Sospechas que la puerta puede dar a un comedor o salón grande para celebraciones, pero no parecen escucharse ruidos de su interior. A lo largo del pasillo se pueden ver paneles correderos que dan a otras estancias.
saiyaman verifica los corredores, yo entrare a este lugar, abro la puerta
enterado con sumo cuidado y con la escopeta en la mano asomo la cabeza hacia el pasillo
La puerta se abre sin mucha dificultad y aparece un salón de celebraciones bastante amplio. Al fondo hay un escenario con un micrófono y una pantalla gigante de televisión, la sala está llena de mesas y sillas y todo parece tranquilo por aquí. En la pared de la izquierda, casi junto a la esquina con la del fondo hay una puerta doble.
El pasillo es ancho y bastante largo. A primera vista se ven cuatro puertas dobles situadas todas a la izquierda. Son de estilo oriental (en papel y demás) y parecen poder abrirse sin problemas.
avanzo lentamente hacia la primer puerta, cuando me encuentro lo mas cerca posible, sin aparecer frente a esta, ya que puede ser demasiado fina como para transparentar mi sombra, utilizando el mismo metodo intento ver hacia el interior, luego, con la escopeta apuntando hacia el interior, abro la primera de las puertas de un golpe y doy un rapido vistazo al interior.
me acerco al microfono tentado por el sonido cautivador que producira al reproducir fielmente mi voz luego me dirijo luego a una de las puertas dobles.
En el pasillo, al abrir la puerta aparece una pequeña habitacion decorada con estilo oriental. La mesa baja que hay en el centro llama la atención, en parte debido a las manchas de sangre que hay sobre la misma.
De repente ambos escuchais como la puerta por la que habeis accedido al restaurante se abre de golpe, acompañado por una serie de gruñidos.
tras ver que la habitacion se encontraba desierta y no habia nada interesante me preparo para dar la vuelta y pasar a la siguiente, pero en ese momento escucho abrirse la otra puerta, junto con los gruñidos procedentes de ella, apurado para lograr que no se quedaran con las mejores posiciones me olvido del resto de las puertas del pasillo y regreso a la esquina del mismo, asomandome apenas para ver de que se trata, dejando que se vea unicamente la parte superior de mi torzo, apuntando hacia el frente con la escopeta.