- Okeis, vamos p'allá nenes!
Me dirijo al cehículo armado para seguir a Edberg a dónde diga.
- Bien, seguidme.
Me subo a mi "burra" y arranco, en la dirección que me indicó el Papa.
Haciendo rueda, procuro recomponer la situación... cojo el manos libres y llamo al obispo, para ver si conoce la situación actual.
Supongo que mi gente ha recibido la llamada, no? Si no la repito, indcándoles el lugar, uno ligeramente apartado de donde se encuentra el Papa.