Partida Rol por web

- Justo terminas de fijar la ultima rueda estas comienzan a brillar en un tono rojo al principio y luego azul, de los símbolos salen disparados hacia ti siete rayos eléctricos y mortales, rápidamente saltas hacia atrás esquivando los dos primeros, te incorporas y realizando una voltereta, consigues esquivar dos mas entonces saltas detrás de una de las tumbas para ponerte a cubierto ya que estos rayos parecían que te perseguían decides quedarte tras el sarcófago unos instantes, asta que el ambiente se calme.

Así que así es como funciona... - Pienso mientras esquivo sendos rayos... - Ahora ya conozco el mecanismo de activación. Debo presionar todos los marcadores para confirmar la palabra introducida... Ahora, tengo que descifrar la palabra... Qué podrá ser... Debo estar pasando algo por alto... Tiene el conde alguna relación con el nombre a introducir? Acaso Morrys puede ser una opción?... Sólo el elegido... ¿Porqué mi nombre tiene las mismas letras que las demandadas? ¿Porqué siendo el elegido no soy capaz de vislumbrar más allá de esos engranajes que me separan de mi destino? Oh Dioses... ¿Soy a caso un egoísta por pensar que mi nombre pueda ser el adecuado para abrir ese arca? -

- A cubierto, tras la solida piedra los rayos se suceden, siete en total que zigzaguean buscando su objetivo. Pasan segundos hasta que vuelve la calma, pero parecen minutos, una vez cesan los rayos la calma inunda la cripta dejándola en la misma quietud que al principio. Solamente las marcas en las paredes y algunos sarcófagos son testigos de la vorágine que se a sucedido no hace más de un minuto.

Vuelvo a sentarme delante de la tumba y empiezo con decisión:

M! - Click!

A! - Click! La primera gota de sudor empieza a recorrer mi frente.

Y! - Click!

N! - Click!

A! - Click!

R! - Click! Ya son varias las gotas que asoman...

Antes de introducir la última letra, me pongo de pie, con las rodillas flexionadas y listo para esquivar otra trampa.

D! - Click!... El último click lo percibo a cámara lenta...

- Cuando marcas la ultima letra el click! De esta es precedido por un CLICK! mayor, y el sonido de engranajes, entonces le pared del sarcófago donde están las letras formando tu nombre comienza a desplazarse hacia fuera, dejando al descubierto un compartimento lleno de objetos, objetos que a medida que los ves te son familiares. Solos objetos de la tumba están compuestos por el equipo con el que te entrenaste en Urcaen, equipo que tu mismo diseñaste y pediste a la avatar que te facilitase, por supuesto estos no son los mismos sino unas replicas, copias fielmente creadas asta el punto de parecer obra tuya. Entro otros el equipo del que dispones ahora es: tu fusil; tu pistola; tu armadura; tu sobretodo; tu canana, un mapa y equipo vario que ahora mismo no recuerdas. Todo es tan familiar que tienes la sensación de no haber cruzado a Caen desnudo.

- Después de recoger todo el equipo, el compartimento comienza a cerrarse lentamente y tu te dispones a regresar

Oh Morrow, gracias por enseñarme a confiar en mí mismo. Y a no confundir (a partir de ahora) la confianza con el egocentrismo.

Me equipo con todo lo que he recogido... - Ah... Me sentía desnudo... - Una vez me he vestido, agarro con fuerza el fusil. Mis manos se relajan al tocar el acero sérrico que ahora sujetan... - Sin duda es el mío... - Pienso mientras observo como el fusil encaja perfectamente entre mis manos. Más tarde y ya con la seguridad de saber que todo el equipo está bien puesto y en su sitio, regreso sobre mis pasos en dirección al cónclave.

- Aidan te asiste, despues de darte de comer y procurarte una muda mas adecuada. - Urcanis me pidio que atendiese todas sus necesidades - Se queda un momento quieto esperando alguna respuesta y te acompaña a todos (casi todos) los lugares que quieres visitar en el monasterio. Al caer la noche ves la cama como un balsamo, tienes la sensacion de haber marchado todo el dia y tus guesos y musculos estan doloridos al golpearte con la piedra de la cripta cuando esquivaste esos rayos, la cena te calienta el cuerpo y ahora lo que más anelas es dormir.

- Caminas por una senda rodeada de arboles y con el sonido de fondo de un arroyo, delante en el camino esta Morrow. A llegar a su altura te saluda - hace un buen día para viajar ¿no te parece?. Quieres decirle algo pero no puedes hablar, y te detienes. Morrow te mira como si supiera que te ocurre – Yo no espero nada de ti, solo que aproveches esta oportunidad. El poder del individuo es algo que todos tenemos que potenciar y eso es lo que podrías hacer, ayudar a una persona con buenas intenciones, y así te ayudaras a ti mismo siguiendo mi senda. - El camino continua ahora acompañado por el arroyo que antes solo se oía, los arboles comienzan a dispersarse dejando ver la costa, una ciudad se eleva entre acantilados y dos islas formando un puerto que te parece inexpugnable, la ciudad tiene una semejanza a los dedos de las manos, colocas la mano delante de ti y observas que tus dedos cubren las porciones de agua que separan las parcelas de tierra de la ciudad, retiras tu mano y los rayos del sol te acarician en la cara deslumbrándote, te cubres el rostro con la mano y cierras los ojos. Un susurro es lo ultimo que escuchas – Puedes empezar por ahí. Despiertas descansado y con ganas de comenzar con tu nueva vida.

Vaya... Parece que ya tengo cosas que hacer... - Me equipo con todo mi arsenal. Rezo de rodillas frente a la cama. - Oh Morrow, te doy las gracias, por estar con vida un día más. Te doy las gracias por tu mensaje. Gracias, oh Morrow, por tu inagotable sabiduría. Tan solo te pido; otorgame las fuerzas para llegar a destino, cuida mis pasos hacia la ciudad a la que me has encomendado ir. Sé que estarás conmigo en el viaje y por ello, marcho tranquilo.... -

Voy en busca del hermano Aidan. Cuando le encuentre: - Aidan, buenos días. Me gustaría desayunar, presiento que hoy voy a necesitar energías. Quieres acompañarme? -

De camino al desayuno: - La verdad es que necesito de tu ayuda y bien podría obtenerla mientras llenamos nuestros estómagos. -

Ya comiendo: - He tenido un sueño bastante esclarecedor y pienso seguir los consejos de nuestro Señor. Pero ando algo perdido. Estoy buscando una ciudad... Desconozco su nombre, pero puedo decirte que se encuentra en una isla y que ésta tiene forma de mano. O, mejor dicho, el terreno junto con el agua que lo rodea, forman, aparentemente una mano humana. Aún no sé qué debo hacer allí, pero es el único destino que tengo ahora mismo y es fidedigno.

Tras el desayuno, hablar con Aidan sobre la fe y concretar la situación de aquella ciudad... Reviso mi habitación por si he olvidado algo importante y tras haberme asegurado parto en dirección a la ciudad desconocida.

Me despido del Cónclave: ...procuraré volver pronto... ...rezad por mí...

Pararé en el primer pueblo o aldea que encuentre.

Aidan te acompaña a la cocina – Es posible que Urcanis pueda ayudarte en tu búsqueda, seguramente haga referencia a la biblioteca de la que disponemos y por supuesto que estará a tu entera disposición claro esta, si es de buen parecer avisare al sumo sacerdote para que te procure la información que buscas – Diciendo esto ultimo Aidan se retira de la cocina dejándote a ti y las viandas para así les des merecida cuenta, pues el vino de sabor aterciopelado y aromas a cereza, el pan de almendras untado en mantequilla de arándano, y por supuesto sin menospreciar el adobe de ternera que se deshace en el paladar. Terminado el almuerzo te diriges a tu celda para comprobar que no olvidas ninguno de tus pertrechos, haces una lista mental: tu fusil y pistola, los arneses de las mismas cartuchera incluida, la armadura combinada con el sobretodo, la canana con doce cartuchos y los morrales del cinturón doce más, las herramientas de armero para limpiar tus armas, la espada larga en su sitio colgando del cinto, una muda limpia en la mochila junto a la cuerda, manta da viaje por si te ves obligado a dormir a la intemperie Morrow no quiera y objetos de uso vario. Justo te dispones a salir de la estancia ves un tubo de piel, un porta mapas que estaba debajo de la cama, el porta mapas que cogiste de la cripta, y lo recoges.

Al salir Urcanis te espera en el pasillo – Aidan me dijo que buscabas una ciudad, acompañadme – camináis por corredores oscuros hasta llegar a un salón repleto de libros y pergaminos – En nuestra biblioteca puede que encontremos lo que buscamos, teniendo en cuenta la descripción de tu sueño tengo una idea que quisiera comprobar Tras unos minutos hojeando libros de geografía e historia, Urcanis se dirige a una gran mesa repleta de mapas y en uno de esos mapas, señalando con el dedo – Si, eso es... la Ciudad de Cinco Dedos!. Si miramos en tu mapa se puede ver donde esta ubicada, Cinco dedos esta en el vecino reino de Ord, al norte de Cygnar... y parece que hay un buen trecho, mira ahora estamos en Caspia la capital, justo aquí. Urcanis señala un lugar en la costa al sur de Cinco Dedos. - Y bien, cuando partiréis? Necesitáis algo? Oro tal vez?siempre guardamos algo de dinero, no es mucho pero sera suficiente para el viaje.

Agradeciéndole su ayuda, me despido y me dispongo para el viaje, solicito algo de comida para el viaje, hago un repaso del inventario y salgo del edificio. Dejo atrás la ciudad y me adentro en el camino principal, siguiendo el mapa en todo momento.

Siguiendo los consejos del cónclave sales de la ciudad capital de Caspia a bordo del ferrocarril, un ingenio de vapor y hierro que según dicen permite cubrir largas distancias con la comodidad de las diligencias y la rapidez de las aves. El pasaje hacia Orven cuesta 30 mo y dura entre tres y cuatro días si todo va bien.

El viaje es sin duda alguna una experiencia agradable, hasta Llanos de Aguacerada el paisaje se compone de prados interminables, salpicados por algunas granjas y haciendas, campos de cultivo y de vez en cuando te deleitas contemplando las manadas semi salvajes que campan en libertad, una vez en Aguacerada puedes ver desde tu posición una ciudad de provincia ya que el revisor te indica que no estaréis más de unas horas. La segunda etapa de tu viaje resulta más lenta pues la maquina avanza entre altos picos y bosques frondosos, la sensación de altitud sirve para comprender la dificultad del ferrocarril para avanzar. Pasas la noche en Cabezaferrea una ciudad que ha crecido por y para el ferrocarril, las gentes de por aquí son gente acostumbrada a la vida en las montañas. El ultimo tramo de tu viaje en ferrocarril te lleva a trabes de montañas y bordeando en gran parte del camino el lago del valle de Pimmock, justo antes de divisar la ciudad de Orven cruzas un puente hecho de hierro que cruza el Río Banwick, horas después te apeas en la estación de Orven, aquí es donde podrás descansar y prepararte para continuar tu viaje hacia Cinco Dedos. La ciudad de Orven ofrece muchas posibilidades para quien busca trabajo, pero en tu caso lo que necesitas es víveres para un viaje que hasta ahora no sabes bien cuan largo podría ser, y si el camino es seguro para viajar solo (dudas normales para alguien que nunca a viajado por estas tierras o al menos en esta época).

Te aconsejo que inviertas un mínimo de tiempo en preparar el viaje, tanto en el equipo como en la información.

Como mi único jugador (que en este caso eres tú) no tiene pc, pongo esta partida en pausa hasta que tú me digas que has solucionado el tema.

Te encuentras sentado en una mesa junto a la puerta del Gatito Grasiento, ya bien entrada la noche, bebiendo, observando la actividad en las calles, recordando, y haciendo planes de futuro. Pero lo que viste y oíste ayer justo ahí fuera insiste en colarse en tus pensamientos, y una vez más vuelves a pensar en ello...

Grimmelsstein, el posadero, acaba de tocar la campana anunciando que se abría la cocina, y parecía que iba a ser otra tarde tranquila. La clase de tarde con la promesa de algo excitante que nunca llega a pasar. La gente de la calle parece cansada, y un imbécil tocaba una vieja canción pidiendo algunas monedas.

De pronto el horroroso canto se interrumpió y te giraste para saber el motivo, pura curiosidad, una horda de golfillos callejeros ondeando trozos de papel y gritando ¡Yo!¡Yo!¡Yo! A la mujer que seguían, llamo tu atención.

Uno de los parroquianos desde otra mesa dijo al resto de la taberna. - No es como sus hermanos. Prefiere enseñarles historia y otras tonterías a la gente antes que robarles o extorsionarles... que Morrow la bendiga.

Cuando la tropa hubo pasado viste que un par de Hombres los estaban siguiendo, llevando unos uniformes negro y escarlata y quitándoles comida a los vendedores que pasaban. Desde otra mesa,cerca de la barra un hombre comento. - Esos Argos Negros trabajan para Mazek Craslovini, y esta claro que tienen órdenes de pegarse a Katrina para protegerla. Después de todo, si alguien la secuestrase sus parientes se verían en una situación difícil.

Tu pregunta en interés sobre ese comentario se vio interrumpida al llamar tu atención las dos personas que caminaban justo detrás, un Ogrum, vestido como un refinado caballero, y un Troloide con una túnica de mago. Mientras el Troloide hablaba animosamente de algo que no pudiste escuchar, los ojos del Ogrum no perdían detalle bajo su elegante sombrero, de los movimientos del grupo que seguían y cuando se fijaron en un hombre que se dirigía a interceptar a Katrina, tus ojos se dirigieron automáticamente hacia el.

El hombre parecía alguien normal, de poca importancia. Paso rozando a la mujer mientras ella andaba en sentido contrario, y de no haber estado atento gracias a la mirada del Ogrum no habrías visto al hombre robar una bolsa de dinero del interior del abrigo de Katrina.

A pesar de la rapidez del ladrón, la mujer fue más rápida. Mientras cogía con tranquilidad la muñeca del ladrón siguío hablándoles a los niños, y el hombre se detuvo haciendo una mueca de dolor.

Intentando zafarse, el ladrón desenvaino una espada y embistió a la mujer, ella se aparto con agilidad y agarro el puño de su espada corta. Sin desvainar completamente el arma golpeo al ladrón en la sien con la empuñadura, y deslizo la espada corta de nuevo a su funda mientras el hombre caía inconsciente.

- De modo que fue en Corvis donde se firmaron los Tratados – Dijo Katrina sin perder el tiempo - Pero ¿ puede decirme alguien que ciudad de los humanos no cayo nunca ante los Orgoth? - Pero los niños habían perdido el interés en la lección de historia y retrocedieron para tocar la espada e inspeccionar al hombre caído.

Antes de perder completamente la atención de los niños Katrina mostró un dibujo, este mostraba un fiero ejercito Skorne cargando contra una ciudad (Corvis). Grito -ESTE DIBUJO Y UNA MONEDA DE COBRE PARA EL PRIMERO QUE PUEDA DECIRME COMO SE LLAMAN ESTAS CRIATURAS – Cuando los niños recuperaron el interés Katrina siguió adelante.

El ladro, que estaba en el suelo, comenzó a despertarse. Mientras se quejaba, los dos Argos Negros se le acercaron y mientras uno le agarraba del pelo el otro le amenazo con palabras que te sorprendieron por su ferocidad. Después lo arrojo al suelo y le propinaron unas cuantas patadas antes de seguir tras la señorita Craslovini.

Cuando los Argos se marcharon el Ogrum y el Troloide se acercaron al ladrón – Un alma terriblemente desafortunada – Comento el Ogrum en un refinado Cygnarita. - La suerte no tiene nada que ver. Yo creo que los humanos sencillamente tienen problemas para controlar sus impulsos – Contesto el Troloide, sacándose cera del oído con una larga uña. - Si, es posible – Dijo el Ogrum intentando ignorar los gestos del Troloide. Sin añadir nada más la enorme pareja se alejo del dolorido ladrón y siguieron a los demás.

Un empujón de una camarera te saca de tus recuerdos. Mientras piensas lo que viste ayer te pregunta ¿Algo de beber?

Puede comprar un caballo por 100 mo o comprar un pasaje en una diligencia por 20 mo, a caballo el viaje durara menos de 10 días en diligencia 15 y andando 20. el camino hacia Cinco dedos es peligroso, cuentan que El Paso de la Cabeza del Demonio vuelve a estar ocupado por el mal y que ya son unos cuantos los que dicen haber visto una figura que se oculta tras las sombras y ataca a los viajeros en el paso de montaña. A partir de El Paso de la Cabeza del Demonio el camino es rápido y seguro y más aun si vas a caballo pues podrás aprovechar e ir campo a través.

 A modo de peregrinaje, iré a pie por los senderos más transitables. No me detendré hasta llegar a el Paso de la Cabeza del Demonio. Donde pienso aplicar la justicia de mi Dios a aquel que ose desafiarla. Y de paso, desmentir la existencia del mal en esa zona, en caso de no encontrar nada. Y si lo encuentro erradicarlo, para luego poder afirmar que ciertamente no existe mal alguno en ese Paso. Cuando esté por las cercanías del Paso, me detendré para rezar y preparar mi asalto.

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