El demonio estaba muerto, destrozado sería más preciso. Pero la trampa que lo había hecho no era de Dan. Esta tenía una runas de trazos elegantes, que quien fuera había camuflado en el interior del marco de la puerta y había tapado con adhesivo color madera, del que se usaba en los muebles baratos. Nada que destacase en aquella residencia de estudiantes femenina en LA.
El demonio había adoptado el aspecto de una chica joven, en su primer año de carrera y había estado "alimentándose" de violadores. Bueno, no sólo de violadores, también de algunos chicos de la hermandad griega. Lo que estaba claro era que no atacaba al azar. Así que Dan lo había rastreado hasta allí, pero ahora, se encontraba en la lavandería de la residencia rodeado por un montón de sangre, huesos y carne...
Mierda.
Alguien se ha adelantado, y ahora me encuentro con un cadáver de un demonio y unas runas que le dicen que no soy el único en el lugar. Parece un profesional, o alguien jugando con fuerzas que no puede comprender, será mejor investigar algo.
¿Desde cuándo pienso en trabajo estando en una residencia femenina?
En cualquier caso, debo actuar rápido. Paso primero: asegurarme que no hayan pruebas que me incriminen. Paso dos, buscar alguna pista que pudiese decirme algo sobre quién, o por qué. Alguien me ha arrebatado mi presa y aún no sé cómo sentirme con todo esto.
Motivo: Investigación
Habilidad: Bueno (+3) (3)
Dificultad: Grande (+4) (4)
Tirada: [1] [0] [0] [0] = +1
Resultado final: Grande (+4) (4), Éxito
No tenía mucho tiempo. Arriba podía escuchar las voces de las chicas que vivían en la residencia. Las había visto tomando el sol en el jardín y aunque todas estaban arriba, era cuestión de tiempo que alguna bajase al sótano donde tenían la lavandería.
Comprobó que no había dejado rastro, pero más allá de las runas, no pudo encontrar más pruebas. Al menos no sin arriesgarse a que le pillasen, porque escuchó los pasos de una de ellas por las escaleras.
Consiguió subir sin que le vieran y salir al jardín, aunque apenas había llegado a la calle, se cruzó con una de ellas: Tiffany. O algo parecido, porque la verdad es que cuando había "hablado" con ella, lo que menos habían hecho fue hablar.
Se detuvo por un segundo, esperando que gritasen de un momento a otro, pero los gritos no llegaban y, tras unos minutos tensos en los que Tiffany insistía en que tenía que ir con ella a no se qué fiesta griega, consiguió alejarse de la casa para repasar lo que había encontrado en la biblioteca.
Eran sólo unas cuantas páginas viejas, de las que tenían dibujos hechos a mano y que había que pasar las hojas con cuidado. Pero lo que realmente llamó su atención era que alguien había arrancado las dos páginas que iban después.
Ahora, con el demonio o supuesta sucubo hecha pedazos, no tenía muy claro si su investigación había terminado o si aún quedaba peligro...
Termino por zafarme y me crujo el cuello, la verdad es que estaba un poco tenso entre la noche anterior y el final abrupto del demonio.
El cruce con Tiffany no fue desagradable, de hecho podría haber sido incluso más agradable, de no ser por que tenía teorías estúpidas sobre que la muerte de un estúpido demonio podría ser un signo de mal fario.
Entonces le echo un vistazo a las hojas. Brujas de corazón de hielo y una lengua que... joder, por muy buena que esté le quitan a uno las ganas. Si lo hubiese visto antes hubiese podido comprobar que aquella era realmente la súcubo y no me habían engañado. Nah, aquello no tenía mucho sentido. También me habían hablado de una fiesta griega y si me daba prisa con esto, quizá podría disfrutar de una buena noche.
Tal vez tuviesen una biblioteca así que comienzo a buscarla, si alguien había sido tan meticuloso probablemente es por que era una especie de chupatintas espabilado. Aunque desde luego me apuntaré el truco en mi chistera, nunca se sabe.