhibe en las altas esferas, en ambientes nobles. Aun así son los amos de los bajos fondos de la ciudad. De modo que hay un contraste brutal para los vampiros. Cuando acaompañan a los humanos a fiestas y eventos de la nobleza son algo así como cosas o mascotas con pedigrí, mientras que en su “hábitat” natural, los bajos fondos de la ciudad, son los reyes.  

* ¿El París de 1788 – principios del 89 os suena? Cuando los ciudadanos, armados con adoquines tomaron la Bastille porque habían visto morir a sus hijos de hambre y ni siquiera tenían una hogaza de pan que llevarse a la boca. Cuando entraron en Versailles y vieron que incluso los hilos de las cortinas eran de oro, se volvieron locos y lo destrozaron todo. Bien, pues ese es el contraste que hay en la ciudad. Con la diferencia de que aquí aún no hay conciencia revolucionaria, cada uno se apaña como puede, sobreviviendo como puede a los estragos de la noche y las bestias que moran en ella.

Cargando editor
07/05/2016, 11:00
• Narradora •

 

La Guardia Negra

 

Cargando editor
07/05/2016, 11:02
• Narradora •

 

La Catedral: Sacré-Cœur, y El Maestro de Ceremonias

 

Cargando editor
07/05/2016, 11:07
• Narradora •

 

Acontecimientos Pasados

 

~ ACTO UNO : Advenimiento ~

 

Ninguno de vuestros padres está en casa, ni sus vampiros tampoco, habrán salido ¿Habrán acudido ya? Nadie lo sabe, pero estáis solos, y por si acaso no se han enterado aún los cabezas de vuestras familias, debéis acudir en representación de vuestras casa a este acto único en la historia de Sanguinum, pues nadie recuerda la muerte de un Maiestatis, esta es la primera, Vitorio lleva ahí desde que se recuerda.

Un momento... Volvamos al amanecer de esta noche, acudamos a la casa Maiestatis:

Las gruesas y pesadas cadenas, tan ajustadas, tan innecesarias, tan inútiles... oprimiendo su pálida piel.

- Todas las noches lo mismo, todas. Úrsula, ¿Por qué? ¿Por qué me las pone? Sabes que no voy a irme.

- Ya lo hiciste una vez. - Susurra con frialdad.

Él suspira, dolido, decepcionado; su mirada se precipita hacia el suelo.

- ¿Cuánto tiempo más vas a seguir castigándome por ello?

- No fui yo quién te castigó – tan glacial que podría congelarlo si su cuerpo aún conservara calor –, éste es tu destino.

Y en este último susurro la voz de la hermosísima muñeca rubia de tirabuzones perfectos tiembla de emoción. Disfrutando de su majestuosa superioridad. Es ella quién tiene el extremo de la cadena entre sus manos.

Todas las cadenas del pálido y triste muchacho, tobillos y muñecas, convergen en el grillete que finalmente ella ha atado a su propio tobillo. Úrsula se levanta triunfante, incluso divertida; camina hacia la cama obligándolo a él a caminar a su paso; tirando de la humillante cadena que también ha atado al cuello del chico.

Él cierra los puños con fuerza, obligado a permanecer en aquella postura ridícula, levemente inclinada, la cadena de su cuello no es lo suficientemente extensa como para que pueda erguirse al caminar, y las las largas y perfectas piernas de Úrsula no le ofrecen tregua alguna.

El sonido de los eslabones retumba en la habitación. Cuando ambos están ya tendidos en la cama, la luz se apaga.

- Sabes que estas cadenas de hierro no me retienen ¿Verdad?

- Lo sé.

- Entonces ¿Por qué lo haces?

- Porque no quiero que olvides a quién debes tú preciada vida eterna.

- No podría olvidarlo querida Úrsula, no podría.

Ella apoya su cálido y suave cuerpo sobre él, que tendido en la cama percibe su olor, su calor corporal, su palpitante corazón. Manosea el cuerpo de Úrsula hasta llegar a una de sus manos, se la lleva a los labios, la besa, la huele entre sufridos escalofríos. Hace tanto que no se alimenta, hace tanto que ella no… Úrsula aparta rápidamente su brazo y él gime de dolor como un animal malherido.

- ¿Quieres morir? ¿Es eso? - le increpa, intentando contener la ansiedad.

Ella no responde, no se mueve. El olor de la humana se intensifica, su fervor, los latidos, la sangre roja circulando dentro de ella.

- Quiero beber, quiero beber ¡Ya! – Grita él, clavándole las uñas a Úrsula en el muslo derecho.

Se tumba sobre ella, y palpa su cuerpo, exigiendo un poco, sólo un sorbo, lo necesita… puede escucharla dentro de sus arterias, lo está llamando, le está gritando.

- Creí que no la querías, por eso te marchaste.

- ¡Joder! Úrsula, no te burles de mí, sabes muy bien que sólo puedo beber tu sangre, sabes muy bien que mi cuerpo rechaza cualquier otra.

- Y aquí está la marca, en tu brazo derecho, justo aquí. En aquel momento lo confirmaste ¿Verdad? ¿A quién mordiste?

La lengua fría del animal desesperado acaricia el cuello de Úrsula, su gélido aliento golpea la garganta de la chica.

- Déjame beber… Dame permiso… - Desquiciado, ya ni siquiera puede levantar la voz.

- Bebe.

- Dilo.

- Bebe.

- Di mi nombre ¡Maldita sea!

Los colmillos del animal rozan el cuello de Úrsula, atentos, esperando inquietos escuchar el nombre que le abre camino la vida.

- ¡¿Quieres morir?! ¡Pues que así sea! – Grita furioso.

Se sienta en la cama, apoya los codos en sus rodillas y sobre las palmas de sus manos deja sus mejillas. Un increíble dolor lo devora por dentro, cada una de sus arterias muertas, su corazón enmohecido, todos los miembros de su cuerpo. El dolor, tan intenso, en cada movimiento, cada fibra, cada centímetro del cuerpo.

Empiezan los gemidos, débiles, tan frágiles... Solloza como un lobo apaleado, como una fiera moribunda. Intenta levantarse y la cadena de su cuello se lo impide, derrumbándolo bruscamente de nuevo sobre la cama. Está tan débil…

La gloriosa Úrsula sonríe, no lo ve, todo está oscuro, pero lo escucha, percibe sus gemidos de dolor. A tientas, lo busca entre las sábanas de la cama hasta encontrarlo, acerca su exótico cuerpo semidesnudo a él, besa su mejilla, su cuello, se sienta sobre él a horcajadas, acerca su yugular a los labios del vampiro y entonces susurra el nombre milenario, sólo ella lo conoce, sólo ella puede pronunciarlo.

Él hunde sus colmillos en el cuello de la chica. Ahora sí, la sangre roja entra en el cuerpo del chico a borbotones. Ahora es Úrsula la que jadea de placer. Ahora es ella la que gime, la que vacía su corazón en cada latido; la que lo abraza con fuerza.

Ha terminado, él se ha quedado dormido, no ha derramado ni una sola gota de metálica y dulce vida.

Ella se yergue a duras penas, está débil, ha perdido mucha sangre; aún sentada sobre él, puede sentirla correr por el perfecto y frío abdomen que tiene aún entre las piernas. Besa delicadamente sus labios fríos y carnosos, sabe que él ya no está en éste mundo, así que puede permitirse un beso lleno de ternura, un beso en el que termina devorando los labios del muchacho con pasión. Mañana él no lo recordará, ahora, mientras duerme, vuelve al mundo de los muertos.

 

Más allá de las ventanas de madera que sellaban cada rendija, cada grieta, cada afilado y escurridizo dedo solar que pudiera colarse en la habitación; más allá del refugio oscuro, el codicioso monstruo dorado empezó el ascenso hacia lo alto del cielo.

Úrsula quedó plácidamente dormida a su lado. El día no transcurrió con normalidad, los pasillos murmuraban ajetreados, repletos de pasos tras la hermética puerta. Le robaron el sueño varias veces hasta que llena de ira, se despega del cuerpo del vampiro y se encamina hacia la puerta, perdiendo los nervios. Al dar el primer paso cae de bruces contra el suelo, la cadena de su tobillo no da más de sí, el cuerpo del vampiro ni siquiera se ha movido.  Qué imprudente ¿Cómo ha podido pensar siquiera en abrir esa puerta con Xandros acostado en la cama? Suspira, vuelve a la cama y procura dormir un poco más.

Pasadas unas cuantas horas, con el sol aun reinando en el cielo, vuelven a usurparla del sueño. Irritada, palpa bajo la almohada buscando la llave de la cadena, la encuentra y se libera de ella. Se levanta, con los pies descalzos y de debajo de la cama, extrae un ataúd de madera en el que deja caer a Xandros que sigue, todo él, muerto y pesado. Cierra el ataúd y sale por la puerta de la habitación. El esfuerzo del peso del ataudo y del vampiro la deja algo cansada. Pero ahí va... ahí desaparece tras la puerta.

Y aquí nos encontramos, al prinicpio de esta hermosa noche, su invencible soberanía cae sobre la ciudad, él despierta dentro del ataúd, desconcertado, apenas recuerda… lo sucedido.... la noche anterior... apenas recuerda... nada después del dolor... Pestañea, inmóvil, esperando los recuerdos que no tardan en llegar en pequeñas dosis, la sangre, deliciosa, dulce e intensa de Úrsula, la sangre sobre su lengua. Así que al final ella había cedido... sonríe satisfecho y con una mano intenta abrir el ataúd, que vence sin ningún esfuerzo. La noche ha llegado, las ventanas están abiertas y una esférica luna rojiza rige en lo alto de su cielo estrellado.

Xandros se pone los pantalones y el cinturón, impaciente por ver a Úrsula, no es habitual que ella despierte antes que él, algo ha debido suceder. La busca en los diferentes salones de la mansión, hasta que al fin, la encuentra en uno de los pasillo, vestida de luto, de espaldas a él. La reconoce de inmediato, a pesar del velo de tul, y del negro predominante en la totalidad de su vestido, un color nada habitual en ella… reconoce su olor, su forma de estar parada, en silencio. Todo en ella es extraño.

- Papá ha muerto esta mañana; sí, Hetaira también –, susurra Úrsula  al sentir la presencia del vampiro acercándose a ella, ladeando levemente la cabeza – vamos, ponte algo oscuro y acudiremos a la catedral, ya han instalado ambos cuerpos. Toda la ciudad está de luto.

Se vuelve hacia él, anuda su brazo al de Xandros y ambos se encaminan hacia la habitación. Xandros camina en silencio al lado de su ama, ella se apoya en el nudo de sus brazos más de lo normal, parece mareada. Al fin llegan a la alcoba. Ella retira el velo de su rostro para poder ver mejor las prendas de ropa que Xandros deberá ponerse:

- No tienes que hacer eso… no soy un inútil… sé perfectamente cuál es la ropa que debo ponerme en una ocasión así.

La susurrante voz de Xandros choca contra Úrsula, que inmediatamente deja de acariciar, con su mano, las prendas de ropa masculina y mira, por primera vez en aquella noche, a su vampiro a los ojos. El rostro marmóreo de Xandros observa con curioso estupor los ojos enrojecidos de Úrsula.

- ¿Has estado llorando?

Úrsula vuelve a cubrir su rostro de tul negro, y violenta, de un rápido movimiento cruza la cara de Xandros con el dorso de la mano.

- Ha muerto mi padre ¿Tú qué crees? ¿Es esa una pregunta digna de respuesta? – responde irritada. - Te espero fuera. Una palabra, un pensamiento más en ese sentido y tu insolencia serás castigada. Date prisa.

Se vistió con cierta rapidez, todo, incluso la corbata, era de color negro. Cogió las habituales cadenas que a veces lleva en público, y con ellas en la mano, se dispuso a salir, cuando un rayo iluminó la estancia, nieve en la ventana. Con la otra mano, cogió el paraguas y salió en busca de Úrsula.

- Hoy no necesitaremos esto.- Susurra, dejándo las cadenas tiradas en el suelo - vamos, están preparando el Sacré-Cœur, hoy será una noche larga.

 

Aquella noche, el mercado estaba abarrotado de gente, que compraba y vendía, trueques, estafas a pequeña y gran escala, peleas, alcohol… Algunos gritaban sus precios, otros susurraban, escabullidos entre el bullicio. Si algo se cuece en la ciudad, toda esa gente, sabrá susurrártelo al oído o gritártelo… quién sabe, por un módico precio, claro está.

Allí corre, de boca en boda, la leyenda del Magnánimo humano, de cuya muerte, se ha informado hoy a toda la ciudad.

Cuentan que Vitorio nació, cuando nacieron las misteriosas criaturas que bautizaron la ciudad, cuentan que fue el primero al mando, y por extensión el único que ha estado vigilando Sanguinum todos estos años. ¿Hace siglos? ¿Hace Eones? Nadie lo recuerda… como nadie le recuerdas esposa alguna. Algunas leyendas poco arraigadas cuentan que hubo esposas, otrora jóvenes y hermosas, fenecidas en extrañas circunstancias, desaparecidas. Lo cierto es que nunca se casó, aunque sí tubo descendencia, quizás de alguna desventurada criada, quizás de alguna noble mujer, nunca se supo y nunca hizo falta que se supiera.

Aunque las gentes de bien no otorgan credibilidad a palabras crueles, de lenguas afiladas, después de todo son leyendas, hay muchas y muy variadas pululando por ese condenado mercado.

Será llorado por el pueblo, como un digno gobernante, tanto adoraba a las gentes que habitan entre los muros de la ciudad, que descuidó la educación de su progenie, y ahora deja a Úrsula al mando, una mujer a penas conocida, objeto de numerosos rumores.

Úrsula no informa de cómo murió, no tiene que dar explicaciones a nadie, tampoco habla de Hetaira en su pergamino, ni el que ha dirigido a las cuatro nobles familias, ni el que ha mandado colgar en medio de la plaza, ni siquiera al pregonero…. sin embargo ella también ha muerto, muchos la recordarán, pues ella también forma parte de la leyenda, va con él, donde quiera que él vaya.

La cita parece ser hoy, ahora, ¡Ya!

(Hetaira y Vitorio)

 

Sea como fuere, os vestís y acudís a la enorme catedral.

- Emory, dame un poquito de calor que hace mucho frío aquí arriba.

Expulsa vaho por los labios, tiritando. Su vieja falda rasgada, moteada de jirones y parches que ha ido remendando con mucha pericia. Ya ni recuerda de dónde sacó la falda.

- Lorena, ¿En qué malditos apuros me metes? Odio a los enlatados de la Guardia, aceptaste el trabajo y encima me metes a mí en todo esto.

La mira con el ceño fruncido, de reojo, durante un leve instante, mientras se agacha de nuevo y al reincorporarse, la sujeta con un brazo, rodeando sus hombros, y frotándola un poco. Emory suspira, dejando caer en el suelo del globo aerostático lo que se agachó a coger y la abraza bien. Hace mucho frío.

- Es que no quería subir aquí arriba sola… y yo no sé manejar estos cacharros – murmura, la pobre Lorena, congelada – además pagaban bien… Y… ¡Mira qué vistas! Casi se puede ver más allá del muro.

 Lorena se aúpa un poco sobre las puntas de los dedos de sus pies e imagina lo que hay al otro lado del muro, pero no, la verdad es que no se ve, la niebla y la oscuridad moran por doquier.

- ¿Y de qué sirve que paguen bien si cogemos un catarro y terminamos muertos en unas semanas? – la mira preocupao.

- Venga hermanito, no seas cascarrabias, mira qué bonita es Sanguinum desde las alturas. Echaremos de menos al señor Maitestatis, seguro que su hija es incluso mejor.

- Eres muy ingenua Lorena.

- Oh, cállate ya, Emory, ya estamos aquí, además, siempre podremos ir a ver a la señorita Ives, seguro que tiene algo para darnos.

Su entrecejo se une más y más en una mueca de enfado absoluto. La suelta resoplando hastiado, y se agacha, para coger un puñado y dejarlo caer hacia la plaza del Sacré Cœur.

- No me gusta esa bruja, venga, vuelve al trabajo, que hasta que no terminemos todo no podremos irnos.

Y así siguen, derramando pequeños pétalos rojos, que se mezclan con los pocos copos de nieve que aún se derraman de las nubes. Hay unos cuantos globos estáticos alrededor de la catedral que hacen exactamente lo mismo. Son ciudadanos de Sanguinum, que voluntariamente se han prestado a trabajar en memoria de Vitorio.

 

 

 

La Ceremonia

 

 Frente a vosotros, en especial los humanos que os situáis en primera fila, queda el cuerpo sin vida de Vitorio, que reconocéis recostado, flácido, amarillento... sobre el altar, rodeado de velas y flores; a sus pies, entre sus tobillos, una pequeña urna, con un Ankh brillante en el costado.

Hasta ahora algunos estabais tremendamente aburridos con el panorama... pero llega la ceremonia en estado puro, y con ella sabréis lo que es el aburrimiento en todo su esplendor.

Mientras se van sentado todos, la Guardia Negra va rodeando las paredes del templo, hasta que ya no queda ni un ápice de piedra que pueda verse entre los uniformados, ni uno sólo. Todos, apretados como cerillas en su caja, rodean la grandiosa sala. El Maestro de Ceremonias pasea por el pasillo central una vez todo el mundo se ha sentado, suspirando, cabizbajo, contemplando como la Guarida Negra se apodera de las paredes de su amado templo. Carraspea con imperiosa necesidad de silencio, todo el mundo calla, Úrsula vuelve a saltarse el protocolo y se sienta entre Lillian y Aura, Xandros la sigue y se sienta tras ella, junto a vosotros, entre Jean-Luc y Victoria. Drake no está en ninguno de los bancos.

Una voz, grabe y potente, resuena en las mentes de todos los presentes, que se cuentan por centenares, pues hay muchos bancos y esta todo repleto; no sabéis si llegará a la plaza incluso. La suya es una voz potente.

En el interior del Templo, riguroso silencio, sólo el eco de los pasos del Maestro. Empieza, recitando mentalmente y de memoria los versos de algo… algo que suena a libro sagrado, algo que os suena del funeral de Victoria, algo que ya habíais olvidado sin saber por qué.

En el principio fue la oscuridad. Una densa, ilimitada negrura, enlazaba los cuatro vértices del universo. Nada existía fuera de lo Que No Tiene Forma. Y la oscuridad palpitaba con el primer suspiro. El suspiro se deslizó por los cuatro vértices hasta convertirse en el Primer Orgasmo. Y la oscuridad engendró a los primeros seres, hijos de lo Que No Tiene Forma. Los hijos de la oscuridad y de lo Que no Tiene Forma alzaron su voz. El Universo escuchó por vez primera a las Criaturas de las Tinieblas. No existía el dolor ni las lagrimas; no existía la alegría ni el placer. Únicamente las profundidades internas unidas a la negrura de las profundidades externas. Y las criaturas de las Tinieblas recorrían el Universo en libertad. No existían límites, no existía el principio ni el fin. Viajaban fugazmente recorriendo los cuatro principales vértices, y los miles de ilimitados vértices en expansión constante. Algunos, sólo algunos de ellos eligieron un mundo cubierto por aguas oscuras. Y este mundo fue nombrado Sanguinum. He aquí el Primer Misterio, la llave a esta Dimensión.

Pero este mundo fue elegido también por otro Ser. Nacido de la oscuridad, se rebeló ante ella. Así el velo fue rasgado. Y el Espíritu del Ser se movía sobre las aguas. Mientras en los cuatro vértices la oscuridad sintió por vez primera el dolor.Rebelándose a las profundidades internas, al no-principio y no-fin, se declaró principio y fin. Y dijo: “Hágase la luz”. Por siempre la oscuridad había albergado a los hijos de la oscuridad y de lo que No Tiene Forma. Pero la luz alteó al Universo. Los cuatro vértices fueron rotos.  

En vuestra mente, el Maestro de Ceremonias clama al cielo cada vez que aparece un diálogo del creador, enfatiza las palabras, incluso parece acusaros con su potente ímpetu.

El Universo fue violado con resplandores. Estos fueron nombrados Estrellas. El fuego fue creado. Fue creado el dolor. Fue creado el principio y el fin. La muerte y la vida. El bien y el mal. La noche y el día. Amor y odio. Verdad y mentira. Alfa y Omega. El creador se apoderó del Universo y de la oscuridad.  Lo Que No Tiene Forma fue negado y el Ser ocupó su lugar. En el caos resultante, las Criaturas de las Tinieblas gritaron de dolor, se calcinaron en el fuego de las estrellas, enloquecieron cuando el Bien y el Mal penetraron sus voces, y gimieron de agonía al ser encerrados en un cuerpo donde existía el principio y el fin. Los que eligieron el mundo cubierto por las aguas, fueron cegados con los primeros rayos de un sol maligno. Y el tiempo comenzó a transcurrir.

Cuatro eras de dolor, ceguera, agonía y muerte. Estos fueron los días de la creación.  La miseria nombrada Vida, se expandió en Aradia, que desde entonces fue llamada Tierra.  Donde una vez hubo oscuridad y el hielo lo cubría todo, el mar se replegó y la vida fue engendrada en la Tierra.Flores surgieron del cadáver de la Nada; las Criaturas de las Tinieblas no pudieron oponerse al Caos, pues el Caos lo abarcó todo hasta el infinito, los cuatro vértices rotos y los miles de vértices que ya no se expandieron más.Y éste desorden fue llamado belleza.Las Criaturas de las Tinieblas, ante el Caos de la luz, se habían replegado sobre sí mismas, buscando en su oscuridad interna. Pues en ella aún había sabiduría. Así aprendieron a expandirse a pesar de los límites que les habían sido impuestos.Y la oscuridad de las Criaturas de las Tinieblas renació, mientras el Creador descansaba. Las profundidades internas volvieron a comunicarse con las profundidades externas. A pesar de la luz, en pleno día, los cuatro vértices fueron restaurados, y cada uno restauró a sus miles de vértices, mas ya no en expansión constante.

El dolor no pudo ser borrado, ni la alegría, ni el amor, ni el tiempo, ni la muerte. Aunque las Criaturas de las Tinieblas son intemporales, habrán de tener un fin. Como tendrá el Caos. Pero el fin es la apertura a nuevos ciclos. Este es el segundo Misterio.  Quien tenga entendimiento, obtenga la llave a ésta dimensión.

Mientras algunos atienden, otros cuchichean en voz baja, muy, muy baja, a penas al oido de su interlocutor.

El Creador despertó de su descanso“éste es mi castigo a las Criaturas de las Tinieblas: Malditas sean por siempre, maldita la oscuridad que las engendró, maldita la no-conciencia.Sean repudiadas por los Seres de la Tierra, de lo que hay debajo de la Tierra y el Cielo.Sea la Muerte para ellas al cabo de mil eras de melancolía.Yo, el Creador, prohíbo que el Caos se restaure.Porque ésta es mi palabra, permanecerá hasta el fin de la eternidad”

Mas el Creador estaba solo en su luz.Nada escuchó su maldiciónPor lo que dijo: “Crearé aliados”.Y fueron hechos los ángeles, las criaturas de luz.Vio el Creador que los aliados eran buenos para él, pues cantaban sus alabanzas. El silencio de las Tinieblas fue grande al proclamarse la victoria de la luz. En las Tinieblas, un Ser se adelantó a los demás y se dirigió al infinito oscuro: “Porque nosotros no hemos sido nombrados, un nombre nos otorgaremos.Para que el Creador nos reconozca al desafiarlo; mas no serán sus nombres, sino Nuestros Nombres” Y he aquí que todas las Criaturas de las Tinieblas fueron nombradas a sí mismas, sirviéndose de alas lenguas que les habían sido impuestas para confusión.Y llevaron por nombre- El Maestro de Ceremonias se interrumpe de golpe, no pronuncia nombre alguno y sigue vertiendo sus palabras en la mente de cada uno de vosotros-Hasta completar los seiscientos sesenta y seis nombres de la Primer Generación de las Tinieblas.

Y todos ellos fueron conocidos por el Creador como el Maligno.Mas no fueron nombrados por el Creador ni por los ángeles, ni por ninguna otra criatura, viva, muerta o no-muerta, sino por ellos mismos Y la primera generación creció hasta los trece mil nombres, éste es el Tercer Misterio, a puerta a la comprensión de los trece mil nombres Los nombres fueron registrados en el primer libro escrito por ser alguno.Y éste libro es el Espejo de la Eternidad. Sus páginas fueron escritas por las Criaturas recién nombradas, para que no fuera olvidado el día de la Rebelión Melancólica.Cuando fueron liberadas las otras Artes, para gloria de la oscuridad. Quien tenga entendimiento, comprenda el nombre del Ser oscuro que se adelantó para hablar con sus hermanos.  Las Criaturas de las Tinieblas atestiguaron la creación de los ángeles. El creador no pudo apartarlos de su presencia. Pues ellos eran oscuridad, y aunque el Creador las había negado en si mismo, seguían siendo hijos de la oscuridad.  Y la oscuridad esta en él desde el principio, y lo estará hasta el fin de los tiempos.Así, los hijos de las Tinieblas conocieron el nacimiento en dolor de los hijos de la luz.Para los ángeles, en el principio fue la luz.Una densa, ilimitada luz los esclavizaba a los cuatro vértices del Creador.Mas ellos mismos descubrirían que también poseían oscuridad.Después de la Ruptura, el universo y los seres poseían luz y oscuridad. La poseen, y la poseerán por siempre. Así sea.

 En vuestros oídos los solitarios pasos del Maestro, de un lado a otro, sus labios sellados, las palabras intrusas dentro de vosotros.

Aconteció que los ángeles descubrieron su oscuridad mientras viajaban por las regiones etéreas. Ángeles y arcángeles negaron su sabiduría y se aceptaron como seres de luz pura.Todos menos uno. El nombre de éste era Lucifer, arcángel gobernante de muchas legiones, músico en las regiones celestes. Viendo Lucifer que estaba formado por oscuridad quiso tener contacto con los hijos de las Tinieblas.Pero sabia que tal contacto estaba prohibido por el Creador. Por eso fue ante el Creador y cuestionó su prohibición.Y el Creador lo maldijo con estas palabras: “Tú, mi protector, has sido hallado culpable de traición, Sea, pues, la guerra entre tú y yo”.Así, la guerra fue hecha en el Cielo.Habló el Creador a sus miríadas de ángeles y arcángeles.Mandándoles desterrar a Lucifer y a los ángeles que, con él, no habían negado la sabiduría.“He aquí”, les dijo: “he construido una dimensión ajena a las Criaturas de las Tinieblas, para que Lucifer y sus legiones permanezcan por siempre en dolor y tormento, en el lago de fuego que no tiene fin, donde arderá asimismo el género humano que estoy por crear, donde serán atormentados todos aquellos que vomitaré de mi presencia, y donde al final de los tiempos arderá la Bestia, el Falso Profeta y las Criaturas de las Tinieblas”; Por que yo soy el Creador, y he escrito lo que acontecerá en el futuro, en las cuatro dimensiones, hasta el día en que, cansado, habré de morir destruyendo al Universo”.

Y por esto fue exaltado por arcángeles, querubines, serafines y ángeles. Más el Creador contempló el futuro, y vio que volvería a quedarse solo. Y pensó en la humanidad, a la que haría a su imagen y semejanza, con toda su crueldad, capricho, y con todo su Amor. Mas el Amor fue perverso desde su origen, pues formaba parte de la luz. Fue el amor el que llevó al Creador a negar su oscuridad.  Fue el Amor el que venció a Lucifer y sus ángeles en la batalla del Cielo.

Un lamento cruzó las puertas de las cuatro dimensiones, despertando a las Criaturas de las Tinieblas que dormían tras haber sido nombradas así mismas, tras haber atestiguado la creación de los ángeles.  El lamento de Lucifer en su caída.  Estos fueron los acontecimientos de la guerra en el cielo; mas para quien tiene entendimiento es posible experimentarlos en este momento.  Tal es el Cuarto Misterio, la Puerta a la Guerra en el Cielo.  Dijo entonces el Creador a Lucifer:  “Seas precipitado en este lago de fuego por el resto de tus intocables días; seas odiado por los seres humanos que he de crear; seas odiado por las Criaturas de las Tinieblas, a las que ordenaré odiarte, o serán destruidas”.  Pero las Criaturas de las Tinieblas se volvieron hacia Lucifer, dando la espalda al Creador.El Creador dijo: “Hágase la destrucción”.

Entonces sentenció el Creador: “Aliadas sean, criaturas, a Lucifer; sea el infierno morada de los seres oscuros, y de los ángeles que aceptaron la sabiduría, pues yo soy el único, el privilegiado, el digno de todo honor y toda gloria; malditos sean los seres ajenos a mí, incluyendo al género humano, al que estoy a punto de crear”.

Mas las eras han pasado, y la destrucción no ha llegado para las Criaturas de las Tinieblas. El género humano se unió a la Criatura de las Tinieblas, le regaló parte de su alma, para que pudiera convivir en nuestra dimensión, para que pudiera beber, cazar, para que pudiera morar sobre la tierra y gozar de los placeres mundanos, fueron aquellos primeros... La destrucción aún no llega. Y todos estamos condenados… ¡Todos los estamos! ¡Hoy! ¡Ésta precisa noche! ¡Recordaremos! Que no somos inmortales ¡Nadie lo es!

El silencio llega, la voz en vuestras mentes se ha callado, parece que no hablará más, varios miembros de la Guardia Negra se acercan al cuerpo de Vitorio. Ahora que fijáis Úrsula se ha levantado de su sitio con expresión notablemente ofendida, quizás por las palabras que hurgaban en su mente, las mismas palabras que todos habéis escuchado.

- Y con el don de la muerte termina el legado, a su llegada, paz y descanso.

Musitan los labios de Úrsula, que asesina con los ojos al Maestro de Ceremonias. La voz de la rubia se hace eco en el Templo, retumba en las pareces, aguda y delicada, pero ciertamente furiosa. Una mirada, y son los dos uniformados los que envuelven el cadáver y lo introducen en el ataúd de marfil, acompañado de la pequeña urna con el Ankh.

Todos van levantándose de sus asientos, las voces cobran vida de nuevo en vuestros oídos, cuchichean, hablan, susurran... Bueno, no ha sido para tanto... ¿Os habéis dormido?Despertad, mis valientes, os queda una caminata por las catacumbas, acompañados de Úrsula, Xandros y el Maestro, os quedan grandes descubrimientos aún por resolver.

Y así trascurrió la noche.

Notas de juego

Copipasteo la misa del entierro de Vitorio, porque puede salir trama de ella, la mitología de Sanguinum es esa, su religión es la que cuenta el Maestro de Ceremonias. Importante, es. 

Pongamos que han pasado 20 años de aquello, y el entierro fue "bien". Aunque nadie volvió a saber nada de los cabeza de familia. Y vuestros vínculos se convirtieron en líderes de su apellido.