Partida Rol por web

Desafío mensual (2 meses) Hostal Eberty

El Check-in maldito

Cargando editor
20/07/2019, 14:26
Marco Pacchetto

Marco tiró de Trufito, pero pensaba más de lo que pensaba y gritaba más de lo esperado. Cuando aquel italiano se giró para ver lo que estaba sucediendo, se percató de que tenía a uno de aquellos caníbales enganchado a su entrepierna.

- ¿Pero qué? - Alcanzó a decir antes de acercarse dos pasos y probar su disparo a puerta.

Marco lanzó un patadón directo a la cabeza de aquel antropófago hasta arriba de alucinógenos. Esperaba que soltase su mordida y el amarillo pudiera escapar. Al fin y al cabo era un cliente y no tenía la culpa de lo que estaba sucediendo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
21/07/2019, 15:11
Tekito Tohito

Tekito era todo lágrimas y chillidos, aquel engendro le estaba mordiendo sus partes nobles y, por si no fuera poco, el italiano tiró de él en un intento por salvarle, lo cual no hizo más que multiplicar el dolor que éste sentía ahí abajo. - ¡¡Ahhh, yo quelía tené hijo!!¡Ya no podlé tené esposa guapa ni hija guapa ni heledelo pa mi tienda! - dijo para empezar a sollozar de nuevo. Nuevamente el italiano, corroído por el arrepentimiento, le dió una patada al gordaco en la cabeza. Tekito desvió su mirada hacia Marco con los ojos abiertos , Mi salvadó. Intentó escabullirse de éste nuevamente pero quedó su gozo en un pozo.

 

¡Ayúdeme polfavó no quielo molí! - repitió de nuevo Tekito mirando a Marco con los ojos hinchados de tanto llorar y pasarlo mal, si no le ayudaba ahora era probable que muriese siendo devorado por aquel engendro, debía desplegar todas sus armas y dar la máxima pena posible - ¡Polfavó se lo suplico!

- Tiradas (2)

Notas de juego

La tirada de 1d10 es la válida, perdón 

Cargando editor
22/07/2019, 14:56
Megushka Thukarterav

Megushka se sentía extrañamente excitada, ya no tenía miedo y toda su atención era para su compañero, el recepcionista, y el cliente oriental. Con todo lo que estaba pasando ni siquiera se había percatado de que su nariz se había roto y chorreaba sangre de un modo indecente.

Miró al gordo que le comía las partes blandas a Tekito. No era tonto aquel engendro, había ido directo a lo más jugoso, y la rubia no sabía si era eso lo que más le cabreaba, pero lo que sí sabia era que no soportaba que tocasen a "sus chicos"
Comenzó a palmotear la cara del gordo caníbal, dándole una paliza un tanto absurda, mientras gritaba.

-¡Suelta!¡mío! ¿Vale?-

Era bastante desagradable ver a aquella diosa venida a menos, con su calva particular, su nariz rota y sus manos enguantadas en bolsas de basura, las cuales producían un estridente ruido al impactar con las carnes flácida del gordo.

Como el gordo ladrón de hombres vírgenes (de virus...) no le hacía caso, la dulce rusa optó por tirarse sobre él y tratar de convertir su cabeza en puré. Aquella cabeza que lucía un zapato de tacón precioso como quien lleva una pamela o un clip. Trató de hacerla impactar repetidas veces contra el suelo. Nadie le quitaría su presa exótica.

- Tiradas (1)
Cargando editor
23/07/2019, 10:33
Director

En un segundo, teníais a dos personas con la cabeza abierta en el suelo. Aunque bueno, con una os habíais ensañado a maldad. Megushka la había convertido en una especie de calabaza muy pasada al puré.

Tekito era libre, aunque estaba herido, y Marco...a Marco le deberían de pagar un plus por esto. ¿No? 

El timbre de la entrada resonó, como quien pide entrar pero la maldita puerta principal está cerrada. 

Al girar la cabeza, Tohito tuvo una revelación, una sobre lo agradable que sería conocer en profundidad a gente nueva. 

Notas de juego

*A partir de aquí, como son tres días antes del final, podéis hacer lo que os salga siempre y cuando no os vayáis mucho con el tiempo entre unos y otros. 

Tekito tardará un turno en estar infectado como Megushka. 

Os movéis por instinto, aunque mantenéis la inteligencia en parte y algo de raciocinio básico. Nada os dolerá, ni os parará a no ser que bueno...ya lo habéis visto XD

El viernes pondré el broche final, así que, podéis explayaros. 

Cargando editor
23/07/2019, 11:20
Marco Pacchetto

Ante todo, Marco era un profesional y necesitaba ante todo conservar ese trabajo. ¿Que era un trabajo de mierda con un sueldo de mierda? Si... De eso no había duda alguna, pero también era absolutamente necesaria para no tener que regresar a casa de su primo Giorgio.

Mientras aquellos enfermos mentales adulterados con veré tú a saber que tipo de droga se revolcaban por el suelo tratando de comerse los unos los otros, Marco se puso en pie, se sacudió el polvo de los pantalones, se colocó la americana y finalmente rectificó la corbata, para acto seguido avanzar hasta la entrada. Alguien estaba tocando al timbre y tenía que atenderle.

Con un poco de suerte serías policía. Ya hacía un rato que habían llamado. Porque... ¿Habían llamado? Ya casi ni lo recordaba después de todo lo que había sucedido en unos breves instantes. Antes de marcharse se dio media vuelta y miró a los cuatro caníbales.

- ¡A portarse bien eh! ¡Dejadme un momento de paz! - Les ordenó. -¿D'accordo? - Y dicho eso se encaminó finalmente a la entrada de aquel hotel de locos.

Cargando editor
23/07/2019, 12:22
Tekito Tohito

Dos cadáveres, dos no-muertos y un italiano. Qué pena que ésta última palabra no fuese "guili", pero eso no lo sabía Tekito. Se levantó de un respingo y miró agradecido a ambos - Glasia, glasia, glasia, mil glasia, tienen descuento 10 polsiento en mi tienda - dijo sacando de su cartera un par de tickets de descuento cual tesoro embruto, una se la metió en el bolsillo del pantalón trasero al italiano antes de que saliese corriendo y el otro se lo dió a Megushka esbozando una amplia y fotogénica sonrisa.

 

¿Cómo? Esa palabra no pareció escucharla Tekito, se saltó la parte en la que Marco pedía un momento de paz y atusándose el cabello fue detrás de éste para ver quien era el que llamaba - Menudo momento pa llamal, háa? - le dijo al italiano mientras caminaba sujetándose sus partes, aún doloridas, hacia la entrada mientras le miraba enarcando una ceja, como si el comentario de antes no fuese con él. No, no podía ser, ellos eran amigos ahora.

Cargando editor
25/07/2019, 00:44
Megushka Thukarterav

Se sentía bien. Habia terminado con aquel hombre empeñado en comerse al oriental.

Megushka no pudo evitar relamerse mientras miraba fijamente a Tohito. Pero entonces sonó el timbre de la puerta y eso desvió su atención. Ambos hombres salieron raudos dirección a recepción, y la limpiadora cayó en la cuenta de lo inmensamente atractivo que resultaba Marco, ¿Cómo era posible que no se hubiese dado cuenta antes?

La rubia comenzó a correr tras ellos, cojeando, pues llevaba un pie descalzo y el otro luciendo un maravilloso tacón de aguja.

Pero... ¿Corria hacia recepción intencionadamente o perseguía al italiano?

Cargando editor
25/07/2019, 23:07
Marco Pacchetto

Cuando Marco llegó a la entrada, observó que la puerta estaba cerrada y que del otro lado, dos personas miraban hacia el interior colocando su mano sobres frente a modo de visera. Portaba equipaje con ellos. Sin duda alguna se trataba de los clientes que estaban esperando. Los clientes que debían alojarse en la habitación sangrienta.

Marco se colocó la corbata de nuevo. Se fijó entonces que las costuras del hombro de su americana que unían con la manga se habían decosido y que además su ropa estaba manchada de sangre ajena.

- No importa Marco.- Dijo en voz alta mientras echaba la vista atrás y observaba como Megushka y el chinito llegaban tras sus pasos. - Ante todo vamos a aparentar normalidad.- Habló de nuevo consigo mismo.

Se acercó as puerta varios pasos. Carraspeó para aclararse la voz. ¿Que coño iba a decirles a sus clientes? ¿Cómo explicar todo ese jodido caos? Con naturalidad y normalidad. ¡Si ya se había respondido a esa misma pregunta un momento atrás! Decidido abrió la puerta finalmente.

- Begrüßen Sie Herrn und Frau Shearer. - Saludó a aquel matrimonio de guiris procedentes de Inglaterra. - El hostal Eberty tiene el orgullo de recibirles en esta noche del típico halloween alemán. Esta noche el hostal se ha transformado en un hostal temático en el que podrán disfrutar de una velada en la que se morirán de miedo. ¡Muahahahah! - Se rió de forma malévola. - Mi nombre es Igor... - Improvisó de nuevo.

Para ese entonces Megushka y Tohito ya estaban allí. Parecían zombies realmente. Aquella puta droga les había convertido en dementes realmente. Sólo esperaba que le siguieran el juego.

- ¡Oh, aquí están el botones y la ama de llaves... - Dijo lo primero que le se le pasó por la cabeza. Agarró las llaves de la habitación sangrienta y se las lanzó a la rusa. - Doctora Frankenstein, lleve a los clientes a sus aposentos... - Entonces empezó a menear los dedos minetras emitía un tono de voz grave para decir. - ¡La habitación... Sangrientaaaaa muahahaha. - Miró entonces a Tronquito. - Bruce Lee, lleve su equipaje a la habitación de nuestros invitados...

Ahora ha solo quedaba rezar...

Cargando editor
26/07/2019, 11:13
Tekito Tohito

La maravillosa idea de Marco le resultó tremendamente graciosa a Tekito, quien trataba de mantener la risa. Jodel, aguanta Tekito, háa, sino vendlá polisía y te detendlá, hay que ganá tiempo. Haciendo una leve reverencia seguida de una patada cutre a lo Bruce Lee y un chillido típico - háaa - luego sonrió a los invitados y le guiñó el ojo descaradamente al italiano. 

 

Sí, yo cogelé sus maletas señoles, pelmítanme - dijo cogiendo las maletas de mano de los invitados, dejando las más grandes para Marco o quien las quisiera agarrar, a él le daba igual - vamo, vamo, síganme - dijo avanzando delante de ellos. Ahora le tocaba a él actuar, había dos cadáveres en el pasillo.

 

Háa, milen milen, palesen de veldá, ¿háa? No les toquen o podlían despeltaaaaal... uhhh.. - dijo siguiendo el ridículo tono del italiano

Cargando editor
26/07/2019, 22:50
Megushka Thukarterav

Megushka llegaba corriendo detrás de Marco, se detuvo justo detrás de él, había pensado saltar sobre el italiano, pero dos nuevos actores habían entrado en escena, y... olían tan bien.

Se detuvo, con los ojos clavados en aquel par de clientes frescos. Le parecían resplandecientes, muy atractivos, sentía como sus pulsaciones se aceleraban, ¿o casi habían desaparecido? Daba igual, la hora de cenar se acercaba y en todos lados era sabido que era de mala educación hacer esperar a los comensales.

Cazó las llaves con una de sus manos, manopla de bolsa de basura incluida. ¿Por qué no se las había quitado todavía? Simplemente no se había parado a pensarlo, y el motivo por el que se las puso no había sido abordado.

Emprendió camino a la habitación sangrienta, seria, con una mirada vacía y psicótica al tiempo. ¡Joder!¡pero que bien interpretaba su papel! Cojeando llegó al pasillo y después a la puerta.
Sacó la llave, la introdujo en la cerradura y giró.

Cargando editor
27/07/2019, 08:02
Marco Pacchetto

Y allí estaba él. Contemplando como los dos clientes que acababan de llegar al hostal, entraban en su habitación. La habitación sangrienta. Con todo lo que había pasado era cierto que la rusa no había tenido tiempo de limpiarlo. Todo se había ido  la mierda y él, bueno él trataba de poner normalidad en el caos que se había generado en un momento en aquel lugar de pesadilla. Si todo salía bien, cosa que dudaba seriamente, sería el momento de pedir un aumento de sueldo. Algo que tampoco haría, pues su jefe estaba loco de remate y podría responderle a hachazos... literalmente.

- Espero que les guste su habitación. - Dijo entonces el italiano. - Es realmente una de las mejores que tenemos... - Tragó saliva tras mentir como un bellaco.

Olía a sangre, olía a muerto de verdad. No sabía como aquellas personas no habían salido ya corriendo y habían llamado a la policía. Que por cierto... ¿Dónde cojones estaba? Estaban tardando demasiado sin duda alguna. ¿O es que tan solo habían pasado unos minutos desde que llamaran y unos pocos minutos les estaban pareciendo una eternidad? Fuera como fuera, ya quedaba menos para acabar su turno y necesitaba llegar a casa y darse un baño y luego echarse una relajante siesta el resto del día con su respectiva noche...

Cargando editor
28/07/2019, 00:48
Tekito Tohito

Bueno, bueno. Parecía que los inquilinos se estaban tragando aquella grotesca mentira, Tekito miraba sucesivamente al italiano y a la rusa, cada cual estaba más metido en su papel. Ahora que se fijaba, jodel que le ha pasao a la lubia. Con tanto lloriqueo no se había ni fijado en el deplorable aspecto en el que se encontraba. Sin embargo, Marco estaba bastante decente.. incluso podría decirse que estaba apetitoso. ¿Apetitoso? Joder.

 

Tekito observaba a Marco, su perfecta barba, su traje impecable, su cuello. ¿A qué sabría?, ¿estaría bueno?, ¿y los clientes? Total.. uno más que uno menos, ¿qué más da ya?. A pesar de sus pensamientos, aún podía controlar sus impulsos por lo que dejando las maletas en aquel lugar, se colocó junto a Marco y, poniendo cara de circunstancia, olfateó el aire. - Sí sí, es una de las mejoles habitasione, no como la mía, háa - dijo mientras miraba hacia las paredes. ¿Y ahora qué?, ¿es que no iban a decir nada aquellas personas?, ¿tan buenos actores son?.

Cargando editor
28/07/2019, 07:34
Marco Pacchetto

Aquellos tipos eran realmente silenciosos. ¿Habían dicho algo desde que habían llegado? Marco estaba prácticamente seguro de que no. Igual habían tomado sustancias prohibidas como los dos difuntos del pasillo. ¿Es que se estaban volviéndose todos locos? Al menos estos no eran violentos.

- Pues si está todo a su gusto... - Dijo y casi sin acabar la frase salió disparado hacia la recepción.

Empezaba a sospechar que estaba pasando algo raro en aquel hostal. No raro de que había sido testigo de varios asesinatos, sino raro de verdad y quizás lo más sensato, lo más conveniente era marcharse cuanto antes de allí para no volver nunca y empezaba a valorar esa opción como la única válida...

Cargando editor
28/07/2019, 10:10
Megushka Thukarterav

Megushka todavía era capaz de pensar un poco, y quería todos aquellos "fresquitos" para ella. Por eso cuando los clientes entraron en la habitación cerró con llave la puerta tras de si y guardó la llave en su bolsillo.
Aquellos recuentos llegados admiraban el realismo del decorado ¿cuánto tardarían en percatarse que era tan creí le porque, sencillamente, era real?

Megushka saltó a los brazos del nuevo cliente. Cualquiera diría que era presa de una pasión irrefrenable, y así era. Juntó su boca con la de aquel hombre y le dio algo así como un beso de tornillo. La mujer no estaba muy de acuerdo con aquella situación y se acercó iracunda a la rusa. Para cuando la rubia se separó del ho.bre este no tenía nada de carne donde un día hubieron labios, y mostraba una sonrisa macabra y permanente.
Cansada de bolsazos, la preciosa rubia se abalanzó contra la mujer y se lanzó contra su garganta, con la idea de ensañarse bien, era una mezcla de deseo y ve ganza.

¡¿pero cómo no lo había hecho antes? ¡Aquello era delicioso!!

Cuando terminase con ellos quedaría jadeante, como después de un buen polvo, con la cara llena de sangra y su nuevo objetivo marcado: Marco.

Así que si Marco saliese del hotel ella iría tras él, y la infección quedaría libre por Alemania.

Cargando editor
28/07/2019, 13:36
Marco Pacchetto

Desde la recepción se escucharon los gritos de los turistas. Aquello se estaba convirtiendo en una jodida masacre. Magushka y Truñito no habían tomado droga. No podía ser. No al menos la misma que los otros dos. Algo raro estaba pasando. Más raro aún que un ataque de varias personas que habían consumido droga caníbal. Aquello se escapaba por completo a sus competencias. Marco decidió marcharse definitivamente de aquel lugar.

Agarró su cartera y las llaves de su vespa y se dirigió a la puerta del hostal. Fue en ese preciso momento cuando un coche de la Polizei se detuvo justo en frente de su puesto de trabajo y dos hombres uniformados y con una prominente barriga que sacaba a la luz las muchas meriendas que habían compartido durante su carrera policial, salieron del vehículo dirigiéndose directamente hacia la entrada del Eberty.

¿Ahora vienen? - Pensó Marco hastiado de inventarse historias. - ¡Vaya mierda!

Buenos días caballeros... - Les dijo abriendo la puerta de forma cortés. 

Has sonado demasiado formal... - Pensó. - ¡La situación no está como para andarse con formalismos, estúpido! -Se dijo a si mismo.

¡Vengan, vengan! - Dijo con tono de voz más alterado. - ¡Los han matado! ¡Están muertos! ¡Es terrible! ¡Acaba de pasar y se han encerrado en una habitación con dos clientes! - Contó Marco mientras avanzaba por el corredor de nuevo hacia la habitación sangrienta.

Desde el interior de la habitación todavía se oía algún grito ahogado que indicaba que el trabajo del japonés y la rusa estaba a punto de concluir y al abrir la puerta se encontrarían con otros dos cadáveres.

¡Rápido, rápido! - Apremió a los agentes. - ¡Hagan algo por dios!

Cargando editor
29/07/2019, 10:46
Director

La policía entró, pero no salió. De hecho, nadie salió en unas cuantas horas. No hasta que el jefe, que había vuelto por que tenía desviado el teléfono de la recepción al privado a la quinta llamada volvió hecho una furia con la idea de mandar a la mierda a Marco, a Megushka, y hasta a los vecinos por molestarle en uno de sus tantos días libres. 

Al par de días en los telediarios internacionales salían pequeñas y escuetas afirmaciones de unas protestas muy violentas, seguramente por los grupos radicales nazis en Berlin que atacaban a todo lo que encontraban. La derecha había negado su participación, la izquierda se echaba encima de los centrales y el gobierno. Había estallado en muy mal momento una epidemia de violencia que asolaba las calles. 

Las imágenes, manipuladas por la prensa sensacionalista, mostraba a una rubia disfrazada de zombie, un asiático con un estandarte nipón y un italiano que con su barba cuidada y sus profundos ojos rojizos que llevaba en el cinto la cabeza de un hombre huraño y enorme comandaban las huestes por la revolución encima de lo que quedaba del muro de Berlín. Una semana después del incidente, sin lograr aun el control, las comunicaciones con la ciudad se cerraron, y empezaron las tensiones políticas entre Italia, Polonia, Japón y Alemania. 

¿Que les depararía a nuestros increíbles héroes caídos? ¿Cual sería su siguiente punto en el mapa en pos de tomar, lo que creían los medios que era la libertad y anarquía, pero que en el fondo solo era ese ansia de comida con un toque de consciencia?