- No voy a esperar a nadie. - Fue lo primero que salió de mis labios pensando en el pobre Andrew. La verdad es que no entendía como alguien quería hacerle mal a una persona que no podía defenderse, que estaba atada a una cama.
- ¡Maldito malnacido! - Me hervía la sangre al pensar en el cabrón que estuviera llevando a cabo aquellos experimentos.
Anthony me preguntó por Tom y mis labios formaron una línea recta en mi cara cuando los apreté.
- Ni idea. - Fue lo único que respondí, pero se podía ver claramente que estaba disgustada por alguna cosa.
Asentí cuando dijo que entraría conmigo, aunque no dije nada más. A mí más que divertido me parecía que nos íbamos a encontrar con alguna cosa que no nos iba a gustar demasiado.
- Tenemos que tener cuidado. A ver con qué más cosas a estado experimentando este enfermo.
Tras aquellas palabras puse rumbo a la zona restringida con idea de patearle bien el culo al director del hospital.