Gema, antes de marcharse, os dejó que reposárais allí. En realidad que durmiérais allí. Había ido a preparar su panadería, luego a la taberna de su hermano y finalmente pasaría la noche entre leños, candiles, los dos hornos y masa de pan entre sus manos. El trabajo de la panadería era duro y trasnochador. Hubísteis de tener suerte de encontrar a aquella jóven en Reus, la cual os dejaba su vivienda para descansar.
Escena cerrada. Seguimos en la siguiente.