Partida Rol por web

-Buena idea James - le dedicó Jason a su amigo -¿Que le parece al resto?- pregunta mirando a los demás.

-Vamos a la puerta trasera, abridla si podéis pero yo entro primero, por si las moscas.-Sugirió Vincent

Jason se dirige con el resto a la puerta de servicio mientras sus zapatos suenan al contacto con la madera del porche. Una vez en ella, le echa un vistazo general, observando que no es mas que una puerta corriente. Tiene dos cerraduras, pero sospecho que tendrá algo más interior.

-Veamos qué esconde esta puerta... - comenta mientras se agacha y acerca a ella.

Analiza la puerta e intenta abrirla con un suave golpe, sabiendo que no tendría éxito, dando unos golpes con los nudillos a distintas alturas por encima y debajo de la cerradura original, para poder escuchar distintos sonidos originados por las nuevas cerraduras. Sonidos más apagados en el lugar en el que habrá una cerradura, sonidos menos apagados donde no la haya. 

Jason observa las dos cerraduras. Son fáciles de abrir, gracias a sus ganzúas lo hace sin problemas. Pero observando el quicio con una pequeña herramienta muy fina, y gracias a sus golpes, supo que había algo más atrancando la puerta (además de que no cedía con la mano). Pero no parecían cerrojos, por lo que debería tratarse de candados. Más de uno, quizás dos o tres. No sería complicado romperlos, sobre todo sacar sus sujeciones de la puerta, mediante la fuerza.

- Bueno, algo es algo - comenta Jason - Agente, su turno -le dice mientras se separa un poco de la puerta, esperando a que el agente la abra con su autoridad. 

El agente Malloy cargó contra la puerta con todas sus fuerzas, sólo para estrellarse contra ella. Se alejó un poco avergonzado.

-No ha habido manera... -alegó-. Si alguno de ustedes quiere probar...

- James, ¿y si aunamos fuerzas? Tal vez así tengamos más probabilidades de romperla- le dice Jason a su amigo, mientras se aleja de la puerta preparado para el golpe.

Ufff, espero no darme un trompazo contra la puerta...

- De acuerdo, intentémoslo. Contestó James.

Mientras James tomaba carrerilla con Jason, pensó: Vaya, no recuerdo haber hecho esto antes, supongo que estoy un poco alterado por descubrir lo que nos aguarda dentro.

Ambos investigadores impactaron con fuerza contra la puerta, que se salió de sus goznes, quedando colgada únicamente por los candados. La echaron a un lado para entrar en el pequeño cuarto. Era una especie de trastero, lleno de sacos de carbón, de sombreros, paraguas y botas. Es un cuarto pequeño, con una puerta que da al pasillo.

Dolorido por el golpe, James dio unos pasos atrás cuando vió que la puerta había cedido. Se frotó el hombro y apartó la puerta que ahora colgaba de los candados. Entró con cautela mientras sus ojos se acostumbraban a la poca luz que había en la pequeña habitación. 

Buscaré un interruptor de la luz.

La habitación estaba muy oscura. James intentó buscar un interruptor o algún tipo de luz palpando la pared. Sin embargo, fue en vano, la habitación no parecía disponer de ningún tipo de luz artificial.

Después de que los investigadores abrieran la puerta de manera poco ortodoxa, nos percatamos con la penumbra de la habitación, que con la avanzada tarde estaba cayendo una creciente oscuridad que podria dificultar la investigacion del lugar, pero puesto que no estabamos tomando mucha discrección en nuestro cometido, seria absurdo volver a la mañana siguiente, sea quien sea que haya en la casa o alrededores nos habrá escuchado.

Fui suficientemente previsor y traje una lampara de gasolina pequeña que llevaba en una bolsa de cuero junto con otros utiles. Al sacarla emanaba un fuerte hedor a carburante, de hecho se habia salido un poco manchando el interior de mi bolsa, le pedi amablemente el mechero a Jason, descoloqué el  saque un poco la mecha empapada en gasolina tras desacoplar el cristal que lo recubre, y con tan solo un chasquido del mechero la mecha emitió un llama que inundó toda la habitación.

Hagase la luz! cojí el candil del asa y me interné dentro de la habitación a observar su contenido