Partida Rol por web

William está pasando por debajo el fuego cuando Ericus empieza a utiliza sus artes arcanas para intentar detener el fuego, pero en su primer intento no lo consigue y el fuego sigue igual.

William es capaz de pasar por debajo sin incidente alguno y llega al otro lado, junto Voronwë y Shana.

Invoco nuevamente el poder en mi interior, aquella tormenta que refulge dentro de mi ser y que atruena por salir al exterior, en un mar de devastación implacable. Concentro aquella energía y busco en mi mente los esquemas de materialización que creo rigen la producción de aquel fuego sempiterno.

 - "No me la ganarás, no permitiré que alguien más vuelva a ser dañado por este terrible sistema."

Una vez he visto los patrones y he designado el canalizador de mi magia, la expulso con toda la ira y pasión que tengo, esperando apabullar con aquel río de energía los sistemas arcanos de la trampa.

Voronwë y William ya habían logrado pasar por debajo del fuego, al igual que yo, mientras Ericus conjuraba las fuerzas arcanas para intentar detener el fuego.

Con los ojos bien abiertos y, lanza en ristre, me acerco a la puerta y la examino detenidamente en busca de algún mecanismo oculto o trampa.

Ericus continua con su manipulación arcana hasta que logra encontrar el foco y canalizar la energia para disiparla. Finalmente el fuego se apaga sumiendo la habitación en un lugar mas oscuro ... y sin ese calor molesto.

Del agujero en la pared donde salir el fuego ahora empieza a manar un liquido negruzco que resbala por las paredes hacia abajo.

Storm continua detrás de sus compañeros hasta el final de la habitación, quien sabe quizas tengan más suerte hay adelante, por lo que comienza a animarse.

Bien Ericus, exclama, continuemos.

Finalmente el fuego se extingue y con eso, veo un peligro menos para mis compañeros. Cruzo la zona donde el fuego se proyectaba, evitando permanecer en ella por si este decide reactivarse. Una vez al otro lado, miro con atención aquel fluido que cae por las paredes.

Mientras, le indico a mis compañeros:

 - "¿Moveremos la estatua otra vez o la dejaremos atrás?"

Intento examinar aquella sustancia, para saber realmente qué es y que puede implicar su presencia y caída. Si esa sustancia fuese peligrosa, es mejor saberlo y tomar medidas apropiadas.

Al ver como nada más pasar por debajo del fuego sintiendo el calor abrasante por todo el cuerpo, Ericus consigue disipar el fuego. - Podría haberlo hecho antes. - Piensa para si mismo.

- Me tienes que enseñar a hacer ese truco Ericus - Dijo en plan broma para aliviar un poco las tensiones que producían todas aquellas trampas.

- Mejor movemos la estatua a nuestro paso - Luego cruzo por donde ya no estaba el fuego para colocarse al lado de la estatua e intentar moverla. - Vamos chicos yo solo no puedo. - 

William vuelve atrás para empujar la estatua mientras Ericus examina el liquido y los demás respiran un poco mas tranquilos. Sin embargo la tranquilidad desaparece rápidamente en cuanto el liquido alcanza el agua de debajo.

La mezcla de los dos líquidos parece producir una extraña reacción y el "agua" hierve de forma frenética llenando la habitación de un vapor corrosivo ... el mas mínimo contacto en este aire empieza a producir llagas y ulceras por la piel.

cof, cof, cof - el vapor que surge desde los pozos resulta más que molesto. Noto como las vías respiratorias me arden y un escozor se extiende por toda mi piel - Será mejor que salgamos de aquí cuanto antes. Los que no estéis con la estatua, ayudadme a abrir esta pesada puerta - le indico a mis compañeros mientras hago fuerza para mover la puerta.

El líquido, tal como pensé, no era otra cosa más que otra trampa más. Sus vapores son ácidos terribles que comienzan a quemar la piel sin piedad.

 - "Hay que salir de aquí, no tenemos mucho tiempo."

Corro con William a mover la estatua mientras los más cercanos a la puerta intentan abrirla. Su trabajo es más importante que el que estoy tomando yo, pero allá puede que estorbe más de lo que ayude.

El semielfo agarra se agarra con fuerza a la puerta e intenta abrirla con proeza para que puedan salir de esa trampa. A quien se le ocurre tocar lo que no hay que tocar....
Cof... Coff... Ayudarme con la maldita puerta.... hay que salir...cof cof... de aqui.

Storm viendo que el semielfo trata de abrir la puerta, corre raudo a ayudarlo, dando un fuerte empujón a la misma.

William y Ericus están al otro lado de la sala, viendo como los vapores se escapan en su dirección por la puerta abierta pero salvándose de cualquier quemada adicional.

Shana, Storm y Voronwë se acercan a la puerta mas cercana para abrirla, perdiendo unos desesperantes segundos en una habitación mas bien poco halagüeña mientras sus pieles y ropajes van quemándose ...  finalmente consiguen empujar lo suficiente la puerta como para pasar por la rendija y llegar al otro lado.

Miro a William mientras señalo los terribles vapores corrosivos que a esta altura llenan completamente la sala. Tenemos que seguir llevando la estatua y eso no lo lograremos si intentamos hacerlo rápido. Solo tengo una idea y debe dar resultado o ambos moriremos quemados o más bien, deshechos.

Concentro el poder de la tormenta furiosa en mi interior y siento como de a poco toma el control. Es un gran poder, indómito y colérico. Lo desato con furia a nuestro alrededor, creando una tormenta en forma de huracán que gira con velocidad destructiva girando alrededor de ambos.

Una vez que estamos así, le hablo a mi compañero:

 - "No temas, yo controlo la vorágine. Avanzaremos lento pues debo concentrarme en que la tormenta lo haga con nosotros y así nos proteja del vapor. Si no funciona, debemos correr al otro lado y dejar la estatua. Nuestra salud es más importante."

Me pongo junto con él a empujar la estatua y luego me concentro para que la tormenta nos siga y continúe. Luego otro pequeño empujón y la concentración. Así hasta atravesar la sala y salir del peligro actual.

Una buena idea la de Ericus, pensó William. - Está bien avanzamos lentamente empujando a la vez la estatua. - Esperemos que funcione.

Intento ayudar a William a empujar cuando ya nos hemos puesto de acuerdo. Intento con todas mis fuerzas hacerlo, pero imagino que mi compañero es el hombre de fuerza entre los dos. Lo mío es más un apoyo que otra cosa.

Con la ayuda de Ericus empujamos la estatua hasta el otro lado de la sala.