Valerius quería pisar despacio, estaba en terreno peligroso, y era obvio que la muchacha lo habia tomado por el Maestro Marcus de Joven.
- No evoquemos aun, recuerdos tristes, disfrutemos este momento, ¿no te parece? – le dijo el joven, a sabiendas de que no queria pisarse en algo inadecuado, debia ganar tiempo para que llegara Anabelle... y tardaria en llegar si ocurria lo que creia que ocurria. Sirviendo un poco de café en la taza de la mujer y sirviéndose un poco el mismo.
Mastico un poco de la tarta, mirando a Selene, sin decir palabra, esperando que fuera ella la que sacara algún tema. Luego, finalmente comento.
- Si, la paz valio la pena. – dijo. – ¿Como supiste lo que ocurrió? – solto el aprendiz, en referencia al ultimo mensaje que habia enviado ella en la paloma.
- Si me preguntas como supe que estabas aquí, es muy sencillo, soñé contigo y con este lugar.
Valerius se sentía algo frustrado. No entendía bien, como o por donde guiar a la maga Selene, y ella parecía empeñarse en no brindar ninguna información, y estaba quedándose allí cuando quería ir a ver que ocurria, sin embargo, como ya habia analizado una docena de veces en su mente, no seria de mucha ayuda allí y si de alguna aquí..Respiro hondo, y mientras mantenía su rostro quieto, el aprendiz cambio el enfoque. Ella le habia dicho bastante, de hecho, era una maga de los sueños. Y eso podía ser útil.
- Muy bien, dime que soñaste, por favor, y a partir de lo que sabes, que crees que deberíamos hacer ahora, con el problema en mano?
- ¿Y has tenido algún sueño que me sea de utilidad?
La tormenta se hace aún más fuerte, la lluvia pretende borrar todo rastro de la tierra y de quienes moran sobre ella.
Los truenos suenan con tanta fuerza que no se puede oír nada más. El cielo se ilumina con los relámpagos y la tierra tiembla.
El fin del mundo ha llegado.
Un relámpago de un color oscuro rasga el cielo y la escasa luz natural se va. Tenéis la sensación de estar atrapados en una jaula de pájaros, a la que han cubierto con un grueso manto.
La oscuridad es total.
Antes de poder reaccionar sentís como el grito de terror de una mujer surca la tormenta. Da la sensación de ser un alma que pretende escapar a una muerte segura y que ha dejado su cuerpo atrás.
Estáis desorientados y en la más absoluta de las tinieblas.
FIN DE LA ESCENA.