Partida Rol por web

Voy a por vosotros- Amber realizó un giro y descendió rápidamente para volver a posicionar la nave en la puerta y que sus compañeros comenzasen a cargar el Coaxium. Había tomado confianza tras las últimas maniobras -En menos de tres segundos estaré en posición- Fue avisando para que estuviesen preparados -Tenemos que irnos de este lugar porque vienen refuerzos. Con lo que hayáis conseguido será suficiente o no podremos huir-
El carguero ya estaba dañado, o era algo preocupante pero de recibir más impactos como aquel, algo más que probable por el número de enemigos, ya no podría saltar al hiperespacio. Su única salida porque los cazas no poseen hiperimpulsores

El acercamiento del transporte levantó una nube de polvo en el almacén de coaxium, impidiendo la visión más allá del metro de distancia. Por suerte, la abertura de la pared despejó pronto vuestra zona, dejándoos ver al Gorrión, suspendido en el aire y con la rampa bajada.

Los gritos de Amber se oían a través del comunicador mientras empujábais los contenedores adentro. Primero la Twilek y Kemlo con el primer contenedor. Después Pittien con el segundo contenedor mientras Petch seguía disparando, más para hacerles agachar la cabeza y ofreceros una cobertura, que para acertarles.

En cuanto subísteis Amber aceleró a tope haciendo que el Gorrión subiera el morro. Ahora era donde se podía desatar una auténtica tormenta de láseres antiaéreos, pero al ser perseguidos por dos de sus cazas, no arriesgaron tanto.

Delante vuestro, a unos cuantos miles de kilómetros se encontraba el corredor, vuestra puerta de escape hacia la libertad yla merecida recompensa. ¿llegaríais?
Los haces de color verde de los cazas comenzaron a bailar alrededor del Gorrión Rojo.

Cuando Pittien vio que él Gorrión Rojo se acercaba, se tranquilizó. Estaba entero y estaba listo. De hecho, especialmente listo. Amber había hecho una maniobra perfecta de aproximación, de modo que estaban prestos a subir a la nave. 

Se dispuso a organizar la huida... -¡Petch! ¡Cubrenos! ¡Kemlo, Ik! ¡Subid el primero y os voy pasando los siguientes!¡Ágiles! ¡Vamos!

Guardó el blaster, y lo dejó presto a ayudar a Petch para cubrir a los otros, o para disparar para cubrir a Petch. Iba empujando los otros contenedores hacia sus compañeros, y cuando lo hizo con el último, saltó a la nave, se agarró a uno de los extremos de la rampa y gritó

-¡Petch! ¡Vamos! ¡Vuelve, yo te cubro!- dijo mientras sacaba de nuevo el Blaster para hacer unas tiradas de cobertura...

Salgamos de aquí- En cuanto la bodega de carga estuvo llena con sus compañeros y el Coaxium, Amber aceleró realizando un giro sobre sí misma. El metal de la nave aulló con la maniobra para poder eludir disparos y posicionarse para saltar de forma definitiva al hiperespacio. Su salvación y su posible jubilación con el botín obtenido. Solo unos segundos más y lo habrían conseguido

había consego hacer fuego de cobertura, por lo que cuando veo que Pittien hace lo mismo y me cubre, no desaprobecho la situación para moverme a su lado, "gracias" le digo y me pongo a apuntar con mi blaster de caza hacía el enemigo.

La extrema maniobra de la piloto dejó confundidos tanto a los pilotos de caza como a sus pasajeros. El Gorrión viró ejecutando un tonel invertido que dejó al carguero, sin saber muy bien como, justo detrás de los cazas enemigos, momento en el que Amber aprovechó para orientar el morro del Gorrión hacia su objetivo, el corredor de Kessel.

Sin pensárselo, activó la hiperpropulsión lanzando la nave hacia una muerte segura, pero tres segundo después, la desactivó a tiempo para no salirse en la primera curva y chocar contra uno de los gigantes de hielo espacial que abundaban en el corredor.
Los cazas quedaban atrás, en el planeta, a miles de kilómetros de distancia sin posibilidad ninguna de alcanzaros. La maniobra extrema había sido una temeridad o la muestra más audaz de pilotaje que jamás recordaríais en vuestra vida.

Aún con el corazón en un puño, la twilek le dio la enhorabuena a la piloto con cierto matiz de inseguridad. El Gorrión volaba a través del corredor hacia la libertad, con la carga a bordo y sin pérdidas humanas. Tan solo un viejo estabilizador averiado y una fuga de refrigerante.

Poco a poco la adrenalina fue pasando y la alegría llenó el interior del Gorrión Rojo. Habíais echo una hazaña y salido vivos para contarlo. Ahora vuestros planes de futuro se harían realidad, o tal vez, no fuera un disparate seguir juntos en busca de más dinero.

nunca en mi vida había tenido una sensación igual, ahora tenia una cosa clara, tan clara como su gusto por ser un cazador que le gusta rastrear a sus presas, persiguiendo seres inteligentes que han cabreado al mafisos de turno, y eso es que la puñetera loca de la piloto, Amber, estaba como una maldita cabra, "pero, ¿tu estas loca?, podríamos habernos estrellado, pero co..., si es.." no podía todavía hablar bien, estaba todavía un poco conmocionado.

Pittien apenas había ayudado a subir a Petch y cerrado la rampa del Gorrión, cuando dieron un inesperado y gran salto al hiperespacio, breve en el tiempo. La tensión de Pittien empezó a hacerle mella, y se sentó en la propia rampa... Dijo por el comunicador...

-Gracias por sacarnos, Amber. Gracias. 

Su voz sonaba alegre de haber terminado, pero tenía un dejé de pena. La adrenalina que se disipaba de su cuerpo le dejaba con la realidad de su vida y su Plan. Se levantó, haciéndole un gesto a Petch, que protestaba por el salto... Había sido una temeridad, pero, ahora que habían salido, quería darle las gracias. 

-Amber, felicidades, eso que has hecho es de una insensatez absolutamente maravillosa. Eres una gran piloto. 

Luego, se dirigió a los demás, con su media sonrisa y su cara de cansancio:

-Gruuk, viejo loco, no sabía que eras tan buen artillero. Ik, muy buen movimiento con los contenedores... Kemlo, gracias por tu ayuda... Petch, eres un genio con el blaster... Felicidades a todos...

Y, en medio de las celebraciones, se quedó en un pequeño aparte, y le vieron sacar su datapad, en el que fugazmente le vieron a él con otras dos personas, una mujer y un joven, y como la dedicaba otra triste sonrisa...

Kemlo asintió a tanta alegría, aunque no la compartía. El Bith nunca había sido demasiado afectuoso ni había demostrado abiertamente sus sentimientos. Se mantuvo allí, un poco al margen de todo, mirando el cronómetro de muñeca.

-Boom.- Una simple analogía que atrajo el interés de los presentes. Todas las miradas se centraron en él. No le gustaba dar explicaciones. -Mientras metíais el coaxium en la nave, deje uno de mis regalitos..-dijo palpando el bolso donde llevaba sus explosivos -..anclado magnéticamente en uno de los depósitos de coaxium.- El Bith se encogió de hombros. Sobraba el resto de explicaciones.

Ahora tenía dinero. No terminaba de fiarse de aquella extraña pareja compuesta por el wookie y la twilek, pero les vigilaría hasta cobrar lo prometido. Solo por si acaso.

Más tarde, en el boletín de noticias galácticas, supísteis que una explosión, resultante de una indebida manipulación del coaxium y un fallo en el refrigerante, aseguraron las funtes oficiales de la mina, destrozó parte de la ladera sur de la misma cerrando varios túneles y provocando una revuelta de los "trabajadores".