"Nadie que tenga algo de valor dejaría su puerta abierta... y menos ese odioso mercader..."
No soy una ladrona, así que no pienso "recuperar" mi dinero a costa de otro que no sea el mercader. No obstante, la posibilidad de encontrarme en la habitación de alguno de mis compañeros es también bastante seductora...
a) Si hay cierta luminosidad (como la que me permite ver un farolillo de aceite apagado): Cierro la puerta con sigilo y me muevo despacio por la habitación (sin buscar trampas). No toco absolutamente nada, pero echo una ojeada a toda la habitación intentando averiguar quién es el dueño.
b) Si no hay absolutamente nada de claridad: salgo con el mismo sigilo y me dirijo a la otra puerta que no tenía ruidos tras de sí.
Entras, pero al cerrar la puerta te das cuenta que la poca luminosidad que entraba provenía del pasillo, y por ello si la cierras te es imposible ver algo, al pensar en quien puede ser el dueño piensas que posiblemente sea alguno de los fornidos guerreros que escoltan al mercader, pues los cinco mozos que le acompañan duermen con vosotros en el barracón del nivel inferior al que te encuentras.
Entonces salgo sin más historias, en silencio y vuelvo al pasillo. Ignoro la puerta silenciosa y la de los sonidos desacompasados y voy a la otra que tenía ruido y vuelvo a escuchar.
No recordaba que estábamos en barracones.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que bajé al pasillo?
Intentas poner el oído en la puerta con tan mala suerte que en uno de los vaivenes del barco resbalas dándote un golpe contra esta, te duele la oreja y no sabes si alguien puede haberte oído, tanto fuera de la habitación como dentro.
Un par de minutos.
Mira que sacar pifia en escuchar, no lo habia dicho, pero en mis partidas existen pifias de habilidad al sacar un uno, tengas el bonificador que tengas.
- Maldición...
Aguardo en silencio a que algo ocurra, lista para adoptar la pose más inocente que se haya visto nunca en caso de que alguien abra la puerta.
Se detiene el sonido durante unos segundos para luego empezar de nuevo, pasa un rato y no ocurre nada.
Silenciosamente, intento abrir la puerta y preparo alguna buena excusa en el caso de que me pillen.
perdón por estos días. En Madrid no he tneido internet y ahora en covarrubias puedo conectarme a ciertas horas.
Al intentar abrir la puerta te das cuenta que el pomo de ésta solo gira parcialmente, lo que te hace comprender que la puerta está cerrada.
pasalo bien y no te preocupes, yo estube en las americas con la misma situación.
El almuerzo comienza, Thrakios se sirve generosamente la carne y el puré que hay en las perolas mientras Gariod más comedido coge solo un poco de carne, sin tocar la masa espesa que forma el puré.
"¿Quién cerraría la puerta con llave, quedándose dentro, a la hora de comer?"
Visto que me encuentro con dificultades dificilmente superables, me encamino a probar suerte en la siguiente puerta. Primero escucho y, si no hay nada raro, intento abrir.
Elige tú una de las puertas siguientes.
Te acercas a la ultima puerta de pasillo, tras ella no escuchas nada, parece estar completamente en silencio, vuelves a poner tu mano en un nuevo picaporte y al girar el ruido te indica que la consigues abrir.
Solo te queda la de la respiración desacompasada y una que dejaste al principio del pasillo, a parte de esta.
La habitación se encuentra a oscuras, pero la luz del pasillo entra al abrir la puerta e ilumina débilmente esta, al fijarte observas que en la pared del fondo hay un pequeño armario y una mesa, al mirar hacia tu izquierda ves la cama, esta está desecha y encima hay lo que parece una bolsa de viaje.
Inspecciono la bolsa después de cerrar la puerta. No hago nada con el armario. Pretendo, antes que otra cosa, saber a quién pertenece todo esto.
Al cerrar la puerta te quedas de nuevo a oscuras.
A ciegas investigo la bolsa usando las manitas.
Chico, qué exigente.
Hay una espada en no muy buen estado una bolsita con unas pocas monedas, un par de mudas que a tu parecer son bastante grandes, y unas raciones de viaje, parece el equipo de un luchador.