Partida Rol por web

Haruko estaba aterrorizada con las imágenes de la televisión, hombres comiendo hombres, matando pero sin ningún sentido, no sabía que pensar en lo mas mínimo, se la pasaba los días tratando de no salir de su casa, era el lugar más seguro, por el momento. Luego de un par de días lo inevitable sucedió, los hombres que comían hombres empezaron a comerse a un vecino, Haruko lo vio todo desde la ventana de su casa, tuvo tanto miedo que su única reacción fue soltar un grito y tomar un cuchillo, sin saber lo que había provocado en ese grito.

Las criaturas al escuchar los gritos del interior de la casa comenzaron a golpear con gran fuerza la puerta para tumbarla.

Al momento de gritar, pienso: Debo salir de aquí y rápido. Mientras tanto, lágrimas y gotas de sudor caen de mis ojos y cuerpo. Comienzo a sentir un calor intenso que me consume. Rápidamente decido buscar mi morral, hecho lo que encuentre para poder alimentarme en el futuro. Tomo mi cuchilla, me abrigo bien y me preparo para huir en el momento exacto. Busco una posición estratégica de mi casa y observo los movimientos de aquellos seres. Me pasa por la cabeza el recuerdo de ciertas palabras de mi padre, las cuales hacen sentirme un poco más segura, aunque mi miedo es más fuerte, y más triste por no saber donde se encuentra.

- Al parecer no podré escapar por enfrente - Pienso.

Me dirijo hacia la puerta de atrás. Tomo la manilla de la puerta, temblorosa, y abro aquella puerta esperando que no estén las criaturas esperándome.

Al abrir la puerta Haruko observa para su suerte de que no hay ningun ser de esos, entonces sale corriendo a toda prisa por la puerta trasera. Corre tan rapido como sus pies y resistencia le dan.

Haruko comienza a correr a una velocidad normal  y al parecer tiene una buena resistencia, sin embargo, luego de pasar dos cuadras se detiene frente a un edificio, sin notarlo de un edificio a pocas calles comienzan a salir una cantidad impresionante de esos seres rabiosos, Haruko piensa que lo más seguro seria ingresar al edificio, pero medita sobre ello por unos segundos.

- Mierda, estoy acabada - pienso.

Más allá puedo divisar una horda de esos seres, y pienso en entrar al edificio de mi lado.

- No quiero ser descubierta, amo mi vida y amo demasiado a mi madre como para morir aquí - pienso.

Me acerco aquel edificio, miro su impresionante altura. Comienzo a caminar hacia su interior tratando de no hacer ruido.