Partida Rol por web

La anestesia me hace efecto rápidamente y noto como mi cuerpo se hace cada vez mas y mas pesado. Con los ojos ya entrecerrados llego a ver a la enfermera, y como un susurro oigo sus últimas palabras: "Buena suerte del otro lado..." Mis párpados caen como si fueran de plomo y mi mente se encuentra difusa, viajando a través de un mundo de nebulosas. Poco a poco voy dejando el mundo real para entrar en el de los sueños. Y en el de los recuerdos.

Repentinamente las nieblas se van junto con el último atisbo de realidad, y me sumerjo de lleno en mis recuerdos

El doctor Iwata concentra su mirada en las tomografías, con una expresión seria. Tras unos instantes niega con la cabeza levemente y me devuelve la mirada: "Me temo que los resultados son los esperados, aunque no los deseados"  coloca un par de tomografías en la pizarra luminosa, y señala una enorme mancha blanca. " Como puede observar, el tumor no solo no se ha reducido si no que ha seguido creciendo. Podemos probar aumentando la dosis, pero dudo mucho que entonces pueda seguir llevando una vida normal y desde luego debería dejar de dar clases en la universidad. Y además, las posibilidades de que este tipo de cáncer remita con quimio son muy bajas, del orden del 0.1%. Ya sabe cual es mi recomendación pero, como la otra vez, usted tiene la última palabra."

***

El cielo está completamente encapotado y un viento frío, como sólo puede existir en Hokkaido, se introduce por los resquicios de mi gabardina congelándome los huesos. Los primeros copos de nieve empiezan a caer, y no puedo evitar preguntarme por enésima vez si todo esto no es más que un enorme error, si no tendría que haber dejado a Hidetoshi-San encargarse de todo. Desde luego, todo hubiera sido más fácil si le hubiera hecho caso y seguido el rito budista, y tal vez no se hubiera vuelto tal inflexible con Aleska si yo hubiera cedido un poco. Pero sé que Privika no lo hubiera deseado así. Ella siempre necesitó una conexión real con la naturaleza, sus ancestros y los antiguos dioses, pese a que la sangre Ainu apenas corría por sus venas. Por eso, mientras escucho al viejo shamán con su enorme barba hablar en un idioma que ninguno de los presentes conoce, sé que he hecho lo correcto. Además, yo jamas me hubiera convertido en un buen padre para Aleska, Esto es lo mejor para todos...

***

- Kowalski, sigo pensando que es una locura. Que llevas con esto ¿veinte años? Y estás como el primer día, sin un triste resultado, sin nada sólido que mostrar, siguiendo un sendero que no lleva a ningún sitio - El profesor Sugiyama frunce el ceño, visiblemente mosqueado – ¡Esta bien! Te ayudaré con el rector. Pero esta vez será la última. Si tan solo no tuvieras esta obsesión con la oxidación doble de las triptaminas … - De repente alguien toca a la puerta de mi despacho, y Sugiyama me mira con cara expectante. Me encojo de hombros – Estoy en horario de tutorías, debe de ser un estudiante. Será mejor que te marches ya, ya sabes como de estrictos se han puesto últimamente con las tutorías... Luego me paso por la cafetería y hablamos

El profesor Sugiyama se marcha, no sin antes repetirme por enésima vez que lo que estoy haciendo es una locura y que será la última vez que me ayude. Nada más salir entra una chica joven, bastante guapa, con el pelo negro ligeramente ondulado y un extraño tatuaje en la cara, cerca de la boca. Pese a que normalmente no me aprendo los nombres de mis alumnos de memoria solo mirando las fichas, en el caso de ella sí que lo recordaba. Al fin y al cabo, era mi primer estudiante con un tatuaje en un lugar tan visible. Y también el primero en el que habían escrito, además de su nombre (Megumi), su apodo

- Buenos días, señorita Privika. ¿En que le puedo ayudar? - Un destello pareció iluminar los ojos de la joven, sorprendida. Seguramente fuese el primer profesor que la llamara así. - Y bien, ¿que desea?

***

Y poco a poco seguí cayendo en mi sueño, con mi mente perdida en recuerdos cada vez más antiguos y más borrosos, sumergiéndose en la esencia de mi ser...

A medida que más tiempo pasabas en ese comatoso estado, más recuerdos se reproducían en tu memoria. Los veías como si fueras un espectador de cine sentado en primera fila con todo lujo de detalles. Sin embargo llegado un punto los mismos se difuminaban y se volvían borrosos.

Todo se volvio negro y como parte de la nueva escenificación ahora tu estabas ahí, cayendo hacia el vacío. En esa oscuridad interminable aparecían pantallas, pantallas que mostraban imagenes de toda tu vida: de los momentos importantes, de los tristes, de tu infancia, de tu felicidad y de los que habías olvidado hace mucho... por un momento te invadio un deseo de volver todo atras y vivir nuevamente, de haber revertido algunas decisiones, de haber evitado ciertas cosas y de haber pasado tiempo con algunas personas.

Llegado un punto las pantallas se apagaron y todo volvio a la oscuridad pero tu ya no estabas cayendo, ahora flotabas y descendías lentamente hasta que tu pie izquierdo finalmente tocó el ¿suelo? Cuando el pie restante toco el suelo una luz se proyecto desde abajo, era muy fuerte y calidad. De repente la luz se fue extendio extinguiendo la oscuridad que se iba despegando del suelo en forma de pequeños fragmentos como de papel y volaban fundiendose con la oscuridad, el resultado: todo un suelo blanco que se revelaba como una circunferencia ¿Tocaste fondo finalmente?

Escuchaste una voz familiar. Una voz femenina. Una voz perteneciente a la ultima persona que escuchaste antes de caer en coma...

"Bienvenido..."

Voy cayendo cada vez más despacio hasta que, finalmente, mi pie se posa suabemente en el suelo, y una luz blanca, cegadora, se extiende por toda la plataforma, partiendo desde justo el lugar donde apoyé la punta de mi pie. La oscuridad del suelo se deshace, como si estuviera cubierta por una capa hecha de virutas y una ráfaga de viento las sacudiera. Solo que su movimiento es mucho más caótico, y las virutas se terminaban deshaciendo, fundiéndose con la oscuridad del ambiente. Alargo el brazo para intentar tocar una, pero se desliza entre mis dedos antes de desaparecer frente a mis ojos. Sin duda, éste es el sueño más extraño que he tenido en mi vida.

De repente, una voz familiar resuena por todo el lugar, la voz de la enfermera ayudante del doctor:

"Bienvenido..."

Me giro rápidamente buscando de donde proviene la voz, intrigado, pues pese a que mi oido sigue siendo muy bueno soy incapaz de localizar la posición de la enfermera. Por no hablar de que ni siquiera había nada en toda esta plataforma cuando yo me posé.... Aunque claro, en los sueños pocas cosas tienen sentido, por muy realistas que parezcan a primera vista.

Intestas ubicar el lugar de donde aquella voz proviene pero tus intentos son inútiles, solo oscuridad a tu alrededor. Sin embargo girando rápido la cabeza te parece ver un punto de luz que se amplifica a cada segundo que pasa. Finalmente el punto comienza a tomar forma humana y se suelta de esa oscuridad donde nació; era una figura símil a la de una joven humana la cual se iba acercando despacio hacia tu lugar.

Mientras más se acercaba más podías apreciar a la Joven y su estética que para empezar era completamente blanca como si fuera una hoja de papel y así tanto su piel como ropa y cabello, sus ojos, de color amarillo dorado no solo resaltaban sino que   podías sentir como que te llamaban. Podría parecer exagerado pero parecía dibujada en papel, recortada y pegada a ese lugar:

No parecía medir más que metro y medio, tal vez un poco más, aún así poseía un cuerpo bien desarrollado. Solo poseía una remera y unos cortos pantalones, permanecía descalza.
En cuanto a su expresión exhibía una mirada tímida pero a la vez una sonrisa de misteriosa alegría que no terminaba de encajar pero que tampoco era fingida.

Finalmente ella pisó el suelo blanco donde te encontrabas y soltó una frase:

"Bienvenido. Mi nombre es Attention Momo..." su voz era la misma de la enfermera pero su aspecto no terminaba de encajar con la de aquella becaria aunque pensándolo un poco no le prestaste realmente atención a como se veía realmente...

Mi sorpresa es mayúscula cuando, frente a mí, la figura de una joven mujer toma forma a partir de lo que era un lejano punto luminoso. No es, desde luego, uno de mis sueños mas subrealistas que he tenido, ya se sabe que en el mundo de los sueños todo es posible. Sin embargo la sensación es totalmente distinta, diferente. Pese a que todo lo que ha acontecido desde que me suministraron el suero carece de sentido, todo está impregnado con un aroma especial, con una sensación de realidad que nunca he tenido en ningún otro sueño, como si fuera un recuerdo, pero mucho mas nítido.

LA chica que se formó ante mí es bastante guapa. O, mejor dicho, es el dibujo de una chica hermosa, pues parecía un boceto sobre un papel más que una imagen real. Si no fuera por sus ojos. Unos grandes ojos dorados que daban a la aparición un aspecto mucho más consistente, el de una entidad realmente viva y no solo un bosquejo inerte en un pequeño retal de papel.

Finalmente llega hasta la plataforma en la que estoy y empieza a hablar:

"Bienvenido. Mi nombre es Attention Momo..."

La voz suena como la de la becaria, aquella que me habló justo antes de caer dormido, pero la chica frente a mi no se parece a ella. Realmente, quizás sí se parezca un poco, pero definitivamente no son la misma persona.

Durante unos segundos, no se realmente como responder. Lo extraño de toda la situación me paraliza, sin saber muy bien que hacer a continuación. No puedo dejar de pensar que esto añado un punto más de extrañeza a todo este sueño, pues normalmente en los sueños siempre sabes que decir, que hacer y como actuar a continuación, y lo haces, aunque el conjunto final carezca por completo de sentido. Tal vez esta vez sea diferente por lo consciente que soy del mismo. Finalmente decido actuar como si esta situación fuera lo más normal del mundo.

- Encantado de conocerla. Yo soy el profesor Jaroslaw Kowalski. - Hago un pequeño gesto con la cabeza, a modo de saludo. - Tal vez pueda indicarme que es este extraño lugar, pues me temo llegue aquí de casualidad, mientras divagaba entre mis viejos recuerdos - No puedo evitar mostrar una pequeña sonrisa. Sin lugar a dudas, nunca la frase anteriór fue más literal.

La expresión de mis ojos cambió al escuchar tu presentación, ahora mi mirada expresaba alegría y combinaba con mi sonrisa.

- "El placer es mío pero debo decirte que ya nos vimos anteriormente - reí ligeramente y guiñe un ojo mientras me acerque un poco más a ti - Juju... usted no llego aquí por casualidad. Usted llego al lugar indicado en el momento indicado. Esto es el White Room..." - conteste con cierto misterio a tu pregunta.

Con que la White room, la sala donde se está realizando mi prueba, el último lugar donde me encontraba antes de caer en coma, la última palabra que vi escrita... Lentamente, las piezas empiezan a encajar.

- Así que estoy en la White Room... - Miro alrededor - Ciertamente tiene sentido pues no recuerdo haberla abandonado, aunque está bastante diferente a la última vez que la vi - Fijo ahora mi vista en Momo - En cuanto a usted... - Me toco la barbilla, en un gesto pensativo. Había algo en ella que me resultaba vagamente familiar, al igual que ocurría con la becaria de la que se había apropiado la voz. Pero era incapaz de saber que demonios era. Lo que estaba seguro es que nunca antes (ni en sueños) había visto a una mujer enteramente blanca, salvo por sus ojos. Finalmente niego con la cabeza - Lo siento, soy incapaz de recordar haberla visto antes.

-"Eso es porque el White Room suele tomar una forma distinta a los ojos de quien lo vea... en algunos casos. Como el tuyo por ejemplo." - luego de decir aquello me apunto a mi cara con mi deo indice - "No es necesario que me recuerde ahora, yo soy y fui muchas cosas en su vida..." -

Dejando esa ultima frase suelta pase a observarte de arriba a abajo viendo cada centimetro de tu existencia... -"Juju..."

Levante mi mano frente a mi cara y con pulgar e indice estirado empece a moverla de izquierda a derecha como si fuera un metronomo que se quedaba parado cuando llegaba al punto más alto y luego seguía su ritmo y así.

El suelo bajo de ustedes comenzo a brillar en azul, luz azul que emanaba de una serie de tres circulos concentricos.

-"Pero dejando mi enigmatica identidad de lado. Usted ha llegado aquí por una razón particular y esa es la de querer cambiar su destino y, de hecho, su vida si es posible... ¿No es así?" - Mi voz tomo un tono más serio, más criptico pero sin perder el tono dulzon que transmitía...

- El destino, ¿eh? - Me llevo nuevamente la mano a la barbilla, pensativo - Es curioso. Nunca he creido en el destino, siempre pensé que las personas son dueñas y señoras de sus actos. Sin embargo, no hay otra forma de describir mi situación actual si no como una lucha desesperada contra el destino ya escrito, un último intento para poder remendar los errores del pasado. Así que sí, para eso estoy aqui, para cambiar mi destino y dar un giro de ciento ochenta grados a mi vida, aunque la verdad es que hasta que no lo digiste no había pensado en ello - Me encojo de hombros - Se ve que me conoces mejor que yo mismo... Lo cual no es de extrañar si realmente eres una parte de mi subconsciente.

-"Claro que los humanos son dueños de sus propios actos, el destino en este mundo no esta escrito. En todo caso el Destino es culpa de ustedes puesto que el final solo es escrito por sus propios actos." - con media sonrisa dije aquello luego de que dijiste que aceptabas el porque ahora te encontrabas en este lugar, torcí un poco la cabeza - " Por cierto, escuche la ultima parte que solo dijo a manera de pensamiento." - dije aquello mientras sacaba la lengua.

Ahora la  figura del suelo se altero nuevamente. Un dibujo de un reloj apareció, el mismo era azul. Su diseño recordaba a esos viejos relojes con números romanos y agujas estilizadas. El Reloj marcaba menos 5 para las 12 y la aguja que servía de segundero se movía cada vez que la joven hacía un movimiento con su mano.

-"Quiero advertirte algo más antes de que continuemos. A partir de este momento muchas cosas pueden pasar. Puedes hasta morir o incluso desaparecer, puedes hasta tener un final que no desees o cosas aún peores dependiendo de tus acciones o puede que llegues al final que tanto deseas. Todo es posible. Así que nuevamente: ¿Aún deseas continuar?" - pregunte con cierta tristeza en mi voz y entrecerrando mis ojos... 

Mientras Momo me dice las últimas palabras, observo como el reloj vuelve a moverse, cada vez más cerca de las doce, la hora maldita, a la vez que mágica. El momento en el que un día muere y otro renace, la hora del cambio...

¿De verdad es necesario que me lo pregunte? Soy una persona que no tiene futuro, cuya vida ya está acotada por su enfermedad, a la que no le queda nada por perder. Pero sí mucho que ganar - Sonrío - Por supuesto que sigo adelante, no hay lugar para mi atrás. Además... -Me giro nuevamente para observar toda la sala  - Empiezo a entender por qué estoy aqui, el por qué de todo este sueño, tan realista y, a la vez, subjetivo, la necesidad de esta segunda White Room. Ahora comprendo que no solo mi cuerpo necesita curación- Una sonrisa triste aparece en mi rostro - No, claro que no. Es fácil echar toda la culpa a la enfermedad, a ese maldito tumor que me ha robado años de vida pero esa no es la verdad. Los males que me afligen estaban mucho antes de que el cáncer los sacara a relucir. El tiempo pasaba y yo no actuaba para cambiarlos... Ahora lo comprendo todo, aunque quizás demasiado  tarde - niego tristemente con la cabeza, y me quedo callado por unos segundos - Si. Sigo adelante. Es hora de luchar contra el destino que yo mismo me he labrado, de enmendar las decisiones pasadas y de dar un cambio en mi vida, mejor dicho, de cambiar la forma en la que he vivido hasta ahora. Estoy preparado...

-"Entonces la oportunidad para cambiar tu destino te será concedida. Disfruta el juego."- sonreí al finalizar esas palabras. Sonreía por la fuerza que existía en tus palabras y en ti mismo. Se requiere mucha fuerza para reconocer los errores y ahora es lo que él tiene.

El reloj marcó las 12. La hora del cambio había llegado mientras Momo movía su mano más rápido. Los números, las manecillas y el circulo brillaban una vez más en azul intenso, en verde brillante. Acto seguido los mismos números se desprendieron del suelo mientras tu cuerpo se elevaba en el centro de todo eso. Ahora los números giraban alrededor de tu cuerpo, cada vez más rápido, en sentido derecho.

Tu cuerpo se iba sintiendo más ligero ahora, más joven podías decir. Viste en dirección a Momo la cual estaba sonriendo mientras hacía su movimiento.

"Cronokinesia: Reverse"

Al pronunciar esas palabras la figura de un reloj más pequeño apareció frente a tu cara. El movimiento del mismo iba a la inversa del que debería y, en concordancia con ello, el torbellino de números cambió su sentido. Las agujas del reloj imaginario se movían de forma rápida y violenta mientras que los números flotantes se iban acercando más a tu cuerpo hasta que el mismo quedara cubierto de ellos, como si de tatuajes fluorescentes se trataran. Dejaste de sentir tu cuerpo en ese momento y todo se oscureció para ti.

Solo un momento después pudiste abrirlos, momento que pareció una eternidad. Al momento de abrirlos el reloj marcaba una vez más las doce, para luego romperse frente a ti.

El tiempo solo era una ilusión creada pero no controlada por los humanos. Pero existen pequeñas excepciones.

La voz de Momo susurraba eso en tu oídos mientras tu cuerpo descendía lentamente, ahora te sentías renovado, como no te sentías en años. El piso volvió a su color blanco brillante a como estaba hacía un rato. Momo se acercó a ti con un espejo en mano que no recordabas haber visto antes. Era rosa y sin decir nada lo apunto frente a ti para que te vieras. El mismo espejo reveló una figura joven...

Durante unos segundos, no puedo reconocer al hombre que me observa a través del espejo. El pelo negro y espeso, la cara sin arrugas y una vista perfecta... todos ellos nimiedades comparadas con el cambio principal. La mirada del hombre del espejo transmitía decisión, fortaleza y una gran determinación. Es una mirada de un hombre que sabe lo que quiere, y que está convencido de que, sea el camino lo duro que sea, lo conseguirá. Una mirada que hacía siglos que había perdido...

Incrédulo, retiro la mirada del espejo y me fijo en mis manos. Son unas manos jóvenes y fuertes, sin las arrugas, los cayos y la aspereza con las que había convivido la última década. También queda a la vista mi antebrazo izquierdo, y no hay rastro de la quemadura de propano. Cierro el puño con fuerza y abro mi mano rápidamente, sin rastro del principio de artrosis... Vuelvo a mirar al espejo y allí sigue ese hombre, el Jaroslaw Kowalski del pasado, mirándome con cara de asombro...

Por primera vez que llegué a la White Room me quedo sin habla, incapaz de decir o pensar en nada, tan solo asombrado por el cambio que se a producido en mi cuerpo.

-"Sin palabras ¿no?" - quite el espejo mientras que mi rostro enseñaba una gran sonrisa - "Creo que finalmente logré sorprenderte."

Me moví hacia tu costado derecho y, luego, señale hacia una abertura de luz que más bien parecía una columna de luz que cortaba la oscuridad e imponía un limite.

-"Una vez que atravieses esa portal de luz, el resto del juego proseguirá así que ¿tienes algo más que decir antes de que esto continué?" -