El poblado de los Taglien era un pequeño conjunto de casas en el planeta Therriam rodeado de una espesa jungla. Enclavado en esa jungla a pocos metros del poblado se levanta el tempo de Shas Niah. En dicho templo se veneraba al Ojo de Khoriand´r, aquella joya sagrada que los Taglien custodiaban.
También allí estaba el libro de las Mil Voces y los discipulos que estaban apunto de convertirse en guerreros bajo el tradicional ritual del pueblo estudiaban las palabras del libro por última vez como discipulos.
Su maestro les insistía mucho en la profecía:
"Y vendrá un tiempo en que todo se pierda. La oscuridad se tragará a la luz y el mal pugnará para que el bien perezca. Será el momento del caos, de la muerte y la desolación, de la paz turbada y el equilibrio interrumpido.
Pero llegará entonces uno entre muchos, el elegido, el Push al Rah, para enfrentarse a los cuatro elementos: Tierra, Fuego, Agua y Aire y abrirá las puertas de una nueva era de paz y alegría.
Y así se cumplirá, gracias al Ojo de Khonriand´r."
Tras la lectura de aquel pasaje, los discipulos fueron llevados a otra sala donde cuatro mujeres de la tribu hacían los preparativos. Al entrar, un extraño humo les molestó en los ojos.
-Ha llegado el momento. Pasad y sentaros.
Cipo entra mirando todo con los ojos como platos, mala idea, ya que pronto empieza a sentir un desagradable picor irritante que le hace estar con los ojos entrecerrados el resto de la velada.
- Ho ... hola.
Se queda parado mirando a las 4 mujeres sin tener muy claro que hacer o que decir.
¿Que se supone que estamos haciendo aquí?
Pasad jovenes, pasad. Dijo su maestro. Ha llegado el momento. El ritual de iniciación va a comenzar.
El humo que brotaba de un pequeño jarrón molestaba en la garganta de los dos jovenes muchachos.
Ha llegado el momento en que dejeis de ser niños para ser guerreros.
El joven de cabello castaño entro en aquel lugar tranquilamente, aunque lo molestaba el humo, no parecia afectarlo mucho. Se sento frente a su maestro con las piernas cruzadas, mirando a Cipo para que hiciera lo mismo y luego a las mujeres...
-Estoy listo, maestro-
Maasha, Srakah. Llamó el maestro y dos de las mujeres que se encargaban de preparar todo cuando entraron se acercaron a ellos con un par de cuencos que contenían algún tipo de aceite. Es el aceite de los Taglien, extraido de los frutos cortados en plenilunio. Os protegeran de los malos espiritus. Dejad que se una a vuestra piel.
Las mujeres comenzaron a embadurnar brazos, cara y torso de los jovenes con el aceite y una vez que terminaron abandonaron la sala. El maestro se acercó a ellos y comenzó a dibujar unos simbolos en sus frentes con ceniza del jarrón del que salía el humo. Esta es la ceniza de los cien grandes guerreros, ahora estoy dibujando los signos del sacro alfabeto As Ni Riah que iran en vuestras armas grabados y os indentificaran donde quiera que vayais. No los deshonreis.
El maestro se retiró un momento y subió a un gran altar, mucha gente a sus espaldas les observaba. El maestro tomó una espada y un escudo para cada uno y les hizo entrega de ellos. Estas son vuestras armas, haced que defiendan una causa justa. Poneros de rodillas ahora para que...
Un ruido surcó el cielo fuera del templo y se comenzaron a escuchar gritos.
-¡Snarks! ¡Nos atacan los Snarks! Gritó un guerrero que acababa de entrar corriendo para alertar a todos.
Los Snarks tenían un odio particular por los Taglien. Aquellas criaturas salvajes y violentas, procedían de un mundo diferente y su ansía de conquista era aterradora.
- Con su permiso, creo que habrá que emplear la versión abreviada de la ceremonia en esta ocasión ...
Cipo aferra una espada de doble filo y un escudo y sale corriendo hacia el exterior, en busca de enemigos con los que poner a prueba su recien estrenada hombría, haciendo molinetes con la espada y retando a duelo a gritos a todos los Snarks de las inmediaciones.
Coloco el escudo en su espalda y miro al maestro -Mil perdones maestro, el tiene razon.- sin mas giro la espada en sus manos y salio corriendo hacia donde provenian los gritos, alcanzando a Cipo sin muchos problemas.
-Cuidado amigo, no vaya a ser que te lastimen- se rio mientras buscaba a los Snarks en el lugar, con una mirada extrañamente seria -Vamos a empalar a estos bichos...-
Naves como rayos plateados atravesaron los cielos trayendo la muerte con ellas. En unos momentos, la confusión y el terror reinaban en el poblado bajo las explosiones, el fuego, los muertos y los gritos de los moribundos.
-¡Ha llegado el tiempo de la profecía!- Gritaban algunos guerreros. -¡Han venido a quitarnoslo! ¡Vienen a por el Ojo de Khoriand´r!
Seth y Cipo salieron a combatir junto a otros guerreros a los Snark. Manteniendo una improvisada formación frente al templo. Multitud de supervivientes, corrían hacía el templo que ellos protegían. Pero mientras lo hacían otros muchos snarks que habían bajado de las naves les sobrepasaban por el flanco opuesto a donde ellos se encontraban. Entrando en el templo y profanandolo.
Los snark entraron a por la joya, pero estaba bien protegida. Los doce maestros Taglien se encargaban de ello y estaban dispuestos a dar su vida por defenderla. Pero los Snarks eran muchos, fiertos y salvajes. Nada pudo evitar que llegaran hasta la imagen de la diosa Shas Niah, sobre cuya frente descansaba la Joya. Uno de ellos comenzó a ascender hasta la estatua, pero antes de que alcanzase su objetivo el templo se llenó con los canticos de los doce, que entonaban una canción que no se oía desde tiempos inmemorables.
Los guerreros Taglien, que sabían lo que eso significaba, abandonaron el lugar. Instantes después, una gigantesca explosión levantaba llamas, humo y ruinas por las alturas. Era el fin del templo de Shas Niah.
Cipo y Seth y los demás guerreros consiguieron repeler a los Snarks contra los que luchaban, pero aquella victoria tan solo era momentanea y suponía un terrible daño para su pueblo.
El muchacho no mostraba muchos signos de cansancio tras la batalla que habia librado contra los Snarks junto a su compañero, la verdad parecia que la pelea le habia dado mas energias para continuar...pero, la explosion en el templo lo paralizo unos segundos ¿Acaso sus maestros se habian sacrificado para defenderlo?.
Corrio hacia el templo pensando lo peor ¿Y si aun asi lograron llegar al ojo de Khonriand? ¿Y si alguien habria sobrevivido a esa explosion? Tenia que arriesgarse para averiguarlo.
Cipo cruza una rápida mirada con Seth al escucharse la explosión.
- No es posible ... ¿Acaso ya se han rendido?
Sigue a Seth corriendo de vuelta al templo.
Todo el templo se encontraba en ruinas, incluido el lugar que ocupaba la joya anteriormente. Buscaron algún indicio de vida entre los escombros y tan solo encontraron cadaveres de snarks y de alguno de los maestros. Hasta que al final vieron atrapado bajo un montón de escombros a su maestro. Su vida se escapaba por momentos debilitandose a cada instante y apagandose lentamente como la llama de una vela dentro de un vaso.
Cipo se avalanza sobre su moribundo maestro, tratando de reanimarle.
- ¡Maestro! ¡Maestro! ¿Qué ha ocurrido?
¿Dónde está la joya?
Con dificultad el maestro comenzó a hablarles.
La profecía... ha empezado... a cumplirse... La muerte... llega... para los... Taglien, ... y ... para el universo... entero. Tomó aire costosamente durante unos segundos para expulsarlo de golpe con sus siguientes palabras.
El Ojo de Khoriand´r ha sido destruido... sus fragmentos... se han diseminado por el espacio. Era... era... la única forma de salvarlo. Escuchad... Debeis encontrarlos... y volver a unirlos... Debeis... restituir la luz.
El maestro sujetaba con sus últimas fuerzas una bola en su mano derecha, libre del entierro. Esta bola os ayudara... a escapar... de situaciones dificiles... Os... transportará a otros... lugares. Su poder está dormido... Debeis despertarlo en el manantial de Banti Khur... Id allí... y... sabreis más de vuestro destino... Tú... eres.... Dijo por último sin que supieran a quien se estaba refiriendo. Luego de un gran suspiro guardó silencio y su cabeza se apoyó contra el suelo y su vida terminó apagandose.
Al girar la vista se percataron de algo extraño que les habñia pasado desapercibido hasta entonces. Nieve. Estaba nevando en el pueblo de los Taglien donde nunca había nevado. El pueblo se aletargaba con el frío. Era el principio del fin.
Tomo la esfera con cuidado, observando el cuerpo del maestro -Le prometo que no le fallaremos....-
Giro sobre si mismo y avanzo unos pasos para luego detenerse, esperando a Cipo -Todos los maestros estan muertos...el ojo de Khoriand'r destruido...- fruncio el seño, levantando la vista hacia el cielo que comenzaba a nevar -Y ahora esto sucede tan solo unos segundos despues, tenemos que seguir sus instrucciones y partir hacia ese manantial.-
- Y cuanto antes mejor.
Dice Cipo mirando alrededor desconfiadamente.
¿Queda algún snark vivo por los arededores?
Dejaron el pueblo con amarga pena y tomaron el largo camino que llevaba hasta Banti Khur. La jungla que rodeaba su aldea se fue perdiendo progresivamente y dejó paso al desierto. Aquel era un planeta de arena, y solo algunos pueblos sobrevivían en pequeños oasis como el de los Taglien o como el de Banti Khur, donde ahora dirigian sus pasos.
Pero todo estaba trastornado. Los vientos eran mucho más fuertes que nunca, el frío era congelador. Las nubes pasaban ocultando el sol, en aquellos momentos casí de color negro.
Pasaron un día y una noche antes de que alcanzaran su destino, allí todo estaba congelado y casi muerto. Algunas personas caminaban aún procurando alimento y cuidados para los que ya no pueden valerse por si mismos.
Entre ellos dos chicas jovenes y muy bellas, con las que sin querer cruzaron una fugaz mirada.
No queda ninguno vivo.
Miro a su alrededor -Cipo, parece que hemos llegado- no podia creer lo mucho que habian cambiando las cosas, luego observo la esfera en su mano... 'El manantial de Bhanti Kur...alli debemos despertarla..'
Tras cruzar la mirada con esas dos chicas, se quedo mirando a una de ellas tan solo unos segundos, para luego ver a la gente que caminaba por alli -Vamos, no perdamos tiempo...- comenzo a caminar hacia adelante....
Solo una duda, tenemos que incluir a las chicas en nuestros mensajes ya?
Cipo pasa totalmente de las bellas muchachas, tiene asuntos importantes que resolver antes de ponerse a socializar con las primeras chicas bonitas que se encuentre, que para eso siempre hay tiempo.
- Si, apresuremos el paso, porque, aun cuando lleguemos al lago y reactivemos la esfera, todavía tenemos que descubrir la manera de localizar las piezas del Ojo, y luego habrá que ver como o recomponemos, porque no creo que con raices de goma de varthrulli mordisqueada se vaya a conseguir pegarlo y que quede como antes ...
Cipo frunce el ceño, preocupado ante la difícil tarea que les aguarda.