Partida Rol por web

Tras la respuesta de Lance, que me parecía tan buena como cualquier otra, me quede mirando fijamente a Vivienne para que dijera si estaba de acuerdo o no con aquel camino.

Esta vez no pensaba dar mi opinión hasta que ella diera la suya para que no nos volviera a pasar lo mismo de que se sintiera menospreciada.

Niego con la cabeza en respuesta.
—No logro ver nada —les digo, preocupada—. Y no sé si es por sobresaturación de información o porque realmente no hay nada y las criaturas aún están lejos.

Lo que me dicen de la comida me deja feliz, pero no quiero desconcentrarme pensando en las cosas que podría preparar, hay que concentrarse en este momento y que este viaje salga bien.
—No importa el camino que tomemos, porque puede que al final acabemos recorriendo los tres. Lo importante, sí, es buscar alguna forma de no perdernos. Puedo dejar una marca luminosa. El problema es que la vería todo el mundo y llamaría demasiado la atención, pero como ventaja, creo que nadie la podría mover de su lugar... espero.

Con una ruta finalmente decidida por Lance ya que la petición del Clerigo a su diosa no pareció dar resultado empezasteis a caminar, según la información de Aranis hasta que no llegarais al quinto piso solo debería haber cuatro criaturas: Goblins, Kobolds, Lagartos y Ranas. De estos enemigos ya os habíais encontrado con los tres primeros en vuestra anterior incursión pero no habíais tenido el placer de conocer al último.

Con Lance en la Vanguardia empezasteis a recorrer aquel pasillo. No era muy diferente a los recovecos laterales de los pisos que ya habíais explorado aunque en vuestro recorrido no tardasteis en llegar a una bifurcación en dos pasillos del mismo tamaño. Era evidente que aquel lugar había sido también denominado como laberinto y habíais empezado a comprender por qué. Si alguno de aquellos dos pasillos finalmente desembocaba en alguno de los que en vuestra primera decisión habíais descartado la tarea se complicaría.

Pero aquella idea no se mantuvo mucho en vuestros pensamientos ya que del pasillo a la izquierda en aquella nueva bifurcación escuchasteis un ruido, un ruido ya característico de vuestra anterior incursión, un ruido de rocas golpeando entre sí, el nacimiento de criaturas en el calabozo. El que tipo de criaturas era un misterio aun, pero los ojos de Vivienne pudieron identificar su número cuatro destellos de las piedras mágicas que llevaban en el interior indicaban que se habían generado esa cantidad de criaturas.

Parecía que aún no os habían detectado y podríais tomar el otro camino pero estabais allí para entrenaros y ganar dinero quizá más que huir lo conveniente sería tomar una estrategia a seguir.

Alzo mi arma mirando a mis compañeros ¿Seguimos siempre por la derecha para intentar no perdernos o vamos a la izquierda a seguir intentando perfeccionar nuestra formación?

Yo creo que combates no van a faltarnos, si no vamos a este encontraremos otro en 10 minutos, pero no tenía objeción en ir a cada combate que podamos para intentar ganar cuanta más experiencia mejor.

Cuando se nos presenta esta dicotomía y nos frenamos, de pronto me llevo la palma a la frente.
—¡Pero claro! Qué tonta soy, cómo me olvidé.
Doy un paso adelante y me giro hacia los chicos.
—No me di cuenta de traer algo para escribir, perdón. ¡Podríamos haber ido mapeando el lugar! —Doy un suspiro, dejando caer los hombros—. Ahora ya no vamos a volver, perderíamos demasiado tiempo. Quedará para la próxima.

—Opino que aprovechemos los combates, si por ahora es todo solamente izquierda y derecha, de eso puedo acordarme. —Vuelvo a sonreír, que se venga una pelea con monstruos para probarnos me ha devuelto los ánimos—. Aprovechemos a ganar toda la experiencia y dinero posible, que es para eso que venimos, ¿no? Con mi detección no nos sorprenderán y Lancy se los cargará ni bien aparezcan. Y de cometer algún error, Gerurun nos sanará con su poder.

La idea de Vivienne no era mala, pero también había que considerar que era muy llamativa, no sabía acerca de que los monstruos tuviesen la suficiente inteligencia para usarlo en su contra, pero los aventureros eran otro tema.

-Guardatelo de momento, con la subida de piso a la vista al menos esta encrucijada no lo necesita.- No descartaba que acabasen necesitándolo pero prefería guardarlo para más adelantes.- Mejor usar esa marca cuando estemos realmente perdidos...

[…]

Ante el crujido de las paredes, Lance que dirigía dio la vuelta para mirar a sus compañeros y confirmar que todos estaban de acuerdo en dirigirse al combate, y por suerte, el resultado parecía unánime.

-Intentaré mantenerlos a raya todo lo que pueda, pero si alguno me pasa centraos en eliminarlo antes de apoyarme,.- Al contrario que en la primera incursión donde había pivotado entre vanguardia y retaguardia según necesidad, la falta de personal seguramente lo dejara fíjo en el frente.- Viv, si localizas algún enemigo invisible prioriza cargartelo si ves que nosotros no podemos...Os confío mi espalda asique intentad no golpearme ¿vale?

Y con aquellas premisas en mente el grupo avanzo hacia las criaturas del calabozo. No tardaron mucho en recorrer la zona y llegar hasta ellas. Asi, en medio del pasillo encontrasteis dos kobolds junto con la única criatura de esos pisos que aun no habíais encontrado, una rana gigantesco de casi del tamaño del enano con un solo ojo en el centro de su cara.

Tan pronto como os distinguieron los kobolds se giraron hacia vosotros empezando a correr, gruñendo con intención de atacaros, pero no fueron los primeros en atacar, desde detrás de ellos la rana soltó un fuerte croar antes de hacer que su lengua saliera disparada hacia Lance como si de un proyectil se tratara.

En la parte posterior del grupo la maga no tardó en darse cuenta en la falta de uno de los objetivos que había detectado y con su visión pudo detectar como uno de esos peligrosos lagartos a los que habían enfrentado el ultimo día estaba totalmente quieto pegado al techo del corredor encima de la rana. Probablemente esperaría allí hasta que uno de los incautos aventureros se acercara

—Jeje, claro que no te golpearemos —le respondo a Lance con una risilla—. Aunque debería darte unos coscorrones por ser tan borde conmigo. —Le guiño el ojo—. Serán sin querer, ¿eh?

Viendo que se manda a la refriega, me quedo detrás para cubrirlo y es entonces que veo que algo anda mal.

—¡Ojo arriba! —exclamo con firmeza. Al momento de pelear, mi semblante cambia completamente, mucho más seria y decidida.
Arrastro un pie hacia adelante para montar impulso y extiendo el brazo, cargándolo de energía.
—¡Magic shot!
Y de mi mano sale un relámpago que va a dar al lagarto que acechaba peligrosamente sobre el techo. La sacudo para quitarme el entumecimiento de la electricidad y desenfundo inmediatamente el estoque, que viene siendo hora de estrenarlo.
—Muy bien, Gerurun, ¿nos encargamos de los que sobrepasen la línea de Lancy?

Parecía que la situación iba a ser la que manteníamos desde la entrada aquí. Lance intentaba mantener el enfrente mientras Vivienne, iba atacando con su magia y yo intentaba dar apoyo como línea intermedia, moviéndome entre retaguardia y vanguardia para que a Vivienne no la atacaran y a Lance no lo sobrepasaran en más de 3 vs 1.

Hecho contesto a la maga completamente motivado.

Era complicado mantener aquel ritmo con tanto movimiento para un enano de patas cortas pero me estaba esforzando en dar lo máximo de mi.

En el momento en que los dos kobolds atacaron pensé que Lance no podría protegerse de los dos al mismo tiempo, además del ataque a distancia de la rana gigante, y decidí ir con mi arma ya preparada a soltar el primer guantazo al que, parecía, iba a sobrepasar a mi compañero para venir a por nosotros. Sin embargo me desbalanceé por algún motivo que no sabía identificar y daba toda la impresión de que aquello no iba a acabar como yo esperaba...

Con Vivienne ocupandose de los enemigos camuflados y Gerda cubriéndole la espalda de cerca, Lance ignoró por un instante al lagarto y los Kobolds aun alejados para centrarse en el nuevo tipo de enemigo. Aquella rana había optado por lanzar un ataque a lo que parecía una distancia segura, eso claro, si se obviaba que seguía atacando con una parte de su cuerpo.

-¡Te tengo!-Sin que este detalle fuera pasado por alto el guerreo balanceo la alabarda dispuesto a rebanar la fuente del ataque y hacer que se arrepintiese de haberlo intentado, antes si quiera de que la lengua llegase a alcanzarlo.

Y así el combate comenzó de manera rápida. Un primer relámpago ilumino la sala saliendo de la parte trasera del grupo e impactando contra aquel lagarto camuflado. Poco más pudo hacer que soltar un siseo antes de caer chamuscado contra el suelo

No mucha mejor suerte tuvo la rana cuya lengua fue cortada en dos partes. Haciéndola retraer rápidamente debido al dolor mientras el trozo de apéndice dividido aun coleteaba con unos últimos reflejos nerviosos en el suelo auguraba buenas noticias para los aventureros.

Desconocían si era únicamente su sensación pero aquellas criaturas parecían mucho más débiles de lo que recordaban. Uno solo de esos lagartos había aguantado varios golpes el día anterior y algo os hacía pensar que aquella rana era más peligrosa de lo que ahora percibíais. Después de todo incluso a la velocidad que se había movido su lengua Lance no había tenido problema alguno en cortarla en el aire.

Todo iba correctamente al menos hasta que Gerda rompió la posición avanzando para enfrentarse a los kobolds que avanzaban. Quizá los nervios, el fogonazo de luz o los movimientos de sus compañeros lo distrajeron, pero sus pies tropezaron haciéndole inclinarse adelante y caer sobre la espalda de Lance golpeándolo y desequilibrándolo.

Lance tuvo que avanzar un par de pasos aun confundido del golpe por la retaguardia que le había llegado y Gerda, aun sin poder recobrar el equilibrio totalmente acabó de bruces contra el suelo.

Los Kobolds al ver aquello no dudaron en lanzarse hacia la que parecía la mas indefensa del grupo. Sin dar tregua alguna saltaron hacia Vivienne con intención de infringirla el mayor daño posible con sus caninos. Los colmillos de las criaturas se clavaron simultáneamente en uno de sus brazos y en su abdomen y, si bien sintió la presión, no noto dolor provocado por ninguna de las fauces.

Ambos Kobolds parecían roer la nueva túnica de la maga, realizada con piel de esas mismas criaturas, sin resultado alguno. El que habia mordido su brazo le hizo bajarlo por el peso de su propio cuerpo y el que roía en el costado parecía no entorpecer a la maga, a excepción quizá de la repugnancia de la saliva que salía de su boca mordiendo la túnica.

Mi tropiezo hace que mi cara se torne blanca mientras miro las consecuencias de mi error sin poder reaccionar. Es como si volviera a sentir la mirada de decepción de mi madre cada vez que decía que sería aventurero y estas acciones la dieran la razón.

Me levanto despacio, en shock, sin saber que hacer en ese momento y, cuando quiero lanzarme al ataque, veo que ni si quiera tengo mi arma en las manos.

Mis vista se nubla durante unos instantes mientras busco desesperado mi martillo con los ojos vidriosos.

El golpe por la espalda le había echo perder el equilibrio, y la confusión había echo que no pudiera reaccionar en lo más mínimo cuando ambos Kobolds pasaron por su lado. Cuando por fin pudo darse cuenta de lo que había pasado, giro a toda prisa para vislumbrar la escena de unos perros que apenas eran una amenaza contra Viv y un enano que buscaba desesperado su arma por el suelo, no pudo sino cabrearse y perder el hilo racional que apuraba a liquidarlos cuanto antes.

-Estais jodiendo conmigo…- La expresión del guerrero se había ensombrecido mientras con el pie levantaba el martillo del enano y acto seguido se lo lanzaba a los pies- Gerda empieza a mover el culo hacia la rana...Y vosotros perros de mierda teneis huevos de darme la espalda...- El echo de que no estaba gritando era lo que recalcaba su enfado por la situación, y mientras se acercaba a la posición Vivienne el echo de que los perros siguieran ignorándole lo molestaba aun más.

Con el rostro ensombrecido y los ojos brillando en rojo, levanto el brazo donde me está mordisqueando frenéticamente la criatura, para, acto seguido, estamparla contra la pared con ese mismo brazo y ensartarle el estoque en el medio del torso.
—Lo siento, no me gusta que me babeen, me da asquito.
Mientras los chicos se recomponen, me quedo atenta a los alrededores para evitar sorpresas.

—Iba a proponer bajar ya un piso más, pero viendo lo visto... quizás convenga practicar otro poco antes de incrementar la dificultad —comento con seriedad, sin apartar la vista del techo—. ¿Les parece bien?

Los fallos del equipo seguían sucediéndose. Los Kobolds parecían ignorar a un Lance demasiado furioso como para medir sus actos, el “pase” de martillo hacia el enano había errado ya que no había tenido en cuenta la altura del receptor, provocando que el mango del arma golpeara en su cabeza y revotara en dirección contraria a una rana deslenguada que empezaba a saltar huyendo de aquel lugar.

Los lobos no parecían tener intención de soltar a su presa y uno encontró su final debido a ello siendo estampado y ensartado contra el muro mientras el otro seguía royendo sin éxito alguno las nuevas ropas de la maga. Quizá sus colmillos no acababan de profundizar en el ropaje, pero la cantidad de saliva que se almacenaba en la ropa era evidente.

Puede verse una lagrima caer por mi mejilla cuando el martillo impacta sobre mi cabeza. Sin embargo, rápidamente me recompongo agarrando mi martillo con una mano y, secándome la cara con la otra, me lanzo gritando hacia el Kobold que quedaba para golpearlo en su torso y que suelte las ropas de mi compañera.

—Gracias, lindo —le digo sonriente a Gerda cuanto me quita el bicho de encima.

Me da un asco tremendo la baba y estar sucia, pero se soluciona fácil, con magia, luego de que acabemos con esto.

Adelanto un pie, arrastrándolo y formando un semicírculo, a la vez que junto mis manos a un costado para generar una bola de energía con ellas. Cuando ya tiene un tamaño bien bonito, estiro los brazos hacia adelante, gritando el nombre del conjuro y enviando una fuerte ráfaga de energía hacia la rana que estaba huyendo.
—Jolines, que cada valis cuenta, de los que podamos conseguir aquí. —Mantengo la sonrisa, pero mi semblante se ha vuelto más tenebroso—. Que no se escape nadie, ¿sí?

Con los enemigos desapareciendo Lance se echó la mano a la cabeza suspirando, Vivienne parecía de alguna forma reprocharles y no le faltaba razón. Mientras se calmaba era consciente de que su forma de actuar por el cabreo era tan culpable como el tropiezo de Gerda y por tanto, no merecía decirle nada más al enano. Era bastante decepcionante haber perdido así la calma...

-Mia culpa.- Respondió hacia el semblante ensombrecido de la elfa mientras se movilizaba hacia los restos de la rana*.- Cazar algo más por aquí antes de bajar, no suena mal del todo...

Con cierto pesimismo grupal ante como se había afrontado la situación de lo que debería haber sido un grupo de enemigos fáciles terminasteis de recoger el botín. 

Erais conscientes y lo habíais notado, los enemigos eran mucho mas débiles que el día anterior, pero vuestra coordinación resultaba un problema grave. Con aquello en mente decidisteis manteneros un tiempo más en aquel piso para pulir aquellas asperezas que se encontraban en vosotros como grupo.

Después de un par de combates más finalmente os fuisteis acomodando a aquella estructura de asaltar el calabozo con un grupo más pequeño que el día anterior. Lance parecía manejarse bien en la parte delantera del grupo cubriendo una gran zona con su arma e impidiendo que la mayoría de los enemigos le sobrepasaran mientras que Vivienne le apoyaba desde atrás con los hechizos mágicos de su repertorio. Sus ataques eran poderosos, pero resultaba evidente que estos la dejaban en gran medida desprotegida ante ataques.

Gerda por otro lado servía de columna del grupo, encargándose de aquellos que pasaban la línea de Lance o defendiendo a Vivienne de los ataques de la retaguardia demostró que el aguante y resistencia física innata de su raza hacia que no tuviera problemas de cansancio apoyando a ambos lados cuando era necesario.

De esta forma practicando, tras un movimiento del arma de Lance derribando tres goblins de golpe visteis como ante vosotros se encontraba la bajada al siguiente piso. Aunque fuera una práctica, aquellos enemigos eran demasiado débiles y lo sabíais, vuestras miradas se cruzaron durante un momento haciéndoos la misma pregunta pero antes de que ninguno dijera una palabra un gruñido de tripas sonó desde vuestro grupo. Habíais estado practicando bastante tiempo y si bien para vosotros era difícil decir cuánto tiempo había pasado, vuestros estómagos aun tenían la rutina de la superficie.

Al escuchar el coro, no muy angelical, del unísono de nuestros estómagos retumbando en las cavidades de aquellas paredes, freno en seco para exclamar:

¡Hora de comer!

Para acto seguido sacar las raciones de viaje que me habían confiado mis compañeros y disponerme a distribuirlas entre los tres.

Mientras todos recargábamos el vacío energético que el esfuerzo y el trabajo en grupo había dejado en nuestros cuerpos comento:

Esto ya parece algo más propio de un grupo de aventureros hecho y derecho, empezamos a funcionar por fin mucho mejor. Yo creo que podemos seguir bajando, después de comer. ¿Qué os parece?