Partida Rol por web

Os encontráis de nuevo en Little Goat Diner, una semana después de los hechos, con Joe Cabot. Sostiene la nota que encontrásteis de Clyde Baughman y el cuchillo de hierro con empuñadura de hueso.

- Tras la muerte por cáncer de su mujer, a cuyo entierro por cierto asistí, Clyde no volvió a ser el mismo. Él, que había sido un agente ejemplarmente estoico, no soportó la marcha de su mujer.

-Como agente Clyde participó en varias operaciones. Una de ellas, en plena selva amazónica, estaba relacionada con cultos vudú procedente de antiguos esclavos negros. Era un culto relacionado con la comunicación con los muertos y la resurrección. Todo apunta a que el señor Clyde usó algo que había aprendido para traer de vuelta a su mujer, robó el cadaver y practicó un ritual que reanimó el cuerpo. Con todo lo que él sabía, el dolor por la pérdida de Marlene debió ofuscarle. Él sabía que no se puede volver de la muerte. Fuese lo que fuera el ente que habitó el cuerpo de Marlene, su origen es más oscuro y malvado. Clyde debió darse cuenta demasiado tarde para dar marcha atrás, pero a tiempo para encerrarlo cuando el ente aún era débil. Supongo que Clyde no tuvo valor para destruirlo.

-Nuestros agentes informáticos analizan las grabaciones de las cámaras de la zona por si el ente se deja ver, aunque las posibilidades son bastante escasas.

-Lamento haberos puesto en peligro en vuestra primera misión como agentes. Esto ha sido totalmente inesperado.

Llega Francine para tomaros nota.

-Querido Cornwell, pídete una cerveza, pero de las gordas, que la ronda la pago yo. Venga, que coño, Francine, cariño, traete una ronda para todos, que paga el tito McMurtry hoy. Contigo me la tomo luego, ya sabes.-dijo mientras guiñaba el ojo.

Por dentro McMurtry no se sentía bien. Sabía que se había empeñado en mirar en la fosa y sabía de sobra que mirar de más en este trabajo, podía significar cosas y hechos. Cosas y hechos malos. No quería ni pensar donde estaría aquel ente, ni que podía hacer si se encontraba con otras personas.

Había comprendido por qué aquel sitio no olía tan mal como debiera. Se ve que los "resucitados" al menos los que lo hacen por el arte vudú no tienen que hacer sus necesidades y a pesar de estar corruptos son bastante limpitos.

Miró a sus compañeros, con los que había trabado buena amistad, sobre todo con Cornwell. Era un tipo con los que da  gusto perder una cerveza. Decidió tomarse las cervezas con sus compañeros e ir a ver que tal andaba su hermano y su perro, las personas que le hacían volver a la realidad y pensar que en el fondo el mundo no era tan malo como él sabía que era.

-No suelo beber... cerveza como diría cierto transilvano. Pero la ocasión lo merece. Alcanzadme una de esas. A continuación miró al soldado y a continuación al resto.

Como científico no puedo sino simpatizar contigo, Mc Murtry. No hay nada comparable a la incesante sed del conocimiento. Yo mismo sentía deseos de saber qué había en el pozo. No te tortures. Aunque parece que con Delta lo que sabes puede matarte.

Schell se detiene un momento para beber un pequeño sorbo antes de levantar la mirada y dirigirse a todos los presentes.

Pese a las actuales circunstancias, diría que ha sido casi divertido. Y me ha permitido salir del observatorio por unos días. Señor Cabot, no dude en llamarme si necesita de nuevo de mis humildes talentos.

El astrofísico era sincero. Se había pasado tanto tiempo obsesionado con hallar la óptica perfecta que le permitiese desentrañar los misterios del espacio entre las estrellas que había olvidado lo gratificante que podía resultar la camaradería.

Mientras ese pensamiento flotaba en su mente una imagen del pasado, la de una criatura imposible hecha de fuego y garras arrasando el observatorio de Dresden y engullendo al profesor Himmel pugnaba por salir. Pero por suerte la fracturada psique de Schell consiguió reprimir tales horrores. Al menos una vez más...

- Espero que ese bicho no cause demasiados problemas antes de que volvamos a dar con él.

Pese al tono de celebración y las bromas no podía dejar de pensar que había sido yo el que lo había sacado de su prisión... Pero la cerveza ayudaría a apartar eso de mi mente.

- Si necesitan ayuda para acabar el trabajo no dude en llamarme.

Este nuevo equipo parecía interesante y pese a que la primera misión había acabado un poco agridulce no había ningún herido, una gran mejora respecto a algunos novatos que había conocido en la agencia. Sabían mantener el ánimo alto incluso pese a lo macabro del trabajo y se iba a agradecer si volvían a coincidir en otra misión. Quien sabe, puede que tuviera que pagar la siguiente ronda de bebidas.