Partida Rol por web

Estaba mucho más tranquila y así, por fin volvió a entrar en su casa, llena de emoción, aunque sabía que la despedida sería triste.

-Madre, tenemos una misión, Nereb y yo pero no sé cuánto más pueda o deba decirte, estoy segura que luego de algunos días, podrías preguntarle a la propia Galadriel y no dudo que te lo dirá.

Ayudaba a su madre a preparar la mesa donde comerían, con un hermoso mantel blanco y muchas velas alrededor, pan de lembas en el centro y más de dos tipos de frutas. Al final se acercó a Nereb.

-No te van a hacer nada, es mi familia. Come tranquilo y luego...-lo miró a los ojos nerviosa y apartó rápido la vista.-Luego hablaremos.

Tu madre te abrazó, auque eras su hijastra siempre te sintió como su hija natural – ¿Y donde es esa misión, no será fuera del bosque? – te dijo mientras la ayudabas a preparar la mesa

La tensión inicial iba pasando y aunque era extraño tener a un humano en una casa de Lorien parecía aceptarse con relativa normalidad aunque este se sintiera muy desplazado, agradeció tu gesto de acercarte a él con una sonrisa un poco nerviosa – gracias, si, luego hablaremos

Tu padre se quedó mirando al humano, estudiaba sus gestos y sus rasgos.

Nereb se acabó sentando y evitó mirar a tu padre, no sabía muy bien como manejar la reunión, esperó a ver que hacían los demás y tomó un pedazo de pan de lembas.

 Se dejó abrazar con cariño, quería a esa mujer mucho más que a nada en el mundo, después de todo le habían salvado la vida y esa era su familia.

-Pues... Si, madre, es fuera del bosque pero estaré bien, aunque claro que los voy a extrañar...

Se acercó a su padre.

-Deja de mirarlo así, ada, no es correcto. Haz preguntas si las tienes, Nereb sabe hacerse entender.

Le sonrió y se sentó entre ambos, luego miró a Wilyen.

-¿Vas a casarte alguna vez, hermano?

- Oh, vaya… - dijo tu madre preocupada y te besó la frente antes de soltarte

Hiciste reír a tu hermano y tras agarrar un cachito de pan te lo tiró a la cara – cuando encuentre una mujer digna – te sacó la lengua

- ¡Pero queréis no jugar con la comida! – al menos ahora parecía perder interés en el humano a costa vuestra, pero no del todo pues le dirigió a Nereb – Oye tú, no sé muy bien de que va esto, pero más te vale no le pase nada a mi hija

Nereb que se veía en un aprieto no podía más que responder en voz baja – No se preocupe, cuidaré... quiero decir.. no le pasará nada – Nereb estaba rojo como un tomate

 A Deryán le hace gracia su padre pero sabe que no lo hace con el afán de molestar a Nereb, sino con el afán de cuidarla.

-Basta, Ada... Mira cómo lo pones.

Sonríe, se le ve tranquila y sus padres pueden estar seguros de que ella se cuidará bien. Muere de ganas de preguntar a Wilyen sobre Eredin pero no sabe si será correcto delante de sus padres, aunque teme que no tendrán muchos momentos más.

Esto fue lo más significativo de la cena ya que el ambiente se fue tranquilizando, tu familia se fue acostumbrando al humano y más cuando se dieron cuenta que tampoco se comportaba como un salvaje ni nada parecido, Nereb fue educado en todo momento.

La cena daba a su fin era en momento de despediste si querías partir antes del amanecer o de hablar con el humano a solas.

 Se despidió de su familia con algo de tristeza pero con mucha ánimo y salieron a tiempo para tener un momento y hablar. Deryán no estaba muy segura de que Nereb ya estuviera perfecto pero si él decía que si, tenía que creerle. 

-Vamos, tenemos que hacer algo antes de irnos.

Les dieron dos pequeños bolsos para llevar comida y un poco de bebida, además de la capa de Nereb y claro, una para ella. Mejor que estuvieran siempre bien cubiertos.

Nereb también se despidió de tu familia que se preparaba para descansar, tu madre lloró un poco y aunque lo trató de ocultar ese detalle no se escapó a tus ojos.

El humano necesitaría dormir en algún sitio unas horas era otra cosa que había que prever y Galadriel antes de la partida os daría las últimas instrucciones, esté por tus miradas notó que querías decirle algo aunque esperó de forma paciente a que fuese el momento oportuno.

 Llevó a Nereb consigo para ver a la dama y pidió ser anunciados, mientras esperaban, miró al humano a los ojos.

-¿Estás seguro de esto? Yo lo estoy porque sé lo que vi en el espejo y no quiero no hacerlo, por el bien de los míos y creo que del tuyo y los tuyos también...

Acarició su mejilla suavemente.

-¿Hay algo que quieras decirme?

Nereb te sonrió y asintió – Si, estoy seguro, yo también vi algo en el espejo, además, si mi pueblo va a estar a salvo ¿Qué mejor que cuidar de quien me ha cuidado?

Su sonrisa se hizo más grande cuando lo acariciaste y te besó de forma muy dulce y suave – Si, hay muchas cosas que quiero decirte y que me gustas es una de ellas ¿Y tú? ¿Hay algo que quieras decirme?

 -Pues yo... Me pasa lo mismo pero no sé cómo debería tomarlo, sabes que somos muy distintos pero...

Lo abrazó fuertemente, no quería pensarlo mucho. Aún no lo amaba, de eso estaba segura pero también estaba segura de que nada le costaría hacerlo.

-Me alegro de tenerte aquí, Nereb...

Nereb acarició tu rostro y sonrió cuando lo abrazaste fuerte, él te respondió con la misma intensidad – Si, sé que somos distintos, pero no tanto… bueno, sea como sea ya tambien me alegro de tenerte aquí

La Dama os recibió, a Nereb le devolvió su espada, la que no había vuelto a ver desde el incidente de su llegada, podíais partir cuando quisierais, la bestia maligna, la araña que pondría los huevos de las arañas que devastarían Lorien estaba en Dol Guldur, no había mucho más que decir, os bendijo y os dejó marchar.

 Salieron juntos, quizás mucho más ilusionados de lo que debieran estar pero juntos y Deryán comenzaba a aceptar lo que le sucedía con Nereb. El camino sería sencillo si él seguía sus indicaciones, pasarían desapercibidos, además, corrían con la bendición de la dama.