Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Se encoge de hombros.
- A saberse. Y el problema es que lo tendremos que averiguar nosotros solos.
Harry:- Sí. Nadie debe saber de esto. Solo nosotros cuatro. Dumbledore lo dejó muy claro.
Ron:- Eso está claro, tío.
- Supongo que habrá que intentar dormir. Mañana no resultaremos de mucha ayuda sino...
-Tampoco hay ggan cosa en la que podamos ayudag mañana. Pego sí...acostémonos.- cojo un cuenco de natillas mientras subo hacia mi cuarto.
-Buenas noches, Gon.
Le doy un beso en la mejilla a Harry y lo miro a los ojos....cuando quiera hablar, estaré ahí. Sé que es muy duro para él.
Harry y Ron se quedan en la sala común y se quedarán el resto de la noche. Harry necesita compañía y Ron está mucho menos cansado que tú.
En cuanto os acostais, no puedes evitar mirar al techo mientras escuchas los sollozos de Hermione. Las demás también están despiertas y lo notas por su respiración poco acompasada; sin embargo, no dicen nada. No saben nada. Solo que algo malo se avecina.
A la mañana siguiente todos los estudiantes se encuentran en el Gran Comedor, donde tendrá lugar el adiós al director de Hogwarts que descansará en la islita de los terrenos junto a su varita.
La gente llora a más no poder. Y los de Slytherin, sin Draco y Snape por allí cerca, se sienten tan huérfanos como vosotros.
El adiós de un gran hombre que dio y dará mucho de qué hablar.
Los ojos llorosos, las ojeras de por la noche, las heridas externas e internas. Todos Hogwarts llora.
Estoy sentada entre Harry y mi madre, con el pequeño James en mis rodillas, entre mis brazos. Lloro en silencio. Es un momento tan triste que mi hermanito lo nota. No llora, pero le falta muy poco. Algo malo ocurre y no sabe qué.
Lo dejo jugar con mi pelo y le susurro para calmarlo un poco. Aunque una de mis manos está cogida a la de Harry, todo el rato.
Adiós, Director. Gracias por todo.
No se me ocurre que más "decirle" ni creo que haga falta nada más.
Terminado el adiós, mientras Harry ha mirado todo el tiempo hacia abajo, incapaz de hacerlo al frente, culpándose de no haber hecho más, la profesora McGonagall anuncia el final del curso escolar.
Esta misma tarde saldrá el tren que regresará a los alumnos con sus respectivas familias. Lamentablemente no puede asegurar qué ocurrirá con Hogwarts.
Tú marcharás con tu familia. Harry tendrá que volver con los Dursley. Ahora más que nunca es necesaria la protección que Privet Drive le ofrece.
James sigue agarrado fuertemente a tu pelo aún cuando os levantais.
Rosalin:- ¿Estás preparada, querida?
-¿Paga magchagnos? Sí, clago. Tan solo, un momento.
Con James aún cogido me acerco a Harry.
-Mañana después de comeg estagué en casa de tus tíos. Me colagué pog tu ventana, y planeaguemos que haceg con más tganquilidad.
Le doy un buen beso.
-Vamos despidete de Hagui, James.
Tras ello regreso con mis padres.
-Vámonos.
Te sujetan por un hombro y miran a Harry.
- Nos veremos pronto.
Harry asiente. Ron y Hermione llegan en ese momento. Te abrazan antes de colocarse a ambos lados de su amigo.
Y así, los cuatro Black, os marchais del Gran Comedor.
Andares seguros que iluminan y engullen a la oscuridad.