Partida Rol por web

Blaen y Elegost intentan cazar algo en el bosque de Campacorentin.

He cazado desde que soy pequeño. Intentaba llevar alguna pieza a casa para poder comer de vez en cuando. He vagado mucho y he tenido que apañarmelas solo muchas veces. Me gusta el bosque y suelo sentirme agusto cuando estoy en uno, como ahora es el caso.

Muevo de un lado a otro la cabeza esperando a que asome algún animalillo despistado.

Mientras Blaen y Elegost hablaban, se percataron de que, algunos metros delante de ellos, se podía escuchar ruido bajo un árbol, no podíais ver la base del árbol porque estaba oculta tras unos matorrales.

No parecía escucharse nada más en el bosque, simplemente ese movimiento de hojas bajo aquel árbol.

Se oyen ruidos no muy lejos de donde nos encontamos.
Blaen, ¿has oido eso? Será mejor que prepares tus armas, me parece que la cena está a punto de llegar.

Con muchisimo cuidado coloco una flecha en mi arco y tenso la cuerda, apuntando hacia el lugar de donde provienen los ruidos. Me acerco poco a poco hasta que consiga ver que es lo que realmente hay.

- ¡Por fin algo que cazar!

Blaen se relame y se acerca sigilosamente a donde está Elegost.

Elegost se acerca a los matorrales hasta que consigue ver por encima de ellos, ante sus ojos, colgado de la rama de un árbol, un ciervo atrapado en una red de cuerda, a modo de trampa, se revolvía intentando escapar de las redes. La cuerda de la que colgaba la red estaba lo suficientemente alta como para que un humano de estatura normal no pudiera alcanzarla.

- ¿Una trampa? -dice Blaen sorprendido- Vaya, parece que no somos los únicos cazadores que andan merodeando por este bosque.

Blaen saca la pequeña daga que llevaba y se la tira a Elegost para que la coja.

- Bueno, pues ya han hecho todo el trabajo por nosotros, toma, corta la cuerda.

Eso parece. Pero me resulta extaño que haya más gente por aquí y no hayamos visto ni oido nada ni a nadie. No me da buena espina este asunto, pero bueno un ciervo atrapado es un ciervo atrapado.

Agarro la daga al vuelo, me acerco al cervatillo atrapado y corto la cuerda. Según se rompe la cuerda el ciervo cae y le sujeto para que no escape.

El ciervo cae al suelo, a los brazos de Elegost, pero forcejea e intenta escaparse, al parecer fué atrapado hace poco, aún le quedan fuerzas para moverse.

A pesar de el movimiento nervioso del ciervo consigo mantenerle entre mis brazos y no consigue escapar

El ciervo permanece sujeto en los brazos de Elegost, intenta escapar de ellos hasta que se calma un poco y deja de ejercer fuerza, llega un momento en el que se calma y se relaja. El cazador puede notar la respiración entrecortada y nerviosa del pobre animal.

Una vez cazado el ciervo me dirijo hacia Blaen le devuelvo su daga con una sonrisa en la boca y le digo: Creo que ya podemos volver, con esto tendremos la cena de hoy y se apuramos un poco hasta el desayuno de mañana. Vamos a ver si los demás han tenido tanta suerte como nosotros.

Con el ciervo en brazos me dirijo hacia el punto donde habiamos acordado pasar la noche.

Blaen recogió su daga y la guardó.

- De acuerdo, podemos volver, pensé que iba a ser más difícil esto de cazar. Jaja. -señala a un camino que hay detrás de él- Vamos, es por allí.