Mierda! Mierda!
Al carajo con todo el mundo!
Piensas que todos los presentes deberían morir, pero luego te relajas y empiezas a tratar de esclarecer tu situación.
Que esta pasando aqui? Y que demonios es esa música?????
No recuerdo que hago acá... No es que me preocupe eso o que sea una sensación nueva el no recordar como fue que llegué a algún lado, pero esta vez algo me dice que debería averiguarlo.
Hay música, no es de lo mejor pero no está tan mal tampoco. Cierro los ojos y me pongo a bailar sola.
Las voces en mi cabeza están calladas, si por lo menos fueran de alguna ayuda, pero no... siempre quejándose, siempre quejándose... Me vuelven loca y para colmo cuando hago algo para liberar la tensión que ellas mismas provocan, vuelven a quejarse...
Por el momento sigo bailando sola y con los ojos cerrados sin preocuparme mucho por seguir el ritmo de la música que suena en el club.
Mmmm... olor a mortales...
Musa quiere sangre
Callate imbecil, musa quiere bailar
Las voces en tu cabeza discuten entre ellas, obligandote a escuchar su cháchara. Pero la música se pone agradable. Sensual. Sientes el rítmo del jazz y el blues. Parece que hubieramos retrocedido en el tiempo. Una mano toca tu espalda lentamente y se acerca a bailar lentamente contigo. Entreabres los ojos, es un joven más o menos de 18 años, lindo, inocente, solo quiere un poco de diversión. Decides darle algo para recordar.
Aqui no tonta!
Llevatelo, llevatelo, a otro lado... donde sea, pero rápido
Me pongo a bailar con él, me pongo bien cerca, para que pueda sentir el contacto físico conmigo. Luego le paso un brazo por detrás de su cabeza y acerco mi boca a su cuello con toda la intención de saciar mi sed. Pero las voces en mi cabeza tienen razón, aunque son algo maleducadas, y solamente me limito a darle un beso normal. Llevo mi boca un poco más arriba, hacia su oreja.
Vamos a algún lugar más tranquilo. le digo y sin esperar respuesta, comienzo a caminar hacia la salida.
Mientras salgo voy repasando mentalmente los lugares de la zona que me puedan servir para alimentarme sin interrupciones, me decido por el pasaje de la piedad, el que está enfrente de la iglesia de la piedad. Es un lugar lo suficientemente oscuro y seguramente no voy a ser molestada por nadie.
Sin mencionar el tema de la ironía de alimentarme frente a una iglesia... jejeje
El jóven te sigue, pero no quiere salir del lugar.
Notas un pasillo oscuro en donde no hay nadie. Extrañamente la gente parece evitar el lugar.
Nuevamente una música resuena en tu cabeza. Es hermosa, te incita a tomarlo ahí mísmo, pero puedes contenerte.
En donde sea, pero ya, ya, ya, ya, ya
Quieres tomarlo, quieres que sea tuyo. Y la música es hermosa. Quieres escucharla mientras posees a este mortal que recibe tus besos con una energía que parece infinita. Te toca, te muerde, te exita...
es un placer escribir esto, te lo juro.
Qué fastidio con este niño... yo quería hacerlo frente a la iglesia.
Lo empujo hacia el pasillo oscuro. Una vez al amparo de las sombras lo pongo contra la pared mientras devuelvo sus besos y sus mordidas.
Suave, no querés que se asuste antes de que lo puedas tener...
Nos vamos deslizando lentamente hacia el piso hasta que él queda acostado boca arriba. Paso una de mis piernas por encima de él y quedo montándolo. Llevo mi boca a su cuello, juego con mi lengua sobre su piel, sintiendo su excitación...
La comida ya está a punto...
Dejo que mis colmillos crezcan. Siento la resistencia de la piel de su cuello y cómo se libera la tensión cuando se desgarra el tejido. Su sangre inunda mi boca cuando mis dientes cortan su yugular. Cierro mis ojos y me dejo llevar por el placer de una buena comida.
Como siempre, cuando un vampiro posee a un mortal, sus corazones laten al mismo tiempo.
La sangre del jóven riega tu cuerpo mientras la música le da placer a tu alma.
Ya es suficiente
El mortal de desmaya del placer mientras tiene el primer orgasmo con otra persona de su vida.
Lames la herida y el mortal tiene el aspecto de haber pasado la mejor noche de su vida.
Pero el placer no desaparece. Se mantiene en tu cabeza. Sientes la música muy adentro y entras en trance.
A lo lejos divisas un desierto, el cielo estrellado. De repente diferentes figuras caen del cielo y una música como nunca escuchaste lo acompaña. Mientras eso pasa, todo se empieza a quemar. El fuego proviene de la música misma, y arrasa con todo, la ciudad que es el desierto, que es una vida, que es un bebé.
Del otro lado, 5 figuras lideradas por un ser que irradia luz. Es una banda de rock.
Juntos repelen el fuego. Juntos... juntos...
Miras al escenario que se ve desde el pasillo. Pero no ves a la banda. El mortal sigue debajo tuyo.
Que fue eso?
Kevin Bennet
Primero piensas que es una de las voces de tu cabeza. Pero es Rad Von Trier, el primogénito Malkavian parloteando.
Rad es conocido por su seriedad frente y etiqueta, tan conocido por eso como por sus ataques de ira.
Kevin es el dueño del bar y posee las habilidades musicales más impresionantes. Quiero presentartelo.
Me doy unos golpecitos en la sien con la punta del dedo como si quisiera destrabar algo.
¿Rad? ¿Cómo te metiste ahi dentro? Bah, no importa ¿Que quieres qué? ¿Que conozca al dueño del club? Bueno, supongo que no pierdo nada con eso...
Salgo del pasillo dejando al chico ahí tirado. Me dirijo a la barra del club y le digo al barman.
Necesito hablar con el líder de los extintores. El que irradia luz.
El barman te señala una puerta custodiada por un guardia. Tiene un par de palos con una cuerda roja.
Me acerco bailoteando a la puerta. Cuando estoy cerca del guardia le digo.
Hola titerote, necesito hablar con el titiritero.
Es esperábamos Musa.
Abre la puerta y pasas.
A tu lado, y casi de las sombras, aparece el Primogénito Malkav. Te esta acompañando.
Llegan a un cuarto donde hay varios vástagos sentados.
Uno en un trono, esta acompañado de dos guardaespaldas, es Von Changuis, el príncipe de Bs As.
Otros dos visten túnicas y una máscara ritual, son los Nosferatu. Uno tiene una máscara dorada, es Primus, el primogénito.
Otros dos, un chico de 26 años aproximadamente, con estilo punk. El otro, mayor, un poco más serio.
Vas a la escena compartida. Seguí ahí.