Cadwallon simplemente asintió ante las palabras de Sir Gravent, que no parecía el hombre más feliz de tenerlos por allí. Estuvo tentado de preguntarle por el jinete al que había dado una alforja, pero lo cierto es que lo había hecho de modo público y sin ocultarse, por lo que entendió que nada extraño acontecía allí. Aún así, se quedó intrigado y resolvió averiguar algo más sobre el asunto más adelante.
...intento recordar si había dejado ver algún escudo...
No habia escudo, porque no parecia noble. Sus ropas, cabalgadura, aperos, trazas... eran de un campesino metido a jinete, a soldado, a mercenario...: Nada de noble cuna.
Observo momentáneamente lo sucedido, pero asumo que es un correo simplemente. Igual en la cena sabemos más, y el hecho de que dea con el castellano puede ser... interesante, quizá.
¿Pagar rescate? Interesante, ¿hay bandidos en la zona acaso?
Sir Gravent os ha hablado más rato del que acostumbra, aunque sus palabras mas parecian reprenderos que informaros. En fin marca de la casa. Pensais entre mofas discretas, que haria buena pareja, si no por la diferencia de edad, con la vieja jefa de la cocina, pues beben de la misma amargura, y gastan modades que se asemejan.
El día finalizará sin más complicaciones.
Esta vez también cenáis con el señor, al parecer por expreso mandato de él. No suele ser cosa habitual que el castellano cene con el resto de caballeros, pues posee familia propia, y siempre parece buena cosa que el superior, aunque poco superior, marque un trecho, aunque poco trecho, con los subordinados.
No obstante,allí los caballeros suelen ser autónomos en sus tareas y cenan cada uno por su lado, aunque siempre están localizados, y pendientes unos de otros.
La cena fue correcta, la habitual, nada del otro mundo, restos de cabrito asado , pulpa de manzana y algunas verduras crudas, regadas por vino, pues sin duda el castellano lo prefiere a la cerveza al menos en las cenas,
El señor os habla y en estos terminos:
Bien recibidos sois, et pocos, pues antojaseme ataque más pronto que tarde córnico contra la nuestra posición. La carretera real que retorna desde Exeter es via rápida para llegar hasta nuestro castello et ciudad. Antes tendrán que pasar por Devon, et conquistar Exeter, que tampoco parece enorme proeza conociendo al conde de Devon, et a las numerosas tropas de Cornualles.
El duque de Cornualles no parece tomar por cierta et reales aquestas amenazas. Tampoco pudiere aunque quisiere pues Uther tomose muchas tropas de Jagent para sus negociados reales y britanos.¡ Cojones! Hasta llevose tropa mia. Con él marcharon mis dos hijos herederos et la mitad de la mi tropa soldadesca. Algunos plebeyos entrenados por nos , como leva también. Parecio bien marchar a batallar al Alto Rey. El duque autorizolo et casi exigiolo. Con la promesa de retornar en caso de necesidad urgente. Misterios de la diplomacia et de la bajada de calzones. Lo dicho gasten prudencia en aquestos días.
Y mirando hacia sir Portius y sir Gravent, el castellano les dice.
Forzar et reforzar las guardias, al menos hasta cognoscer el alcance de aquesta amenaza. Quiero patrullas de soldados et caballeros, al menos un tercio dellos apatrullando por Dimilog. Los restantes 2/3 en el castillos et pendientes de novedades. Usad a los nuevos,( osea vosotros), para que tamein ellos patrullen Dimilog.
Sir Gravent y sir Portius asienten, no pareciéndoles oportuno añadir ni matizar nada a las palabras del castellano.
Afirmo con la cabeza a las palabras del castellano. Será un honor para mí, igual que para mis compañeros supongo, ayudaros en la tarea de mantener vigilados a los córnicos. Así pues, contad conis armas para tal menester.
Los caballeros residentes no habían añadido nada a las palabras de su señor y Cadwallon no consideró oportuno hacerlo tampoco. Pero, ante las palabras del entusiasta Sir Flaín, no pudo por menos que asentir de forma visible, apoyándolas y dándolas por buenas.
- Que así sea.
Era la primera vez que tenía entre manos este tipo de tareas y por un lado estaba deseando tenerlas. Para eso había sido entrenado. Para eso había venido a este Reino. Por lo que no podía más que demostrar estar feliz.
Miirando a sir Flain:
Cuento con las vuestras armas todas, y con la destreza del vuestro fuerte brazo, pues temome que fabrá tiempo de esgrimirlas.
Alzo la copa en dirección al castellano, asintiendo. Luego la bebo de un trago, dando con ello una prueba de determinación.
Miro a mis compañeros y sé que la suya no es menos, cosa que me agrada.
Levanto mi copa y asiento con la cabeza. Luego le doy un largo trago.
Cadwallon se unió al brindis de sus amigos y no pudo por menos que exhibir una sonrisa lobuna. La perspectiva de entrar en combate y sentir la excitación de la batalla le agradaba y le ponía de buen humor.
Ya esa misma noche, tras la cena,y los brindis, quedose sir Gravent haciendo guardia con una porción de vigilas nocturnos algo más grande de lo habitual.
Vosotros os recogeis a vuestros aposentos pues mañana, por lo que dicen patrullareis.
conclusión de segundo dia:
Sir Flaín de Figsbury
Sir Cadwallon de Catterick
Sir Loren Leblanc