Partida Rol por web

Cartas Oscuras, Luna Pálida

Cartas entre Jorge y Alejandro

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09/07/2014, 22:42
Alejandro Barahona Robledo

Salamanca, 9 de julio de 2014

Estimado compañero;

Te escribo esta carta lo más rápido que puedo pues temo caer rendido por el terror de un momento a otro. Lo que me ha pasado no tiene explicación y sólo puedo decir que me ha mantenido en el hospital las últimas semanas. No sé cómo explicártelo y tal vez lo más sencillo sería ofrecerte el simple diagnóstico de los médicos: fractura en varias costillas, arañazos en brazos y piernas y traumatismo craneoencefálico. Es increíble cómo la ciencia reduce al absurdo las cosas sorprendentes de la vida. El acontecimiento más aterrador que he vivido nunca se reduce a varias palabras tomadas del griego.

Tal vez debería empezar por el principio para que comprendas mi terror. Seguí dándole vueltas a la fotocopia del manuscrito hasta que me cansé. Hacía días que no volvía a saber nada de aquel hombre que supuestamente tenía el códice y eso hizo que lo enterrara en mis recuerdos. Volvía a estar tranquilo y feliz. Pero un día llegué a al piso de Salamanca y la puerta estaba abierta. Torpe de mí, lo achaqué a mi despiste y creí que había sido yo el que la dejó entreabierta. Nada más lejos de la realidad. Al entrar olí el aroma del incienso en el ambiente. Otra vez un error mío me hizo creer que había dejado una ventana abierta y el olor había llegado desde una casa vecina. A veces pienso que el destino o yo mismo de manera inconsciente, quería llegar hasta donde llegué.

Alcancé el salón, tras girar desde el vestíbulo y allí me crucé de frente con la realidad: los muebles estaban destrozados y apilados en tres montones rematados con pequeñas velas, las bombillas habían estallado y sus cristales estaban dispersos por la estancia y un rectángulo que cubría toda la habitación se había pintado en el suelo con pintura roja. Antes de poder gritar siquiera noté cómo alguien descargaba sobre mí todo el peso de algún objeto grande. Acto seguido perdí el conocimiento.

Cuando volví en mí, estaba atado en el centro de la estancia y un hombre menudo de rostro aterrador se movía de un lado a otro con el códice entre las manos, leyendo cánticos varios que no entendí dado mi estado. Al ver que ya había despertado me habló muy excitado y sin parar de moverse: "Ya lo entendía, Alejandro. El fuego es la clave. Hay que bañarlo en sangre. Tu sangre". Acto seguido sacó un cuchillo y me cortó la palma de la mano mientras que con un cuenco recogía la sangre derramada. El terror que se apoderó de mí fue tal que volví a desmayarme. A partir de aquí todo está borroso. Recuerdo gritos y chillidos y una escena aterradora en la que veía la entrada al vestíbulo en penumbra mientras el siniestro hombre era arrastrado por una fuerza invisible hacia la oscuridad total entre gritos.

En un acto reflejo, casi de manera inconsciente intenté levantarme y vi que las cuerdas que me apresaban ahora estaban hechas añicos. Mientras me dirigía a la salida entre tumbos sólo me acuerdo de la silueta del manuscrito apoyada en una de las pilas de muebles, como palpitante (tal vez por mi débil estado). Tras desplomarme por las escaleras conseguí salir a la calle y al ver gente que se acercó a mí volví a caer inconsciente.

Cuando me desperté ya estaba en el hospital totalmente vendado y lleno de cableados. No sé por qué pero tanto a la policía como a los médicos les conté que alguien me atacó en la calle y me hizo todo lo que me hizo. Tal vez tenía miedo de contar la verdad y que me tomaran por loco (o incluso de que me acusaran de tener el manuscrito.

Hoy he llegado a casa después de que la policía me dejara en paz y se me diera el alta y a llegar todo seguía igual (por alguna razón la puerta estaba cerrada y nadie había dado la voz de alarma por los gritos de la última vez). Por eso, todo seguía igual, incluso el manuscrito. Me da miedo mirarlo. Ni siquiera lo he cogido desde que he llegado. está ahí junto a la pila y yo no sé qué hacer. Estoy muy asustado, tengo miedo como nunca lo he tenido.

Voy a dejar de escribir e intentaré descansar. Un saludo,

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19/07/2014, 11:20
Alejandro Barahona Robledo

Salamanca, 19 de julio de 2014

Estimado amigo;

Ante tu falta de contestación vuelvo a escribirte, para preguntar si ha pasado algo grave. Espero que todo siga bien por ahí. Aquí todo está relajado. Estoy más tranquilo. He limpiado todo el piso y ahora reluce como acabado de comprar. Amigo, tengo el libro, está en mi poder. Pero todavía no he tenido valor de abrirlo. Ya lo he tocado, pero sólo para colocarlo en la estantería. Sé que es un error no devolverlo pero ¿qué les iba a contar? Sería el sospechoso principal y no se creerían lo ocurrido.

Estos días, como ya te he dicho han sido tranquilos y he tenido tiempo de recuperarme del shock. Sólo hay un problema que seguro que tiene una explicación lógica. Todas las noches, y digo todas, hay un objeto que se cambia de sitio (o al menos juraría que es así). A la mañana siguiente un libro de la estantería está sobre la mesa, o la televisión está desconectada o incluso una silla de la cocina aparece en el salón. Algunos de ellos como puede ser la conexión de la TV sé perfectamente que no los he hecho yo y estoy empezando a pensar que los traumas de las últimas semanas han hecho que sufra de sonambulismo, de ahí que a la noche siguiente se muevan los objetos (los moveré yo, supongo). Es probable esta opción, no descanso bien ninguna noche y me levanto con la sensación de cansancio como si hubiese estado corriendo toda la noche, además sólo recuerdo una cosa de mis sueños: un fuerte pálpito constante que zumba en mis oídos con fuerza a lo largo de mucho tiempo.

No sé, sólo espero poder descansar pronto como lo necesito. Como te dije al principio, espero tener respuestas tuyas pronto y que todo te vaya bien.

Un cordial saludo,

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29/07/2014, 10:20
Jorge Riesco Alonso

Leon 29 de Julio de 2014

Hola querido amigo:

No te escrito antes, no por que no haya podido, en cierto modo esta vez no he querido. Mi querido amigo, me duele mucho decir esto pero quiero cortar esta correspondencia. Creo que estas cartas está afectando a mi psique, aumentando mí ya desbordada imaginación y llevándome a brotes de locura alucinaciones. Sé que te resultara doloroso y mucho mas después de los hechos traumáticas que te han acaecido a principio de mes. Lo que explicas en tu carta es traumático y horroroso, y yo solo puedo date palabras de ánimo, pero nada más. Mi consejo es que espliques todo a la policía y vayas a un psicólogo, seguro que todo tiene una explicación racional. Todo lo que te ha pasado tienes solidas bases reales y veraces, seguro que hay una persona perturbada que te está persiguiendo, que se a creído sus propias locuras, pero ese loco es real. No sé que pretende con ese ritual, no sé qué quiere de ti, coma ya he dicho seguro que es un trastornado que se a creído sus propias locuras. Y yo no quiero acabar como él.

Tienes que darle las gracias de esta carta a mi compañera, si ella no hubiera insistido en que contestara a tus cartas, ni siquiera hubiera abierto tus últimas cartas, y simplemente las habría dejado cogiendo polvo junto al resto del correo, esperando que simplemente un día te cansaras de escribir y todo esto quedara como una mala pesadilla, un mal recuerdo, un montón de cartas guardadas en una caja de zapatos debajo de la cama y nada más.

Sé que estarás pensado: ¿Qué es lo que le ha ocurrido? ¿Por qué este cambio de actitud tan brusco? ¿Qué es lo que puede llevarle a dejarme solo? Ha sido otra crisis, otro mal sueños, este ha sido demasiado fuerte… demasiado real irreal. Lo peor de todo no ha sido el sueño en sí, sino lo que el sueño me ha hecho replantearme. ¿Realmente lo que me está ocurriendo es real o es solo fruto de mi imaginación?, no tengo pruebas solidas, lo único real es la estatuilla y esta podía ser solo una casualidad. He buscado de nuevo el libro donde encontré el plano que me llevo a la estatuilla y no lo he encontrado…. No sé qué pensar.

Vas a ser a la primera persona a la que cuento esta última vivencia, de hecho mi idea era dejar que este último sueño se desvaneciera en las brumas del olvido.

Este sueño es parecido a los otros, aunque es mucho más claro, parece que hilaba las partes inconexas de los anteriores. Como los otros empezo cuando me encontraba solo, trabajando a altas horas de la noche en el laboratorio, hay que decir esta vez estaba en el laboratorio porque nada más salir de trabajar iba a ir hasta un concierto en la cafetería de la universidad y es mucho más cómodo ir desde el lab. que ir al piso y volver a la universidad. El caso es que me encontraba caminado por el pasillo a oscuras ya dispuesto a marchar al concierto cuando empezó todo. Una ráfaga de aire frio me sacudió en la oscuridad del pasillo, el aire como otras veces me sabía a metal, concretamente a bronce. Entonces el olor comenzó a hacerse mucho más intenso a moho y humedad, y como otras veces el suelo volvió a ser de arena. Entonces sin saber cómo me encontraba de rodillas en medio de la sala con suelo de arena con las manos atadas en la espalda. En el suelo había dibujado un extraño círculo y entorno a él varias figuras encapuchadas con hábito blanco. Intente gritar pero algo me taponaba la boca, mire que era lo que me tapaba la boca y para mi horror descubrí que era la figurilla de bronce. Entonces la figuras blancas comenzaron a cantar en una idioma que no conocía, su canto duro varios minutos que a mí me parecieron hora. Entonces todo se cubrió de oscuridad no podía ver nada, era como si me hubiera quedado ciego. Pero como en las anteriores veces sabía que había algo en la oscuridad, entonces me cortaron las cuerdas y quede libre en mitad de la inmensa oscuridad aun con la figurilla en la boca. ¿Qué querían de mí? ¿Qué estaba pasando? Permanece quieto en mitad de la oscuridad no sé por el espacio de cuanto tiempo, solo sé que empecé tener calabrés en las pierna y empecé a no sentir las puntas de los dedos. Debí de permanecer varias horas en esa postura. Pero algo me decía que si me movía moriría, aun notaba la presencia girando alrededor mío en la oscuridad. Entonces algo cayó al suelo y se abrió una grieta en la oscuridad, sin pensarlo dos veces corrí hacia ella y al atravesarla me encontré fuera del círculo en la misma sala de arena donde había comenzado todo. Pero el círculo estaba roto, una caja del almacén había caído y había desdibujado unos centímetros de círculo trazado en la arena. Pero no me preocupe de ello, solo corrí, corrí atravesando puertas unas tras otra, solo quería escapar de aquel lugar. Recuerdo que salte una tapia y que corrí cerca de un rio, concretamente el rio de mi pueblo. Corrí por espacio de una hora cerca del rio y luego lo cruce para perderme por las montañas atravesando un pequeño corte en la roca. Conocía todo este paisaje era el mismo que el de mi pueblo, solo que no había caminos, ni carretera, ni puente. Entonces comenzaron a sonar las campanas en la lejanía y supe que me buscarían, tenía que hacer algo rápido. En la mano aún mantenía la extraña estatuilla así que decidí esconderla, la escondí en el mismo sitio donde yo la había encontrado y una idea salto mi cabeza tenía que impedir que la recuperan. No sé quien quería recuperarla, no sabia para que la querían, pero sabia que debía de esconderla para que nadie la encontrara y no la pudieran volver a usar. Entonces hice algo que aun no puedo explicar, me subí a una peña cercana, una roca maciza de casi 7 metros de altura y salte. Finalmente me desperté, tumbado en la cama, tenia los pantalones vaqueros rotos y la camiseta rasgada como si hubiera estado corriendo entre los árboles, pero lo peor de todo no fue esto sino el hecho de que era Domingo, había perdido dos días de mi vida, en los cuales no sabía que había hecho. Busque el libro que me había conducido a todo esto, pero no lo encontré. Pregunte a toda la gente que conocía si habían visto el libro, pero entonces me di cuenta que nunca se lo había enseñado a nadie, que solo lo había visto yo.

¿Cómo podía explicar esto?

¿Como podía explicar todo esto?

La única explicación lógica es que todo es fruto de mi imaginación, que nada de lo que ha pasado es real. Yo mismo me imagine el libro y todos los sueños, seguramente es el argumento de alguna novela o alguna película que mi imaginación a tratado de hacer real.

Seguiré leyendo y contestando a tus cartas, pero tengo que pedirte que no excites mas mi maltrecha psique.

Un saludo

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13/08/2014, 12:40
Alejandro Barahona Robledo

Salamanca, 13 de agosto de 2014

Estimado compañero,

vuelvo a escribirte no para atormentarte con mas historias sino para buscar algún resquicio de protección, protección que creo, sólo pueden darme las palabras y las letras. Ahora miro atrás y creo que estábamos predestinados a todo esto: las cartas, los sueños, las coincidencias, todo apuntaba a este final. Creo que estábamos abocados a estos sucesos extraños y creo que estábamosdestinados a vivirlos y compartirlos juntos, a través de la confidencia de las cartas. ¿Cómo si no, después de tanto tiempo tu carta? ¿No habría sido más fácil un correo o a través de las redes sociales? ¿No crees que fue un impulso insuflado por el destino o por algo superior, tal vez cósmico?

Es igual, ya no importa. Lo que importa es el presente y el presente es inconmensurable, incomprensible e irracional. Querido amigo, ahora, justo ahora no podemos darnos la espalda ante esta marisma de misterios. El miedo acabaría con nosotros. La soledad es nuestra mayor enemiga ahora. Te pido que recapacites y te enfrentes a la "realidad", la verdadera realidad. Lo mágico y siniestro existe. Ya no me cabe ninguna duda de ello y si no quieres reconocerlo creo que estoy sólo en esto. Si no quieres creer lo que has vivido, tal vez te sean más creibles mis palabras sobre lo que he sufrido estos días.

Mi intención era ir a La Bañeza para disfrutar de la Patrona y las fiestas pero me ha sido imposible. No he podido salir de casa desde que tengo el manuscrito. Es difícil de explicar pero el libro está insuflado de vida. No una vida de movimiento y de reacciones biológicas sino algo más etéreo. El libro respira desde la profundidad de sus páginas, su corazón retumba por las paredes de la casa, su voz lame mis oídos mientras duermo. Y él habita la casa cuando no estoy.

Estoy seguro de que no sufro de sonambulismo. Es el libro. El libro se apodera de la casa y la manipula a su antojo. El libro es el que ha hecho que mis demás libros se hayan consumido en una combustión expontánea, que la comida se pudriera y los muebles se movieran de noche.

No me deja salir. Me obliga a llevarlo siempre encima, metido en mi mochila. Me clava una mirada invisible que no me deja escapar y hasta que no lo saco conmigo no para la fuerte presión en el pecho que siento. Es más, cuando me dirigía a los autobuses para ir a La Bañeza, me paró en seco. Estaba allí, delante del autobús, con el conductor mirándome sorprendido. Me preguntó si iba a subir y yo no pude hacer otra cosa que dar media vuelta y salir corriendo a casa, mientras notaba que la fuerte presión en el pecho disminuía cada vez más.

Así que aquí me encuentro, dominado por un simple libro. Pero el libro no era así antes. Creo que antes dormitaba. Ahora está despierto, tal vez por el ritual que realizó el otro hombre. No sé, estoy confundido, y lo único que me calma es escribir esta carta a escondidas del libro para poder mandártela. Así que espero que tú hagas lo propio: abre los ojos, mira a la realidad (la que creías que no existía pero es real) y escríbeme, es lo único que nos queda.

Nada más, aunque tengo mucho más  que contarte pero quiero enviártelo antes de que el manuscrito me lo impida.

Espero leer de ti pronto. Mucho ánimo,

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11/09/2014, 17:30
Jorge Riesco Alonso

Esto es imposible, esto no puede estar ocurriendo. Todo tienen que tener una explicación lógica y plausible. Seguro que todo es fruto de tu imaginación, como mis pesadillas. Son solo imaginaciones de una mente excitada, seguro que hay alguna explicación psicológica, química o biológica a este problema. Puede que sea una mutación en algún gen que modifique el producto de síntesis de alguna proteína, si seguro que es eso. Una mutación biológica o puede que alguna droga. Esto es como una pequeña mota de polvo en una preparación de microscopia, es algo que no debería de estar ahí, algo imposible que distorsiona la realidad haciéndonos ver lo que queremos, haciéndonos ver algo que no es real, si, es eso un simple artefacto.

Todo esto es fruto de nuestra imaginación, igual que el hombre que el otro día me asalto por la calle. Decía que me conocía y que sabia por lo que estaba pasando, que la estatuilla me había buscado a mí, que todo lo que me ha pasado es fruto de ella. ¡¿Qué una estatuilla me había buscado?! Como es posible que un objeto inanimado me busque. Al igual que tu libro, es imposible que un objeto inanimado controlo la mente de una persona. Luego explico que él y su cábala había estado buscando la estatuilla sin resultado y que ahora que la habían encontrado podría finalizar el ritual que había empezado siglos atrás sus antepasados. ¡¿Qué la estatuilla me eligió como depositario del ritual?! ¡Que estupidez! Estuvo hablando cerca de media hora sobre rituales, divinidades estraplanares y choradas ocultistas por el estilo. Incluso quería que fuera con el para terminar el ritual, fijo una fecha en función de las lunas y un lugar en designado por las líneas de poder de la tierra. ¡¿Lineas de poder, fechas lunares?! ¿Quién cree en eso en esta época? ¿Cómo se le puede ocurrir a alguien tal cosa? ¡HACER UN RITUAL OCULTISTA! Esto ya no es la edad media donde la gente rezaba a dios para que el granizo no callera sobre sus cultivos, o Roma donde se sacrificaban animales. NO esto es el siglo XXI, hemos apartado ese manto de ignorancia, ahora lo vemos todo desde el cristal de la ciencia, la ciencia y la objetividad; no la subjetividad de poderes supremos que nos usan como piezas de un gran juguete cósmico para pasar sus ratos muertos.

No sé porque te estoy contando esto siquiera, supongo que el plasmar mis ideas en papel les da más fuerza. Todo esto es solo una ilusión.

TODO ESTO SON MENTIRAS Y LO ACABARE DEMOSTRANDO

11 de Septiebre de 2014

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24/09/2014, 14:45
Alejandro Barahona Robledo

Salamanca, 24 de septiembre de 2014

Estimado compañero;

Siento que es tarde para todo: tarde para hablar, tarde para confesar, tarde para pedir ayuda. Es tarde para imponerme a mi destino, pero así lanzo esta súplica de ayuda. Espero que al menos sirva para amenizar mi dolor y aliviar a mi alma. Soy como la oveja en la boca del lobo, por culpa de mi curiosidad estoy aquí y nadie me puede ayudar.

Jorge, lo irreal es real, créeme. Deja de lado tu mente científica. Todo lo que hemos aprendido no sirve de nada frente a los terrores ocultos de la noche, frente a las entidades que juegan con nuestras vidas. Todo este mundo ha sido pensado para tenernos engañados. Me siento como en una película de pésimo final, como en un cuento que se ha mofado todo el rato de su protagonista. ¿Por qué insistí? ¿Por qué no dejé de lado el manuscrito? Tuve la oportunidad en el momento que robaron el códice, tuve la puerta abierta de par en par abierta hacia la salida de este mal sueño. Pero, cada paso que daba, se me han ido cerrando más y más puertas. En este momento sólo hay una puerta, tan sólo entreabierta. Una puerta que tal vez no quiera entornar. Pero no hay otra salida.

Los sucesos paranormales no han cesado en mi casa. Es más, han aumentado hasta niveles terroríficamente palpables. Los espejos, Jorge, los espejos están totalmente rotos. Yo mismo los rompí. No podía soportar más el contemplarme en ellos. Veía, como de manera fugaz, figuras a mis espaldas. Sombras de rasgos humanos, pero de facciones porcinas, colmillos afilados e incienso en el ambiente. Yo no tengo incienso, ¿por qué incienso? Ya no hay espejos en mi casa, todos rotos.

Pero, aún así, el libro no cesa en su empeño de atormentarme. El cabecero de mi cama habla. Me incita a asesinar. Su madera está podrida, de maneras caprichosas, apuntando un dibujo entre el barniz. Parece una mano cortada, sobre un charco de sangre. Sueño con ella. Estoy seguro de que esa mano se introduce en mis sueños. Me persigue. Me apuñala. Me tortura. Pero soy incapaz de despertar. Vivo los sueños hasta el final. Y a la mañana siguiente despierto entre lágrimas, totalmente desnudo, y con laceraciones en los costados.

No vivo ni muero. No soy persona desde que sufro todo esto. El libro me obliga, ahora lo veo claro. Me impele de manera constante a completar el ritual, ya lo veo. El hombre misterioso se equivocó. Realizó el rito de forma incorrecta, no sabía cómo hacerlo. Yo sé hacerlo. Él me lo ha dicho. Debo completar el ritual y me hará libre. Me ha prometido que me dejará en paz cuando lo haga.

Pero... Sé que miente. Se nota en su voz. Le tiemblan las vocales al decir la palabra "libertad". Él me utiliza. Después me matará. Amigo, voy a engañarle. Yo... Lo voy a intentar. Prepararé el ritual. En el momento de apagar las llamas. Cuando se sienta ya casi libre, lo arrojaré al fuego. Acabaré con él y seré libre.

Amigo, tú huye ahora que puedes. No te permitas llegar a la misma situación que yo. Tú todavía tienes varias puertas abiertas. Tú todavía puedes ser libre. No atiendas a tu curiosidad y escucha a tus piernas deseando correr. Escúchame, por favor. Tienes que transmitir mis últimas palabras antes de morir. Tienes que sobrevivir no sólo por ti, sino por mí también.

Prométeme que acuarás con cabeza.

He aquí mis últimas voluntades. Si mi cuerpo se hallara, no sé en qué estado se encontrará. Pido que se me incinere para respeto de mi cuerpo y de mi familia. No donen ningún orgáno de mi cuerpo (si es que alguno fuera aprovechable), no por capricho sino por miedo de que mi cuerpo quede corrupto de algún modo y mis pesadillas se transmitan a otro pobre hombre. Si no hubiese conseguido mi objetivo de destruir el manuscrito sánscrito (ms. coll. 5670s), destruidlo inmediatamente, antes de que se apodere de la mente de cualquier otro. Que esta carta no se muestre a ningún familiar mío, no quiero que pasen por esto. Que se les diga que estaba deprimido, la presión me pudo y tuve un brotes de esquizofrenia paranoide que me empujaron al suicidio.

Nada más, sin patrimonio que dejar en heredad, sólo espero que quede el recuerdo en mis allegados de algo bueno de mí.

Posiblemente el último saludo cordial que te envío,

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09/10/2014, 16:12
Jorge Riesco Alonso

Hola:

Me llamo Charo, sé que no me conoces pero seguro que Jorge te ha hablado de ti, yo soy la antropóloga. Hace un par de semanas que no sé nada de él, no contesta al móvil y en el departamento no saben donde esta, estoy bastante preocupada por él. Ni siquiera sus padres saben dónde está. El otro día encontré a uno de sus compañeros de piso y me dejo entrar en su habitación. Todo estaba colocado y en el escritorio había una carta que Jorge dejo con tu dirección escrita, cerrada y con los sellos puestos, lista para ser enviada. He decidido no abrirla y enviártela directamente.

Por favor, si sabes algo de el envía me una carta o mejor llámame, en el sobre va también muy tarjeta de presentación.

Un saludo.

Hola, amigo.

He tomado una decisión, voy a acudir al ritual que me ha propuesto el hombre de la calla ancha, con ello demostrare que tanto tu como el estáis equivocados y que todo estos no son más que alucinaciones de una mente perturbada. El velo de las creencia irracional empaña tu visión mi querido amigo, todo esto que esta pasado solo es fruto de una seria de coincidencias y lo demostrare.  Cuando alce la estatuilla en el centro del pentagrama, a la hora en que el sol se encuentra en su máximo cenit y las oraciones hayan sido realizadas según los cañones de libro sagrado para que la bestia sea liberada… NO PASARA NADA. Ni la bestia será liberada ni su alma será encarcelada en el cuerpo del portador de la figurilla. Ningún dios del fuego caminara entre los hombres, porque no existen más dios que el hombre

Un saludo mi amigo, cuando vuelva a escribirte seguramente todo ya esté solucionado.

La realidad iluminara esta ficción.

23 de Septiembre de 2014