Durante el trayecto en la limusina no dije nada, estaba bastante impresionado por todas las personas que estaban hablando tranquilamente en el coche.
Al subir al impresionante avión, del bar cogí un poco de agua con gas y me presenté al resto de personas, les dí la mano a cada uno les dije mi nobre, Gabriel, mi profesión, bombero y muy cortésmente me retiré para hablar con el piloto.
Jonas se acerca a la barra y entra dentro, coge un vaso de la nevera, le hecha 3 cubos de hielo y mientras corta el limón comienza a tatarear una cancioncilla, finalmente hecha una rodaja de limón en el vaso y rebusca en la nevera sacando una botella de agua con gas. Se gira hacia la barra encarándose con Frank Herbet.
-¿Se divierte señor Herbert?, discúlpeme, creo que no me he presentado, Jonas Milton, un placer.
En ese momento Jonas le extiende la mano a Frank
Un joven de aspecto siniestro se me acerco, levante la mirada de mi vaso y escuche como se presentaba.
Encantado, yo soy... Frank. Me fastidio tener que dar mi nombre real, pero sin duda mas tarde nos presentarian a todos. Pues no mucho, la verdad. No me gusta volar, y menos en estos cacharros tan tecnologicos.
Apuré mi cerveza hasta el final y luego me dedique a ir de un lado para otro escuchando aqui y alla las conversaciones que los demas tenian, me llamó la atención la chica rubia, parecia algo callada, me acerque a ella y mirandola serenamente comenté...¿cansada?
El despegue fue limpio, hecho lo fue tanto que ni tan siquera los que estaban de pie sirviendose copas notaron lo mas minimo mas que una aceleracion.
espero que aprovecheis para conoceros, esta noche seguramente llegareis a la mansion, donde vuestros anfitriones os esan esperando con los brazos abiertos...
Un mojito estupendo, Alfred. La verdad es que me suena tu nombre, aunque no soy aficionado a las carreras. Supongo que la vida en el campo será una maravilla en comparación con el ajetreo de las carreras, ¿no? Yo, de momento, no puedo alejarme de la ciudad.
No puedo evitar asombrarme del grupo tan variopinto que formamos. Espero que la estancia no se limite a un fin de semana de vacaciones y tenga, además, algún interés económico.
Jonas sonrío ante la respuesta de Frank, -Si le sirve de consuelo las probabilidades de accidente en este tipo de vehículos son ínfimas en comparación al resto de transporte que existen – A continuación Jonas adquiere una expresión más seria- Corríjame si me equivoco, usted es el famoso escritor Frank Herbert, ¿No es así?, He leído algunas obras suyas.
¿En serio? Yo creia que solo me leian personajes extraños en rincones oscuros. - Conteste mientras sonrreia. Su comentario me habia alegrado de verdad.
Me empezaba a caer bien el tal Jonas. ¿Y usted, amigo, a que se dedica? - Me interesaba saber la clase de personas que leian mis libros, siempre me llebaba alguna sorpresa.
Llamé a la puerta del comandante, quería conocer a los pilotos y que saciaran la mi curiosidad infantil, de cómo se manejaba un avión de esas características.
Algunos entablais conversaciones, otros se sientan y disfrutan del viaje a su manera, otros se sirven copas, cuando de pronto, notais como el avion va bajando de altura hasta que muy suavemente toma tierra, una vez abajo, la puerta de la cabina se abre y sale de nuevo Albert que abre la puerta de desembarque la cual desplega una escalera por la que bajais comodamente...al final de la escalera hay una limusina esperandoos, Albert sube de nuevo cuando ya estais todos en la limusina y os conduce hasta la casa.
Fin del prologo. Postead en la escena LA MANSION.