Eric lo coje con toda su fuerza, mantiniendolo inmóvil Onion no tendría escapatoria, sería su fin, el Saiyan utilizará su terrible técnica de auto-destrucción para acabar con la vida de su antiguo General y con la suya misma....era la hora.
Onion, si te soy sincero, te consideré un gran saiyan, el más fuerte entre nosotros... hasta el momento que te aliaste con Freezer, después sólo fuiste una rata a la que eliminar. Yo me libraré de ti, y mis amigos, algún día, ¡¡DESTRUIRAN A FREEZER!!
Eric empieza a emitir una luz cegadora procedente del pecho
Adiós...a todos.....espero verte en algún sitio, Kukaito....y porsupuesto ati, Eliatar.
Adiós.
La explosión que causa Eric es tan fuerte que la onda expansiva se lleva todo lo que encuentra a su paso, y por supuesto, a Onion. El planeta sólo ha sufrido un pequeño daño, pero la muerte de éste saiyan, será irreparable.
La nave se estremece siguiendo el ritmo de una explosión inmensa que se siente no tan lejana, se ve como a nuestras espaldas una luz cegadora se acerca sin importar la velocidad a la que se aleje la nave... Todo se pone a temblar y un estruendo sacude nuestros oídos, todo dura unos minutos, al detenerse vuelvo la vista y contemplo al planeta aún intacto, solo que inlusive desde la lejanía se nota un daño en su superficie.
¿Qué hacemos? alcanzo a preguntar en voz baja cuando salgo de mi asombro...
Su rostro está anegado por el dolor, mira a los namekianos, y les dice,
esta claro lo que hay que hacer, tomar esas bolas vuestras y salvar este mundo,y librar al universo del tirano, si no la muerte de eric seria en vano, asi que por donde empezamos??
Creo que lo primero seria buscar la bola que Eric escondió, una vez conseguida esta las demas si que las tenemos...vamos no hay que perder tiempo.
Muy bien asiento a lo que dicen mis compañeros y me apresuro a aterrizar la nave rapidamente.
Al salir aún puedo sentir el calor de la explisión cuyo centro aún está algo alejado...
¿Hacia donde?
Lains entró a la nave y huyó junto a sus compañeros en ella. Mientras volaban, el namekiano se dedicó a observar por la ventanilla la explosión, estaba serio y tenía los brazos cruzados en su pecho. La actitud de Eric había sido bastante rara, primero fue su enemigo, después su aliado, de nuevo enemigo y ahora se sacrificó por ellos. El ser verde se sentía inseguro, nunca confió en ese mono.
Una vez aterrizada la nave, él todavía miraba la ventanilla, en espera de que el resto del grupo decidiera qué hacer.
Voy a estar fuera desde el jueves al sábado, por lo que no podré postear hasta el domingo.
Kanimashi escondió dos bolas.
Vosotros direis es vuestro tesoro y vuestro planeta, pero hagamos lo que hagamos tiene que ser rapido.
Lains se dio vuelta al ver que todavía no se ponían en marcha. -El otro saiyan escondió un par de bolas.-, dijo para recordarle a sus compañeros. -Además, alguien debe ir a revisar el lugar de la explosión.-, entonces se volvió nuevamente hacia la ventanilla. -Solo por si acaso...-.
Muy bien, yo voy a ir a revisar la zona de la explosión, digo finalmente y levito suavemente alejándome unos metros en esa dirección.
Bien el resto, busquemos esas bolas...Eliatar si quieres ven conmigo. Lains nosotros iremos hacia el sur...ya sabeis si necesitais algo.
Pudieron comprobar que en el socabón creado por la explosión del martir Eric, no había restos de Onion. Su energia había desaparecido por completo.
Aquel extraño saiyan de caracter cambiante había dado la vida por ellos y les había salvado, y también a su planeta.
Reunieron las bolas del dragón y aunque este no pudo hacer nada contra Freezer, puesto que el tirano sobrepasaba su poder, si que pudo reconstruir el planeta y devolver la vida a todos los que habían sido eliminados por los saiyans. Pudo además recuperar el planeta Orchand, para que Eliatar pudiera regresar.
Finalmente, la amenaza sobre Namek había pasado, sus habitantes podrían estar tranquilos. ¿Pero por cuanto tiempo?