Partida Rol por web

¿El libro de los Gules? ¡Pero eso era un libro como una impresora de grande! En tal caso el sheriff se hubiese dado cuenta (ibas con las manos arriba) y te lo hubiese quitado para arrojarlo por ahí.

Nada tienes, ningún objeto, todo en la garita del guardia.

Al llegar a la comisaria Michael se apresuró en cuanto pudo hablar con Robert, había estado pensando durante el trayecto pero nada de todo eso tenía logica alguna. No podía ser que Robert hubiera robado el cuerpo, pero aun asi una pequeña duda recorria su mente...

 ¿Pero que estas diciendo?¿Es que has perdido la cabeza?- le espetó alterado el profesor- es verdad que has sido tu? has robado el cuerpo de tu primo? No puede ser...que demonios esta pasando?Dime que has descubierto algo Robert, lo que sea o no podremos sacarte de aqui, esta es una acusación muy grave...

- Olvidaros de sacarme de aquí. Yo ya estoy vendido. El sheriff me lo ha puesto fácil y ahora sólo puedo ayudarlos y daros algún que otro consejo. - Dijo Robert mirando a sus primos.

- Decidme que habéis descubierto y zanjemos este asunto. Pero tengo que pediros un favor, pase lo que pase, a la madre del difunto no podéis decirle la verdad. El culpable soy yo y eso es lo que tiene que saber, sino, me colgarán por asesinato. -

 Pero que dices? Que es eso de que el sherif te lo ha puesto facil? Mira Robert no se de que estás hablando pero me tienes que decir lo que sabes, tenemos que buscar una solucion a todo esto-le dijo con un tono de desesperacion en sus palabras.

- ¿Quieres que te diga la verdad? ¿Sabiendo que eso puede matarme? Mira, primo, la cosa es sencilla. Todo el pueblo está metido en el ajo, pero claro, esto no puede salir de nosotros. Si algo de esto se filtra, yo soy hombre muerto. - Dijo Robert con una sonrisa y en voz baja. - Es una especie de secta... antropófaga o algo así. No puedo describir con palabras lo que he visto en la funeraria, pero estabamos en la pista correcta. -

Robert miró a un lado y a otro antes de proseguir.

- Debéis ir al cementerio, de día si es posible, será más seguro. Pero para todos, el que ha robado el cuerpo he sido yo. Ya os explicaré más cuando me digáis que encontrasteis vosotros. -

 -"No te preocupes primo, mi marido te sacará de esta, lo prometo..." -Al escuchar la sugerencia de ir al cementerio Melissa recuerda algo. -"Wilkins..., el pabellón de los wilkins, es allí donde iba mi hermano."

-"Profesor Room, ahora no podemos hacer nada más por Robert, tenemos que seguir nosotros."

- Tienes razón, no podéis hacer nada más por mí ahora mismo, pero después, si desentrañáis todo el asunto, recordad mis palabras. No le digáis la verdad a la madre o mi vida terminará en ese momento. Si queréis más datos o la verdad sobre lo que me ha pasado o lo que he visto, podéis visitarme aquí. Es más, espero que encontréis lo que encontréis, vengáis a contarme antes de mi jucio. - Dijo Robert incorporándose y cogiéndose de los barrotes.

- Pero id con cuidado, con mucho cuidado y no confiéis en nadie. -

Tomo del brazo al profesor Room y me separo de Robert y de oidos indiscretos.

-"Profesor, está claro de Robert está bajo cohacción, seguramente el sherrif le haya amenzado, aunque no entiendo los motivos, vayamos al cementerio y desentrañemos este misterio."

Sin perder más tiempo os dirigís al cementerio del viejo molino.

El cementerio está justo al lado de la funeraria, cogéis un taxi cerca de la comisaría y volvéis a atravesar ese camino de grava que lleva a las afueras, que tan malas sensaciones despierta, por tercera vez en el día de hoy.

Después de pagarle lo debido al taxista más una señal para que espere vuestro regreso os apeáis en frente del portón del cementerio. Es una puerta doble bastante grande de estilo verja. El cementerio parece un lugar totalmente cuadrangular, custodiado y rodeado por un gran muro blanco envejecido de dos metros de alto .

Abrís la verja sin mucha dificultad, solo os mancháis ligeramente las ropas de óxido. Allí podéis ver un amplio recinto, a la izquierda un gran campo de lápidas, más adelante a la derecha una galería de nichos y al fondo a la izquierda, con una ligera pendiente ascendente cual colina un lugar donde se alzan mausoleos.

Comenzáis a avanzar por el camino de dejando a vuestra izquierda el campo de lápidas, mucho cuerpo yacen allí, bajo tierra. El lugar no está exento de vegetación, los arbustos con flores rodean el terrero y dentro de el cuelgan deforma melancólica las ramas del sauce llorón. Al lado de alguna lápida ramos de flores marchitos. Está anocheciendo, deben ser cerca de las ocho. Sol se pone paulatinamente en el horizonte mientras una gran masa nubosa oscura como el carbón amenaza tormenta. Será una noche muy ajetreada.

A vuestra derecha dejáis la galería de nichos. Cuando pasáis por delante de la entrada vuestras pisadas hacen eco en el interior. Todo está en calma y silencio. No tenéis un por qué para adentraros en ella, por lo que decidís dejarla estar y continuar avanzando hasta la pequeña pendiente que os meterá de lleno en unas tenebrosas callejuelas rodeadas de mausoleos.

Subiendo por la menuda cuesta, un par de cuervos os sobrevuelan rápidamente causando gran estupor el hecho. Los mausoleos son pequeños en su mayoría, antiguos y medio en ruinas. Aquí la vegetación está muy desatendida y ha crecido a sus anchas. Los mausoleos están dispuestos de la manera que forman una serpenteante y angosto sendero, como si fuese e mismo es que os guiase a un destino final.

Este sendero por el que transcurrís termina en una pequeña escalinata que se dirige a un mausoleo mucho más antiguo y decrépito que los anteriores. Aquí la vegetación se ha descuidado totalmente y los arbustos y maleza rodean por completo los el mausoleo, siendo los únicos caminos adentrarse en el o volver sobre vuestros pasos. El musgo se come la mayoría de la piedra y otra escalera sube por alrededor de esa edificación que parece más un fuerte que una tumba para derrumbarse unos peldaños más arriba. La puerta original se ha sustituido por otra un poco más atrás, debido a que el marco inicial se ha derrumbado. Subías las escaleras para deteneros en una especie de descansillo que hay entre las escaleras y la puerta.

 -"Profesor creo que tendremos que empujar para abrir, ayúdeme."

Melissa apoya los pies sin poder evitar que sus tacones se hundan ligeramente en la tierra húmeda y colocando su hombro contra la puerta del mausoleo comienza a empujar.

-"Venga, más fuerte, parece que quiere ceder."

 Michael empezo a empujar primero con las manos y despues con el hombro. Aquella losa pesaba muchisimo, la cara se le puso roja por el esfuerzo pero en el útimo momento noto que cedía un poco...

La puerta del mausoleo, de construcción más reciente que este, se abre de par en par.

Lo curioso es que no chirría, no cruje, ningún sonido y hecho que indique desuso. No se levanta mota de polvo alguna y la suciedad y restos de piedra del lugar no parecen estar cerca de la puerta, es decir, da la impresión de que suele abrirse regularmente, incluso a diario.

La estancia no es muy grande, es totalmente rectangular y muy oscura. Uno de vosotros hace bien en prender un encendedor para iluminar la estancia.

Tras inspeccionar brevemente la pequeña y abandonada estancia (presupongo que lo hacéis) dais con una losa de piedra que, al pisar sobre ella, presenta oquedad.  Extrayendo esa losa se puede comprobar que no hay tierra o cemento, si no un pequeño agujero en el suelo de la cripta lo suficientemente grande para que pueda introducirse una persona.

Os internáis por él (presupongo que lo hacéis, muchas opciones no hay) para ver un pasillo sucísimo y estrecho que conduce a las profundidades subterráneas. Tenéis que avanzar semiagachados y vuestros codos rozan con las paredes sin poder remediarlo.

No sabéis a donde os estáis dirigiendo, el corazón os palpita sobremanera y podéis escuchar vuestros propios latidos puesto que no hay otro sonido en el lugar. El ambiente no muy acogedor de los graznidos de cuervos se ha convertido en un no menos tétrico escuchar de gotas contra la piedra y exhalaciones, el aire es muy viciado, el túnel ha sido excavado en la tierra viva, comienza a hacer frío.

Tras un par de minutos y con la sensación de haber avanzado una veintena de metros bajo tierra fuera del cementerio, os encontráis donde acaba el túnel, que desemboca en una pequeña caverna abovedada. Aquí se os encoge el alma al ver una visión de esperpento:

Allí hacinados se hayan unos seres que parecen formar una "camada", este, sin duda, es su nido. Se escuchan respiraciones al igual que se ven los movimientos lentos de pecho de esta.

El lugar huele a perro mojado y con la luz de el mechero alumbráis hasta siete seres, muy similares entre sí, excepto uno.

Aquellas figuras resultan completamente humanas en muy poco porcentaje, si bien se acercan a la humanidad en grado diverso. Muchos de sus cuerpos, además de ser prácticamente bípedos, tienen cierta inclinación hacia delante y unos rasgos vagamente caninos, con unos voraces colmillos por dientes, orejas puntiagudas y color oscurecido. La textura de cada uno de ellos es de una desagradable gomosidad. Son repugnantes con pies en forma de pezuña y garras, y parece que emiten una serie de gemidos y gorgoteos para comunicarse. Veis que su cuerpo está recubierto por moho de sepultura, especialmente en la boca. Pensáis que este moho puede ser el resultado de alimentarse de cadáveres en el cementerio, siendo esto así, vuestras vidas estarán a salvo de estas supuestas carroñeras criaturas, de esta especie de "hombres yena". En su mayoría están completamente desnudos, alguno de ellos posee andrajosos ropajes.

Pero, al fondo de la estancia, protegido entre las demás criaturas, hay otro que no parece uno de ellos en su totalidad. Es un joven que no llega a la veintena y parece tiritar de frío. Viste ropas sucias y rotas, evidentemente es la misma presencia que Melissa se encontró esta tarde fuera de la estafeta de correos, por sus vestimenta es reconocible. Este Ser parece a medio camino entre  el hombre que un día fue y estas criaturas. No ha perdido del todo los rasgos de humano, suponéis que la transformación no ha sido plena. Sus ojos, uno azul y otro uno marrón, a parte del recuerdo en vuestra memoria, lo reconoce rápidamente como Robert Monroe-Tyler.

Ante el nerviosismo de ser atacados por estas desconcertantes criaturas y la fuerte la impresión vuestro pulso empieza a ceder propiciando la caída del encendedor al suelo. Las criaturas parecen molestas por este repentino destello, apartando la cara o tapando sus ojo. El mechero, que no se ha apagado, ilumina la estancia de forma muy tenue, al igual que los rostros de sus ocupantes.

Con una voz siseante, esforzada y gutural (muy lejos de lo que era) os dice: No estáis en peligro, todavía.

La simple observación de esas... criaturas me deja sin palabras. Es como si un cubo de agua helada haya caído sobre mi cuerpo en el preciso momento en el que las he observado. Pero eso no es lo más extraño, lo más extraño y complicado de entender es que allí entre esos engendros se encuentra Robert... mi Robert... nuestro Robert...

La persona que estabamos buscando.

Mis palabras iban saliendo lentamente de mis labios.

- ¿Qué... qué eres? - Atiné a decir mientras intentaba que mis sentidos se centraran.

En ese momento, las palabras de Robert llegaron a mi mente.

Sus palabras.

Las pistas.

El culto.

¿Adoraban a estas personas?

- ¿Qué es todo esto? ¿Por qué has desaparecido? ¿Qué tienen que ver el Sheriff y todos los demás con esto? -

Miles de preguntas aparecían en mis labios, hasta que llegó la más importante.

- Tu madre está buscándote y nos ha pedido que lo hagamos nosotros... y te hemos encontrado, pero de esta manera... debo decirle la verdad... ¿o no? -

Antes las tiernas lo que queda de Robert se lleva las manos a los ojos y baja la cabeza unos segundo.

Veras...Hermana.

Estas...Criaturas venidas como de otro mundo, como salidas de las pesadillas, se denominan Gules. Su apariencia ya la conoces, son pacíficos, carroñeros, que vagan por el cementerio alimentándose de cadáveres. Son caóticas pero no hacen ningún mal.

Descubrí hace unas semanas,  tras 20 años de vida como humano, que siempre he sido uno de ellos, como ellos.

Tomo empezó una tarde que ingerí carne en mal estado a la hora de comer, carne podrida, carroña. La criada no se daría cuenta al cocinarla supongo. Tras unos días comencé a percibir unos cambios físicos y psicológicos cual adolescente, que insinuaban un oscuro secreto.

Mi forma de actuar se volvió impulsiva y oportunista, y me hice prácticamente carnívora puesto que ya no disfrutaba de las ensaladas, estofados de legumbres y frutas, solo carne, a todas horas. Como siempre mamá no se percató de nada por su obsesión con el trabajo.

Me vi obligado a estar encerrado en casa durante el día, con las cortinas cerradas, puesto que no soportaba la luz del sol. El tio Tyler me visitó, siendo médico no logró encontrar ningun diagnóstico preciso, pero ahora no me extraña..... pero en ese tema ya entraremos luego.

Solo salía por las noches, vagando sin rumbo, por pantanos y cuevas de una manera impulsiva, por lugares donde una persona normal no podría aventurarse sin peligro. Allí descubrí que mi forma física que nunca había sido mala se había vuelto excelente, lejos de cualquier degradación o cansancio físico debido a cualquier enfermedad, como sería lo normal.

Días después los cambios físicos eran notables. Mi dentadura creció y se tornó afilada, mi piel engruesó y secó adquiriendo un tono malsano, los músculos se incrementaron; Mis facciones siempre agradables se volvieron sardónicas y bestiales... ¡Pensé que me estaba convirtiendo en un hombre lobo!¡Dios pero que locura!¿Quien no conoce esa Leyenda?

Con mi aspecto,rutinas y esta nueva idea en mi cabeza decidí mantenerme apartado de la gente, puse una cerradura en mi habitación y conseguí varios libros que hablaban de mitos y leyendas de nueva Inglaterra  y con todo escepticismo perdido busqué por algún precedente, que no encontré. El retiro me incomodaba pero poco a poco comencé a disfrutar con ello, llegando a sentirme incluso superior de la gente que vive a la luz del día, tan estúpida y aburrida.

Pocos días después comenzaron las pesadillas de ansia y búsqueda mientras dormía. Las primeras veces quedé horrorizado de lo que veía en sueños pero luego esos delirios se convirtieron en sueños extrañamente felices en los que me veía a mi mismo alimentándome con satisfacción de cosas pequeñas, débiles, oscuras, que chillan .... (alimañas salvajes) Poco tardé en darme cuenta de que lo que "soñaba" eran impulsivas acciones que en realidad hacía sin darme cuenta.

Luego decidí dejarme caer por los cementerios, estos lugares son un reducto de tranquilidad por las noches, la gente los rehuye y yo puedo estar tranquilo, pero, lo que en principio era un hecho practico el frecuentar estos lugares se convirtió en un ansia tangible, pero ya no venía aquí por la tranuilidad, si no por el mero contenido del cementerio... un lugar donde ahora, voluntariamente saciaría mi apetito.

Pero, aquí, para mi sorpresa, encontré a mi verdadera familia. Fue una noche cualquiera los topé profanando una tumba. Ellos permanecieron callados, no hubo necesidad de palabras puesto que los sentidos de los Gules están por encima de ellas. El olfato adivinó el secreto en mi sangre, en mis fragancias "agradables", maduras y familiares. Me aceptaron sin más, y aquí con ellos encontré una atractiva paz. Recibo con alegría la salida de la luna salvaje.

Poco a poco aprendí de mi nueva familia muchas cosas sobre mi nuevo yo y la verdad. Me pusieron en contacto con los humanos que me ayudarían a desaparecer de la vida de los mortales para siempre; Albert Myers, Margaret Myers, Sheriff Clemens y mi propio tío, Thomans Tyler. Todos ellos forman parte de el "Culto al Gul"no adoran, nos rezan, aún no se porque.... En caso de la familia Myers siempre ha sido a si, generación tras generación.

Cuando acepté mi verdadera naturaleza y estuve preparado para desaparecer montamos el paripé del accidente, una manera sutil de no hacer daño a ti,a mama y a todos los demás con la verdad.

Pero... ¿Puede que tu, hermana, corras la misma suerte?Al fin y al cabo,llevamos la misma sangre.

Eso es mentira, y ahora incluso puedo olerlo.

No somos hermanos Melissa. Cuando nací, aquí mismo, en esta bóveda, nací humano, puesto que todos los Gules o muchos de ellos anteriormente lo han sido. Los sectarios del Culto optaron por introducirme en el mundo de los humanos por que aquí no sobreviviría,entre otras cosas. Así, cuando tu madre Jennifer-Monroe Tyler parió a su verdadero hijo fué intercambiado por mi aprovechando que Thomas tyler era el médico y Margaret Myers la enfermera,un intercambiadora de bebés.

Y así fué hasta día de hoy....

Aún siento respeto por tu madre, así que por favor no le digas la verdad. También lo siento por ti, por todo lo vivido y puesto que has sido capaz de llegar hasta aquí.

Por otro lado, no se que esperabas encontrar aquí. Nosotros no hemos matado a nadie, no veo oportuno un derramamiento de sangra por ninguna de las dos partes. ¿Yo? Seguiré aquí, cambiando hasta convertirme en un ser totalmente carente de inteligencia, razón y sentimientos, cambiaré de tal forma que será irreconocible...es mi destino.

- No lo entiendo, pero... te comprendo. - Dijo Melissa mirando entristecida a su hermano. - Pero si no quieres que le diga nada a tu madre, ¿qué puedo decirle? ¿Debo hacer caso de lo que nos ha dicho Robert y dejar que él cargue con toda la culpa? ¡Lo van a encerrar en un manicomio! Sólo por el hecho de que ha descubierto cosas que no debíamos haber descubierto... -

Mi cabeza cayó hacia mi pecho, resignada. Ya no sabía que hacer, pero contar la verdad... ¿quién me creería? ¿Me encerrarían a mi también con mi primo?

- Sea. No diremos nada, nos inventaremos algo para que deje de buscarte y nos iremos de aquí. Quiero hacer algo para sacar de dónde lo han metido tus amigos "adoradores" a mi primo, que solo quería descubrir el secreto. Ahora, nos vamos de aquí. No he estado aquí, ni te he visto. Cuidate, hermano. -

Si, tu también....

No le escupí la cara por que simplemente, con sólo mirarlo, me entraban arcadas.

Era la criatura mas siniestra que había visto... y yo lo quería como un hermano... un falso hermano según sus palabras.

Tonterías.

No puedo permitirme flaquear.

Ojalá la tumba en la que reside se caíga sobre sus cabezas y mueran de una vez por todas.

¿En qué mundo vivimos?

¡Están todos locos!

Y pensando eso, Melissa se retiró de la tumba jurando que nunca más iba a volver a pisar este pueblo.

 Michael, se quedo como una estatua. Ni siquiera tubo el valor de hablar cuando vio a aquel "chico". Un nudo le atenazaba la garganta y no podia pensar. Vió como La chica lo hablaba llena de dudas y vió tambien como él la explicaba que era un monstruo. Una criatura horrible e infecta. Una criatura adorada.En ningun momento Michael pensó que aquello pudiera estar ocurriendo, una trastada del joven, un horrible accidente...pero aquello no tenia nombre. Nada tenia sentido en la cabeza del profesor y las dudas que le corroian la lengua se tapaban las unas a las otras impidiendole decir nada. Muchas eran las preguntas que tenia, y ninguna parecia tener respuesta, pero asi sería.

Una lagrima le surco el rostro cuando miro por ultima vez al que antes fue su alumno, se giró junto a Melissa y con la cabeza baja empezó ha andar detras de ella...

Sin duda no es lo que esperabais. Su hermana del alma lo rechaza por completo y el profesor se queda mudo de la impresión. Tras coger el mechero caído abandonáis la estancia, volviendo a cruzar el cementerio. Cuando escucháis ruidos detrás de vosotros. Es la "manada de Robert" que ya caída la noche se dispone a alimentarse.

En este caso, Robert parece miraros fijamente desde la lejanía, subido a una lápida, aprovechando el último resquicio de humanidad que pudiese quedarle, observa con melancolía como os marcháis de allí, para olvidadlo todo y no volver.

Algunos asuntos, enterrados o no, son irremediables y es mejor dejarlos en paz

-FIN-