Partida Rol por web

Isval procuró no pisar demasiado el cadáver al pasar sobre él, dedicando sendas miradas a sus compañeros antes de adentrarse más en el pasillo para quedarse vigilando la escalera.

Se puso contra la pared, alzando el hacha en posición de combate, listo para lo que pudiera subir por allí... y trató de escudriñar la oscuridad de la escalera por si hubiera enemigos ocultos

Tyl asió con fuerza su escudo y se acerco lentamente a la puerta de la derecha, y situo su oreja sobre ella para tratar de oir algo al otro lado.

Tras no escuchar nada al otro lado se dispuso a abrir la puerta.

Olyn avanzó grávidamente mientras el resto de sus compatriotas tomaban posiciones frente a posibles amenazas. El suelo, a su pesar, crujió levemente con el sonido lánguido de la madera humedecida, casi como un quejido. Esperando que nadie hubiera podido oirlo, se arrodilló frente al cadáver y rebuscó entre sus ropas en busca de algo valioso.

Felnir se deslizó hasta la puerta de la izquierda. Nada se movía en el pasillo ni al pie de las escaleras, que él pudiera ver. Hollis se colocó junto a la puerta de la derecha y buscó pisadas y en efecto las encontró. Pisadas que se alejaban del cadáver, de pies desnudos que entraban, precisamente, por la puerta a la que se acercaba Felnir.

Tyl se colocó junto a Hollis e Isval se movió hasta las escaleras para vigilar si se ocultaba allí algún enemigo. Nada, aunque las escaleras se cerraban a la luz, oscuras como boca de lobo. Olyn permaneció atrás, registrando el cadáver y encontrando algo entre sus ropas. Se trataba de una bolsita en la que yacían algunos discos de metal, hechos de cobre. Aunque vuestro pueblo no les da valor, Olyn las guardó pues sabía que pueden ser útiles a los guerreros en sus viajes, pues otras tierras sí los aceptan como pago.

Casi susurrando, Hollis dice:

Cuidado, Felnir. Quienquiera haya acabado con la vida de este pobre diablo se marchó por la puerta en la que te encuentras. Y, aunque parezca increíble, lo hizo descalzo.

Tras una mirada de gratitud a Hollis , Felnir empujó lentamente  la puerta de la derecha ....

Tyl se apartó de la puerta dejando paso a Felnir, y se preparó para atacar con su lanza desde detrás de su companhero a cualquiera que estuviese al otro lado.

Olyn guardó la bolsita junto a su cinturón y volvió a incorporarse, lanzando una mirada de desprecio al cadáver que acababa de desvalijar.

Cuando, tras las palabras de Hollis, Felnir se dispuso a abrir la puerta, echó mano de sus hachas mientras retrocedía hasta la puerta del castillo. Si había un combate en un espacio tan cerrado, no haría más que entorpecer a sus compañeros.

El gigante pelirrojo libraba su propia lucha interna por decidirse.

Allí, en lo alto de la escalera, recordó a su padre: "Isval, nunca camines por lo alto de una colina, hazlo un poco por debajo de la cresta. Así no se recortará tu silueta sobre el cielo y no serás un blanco fácil". Y ¿acaso no estaba ahora mismo siendo un blanco fácil allí arriba? ¿No debería bajar un poco por las escaleras?

Pero al mismo tiempo, bajar sería alejarse de sus compañeros, que estaban a punto de entrar en aquella habitación...

En ese momento se dio cuenta de que podía retroceder un poco por el pasillo, lo justo para poder ver sobre el borde de la escalera lo que había debajo. Así también estaría cerca de sus compañeros, por si hubiera que echar una mano.