Antonio se asoma por la borda y menea negativamente la cabeza.
- Era un buen marinero -
Grita con voz potente para que todos en el barco le escuchen.
- Tripulación, a continuar al lago -
Espero que esta aventura no sea nuestra perdición.
Maldito necio, espero que sea la próxima de las víctimas, Crom y Mitra, nos espera una noche de lo más larga...
Continuáis navegando penosamente por el lago, algunos más tristes que otros por la pérdida. Ahora los remeros apenas descansan, pues están deseando salir de este lago de pesadilla.
Dos horas antes de la puesta de sol alcanzáis una gran playa arenosa, detrás se yergue una gruesa muralla de varios centenares de metros de longitud y unos 10 metros de altura, construida con enormes bloques rectangulares de piedra cortada. En la zona central de la muralla está la fortaleza que hace de entrada. Por la zona este, la muralla parece haberse desplomado en parte.
En la playa hay tres enormes embarcaderos de granito, pero el de la izquierda está semiderruido. Parece que al final de cada muelle se levantaba un edificio, pero ahora sólo son escombros, exceptuando el edificio del muelle central que aún sigue en pie.
Suspira aliviada.
- Al fin, La Ciudad del Rey.
Mennifir os recuerda algunos de los datos que os dijo haber encontrado en lel libro de Skelos y que os describió en parte el día en que acordásteis emprender la aventura:
- Estas ruinas son todo lo que queda de lo que una vez fue la gloriosa capital de un imperio. Pensaba que podía ser Tothra la de las leyendas, pero al final ha resultado que su nombre es Atothar. Aunque algo me hace pensar que el origen de la leyenda de Tothra estaría en este imperio Atothario.
Aunque no parezca tan grande para los estándares hyborios, en su tiempo fue uno de los mayores centros de civilización. Hace incontables siglos, el reino se extendía por casi todo el mar occidental y las costas occidentales del continente.
Fue un buen reino dedicado a la erradicación de todo mal, allá donde estuviese, y duró alrededor de mil años. Al final, sin embargo, como tantos otros imperios que le habían precedido, se hundió en el polvo, e incluso su nombre cayó en el olvido durante muchos siglos, perdiéndose la localización de la isla, que no aparece en ningún mapa moderno, aunque yo conseguí en los tomos antiguos encontrar pistas que nos trajeron aquí.
La mayoría de sus riquezas visibles fueron sacadas de la ciudad por los mercantes que huyeron al final de los días de su gloria. Lo que fue dejado atrás, fue saqueado por temerarios piratas que se aventuraron en sus costas durante el siglo siguiente a su caída. Sin embargo, se dice que el tesoro real nunca fue encontrado.
Ahora debéis decidir que hacer.
El tesoro real, vaya, vaya, vaya. Ciertamente mis heridas duelen menos ahora que nos recuerdas lo que vinimos a buscar, Mennifir. Está claro que tenemos que ir por él, ¿por qué esperar?
Ansioso como siempre por encontrar un tesoro, por saquear tumbas perdidas. ¡Ay, qué tiempos aquellos! -pensó Jaya-. Aunque sus amigos no lo supieron nunca, tan sólo hubo un suspiro al final de esa idea como prueba de su anhelo.
Conan no queria llevar la voz cantante. Aquel viaje que habia empezado como un mero crucero de recreo, se habia tornado en un amargo viaje a las fauces de la muerte. No sabia cuantos mas perecerian en la expedicion, lo que tenia claro es que no queria formar parte de las bajas cuando estas se contasen.
Mejor esperare antes de mover ficha, a ver que opinan mis compañeros...
- ¿A qué estamos esperando? Este era nuestro objetivo, y por ello hemos estado viajando durante tanto tiempo. ¿Por qué esperar más?
Y da una orden a su cernícalo. Éste alza el vuelo majestuosamente y empieza a explorar el terreno.
- No quisiera pasar la noche en el barco, con esas criaturas del lago acechando. Si es necesario prefiero ir al encuentro con la muerte, antes que esperarla sentado y de brazos cruzados.
Y a continuación va a su bául a cambiarse de modelito.
Aquí la teníamos. Una ruina altiva, olvidada por el hombre y el tiempo. la contemplé durante largo, meditando acerca de las trampas o los seres que nos íbamos a encontrar tras esas murallas. Escuché a Mennifir. Conan dudaba, y Xystus todo lo contrario; Jaya también estaba ansioso.
-Tal vez, Mennifir, haya desaparecido ese tesoro. Todo aquí son rumores, vagas esperanzas por las que nos estamos jugando la vida y algunos ya la han entregado por tus sueños. No confundas mis palabras con una queja. Estoy aquí, como todos, por la riquezas que podamos encontrar. Ahora más que nunca necesitamos de tus conocimientos y sabiduría. ¿Qué hay de los trastos del viejo?
Me adelanté unos pasos espada en mano.
-Vamos,Conan, Xystus tiene razón. Mejor moverse que no aguardar a la negra dama igual que un viejo postrado en su sillón. Estad atentos a cualquier detalle, puede haber trampas, o animales escondidos. O seres como esos que nos hemos encontrado.
O algo peor...
Como Alwyn preguntó por los "trastos del viejo", os recuerdo los objetos encontrados hasta ahora:
1 daga grabada con el símbolo del báculo atravesando el signo de infinito (se la queda Mennifir si nadie se opone, ya que ella tiene habilidad con la daga, y además le interesa por su valor arqueológico)
1 espada bastarda con el mismo símbolo (en poder de Conan)
12 puntas de flecha con el mismo símbolo
1 mapa de la isla
Si váis a ir a la ciudad debéis indicarme quienes van y si se queda alguien vigilando el barco.
Alwyn irá, con mucha precaución. Supongo que el capitán debe decidir qué marineros se quedan en el barco. Martina también debería quedarse, pero a saber si la chica insiste en venir...
El gunderio preguntó acerca de las cosas del náufrago por si Mennifir guarda algo más que no sepan o entre lo que encontraron hay algo que les pueda ayudar -por ejemplo, sin en el mapa existiesen indicaciones (ocultas o no) sobre la ciudad.
Saludos!
El mapa es el que véis, no hay más indicaciones.
En cuanto a los marineros que se quedarán en el barco (si se queda alguno), efectivamente, el capitán tendría la última palabra.
Mennifir, Martina, Odo y Xystus se apuntan a la excursión de momento, y si puede ser antes de que caiga la noche mejor ya que a ellos no les gustaría ser emboscados de noche por los "besugos".
Por cierto, Guli, tu eres el arquero, así que las puntas de flecha en principio serían para ti. Si no las quieres Mennifir se las quedará como antigüedad. Blasco es el carpintero de la tripulación, y Bhimrao te proporcionará las plumas (de las aves que cazásteis en la selva). Sólo habría que buscar ramas apropiadas y emplear unas horas en fabricar las flechas.
Yo me apunto a la excursión y ayudo si hace falta a hacer las flechas, total voy a estar descansando para recuperarme. Por cierto, ¿cómo me recupero?
La curación natural, según las reglas es Endurance +1 por día de descanso completo (esto incluye viajar despacio y actividades corales y livianas). Si se hace trabajo físico más duro, sólo se cura 1 pto. por día. Los puntos se recuperan al final de cada día (vamos a suponer que es cuando amanezca y se haya dormido algo). Si se ha tenído asistencia médica con éxito se dobla la tasa de curación (y sólo se tira 1 vez por personaje y heridas recibidas en un combate concreto).
P. ej. Jayapakash tiene actualmente 4 ptos menos por heridas. Su Endurance es 1. Por lo tanto cura 2 ptos por día. Como se le ha curado con éxito (además de darle el elixir), y si está descansando cura los 4 ptos cuando amanezca.
Igual con los demás, cuando amanezca recuperáis (Endurance+1)x2.
Para ayudar con lo de las flechas, simplemente busca ramas adecuadas y pregunta al carpintero si le valen.
El cimmerio echó otro vistazo al lugar donde supuestamente estaban escondidos los tesoros. Un escalofrío le recorrió la espalda, aún recordaba las incoherencias de aquél viejo chiflado. Seguramente hacían referencia a alguna especie de bestia del Averno.
-Afilad las hojas y estad con los ojos bien abiertos, ese lugar oculta peligros que no sospechamos aún...
- Bien, si estamos preparados y decididos, adelante. ¿O preferís descansar antes? No me parece oportuno con lo que nos hemos enconrtado hasta ahora. Estamos expuestos a cualquier ataque de los habitantes que haya en la isla. Encontremos ese tesoro y larguémonos pronto.
No vamos a esperar ahora a fabricar flechas. Tengo 24 así que de momento me valen estas.
saludos!
- Partamos pues. No podremos llevar ningún marinero ya que son necesarios para el manejo de la embarcación cuando nos marchemos de esta isla infecta. -
Aunque algunos marineros protestan porque temen a las criaturas del lago, pero cumplen las ordenes del capitán y permanecerán a bordo. El barco atraca en el muelle central. Desembarcáis Mennifir, Xystus, Conan, Antonio, Alwyn, Jayapakash y Martina. Recorréis el muelle de piedra hasta la playa. Allí se levanta un edificio cuya puerta ha sido arrancada de sus visagras hace mucho. Lo inspeccionáis y huele a rancio. En su interior hay algunas redes de pesca podridas, boyas, rollos de cuerda inservibles, también encontráis una gran pila de huesos de distintos animales y de uno de los trogloditas. Conan y Alwyn distinguen algunas pisadas de lobo o algún animal parecido.
En la zona central de la muralla, frente a los muelles, está la fortaleza que contiene las puertas de la ciudad. Hay un pesado y grueso doble rastrillo de metal oxidado que está bajado. Y tras una inspección os cercioráis de que no hay forma de subirlo desde vuestra posición.
A cada lado de la puerta hay una inscripción grabada en varias lenguas, una de ellas es Argóseo antiguo, que Antonio y Mennifir pueden leer sin problemas:
"Más allá de esta puerta ningún horror mora,
ni seres impíos, ni licántropos, ni criaturas malvadas
reptan o merodean detrás de estos muros.
Lobos, demonios, y todos los engendros del abismo
y seres decadentes que aquí moraban
han sido destruídos o expulsados allá afuera.
Permanece tranquilo, cauto peregrino
porque aquí no hallarás criaturas con intenciones malvadas
dentro de la Ciudad del Rey.
Descansa pues, cansado viajero, en la casa de algún bondadoso señor.
Porque Omnibelgior gobierna aquí, con su corona y su espada."
FIN DEL CAPÍTULO