Dentro del reino de PiedraBruja, cuyo pueblo ha vivido en paz muchos años, la paz y la armonía con la magia han logrado una amalgama de comodidades que tiene a las clases sociales en calma.
La magia "simple" (mayormente trucos que son utilidades diarias) han sido enseñados a muchas de las castas nobles, las que a su vez prestan servicios usando esa magia para facilitar la vida a todos.
Rocamágica ha sido una ciudad siempre al avance de la modernidad. La misma magia ha permitido grandes avances hidráulicos y que han permitido encauzar el rio que viene desde las profundidades de la montaña Roca para favorecer la agricultura y algunos proyectos del alcalde, un visionario.
Las calles de la ciudad Rocamágica se ven abarrotadas de carretas que vienen desde fuera de la ciudad, con una seguridad excesiva que roza la paranoia.
En el norte de la ciudad, y pegado a la montaña que le da el nombre existe una pequeña mini fortaleza cuyos pequeños muros de 15 pies de alto, con una gran reja metálica, pareciera que no soportarían un asedio como tal, aunque serviría en caso de disturbios menores. Actualmente los guardias cumplen su función, manteniendo dicha reja abierta, controlando el tránsito de carretas.
Varios guardias, se encuentran verificando nuevamente la entrada a la mini fortaleza pasado esa reja , cuyo antiguo (y con mucha historia) y bien construido edificio funciona actualmente como la alcaldía de RocaMágica.
Por el sur, junto con la entrada a los sectores habitables acomodados, existen también múltiples fuentes de agua con figuras que se van formando con los chorros que brotan desde el fondo de sus mismas piscinas, haciendo que el paseo por ahi nunca este exento de turistas, y algunos guardias.
La ciudad cuenta con una extensa área verde en medio de la ciudad, algo asi como un gran parque, el cual esta permanentemente vigilado por uno que otro guardia, lo que lo hace muy seguro.
Alrededor del mismo, los negocios mas acomodados atraen los clientes mas adinerados. Una cuadra alejados de la parque, y a veces contiguos con los mismos negocios acomodados, están los negocios mas comunes donde se puede encontrar desde alimentos, hasta forjas y mercaderes ambulantes. Es como una extraña amalgama de cosas por comprar de distintas calidades y precios en sectores muy cercanos.
Los mercaderes, dentro de sus tiendas son los mas amigables ahora que se necesita vender, y se ven pregonadores a cada tanto exponiendo sus "bajos precios".
Falta un día para que se celebre, como todos ya saben el cumpleaños numero 40 del alcalde y los preparativos en la ciudad no se han dejado esperar.
Guirnaldas de colores adornan ciertas posadas elegantemente, mientras que otras, al parecer efímeras y semi translucidas, iluminan y adornan los arboles que rodean el gran parque.
Todas las áreas de compras y ventas están disponibles hasta las 9pm, hora en que cierran.
Las posadas, por otra parte, abren 24x7, y se ven turnos de relevo, dependiendo del tamaño de la misma. Las 2 mas importantes de la ciudad son "La montaña" y "Licor corriendo como agua", cuyos precios son mas asequibles para todo el común de las personas.
DM: Cada uno de ustedes, han tenido una que otra aventura juntos entre ustedes, que ha ayudado en cierta forma a Rocamágica, por tanto se conocen, al menos de vista. También cada uno de ustedes cuenta con una invitacion personal del alcalde, para poder entrar al magno evento de su cumpleaños.
En estos instantes, se encuentran todos juntos en la plaza, admirando el parque.
Me siento como sapo de otro pozo tras nada más haber puesto un pie en la ciudad. Parece que los demás que vienen conmigo ya han estado aquí antes, o al menos están acostumbrados al bullicio, pero yo ahora me encuentro demasiado perdido.
Por el camino he venido leyendo la invitación del alcalde, arrepintiéndome a las pocas horas de viaje de haber decidido venir yo en lugar de mi padre, a quien le encantó la idea de que conociera el mundo y a otras personas. Pero es demasiado pronto para socializar, no tengo idea de cómo iniciar una conversación, así que lo que he hecho estos días fue guardar silencio y esperar.
Afortunadamente aparecieron algunos conocidos en el viaje, que se pusieron a charlar entre ellos y yo más bien observaba desde afuera, pero sirvió para mantenerme animado un rato.
Respondo al clérigo asintiendo con la cabeza cuando propone ir a quedarnos a un lugar. No sé nada de acá, así que por ahora cualquier sugerencia es buena, si viene de alguien que sí sabe. No tengo nada que discutir.
—A La Montaña —respondo escuetamente a la bardo que se distrajo al pasar junto a ella.