Partida Rol por web

Kurtok una vez que ha facilitado el camino dedica todo su tiempo a curar al compañero malherido. COn un gesto le indica a "Rayitas" que le cubra las espaldas.

Hola compañero, sabes esta situación me recuerda a una vez que nos atacaron unos orcos en el bosque del norte - Kurtok sigue predicando mientras su compañero se retuerce de dolor- o eran unos trolls... No me acuerdo, ¿que es lo que te contaba? A sí, resulta que si mezclas hierbabuena con azufre de las minas sagradas se crea un ungüento milagroso que reafirma las arrugas de las mujeres feas. ¿Pero yo venía a eso? tu no eres una mujer fea... eres un hombre feo por lo que no se porque te hablo de esto, por cierto ¿sabes que estás sangrando? Habérmelo dicho antes hombre ¿es que no sabes que tengo poderes curativos?

Kurtok comienza a canturrear unas frases que le gustaba entonar cuando sanaba

Herida hermosa

herida malosa

desaparece como si tal cosa

Tras realizar el conjuro, Kurtok le entrega a su compañero dos buenas bayas que guardaba en la bolsa

Toma, será mejor que estén repartidas entre todos, si las comes mejorarán tu estado de salud levemente.

Nada más matar a ese goblin la tensión se refleja en el ambiente. Nos persigue un batallón de la caballería orca. Se acercan a nosotros pero conseguimos escapar gracias a su lentitud en ponerse en marcha. Llevábamos demasiada ventaja cuando empezaron a cabalgar hacia nosotros como para que nos alcanzaran.

Ahora nuestro problema es otro. Delante de nosotros hay un tronco colgado de cuatro cuerdas y en una rama hay dos goblins con cuchillos esperando a que pasemos por debajo para cortar la cuerda y dejar caer el tronco encima de nuestros carros.

Sigo con el arco preparado así que vuelvo a poner una flecha en él y a tensar la cuerda. Apunto a uno de los goblins que están ahí arriba. Respiro. Justo cuando voy a soltar la flecha el carro pasa por encima de una piedra y el bote me hace levantar el arco más de la cuenta mandando la flecha bastante lejos del objetivo. Pido misericordia y que mi error no nos cueste muy caro.

Un lanza roza mi brazo,la herida no reviste gravedad,pues he tenido de peores,pero eso hace que mi estado de animo se ensombrezca mas de lo que es normal en mi,esos repugnantes seres no son nada,han de pagar por la afrenta que he sufrido....pero mi caballo va a máxima velocidad,todo l oque le pobre jamelgo puede aguantar,el también nota el peligro que nos acecha y no es partidario de dejar de correr ni un solo segundo,su inquietud es patente para mi,llevamos algún tiempo juntos y sus cambios de humor o de estado no pasan desapercibidos para su jinete...

Pero mi intención es volverme a matar algún que otro goblin y que eso les sirva de ejemplo,ademas así los carros llegaran a su destino si los entretengo aunque solo sea unos segundos....pero mi mirada se ve atrapada en otro lugar,mas allá de nuestra posición otros dos engendros preparan una trampa mortal si no hacemos algo,dejo que los atacantes nos persigan y centro toda mi atención en el frente,si puedo hacer algo por el grupo es dejar a un ser miserable es esos sin su premio y por ello pongo mis sentidos en función de un nuevo lanzamiento de flecha.....

Pero la herida me molesta mas de lo que deseo reconocer y al tensar la cuerda,esta no dispone de la fuerza necesaria para llegar con precisión al árbol en el que están subidos los dos engendros y el disparo sale mal,muy mal,demasiado mal.....

La rabia se apodera un mas de mi,la impotencia que siento es tal,que bajaría del caballo y les aplastaría el cráneo a esas monstruosidades de la naturaleza,pero es tarde,demasiado tarde para nada,los caros corren,devoran los metros que los separan de la trampa y esta se cierne sobre nosotros sin piedad,parece que veo los dientecillos de los goblins,riéndose de nosotros pues su efectividad puede ser devastadora si el golpe es certero,solo me queda rezar por que sean tan zafios como recuerdo y sus maquinaciones no lleguen a buen puerto,puesto que han de utilizar una sola mano y les costara cortar la gruesa soga que sujeta el tronco colgado en el aire.....

Contengo la respiración antes del desenlace,pues soy observadora privilegiada de la escena y esquivar el impacto por parte del carro es tarea imposible si alguno de los que van sobre el no reacciona a tiempo.....

Hola, quería utilizar arma espiritual con la espada. Pero no se muy bien cómo tengo que hacerlo, me puedes ayudar? No sé si encomendarme a una deidad determinada según el arma o qué.

DM : me encannta ayudar  y ademas es un hechizo complicado te cuento: convocas un arma que lucha (espada daño 1d8) con su propio gaco que es tu base +(bono sab +4) tines 18+4=22>>> el bono ademas del base es +6 queda 14-6=8 de gaco , ataca 4 asaltos y puedes atacar el mismo round que se lanza

El corto trecho que los separaba de la seguridad de la cobertura de los arqueros de la fortaleza parecía tan lejano ahora como al principio, después de lograr salvar el escollo de los goblin nocturnos y haber dejado atrás por poco a la caballería pesada orca, un nuevo obstáculo se cernía ante ellos, una trampa de esas que tan bien conocía el elfo dada su afinidad a los bosques, una trampa básica y a la vez eficaz que podía hacer que el carro no llegara a la fortaleza, un carro con un arma que quizás pudiera lograr que el asedio que sufría el castillo se pudiera salvar con éxito.

A la mente del elfo le vinieron unas palabras, en su cabeza se daba forma algo que para era tan parte de él como su sangre, magia, repasó rápidamente sus posibilidades y pensó que quizás, solo quizás con un poco de suerte un conjuro de proyectil mágico lograría derribar a los suficientes goblins como para que la trampa errara su blanco.

Cerro un momento los ojos levanto una mano y de las yemas de sus dedos surgieron unos proyectiles de fuego verde que se dirigieron veloces hacía su blanco, uno de los goblin que sujetaba el cuchillo para cortar la cuerda, espera que si cae al menos uno la trampa no surta su efecto.

¿Acaso era aquel mi fin? Realmente mi vista borrosa y mi mente enajenada por el dolor me permitían discernir que pasaba. Aún estaba tirado en el carruaje, con una herida que sangraba de manera tremebunda. Mi piel palidecía y mis fuerzas me abandonaban. Únicamente me regocijaba el pensamiento de que en parte había superado los miedos que me habían atenazado hasta ese momento, desde el principio de la aventura. Y quien sabe... a lo mejor habría derribado a algún goblín.

Estrañas palabras llegaron a mis oídos. Mi visión se vió entorpecida por una sombra que tapaba la luz. Tras unos instantes enfocando la mirada me pareció discernir una figura no muy grande. Parecía aquel gnomo de los bosques, sí, sí, sin duda, era él. Estaba desorientado, no entendía su cháchara.

Pero entonces, vi como apuntaba sus manos hacia mi. Un destello lumimoso brotó de sus manos. Una luz que me cegó levemente, pero que nada más comenzar me hizo sentirme mejor. Me incorporé levemente para poder ver, algo que me hizo asombrarme de sobre manera. Su magia, estaba proyectando un halo verdoso sobre la herida. La sangre volvía hacia la herida, y esta empezaba a cerrarse rápidamente.

Notaba como esa energía mágica no solo cerraba la herida, sino que me devolvía las fuerzas, el color volvía a mi piel, los pensamientos volvía a fluir a la velocidad del rayo... ¡me había curado! Las magia se disipó, y aunque la herida no se había curado del todo, solo un leve rasguño quedaba. Nada que un gnomo aventurero no pudiera resistir.

Me incorporé totalmente, atónico ante la facilidad del gesto, como si hace unos segundos no hubiera estado herido. Ahora todo cobraba sentido. La escena se volvía agil, rápida y tremebunda. Vi a lo lejos a los goblins y su terrible trampa. Una tecnología rústica, sin duda, pero cualquiera sabe que los mecanismos simples son los más efectivos.

Mientras analizaba rápidamente la situación, parecía que el resto de mis compañeros se anticipaban a mi. Flechas, hechizos, todo volaba hacia el enemigo, pues todos sabíamos que si ese tronco nos impactaba, sufríamos riesgo de perder un carromato y destruir la comitiva.

Miré por un instante al gnomo de los bosques y con un tono totalmente solemne, pronuncié las pocas palabras que alguien podía permitirse el lujo de decir en aquellos instantes:

- Gracias, compañero.

Tras proferir aquella frase, decidí entrar en acción lo más rápidamente. Eché mano al pequeño arco que portaba y descubrí aliviado que afortunadamente no había sufrido grandes daño ni él ni las flechas que portaba en el carcaj. Aunque no era muy diestro en el uso de aquellas armas no había tiempo que perder. Había que neutralizar a aquellos goblins y estaba demasiado fatigado internamente como intentar realizar otro conjuro.

Estiré el brazo que sujetaba el arco y coloqué una flecha en el mismo con la otra mano. Mientras tensionaba la flecha echando el brazo habia atrás, pensé en lo difícil de la situación y lo complicado que sería acertar el disparo, pero no había tiempo que perder, ni siquiera para lamentarse. No dejaría que el miedo y la indecisión me frenasen de nuevo.

No obstante, lo peor que podía suceder aconteció: justo en el momento de lanzar la flecha, el carruaje se encontró en su acelerado paso con un tremendo bache. El impulso me hizó tambalearme y tuve que apoyar una rodilla en el suelo para no caer, pero era demasiado tarde.

La flecha había salido disparada y con un ángulo totalmente erróneo, debido al brusco e inesperado movimiento, lo que sumado a mi inexperiencia hizo que se perdiese entre la flora del lugar. Maldición, ¿qué sería de nosotros? Esperaba que alguno de los intentos de mis compañeros por abatir a los enemigos funcionase...

sendos proyectiles magicos golpean y matan a los 2 goblins ,sorteando la trampa

los goblins salen disparados , el primero falla por mucho y el segundo se acerca al warlock pero no le alcanza por poco (saco 14 tenia que sacar 16 y eran 5d6 de daño)

Os acercais lo suficiente al castillo ,para que los vigias manden abrir las puertas y entrais ,protegidos por una luvia de flechas que hacen desistir a vuestros perseguidores