Partida Rol por web

- No parece que el procesamiento judicial de Émile haya sido tampoco de acuerdo a las normas - dijo Elizabeth perspicaz - Puestos a ello, quizás sería conveniente reportar eso a alguno de sus superiores. O quizás - hizo una breve pausa para dar énfasis a lo que estaba a punto de insinuar - dado que no soy abogada pero sí periodista y casualmente en mis ratos libres trabajo en una asesoría judicial, debería de ir más allá y dejar que la opinión pública decida si dejar en "libertad provisional" a un presunto eco-terrorista que no ha sido procesado por un juez es lo que este país necesita ¿Es corrupción eso que huelo desde aquí? - Elizabeth miró de nuevo al oficial con una sonrisa amistosa como si lo que acababa de decir no hubiera ocurrido - Solo necesito que me facilite alguna manera de encontrar a Émile, ya sea dejándome hablar con sus compañeros o dándome más datos sobre esa mujer; una dirección, un teléfono, una identidad. 

Algo va mal. El policía se queda paralizado, rígido. Tiene la boca ligeramente abierta y parpadea varias veces.
Al cabo de unos segundos vuelve en sí.

- ¿En que puede ayudarles? -Os mira como si no os hubiese visto hasta ahora.

Ibon se acerca el buen hombre.

-Buenas señor, creo que la edad le esta jugando malas pasadas, estaba por llevarnos al grupo de eco-terrorista que se encuentran arrestados... Se encuentra bien?

Frunce el ceño.

- Por supuesto que estoy bien ¿Qué insinúas?
>> Creo que es mejor que os marchéis y no que hagáis perder el tiempo.

Se aleja junto a Elizabeth.

-Eso fue raro, pero no creo que podamos hacer mucho mas, vamos a casa de Andréa?

- ¿Qué ha sido eso? - se preguntó Elizabeth sintiendo que algo no iba bien. Moviendo la cabeza negativamente cogió a Ibon para alejarse del mostrador - Puede que la mente me esté jugando una mala pasada pero ha pasado algo ahora mismo que no sé explicar - hablaba en un tono comedido, casi en un susurro - Creo que será mejor que nos marchemos

Cogiendo el móvil vio el mensaje de Mark y respondió:

Nos vemos en la casa de Émile. Ibon y yo vamos para allá

Elizabeth arrastró prácticamente al doctor fuera de la comisaría y hasta que no estuvieron a unas calles de distancia no le soltó el brazo. Tenía los nervios alterados pero trató de permanecer calmada.

- ¿Qué ha sido eso? - se preguntó de nuevo en silencio - Quizás Ibon estuviera en lo cierto sobre su salud. No... hay algo que no me gusta.

¿A dónde dirigís vuestros pasos?

-Vamos a cada de andrea Eli?

¿Fijaréis un punto de encuentro?

Te agradecemos por todo Andréa, Todo lo que nos has dicho nos ayudara a saber del paradero de Émilie lo más pronto posible.

Se levantaría del sillón y abrazaría a Andréa de manera cariñosa. Ya es momento que nos vallamos. Tal vez en casa de Émilie encontremos algo que nos pueda dar más información. No sé tal vez unos boletos de vuelo o una simple dirección. Ya verás que pronto estará contándonos su historia alocada de lo que a hecho estos días.

Thomas se pararía junto a la puerta esperando a Marc mientras le hace un gesto con la cabeza.

La pregunta de Ibon trajo de vuelta a Elizabeth de sus pensamientos.

- Perdona Ibon... - dijo con una leve sonrisa -  Mark y Thomas ya han hablado con Andrea. Según su mensaje tienen la llave del apartamento de Émile ¡Taxi! - gritó interrumpiendo su discurso - Será mejor que los encontremos allí y nos pongamos al día. Después si quieres podemos ir a ver a Andrea. La verdad que preferiría que fuera en mejores circunstancias...

Media hora después ambos se bajaron del coche en la ubicación que Mark había compartido.

- Se supone es aquí - dijo mirando alrededor - ¡Ah! Allí están ¡Mark! ¡Thomas! ¡Tiempo sin veros! ¿Qué tal Andrea? - preguntó abrazando a ambos brevemente - ¿Alguna novedad? Nosotros no hemos obtenido mucho en la comisaría -Mordiéndose el labio prefirió no compartir aún sus malas sensaciones con el extraño suceso de la recepción - Émile fue detenido junto a otros diez hombres. Todos ellos siguen bajo custodia excepto él. Una mujer, atractiva aparentemente, pagó su fianza. Hay algo turbio ahí... Émile no fue procesado, es decir, que nadie debería haber podido sacarlo de prisión. 

Gracias por la informacion te avisaremos si encontramos algo.
Se levanta y tras despedirse de ella va con Thomas a la casa de Émile.

El pequeño apartamento de Émile se encuentra en el 342 de Jefferson Avenue.

Subís en el ascensor y con las llaves abrís la puerta principal. Sus 35 metros cuadrados se distribuyen en un salón con cocina americana, un dormitorio bastante amplio y un servicio pequeño.

El lugar está en completo desorden. Se encuentra en un estado lamentable, como si viviera en él un vagabundo con síndrome de Diógenes o hubiera pasado un tornado
El salón está lleno de libros, papeles, revistas y periódicos apilados de cualquier manera. Hay ropa sucia y cajas de pizza y de otros pedidos a domicilio. Algún resto de algo que fue comida está pegado al suelo.
La cocina no presenta una apariencia mejor. Platos y vasos sin lavar se pueden ver por doquier. Trapos sucios, cubiertos y papel de cocina usado forman pequeños montículos donde los germenes campan a sus anchas.

El olor no es mucho mejor. Es una peste tan densa que amenaza con abrazaros con fuerza y no separarse jamás.