Partida Rol por web

 Con los dedos convenientemente pegados (incluso alguno a su articulación correspondiente), la joven zombie se puso a pintarse las uñas de un brillante verde fangoso. Quedaría ideal en la invocación, a juego con los arcanos poderes que iban a convocar.

tras ponerse de nuevo el pie en su sitio sin prestarle mucha atención, el enorme zombie empieza a deambular bamboleandose entre los demás, por aquí no hay comida, ni humanos gritando, la mayoría de los otros zombies solo dicen tonterias y esto empieza a resultar aburrido. Tal vez debería cooperar en eso de la invocación, aunque no parece tampoco que avancen mucho, así que se acerca a una tumba no abierta (osea que el ocupante debe seguir dentro) y se pone a desenterrarla

-hambre-

Bonta-kun voltea la caza de lado a lado.

"Fumomo.... Fumo..". (los cultistas de estos tiempos... es una pena...)

Fumomomomo fumomo fumoffu. (empecemos entonces con los rituales)

Bonta-kun esquiva al malvado teletubi y saca de entre unos arbustos su Cimitarra de bazai, la cual esta gravada con antiquísimos símbolos de inconmesurable poder.

Acto seguido, empieza a recitar una extraña letanía, mientras danza alrededor del circulo mágico que están preparando.

Sentado en el suelo recolocando ambos tobillos y una rodilla, observo como la niña que evitaba sus "juguetes" se había dejado su propia cabeza reducida. Que maja es... Aunque es muy grande, demasiado, creo que tengo el tónico perfecto para esta cabeza argentina.-Pensaba mientras sostenía la cabeza de Potty entre sus sucias manos de zombie.

Mientras rebuscaba entre su caja mohosa encontró lo que buscaba, Jugo de mango o de otra manera dicho tónico para enanos. La destapo, la olio, un orificio se cerro, el otro se dilato y cuando pensaba verterlo en la cabeza, esta hablo.
-¡O~#¬@ p~€!-Menos mal que su traquea seguía siendo inglesa y no pudo decir palabrotas, por eso de que parecía que había zombiños cerca.-Pero si habla y todo menudo nivel, tengo que preguntarle a la niña como lo a conseguido, hasta parpadea-Toco le ojo, la cabeza se quejo, volvió a tocarlo y otro grito sonó."Podria estarme asi todo el dia"Y repitió.

Celeste rebusca entre los bolsillos de su bata, antaño blanca con una cruz roja a la altura del pecho, y empieza a sacar blisters con pastillas de todos los colores.

-Uhm... tengo...- mira una pastilla roja y amarilla. La olisquea o al menos eso intenta -Creo que... es... Anfeta. También tengo... frenadol... y lorecepan. Son rosas- afirma, convencida de que ese es el mejor argumento del mundo de la medicina para tomarse esa pastilla.

Se abre la bata para enseñar su pierna pálida y algo azulada para mostrar su liguero blanco y un cinturón donde lleva una ristra de jeringuillas distintas. Desde luego, es una mujer-zombie con mucha suerte, su cadáver se ha conservado relativamente bien. Para ser una muerta viviente, claro.

-Atropina. Adrenalina. Son... guays, vas... más... rápido- sonríe como una colgada.

-Soy... enfermera. Las recomiendo... Todas- les dice a todos los que han mostrado interés en sus drogas, como Lisa, Beetle, y Yuzeppe.

-Cual... va a ser?

-Claro que hablo, soy una cabeza de niña zombi. Para ser un comerciante muerto viviente ha visto usted muy pocas cosas.

El cuerpo de la niña regresaba a por su cabeza y tendió la mano para que se la devolvieran, aunque su cabeza hablara por su cuenta.

-Como debería saber, los resucitados no atendemos demasiado a las leyes de la ciencia de los vivos. Y podemos separar nuestras extremidades sin que muramos. Qué narices...si ya estamos muertos. Ande, pruebe a arrancarse un brazo y que éste ande solo, no duele y es muy divertido.

En realidad seguro que dolía al menos un poco, pero se lo debía por haber tratado a su cabeza como un juguete.

Cyan miró a Celeste. Qué maja, ofreciendo a todo el mundo alegría en dosis médicas.

- Las pastillas rosas molan, pero después me duele la cabeza y tengo que tomar pastillas azules. Y las pastillas azules no molan. ¿Quieres que te pinte las uñas?

Le enseñó sus uñas verdes, inexplicablemente bien manicuradas en sus dedos informes y retorcidos.

Lisa admira maravillada la ristra de drogas de Celeste.

Ay!!! Me gustan todas!!! Dice ilusionada. Pito, pito, gorgorito, dónde vas tú tan bonito, a la era, verdadera, pin, pon, fuera! Vale, me quedo con el lorazepam, vale? Creo que me vendrá muy bien para calmar mi ansiedad por la llegada del Horror Cósmico (si es que...soy una ansiosa!).

Caztro vio llegar el resto de Potty a por su cabeza, mientras esta parloteaba sin respirar, muy lógico si recordamos que estaba muerta.
-¿Como? Si claro... Que se cree la niña que uno es ingles no español-Pero me temo que yo no puedo hacer eso.-Levanto mientras entregaba la cabeza a su dueña para mostrarle un remiendo en su brazo derecho.
-Fíjate Zombiñita, si esta así es porque ha intentado escapar antes, al igual que su compañero Mr.Acuoso. señalo a su ojo y este escupió indignado.
-Por otra parte el izquierdo aun es mio y prefiero dejarlo hay no sea que le guste mas otro ingles, ya sabes las extremidades son muy traicioneras.-Le tapo las orejas a la cabeza para que solo pudiera escucharle el cuerpo. ¿Podría? que mas da.

Terminada la conversacion o al menos eso le hizo creer su medio cerebro, se giro al ver que la Zombermera seguía obsequiando drojas.
-No se moleste pútrida compañera, yo ya me moleste en comprobar su mercancía, aunque le diré que llevar clavadas las jeringas en las pantorrillas no es buena idea si piensa venderlas o doblarlas, las pantorrillas me refiero.-Volvió a fijar su vacía mirada en su Zombascota, ¿Quiere algo a cambio para su zombato? ¡JE! que nombres mas tontos usan los zombies con las cosas de comer, espera recapacita, cliente en potencia, cliente en potencia.

En el fondo de la tumba que ha desenterrado solo hay algunos huesos mohosos, Ya-aagh los muerde un poco, pero sin nada de carne se aburre pronto y los tira.

De vuelta entre la masa de zombies parece que hay un foco de animación y algunos le piden algo a la zombie con el vestido de enfermera "carne"

Ya-aagh se asoma para ver la carne de la enfermera, que no esta mal, pero aparte de eso no hay comida, solo tiene cositas de colores en las manos como ofreciendo. Ya-aagh adelanta su manaza y coje todas las pastillas que la enfermera tiene en las manos y se las lleva a la boca, se las traga apenas masticandolas un poco, pero por supuesto no son suficiente ni de lejos para saciar su enorme estomago

-hambre-

entonces... algo parece fallar -ughh- Ya-aagh se lleva una mano al estomago y pone mala cara (peor cara)

Despues de varios tropiezos con algunas Zombies que vieron sus tumbas abiertas por la pala del Dr Green, este termino de hacer el dichoso circulo.

Con la pala iba apartando a cuanto zombie se atravesara para hcer espacio suficiente.

-"Ya está, aqui podemos hacer la orgia invocatoria"- Saco una berenjena de uno de los bolsillos de su roida bata, le sacudio los gusanos y le dio un mordisco; los dientes de JW salieron volando, pero eso no impidio que se tragara el pedazo de vegetal. Claramente se vio pasar por un agujero en el pecho donde se desvio, tropezó con las tripas al fondo y quedo sobre un putrido riñon interno. De repente una rata salio de entre las tripas y se puso a mordisquear el trozo de berenjena.

Apenado, se cerró la bata. Vio al oso-zombie bailando, y sin mas, se puso a bailar á su lado.

-"Aserejé ja de je de jebe tu de jedere seibiunouava majavi an de bugui an de guididipi"-  Algo maligno impregno el ambiente.

Como es zombie a Celeste no le da tiempo a reaccionar y sus manos muertas se quedan vacías de pastillas. El zombie grande y enorme se las come todas de golpe.

-No se preocupe Srta Zebra, tengo... más- sonrisa torcida, que si Celeste hubiera estado viva, habría equivalido a sonrisita pícara -Síiii, píntame las uñas!!- responde, minutos después a la propuesta de Cyan.

Entonces, con lentitud, ésta consigue entender el comentario del vendedor, Yuzeppe.

-No están... clavadas, ve?- señala su muslo -No sé si puedo... eso que dijo con... la pierna. Puedo?- se queda dubitativa, sin saber muy bien por donde navegar al respecto, hasta que ve la cara que pone Ya-aagh al poco de tragarse un montón de pastillas distintas.

-Son... distintas, no se deben... mezclar- le respondo al grandullón- Malo! Zombie Malo!- levanto pesadamente una mano, y le señalo con un dedo acusatorio, de regañina. Tras reñir al gigantón me giro hacia el vendedor, Yuzeppe.

-Prímula no está... en venta. Es Prímula. Está... Muerta. Como Yo. Como... Usted.

El gran muñecote muerto al ver que Dr. Green terminaba sus faenas y se ponía a bailar, comenzó a dar saltitos y a bailar a su vez.

-SIIII, TU QUIEDES JUGAR- todo contento, lo abrazó por detrás con excesiva fuerza, clavando sus manitas en la cavidad que hacía poco contenía los intestinos del zombie agricultor.

-¿QUE ES LO QUE TU HACES? ¿PODO HACER YO TAMBIEN?-

Ya-aagh se sienta en el suelo, se esta empezando a sentir muy raro y baja la cabeza cuando la enfermera le riñe

-ugh-

que cosa mas rara, esto no puede ser bueno

 Cyan coge el machete de la cabeza del zombie ensartado y corta el brazo a Celeste. Se lo pone en el regazo y comienza a pintarle las uñas con primor. En cuanto termina, saca de debajo de la falda hilo y aguja y se lo coloca a la enfermera sexy. En cuanto termina, se lo vuelve a quitar. Le da la vuelta y lo vuelve a coser.

- ¡Te han quedado genial! ¡Dame la otra mano!

Levantó el machete con una amplia sonrisa - mueca en los labios.

Poco a poco, un gran grupo de cultistas entusiastas (incluso los que parecían que no eran capaces de hacer otras cosas más que andar hurgando en sus órganos podridos o buscar cerebros) por recibir al Horror Cósmico se había juntado.

Aun faltaba mucho por empezar el ritual, pero mientras algunos se dedicaban a adecentar el lugar para la invocación, la tarea de las no-muertas era ejercer de profesionales de la limpieza. Aquel Vicente era un autentico machista. Naledi tenía claro que no iba a hacerse cargo de esa tarea. Que la buscaran una más apropiada con sus capacidades.

Pottyna se emocionó cuando su cuerpo y su cabeza volvieron a reunirse. Ella misma abrazó a su cabeza, con cariño. Y entonces lo olió. El olfato de la niña era bueno, y su naricilla siempre estaba moviéndose casi imperceptiblemente de un lado a otro, olisqueando.

El olor la emocionó casi más que el reencuentro con su cabeza. Y es que el olor la llenaba de esperanza, de buenas sensaciones. Era el olor a comida, a algo fresco. Y entonces lo vio.

¡Pues claro! El ruido, las voces, las estupideces de los otros zombis habían llamado la atención del vigilante del cementerio. De hecho, con la cantidad que habían hecho al despertar, se extrañaba que no hubiera aparecido antes, es posible que estuviera durmiendo o mirando cosas porno tontas en internet. Pero eso a la chiquilla le daba igual. Era carne, y estaba viva.

Con su mano izquierda lanzó su cabeza, con una precisión ensayada, contra el hombre, para pillarlo por sorpresa.

-Vamos, chicos, que hay comida, aunque yo me pido el primer bocado- dijo mientras se acercaba al pobre individuo, que debía de estar ahora mismo arrepintiéndose por no haber cogido el empleo de vigilante de una nave industrial aunque cobrara 50 $ menos al mes.

La cabeza impactó contra la pierna, y empezó a soltar bocados, nada inocentes para una niña pálida que va vestida de rosa.

-"Me voy a poner las botas"- Pensó la dulce criatura.

Lisa se había quedado fastidiada al ver al zombie grande quitarle las preciosas pastillas a Celeste...¡Oye! ¡Abusón! ¡Que había para todos!!!

Cuando vio que empezaba a sentirse mal se alegró: Otra vez compartirás con los demás, ¡hala!

Y de pronto la pequeña zombie avisó al ver al guarda nocturno del cementerio y se lanzó a por su pierna.

Esta vez no se me adelanta nadie más- y corrió tras la niña, arrancando el machete de las manos Cyan al pasar junto a ella, y abalanzándose finalmente sobre el vigilante para partirle la cabeza en dos y poder darle un buen bocado a su sabroso cerebro.

"Un humano, el guarda del cementerio". Ya-aagh intenta ponerse en pie, pero todo le da vueltas, ve cosas de colores y siente calor y frio a la vez, cuando se levanta el suelo se tambalea y todo parece ir mas rápido o mas lento de lo que debería, tras dar un par de pasos inseguros cae de nuevo al suelo, mira con pena hacia donde se escuchan los gritos del guarda, el festín ya ha empezado y no parece probable que pueda llegar a tiempo. Levanta su mano hacia allí y simplemente dice

-hambre-

Celeste comprueba que su brazo cortado y vuelto a coser funciona mínimamente. Al ver que es así, vuelve a coger a Sonrisas. Su otro brazo ha quedado intacto, al menos de momento, aunque claro ahora tiene las uñas de una mano pintadas de verde y en la otra mano de rojo chillón. Se las queda mirando, le gusta el resultado y decide que la combinación es buena.

Su hilo de no-pensamiento se ve cortado por los lamentos de Ya-aagh, que parece haber recibido su justo castigo por dejar sin pastillas al resto. Celeste se acerca a él y le enseña las uñas de ambas manos.

-Te gustan?- le pregunta a éste. Se lo queda mirando, con esos ojos muertos suyos y luego le ayuda a levantarse, no sin cierto trabajo, porque claro, un zombie tratando de ayudar a otro a levantarse es todo un espectáculo de lentitud, tropiezos y absurdidades, pero Celeste es una zombienfermera, si ella no puede lograr eso, entonces nadie puede (nadie no-muerto, claro)!

Pasado un buen rato consigue ponerle en pie y acompañarle hasta el vigilante para ver si ha quedado algo de cerebro que puedan comer ambos.