Solo los unos pocos llegan, ladrones, pobres, escoria aqui intentan terminar sus días para salvaguardar parte de su honor perdido. Pero tambien llegan paladines del bien y del mal, para asegurar una ofrenda adecuada a sus devotos dioses y a los innombrables dioses del caos, aqui en este campo helado, muchos sucumbiran al eterno sueño antes si quiera del anelo de una batalla digna de sus vidas.
Llegais a finales de atoño por caminos ya desgastados, pero lo que creeis un asedio ganado, es ahora un infierno blanco,
todo lo que veis a vuestro al rededor es blanco, todo lo que sentis esta frio o no calienta lo
suficiente y parece que lo que era un asedio prolongado, por tropas, lo consigue con creces la propia naturaleza.
Sois de las últimas tropas que llegais al emplazamiento. Pareceis un nutrido grupo, pero una gran ciudad desbordada por refujiados como es Kislev, apenas se mueve para dejar pasar a los ultimos tres mil hombres armados, hombres que aun no conocen en su mayoria que es un invierno en estas zonas del viejo mundo, hombres que quizas esperaban una larga muerte, y no una agonia blanca.
Se congregan estandartes de todas clases, desde la lejana Tilea hasta hombres de la cercana Ostland, todos muy bien venidos, pero escasos en comparación a lo que los exploradores predicen, quizas esta primavera, sea la úlitma en recordar Kislev como aun se conoce, quizas sus muros vuelvan ha volverse gelatina como ya hicieron en su momento, en la gran guerra del caos, quizas seais los últimos defensores de una tierra que no es vuestra.
Se necesitan valientes, que conozcan el juego en profundidad. Que les guste la estrategia minimamente. Que esten dispuestos a escribir al menos 4 mensajes semanales en como maximo 1 mes y 1 semana, apartir de aqui podemos discutir sobre el ritmo para dar los últimos coletazos a la partida.
Se necesitara 1 personaje, y una escuadra que lidere, sumado a todo su suministro para algunos meses.
En caso de utilizar magos o sacerdotes guerreros no liderara nada, pero podra dar apoyo a las escuadras.
Interesados mandar una historia de una escuadra, entera o mixta de hombres dispuestos a darlo todo.
Todas las dudas seran bien venidas.
Aqui tendremos que poner nuestras unidades, descripción de las mismas, efectivos, estandarte, etc. Haremos una votación, en la que yo tambien votare y la que mas votos acumule, tendra un estandarte magico que explicare en su momento. El voto es a la vista, podeis votaros a vosotros mismos, pero yo como no soy neutral, terminare partiendo la tarta, en caso de empate, se desempatara con otra votación en las mismas condiciones.
No acumuleis mensajes, reeditar solo 1 para la descripcion de las tropas y otro con el voto.
Todas las partidas de hombres tienen que tener 1 jefe con nombre(que sera vuestro personaje), un nombre de unidad, y un estandarte mejor con logotipo, al menos una descrpción del mismo.
Aqui podremos hacer las tiradas de nuestros personajes, recordad que SOLO del personaje, por aqui nada de escuadras.
Ha sido una larga caminata las ordenes que teniais era presentar vuestros respetos a un señor imperial que decidiria si os acompañaban o no, es un gordo pomposo, pero sus hombres dice que pelea como una manada de orkos hambrientos. Su nombre es Ingo AltzSchondorff, su familia lleva peleando junto al imperio casi desde sus inicios y se le considera un buen general. Su segundo al mando es un flaco de origen Tileano con un acento raro, llamado Mario Schade.
Es a este segundo el que al que le entregais las ordenes lacradas y selladas, con un ademan os indica una zona da la formación y os requisa el 50% de vuestros alimentos, para el bien del imperio.
Por Ordenes de Sir Ingo se ha salido en pleno invierto, ahcia la asolada ciudad de Kislev, parece que tiene prisa porque todos muramos, pero a base de mucho esfuerzo y frio, empezais ha hacer un surco en el camino, lentamente os vais hacercando a vuestro destino. La asquerosa caminata os lleva despues de 2 largas semanas hasta la fortaleza de kislev, tiritando y agradecidos bestias y soldados entrar en la impresionante fortaleza, la desolación y el frio que se encuentra detro parece mucho peor de lo que encontrabais fuera, en la calle puede verse gente apiñada y congelandose, que pide miserablemente unas monedas para calentar a sus muertos hijos, la mugre estaria mucho mas presente si no hubiera una capa inmensa de nieve blanca, salteada por manchones de nieve sucia echa por los sinuosos caminos.
Os designan unos barracones, y alli dan a parar vuestros huesos, parece que la guerra ya lleva años asolando esta región y ahora venir a sufrirla vosotros.
Bien venidos a Kislev.