Rodrigo espolea a su caballo casi hasta reventarle. Empieza a caer una fina llovizna , el agua resbala por tu cara.. pero debes llegar a Segovia lo antes posible. No sabes qué ha sido de tus compañeros pero debes cumplir el encargo, al fin y al cabo, lo juraste por tu honor...
Tras varias horas decides volver al camino, tardas un rato en encontrarlo pero finalmente ahi está, sigues avanzando al galope y de vez en cuando tienes que frenar a tu caballo porque te cruzas con gente a pie o con alguna carreta de mercancías que va al sur de Castilla.
Empiezas a estar cansado y tu caballo empieza a tirar espuma por la boca, sino paras lo matarás de cansancio.
Reduzco la marcha, cuando llegue a la siguiente posada donde puedan encargarse de mi caballo, paro a descansar el tiempo suficiente para que el animal se recupere y para que yo coma algo.
¿Me daría tiempo de llegar a Segovia antes del anochecer?
Imposible, estás a varios días de camino de Segovia y además está atardeciendo ya.
Cuando llego a la posada, me doy cuenta de que no conseguiré llegar a mi destino hasta dentro de varios días.
-Será mejor que pare a pasar la noche. Después de todo nadie sabe que yo transporto la caja.-
Disimulo la llamativa caja envolviéndola con una capa o alguna tela o incluso un saco abandonado que encuentre por ahí. Luego entro en la posada llevando la caja conmigo y algunas cosas más.
No hay mucho que contar sobre la posada. Apenas es una estructura de bloques de piedra unidos entre sí. Puedes contar seis o siete ventanas de madera.
No hay puerta, lo cual te extraña en un sitio tan montañoso como este. Simplemente una cortinilla de tela separa el interior del exterior.
Dentro hay una gran chimenea de piedra con un puchero al fuego ( que huele estupendamente ) dos mesas de madera vacias y una mujer de pie que te mira extrañada.
- Buenas noches. - saludó Rodrigo con una inclinación de la cabeza - Estoy buscando un lugar donde descansar para mi y para mi caballo. -
Son dos monedas de plata la noche. Eso te da derecho an platillo de Potaje y Pan con mantequilla mañana por la mañana. Una Habitación individual con un buen jergón de paja. Muy cómodo. No esperaba ya a nadie a estas horas.
El precio es exorbitado. Ni en las mejores posadas de Burgos cobran estos precios.
-Se quiere aprovechar de lo tarde que es. Aunque en mi situación pagaría gustoso lo que fuera, si no me quejo un poco parecerá raro.-
Rodrigo miró a la posadera con fingida indignación.
- ¡Por Dios que intentáis cobraros en un solo cliente lo que ganaríais con todos los demás esta noche!- Rodrigo alzó la mano antes de que la posadera se quejara - Sin embargo aceptaré gustoso si añadís a vuestra oferta unas provisiones para mañana. - terminó con una cautivadora sonrisa