Partida Rol por web

—¡Espera Orphea! ¡Fue un accidente, queríamos liberarle! ¡Y fue cosa de Kei! ¿Orphea? Mierda...— clavo una mirada seria a Kei y le señalo con el dedo —Por tu culpa tengo que confesarme ante mi diosa por cargarte al hombrecillo de barro. Ya puedes ir pensando en cómo vas a compensármelo.

Tras estar seguros de que estamos a una distancia prudencial, me detengo.

— Ya estamos aqui... por fin estamos seguros. O eso parece. Soji ¿Me ayudas con cierta cosa?

Y de mi mochila, saco los restos del pobre hombre-roca

— Se que ha sido por mi culpa. Quise liberarle, y sólo acabe destruyendole. Me siento fatal. Al menos, vamos a dejarle que descanse en paz, libre.

Y a la sombra del árbol más orgulloso que encuentre, cavo un agujero. Lo más profundo que pueda, y deposito dentro los restos del pobre hombre-piedra. Luego busco las rocas más planas que pueda, y las pongo marcando el borde del lugar donde descansa.

— Ainri, tu eres natural de esta zona ¿Podrías decir algo por él?

Airi asiente y responde a la petición de Kei, intentando consolarlos, viendo lo afligidos que están.

—Bueno, se trataba de un gnomo de arcilla, haces bien en enterrarlo así, sus restos se mezclarán con el suelo y con el tiempo podrá renacer.

Entonces se pone de rodillas junto a la sepultura y reza en un idioma melodioso que nunca han escuchado antes, parece como una especie de latín.

—Descansa, amiguito, ya llegará tu momento de regresar a este mundo; ten dulces sueños mientras tanto.

Y se levanta.

—Em, ¿seguimos viaje? Debemos llevar al señor Punyuru con papá cuanto antes.

¿Podrá renacer? ¿Seguro? Entonces eso es un alivio. No será el final para el pobre Gnomo entonces. Aunque me sienta mal haber conseguido liberar solo a cuatro. 

— Tienes razón, Airi. Mejor acelerarnos. Soji ¿Te sobran hechizos o vendas? Lo veo muy debilitado.
> Y una cosa, antes hablaste de tu padre, y de como te separaste de el y de su grupo ¿Puedes contarnos quien eres, y quien es tu padre? No me digas que eres La Princesa Airi.

Me estoy imaginando que como REALMENTE sea "La Princesa Airi, hasta mi querida Yoshitsune se va a reir de mi. Si es que...

Mientras Kei habla con Airi yo intento hacer algo por Punyuru, aplicándole conjuros curativos. Me está costando trabajo, pues al sanarme en aquel campamento me alejé un poco de Orphea.

—Sí, estoy en ello— digo un poco frustrado ya que me está costando obtener resultados.

Si mis conjuros no funcionan tendré que recurrir a alguna de las pociones. Y si logro estabilizarle la próxima en recibir mis atenciones será Kokoro.

— Soji, te juro por Tutatis que me lo estoy viendo venir. Que Kokoro es capaz de despertarse justo cuando estemos a las puertas de Épinne, y que se queje de que el viaje ha sido muy violento, o que tiene hambre

Sep, me lo veo venir

— Sólo por eso, se merece que le demos Faisán Trufado al Señor Punyuru, y friskies caducados a Kokoro ¿que te parece? — digo en tono de broma, con total confianza en los nuevos super-poderes de Soji

Con dificultad logro que el conjuro se aplique en el nekomata, pero no mejora mucho. Tendremos que darnos prisa y encontrar al padre de Airi.

—Sí, se va a quejar un montón cuando hemos sido nosotros los que han hecho buena parte del trabajo duro— me giro hacia Airi y le dedico una sonrisa —Tú nos has ayudado mucho, Airi. Gracias.

Me acaricio el mentón pensando en la propuesta de Kei.

—Parece que quieres escucharla quejarse todo el rato. La comida caducada te la tirará a la cara. Si es lo que quieres, adelante.

Airi ríe divertida ante las ocurrencias de Kei.
—No, no soy ninguna princesa. Papá se llama Zellos, es el clérigo párroco de Épinne y también dirige el gremio de aventureros junto con tía Selina. No me separé de su grupo, hace años que él no sale de aventuras; me separé de mi grupo, fue un accidente, era nuestra primera misión y... espero que no me regañen mucho.
La elfa se adelanta dando algunos saltitos y camina de espaldas, mirándolos a uno y al otro.
—¡No me lo agradezcan! ¡Soy yo la que está agradecida y mucho! ¿Son aventureros ustedes? Supongo que dieron conmigo de casualidad, rescatando a vuestra amiga.

Miro a Kei y luego a Airi.

—La verdad es que teníamos planeado apuntarnos en el gremio. Fue una suerte que buscando a Koko diéramos contigo pero igualmente te habríamos ayudado— admito rascándome la cabeza.

Aprovecho que estamos relajados para atender las heridas de Kei y luego revisar la salud de Kokoro. Cuando todo esto esté en orden yo seré el último en sanar mis heridas. Pero buff, me está costando ahora lanzar los conjuros. Espero que la próxima vez que comulgue con Orphea ella no siga molesta por lo ocurrido con el hombrecillo de barro. Jolines, que yo no hice nada ni tengo la culpa.

Tras que Airi dice eso, se me caen de las manos tanto la Yoshitsune, como los restos inútiles de mi escudo

— ¿Eres la hija de ESE Zellos? ¡El mundo es un pañuelo! Justamente, a él es a quien estamos buscando. Venimos desde Dustrun.
> Sinceramente, creo que esto habría que celebrarlo. O lo haríamos si tuviesemos algo más para comer que raciones secas, agua, grano, y la cola de Kokoro.

Y mientras la cargamos, bromeo un poco

— ¡A veces pienso que simplemente la llevamos como comida de emergencia! ¿Por que no le cambiamos el nombre de Koko-Chan a Menchi-Chan? — digo en un tono jocoso y nada serio.

Tras ver las heridas de Soji, saco gasas y pomadas que compré en la tienda

— Anda colega, ven... Te voy reparando las heridas, que parece que te han golpeado bien. A ver, repasemos, noquee al guardián de la Jaula, al jefe ogro, al que me atrapó...

Sep, midiendonos a ver quien es más bruto-man de los dos

Me giro como un resorte hacia Kei. Puede ver en mis ensombrecidos ojos una expresión terriblemente amenazante.

—A Koko no se toca. Será todo lo molesta que quieras, pero sigue siendo mi hermanita no-médico que nunca tuve.

Sé que Kei solo lo dice de broma, pero se está pasando un poco con las bromas hacia Kokoro y me empieza a molestar. Que es solo una chiquilla y está llevando muy mal todo esto.

— ¡Vale hombre vale! Ya sabes lo que dicen: Un amigo es el que te dice lo mismo a la cara que a tus espaldas ¡Y no iba a dejar pasar la ocasión de hacerle chistes de gatitos! Si ella lleva haciendo chistes a nuestra costa desde... desde... ¡Desde que nos conocimos!

Sep, está claro. Está clarisimo. Soji y Koko se sientan bajo un árbol, y todas esas cosas. Le dedico una mirada cómplice a Airi. Mejor les dejamos luego solitos a los dos. Que son una parejita

—Bueno, seguramente mis amigos habrán puesto un encargo, alguien hubiera venido, pero podría haber sido demasiado tarde. De nuevo, gracias, muchas gracias Sojiro, gracias Kei.
—¿Ee, hay otro Zellos? —pregunta Airi confundida—. Yo sólo conozco a papá.

Los mira un rato discutir sin comprender mucho sus expresiones, hasta que cuando tiene la oportunidad exclama a la respuesta de Kei.
—¡Son citadinos! ¿Qué se cuenta por allá? Hace muchísimo tiempo que no vamos, extraño mucho a tío Ozax, viene sólo los fines de semana y a veces el trabajo lo tiene atrapado allá incluso esos días, ¿le conocen? Es un hechicero muy pero muy guay y nos hace trucos y fuegos artificiales siempre que viene y... perdón, me emocioné.

—¡Es genial que se apunten al gremio! Somos muy poquitos, la mayoría son viejos aburridos y no hay nadie de nuestra edad. Mis amigos y yo somos los más jóvenes por lejos, el pequeño Vastin apenas tiene ocho y ya arroja unas bolas de fuego que dan miedo.
Abre los brazos, indicando exageradamente el tamaño. Se la nota muy feliz de haber sido rescatada y no para de hablar.

—Que sí, que sí, pero guárdatelos para cuando ella esté despierta, que no tiene ninguna gracia hacerlas cuando está dormida. Y gracias por la venda.

Quizás me mosqueé en exceso. Quizás ya estaba mosca porque salí muy golpeado. Quizás estoy molesto porque no sacamos nada de utilidad de esa experiencia. Ni nada de valor. ¡Quería un martillo que soltase chispas de verdad!

—Perdona tío. Estoy cansado y hace poco vi mi vida pasar cuando ese ogro quería estrujarme hasta hacer zumo conmigo. No me encuentro de humor para chistes. Aunque no estoy tan para el arrastre como ese ogro. ¡Cómo lo destrozaste!

Me giro al escuchar a Airi mencionar a Ozax.

—Sí, le conocemos. De hecho fue él quien nos recomendó que fuésemos al gremio de tu padre. Es un tío legal— comento evitando cualquier mención sobre el incidente que tuvimos con el rey y cierto color, sin darme cuenta de que mi símbolo sagrado está a la vista desde hace un buen rato.

Sonrío al ver el entusiasmo de Airi hablando del gremio y sus compañeros. Me alegro de haber podido salvarla.

—Seguro que Koko podría aprender de él un par de cosas. ¿No crees Kei?

Desde luego, el mundo no es que sea un pañuelo. Es que es un pañuelo MUY PEQUEÑO

— Precisamente es Ozax, el Mago de la Corte, quien nos envia. Dijo que era bastante importante que nos encontrasemos con tu padre, con Zelloss. Tenemos una cosita linda para él — digo recordando la carta con una "O" que nos dió. Seguramente su firma. Una carta de Ozax para Xelloss

— Nos uniremos al gremio, pero de veras, no me sentiré bien hasta que Punyuru recupere el color, y hasta que podamos rescatar a todos los demás que tenian presos ¿Es tan normal que se compren y se vendan a las Neko-Girls? — Lo cierto es que hasta ahora no lo habia pensado, pero si se pueden comprar y vender esclavos, este mundo está más podrido de lo que pensaba.

Cita:

— Ya fuera de bromas, Koko lo está pasando REALMENTE MAL. Tu y yo nos hemos adaptado fácilmente a esto. Pero me da pena ella. Aunque su magia es muy chula, siempre parece que esté sufriendo aqui.

> Me alegro que haya estado inconsciente durante toda esta pelea, y que no haya tenido que ver tus heridas. — digo revisando el vendaje que te acabo de poner — Tenemos que volver a casa. Por ella, al menos.

A mí me pone enfermo solo la idea del comercio de esclavos.

—Al parecer la gente se pirra por las esclavas nekojin, me suena de haberlo escuchado.

Seguro que Kei y yo estamos pensando ahora mismo en la misma cosa: este mundo está muy podrido si permiten estas cosas. Y me da reparo preguntar a Airi sobre las elfas esclavizadas, pues viéndola me imagino lo peor. Ya ni me imagino a Kokoro en manos de los malditos lolicones.

—Sí, Koko lo está pasando muy mal—asiento con la cabeza cuando Kei menciona que lo mejor era que hubiese pasado lo de la pelea estando inconsciente. Mejor que se ahorre ese trauma —Sí, hagamos lo necesario para que podamos volver a casa lo antes posible.

Es mejor cambiar de tema. Si seguimos pensando en esclavos, y sobre todo en esclavas y lo que mencionaron acerca del destino que le esperaba a Kokoro, soy capaz de volver al campamento de los bandidos, y esta vez no me contendré.
No me detendré hasta acabar con el último de ellos.

— En fin Airi. Hablanos de tu gremio ¿Cómo se llama? ¿El Gremio de Airi? ¿Los heraldos de Zelloss? ¿Club de Fans de Kei?—  y tras esto, hago una exagerada pose.

Airi ríe de nuevo con Kei, prefirió no emitir opinión sobre lo que hablaban y el cambiar de tema la puso menos tensa.
—No, no se llama así. El nombre del gremio es Sol Plateado. Papá quería ponerle Sol Dorado, él y tío Ozax tuvieron un duelo para decidir el nombre, pero tío Ozax ganó por muy poquito y bueno, pues así se llama.

—Si se registran podrán vivir allí, aunque no muchos lo hacen, puesto que pasan todo el tiempo viajando y cumpliendo encargos, actualmente sólo vivimos allí los novatos, que tenemos todos nuestras misiones por los alrededores. Hay muchos servicios útiles, tía Selina cocina delicioso y mantiene las habitaciones muy muy limpitas y ordenadas, además tenemos laboratorios de alquimia y ¡ah! el señor Ulfsark podría reparar tu escudo, o tal vez ofrecerte uno mejor, ¡hay descuentos para los aventureros del gremio! Es para compensar la mensualidad, pero a la larga salen ganando, si hacen muchos encargos y les va bien.

— ¡Pues perfecto! — declaro  — Sol Plateado ¡Allá vamos! Un lugar al que llamar hogar, y en el que no te miren mal, Soji, por ser rubio.

Saco el mapita que he ido montando rápidamente, con cada pequeño apunte que he ido teniendo. La idea de tener una pequeña base de operaciones, 

— Por cierto, Dustrun tiene su universidad y su coliseo, pero ¿Que otras cosas hay en este mapa que nos dio Ozax? Me refiero a esta casita junto al lago, o a estas construcciones hacia la izquierda de Dustrun. A la larga, seguro que nuestras aventuras nos llevarán mucho mas lejos.

—Ese es el astillero. —Airi se pone en puntas de pie para asomarse por encima del hombro de Kei, señalando el edificio a medio camino entre las dos ciudades—. Y la posada "Barracuda", que es el lugar de descanso para muchos comerciantes y marineros. Ahora que lo pienso, ¿por qué optaron por atravesar el bosque, teniendo un camino en muy buen estado? Hubieran podido descansar allí calentitos.
—Eso otro es el Seminario de Santa Helena, allí se instruyeron papá, tía Selina y tío Ozax, se graduaron de muy jóvenes los tres, ¿saben? Dicen que papá comulgó con Uvborh por primera vez a los cinco años, es todo un prodigio.