Partida Rol por web

Al salir del portal veo a los esclavistas y rapidamente pienso Cuan fuertes serán estos seres para poder esclavizar a tantos humanos y tan rápido, poco más me da tiempo a pensar hasta que veo al barbaro lanzarse de cabeza al combate me devuelve un poco a la realidad, inmediatamente asimilo la situación en la que nos encontramos y le lanzo mi hoja a uno de esos seres, aunque sin saber muy bien hacia donde, pues mis ojos aún no se han acostumbrado a esta oscuridad que hay presente en la cueva.

Los monstruos lanzan un grito de guerra que resuena por entre los túneles y se lanzan al ataque. Son feroces y saben manejar las armas.

El humanoide repele el ataque de Xiombarg para, con el mango de la maza, efectuar un golpe de revés sobre su pecho y hacerle perder concentración. Mientras los otros reaccionan demasiado rápido y atacan a Borkar pero su armadura es demasiado fuerte para que el látigo le haga daño y la maza del otro humanoide es parada por el escudo del enano.

Dench se mueve con celeridad y se acerca al que esta armado con el látigo. Cuando alza el hacha pisa algo blando en el suelo que le hace tambalearse ...

Borkar sigue con su afán de aniquilar los esclavistas. Y consigue un golpe certero contra el mamón del látigo pero su hacha no se hunde tanto como él quisiera.

Reponiendose de su resbalón inicial y dando un paso hacia atras debido al golpe que le propino el humanoide Xiombarg levanto de su espada por encima de su cabeza y dandole un par de vueltas para que coguiera impulso la descargo sobre el feo ser que tenia ante el.

- ¡Por Tempus! ¡Por el Cuervo! -

Annael dispara sus flechas sobre la criatura que tenía delante, mientras gritaba a sus compañeros:

- ¡¡Son Osgos, hay tener cuidado!!

Gerbo quería hacer algo, pero el ansia de batalla de sus compañeros no le dejó intervenir. Cuando quiso darse cuenta ya tenía delante una maraña de cuerpos de bárbaros agitando sus enormes armas y no había quién pudiera ver lo que ocurría al otro lado.

Se encogió de hombros, sacó su fiel cuchillo y esperó a ver si despachaban a los enemigos.

Veis impávidos como tras recibir el mandoble de Xiombarg y dos flechas del elfo, la advertencia de Annael no es vana. 

Borkar corre veloz, hacha en alto, no hay tiempo para treguas, tampoco hay ningún deseo de ello.

Otro buen golpe del enano, pero el hacha vuelve a quedarse a unos centímetros de los órganos vitales.

Cyrus da un paso lateral aprovechando el movimiento del enano y lanza una cuchilla mental que se materializa en su mano justo antes de lanzarla. La cuchilla vuela atravesando el pecho del enemigo y empalándolo contra la pared. -Ese ya no causará mas problemas.-

Uno ha caído pero los otros reclaman venganza en un idioma mezcla de gruñidos y palabras malsonantes en común. Ambos se ensañan con Dench, que es el que está mas cerca y casi entre ambos, pero su gruesa armadura y la ferocidad de su ataque impide que sus enemigos sean capaces de hacerle un solo rasguño.

Los hombres se desplazan hasta el extremo mas alejado de la cueva mientras se desarrolla la lucha.

Borkar se ve mareado por el combate, ya no sabe a quién está pegando, así que se lanza contra el monstruo que acecha a Dench delante de él. Arremete encegado una y otra vez lanzando hachazos contra sus enemigos.

¡Que moradín se apiade de mi hacha, porque la partiré contra vuestros huesos!

Las heridas recibidas y la vista de su sangre altero al barbaro de tal manera que empezo a escupir espuma por la boca.

- ¡Malditos seais! ¡ Sentires la furia de Xiombarg y la de todo mi clan! - grito mientras empezaba a soltar mandoblazos - ¡TEMPUS! -

Dench suelta un hachazo, con más ganas que pericia.

Al ver como mi cuchilla se clavaba en uno de esos monstruos que tenían esclavizados a los humanos mi moral sube y rápidamente me avalanzo hacia donde estaba otro osgo y le clavo mi cuchilla en la barriga del osgo con todas mis fuerzas para después subir la misma para intentar destripar a la bestia.

- ¡Venga gandules! ¡Acabad con ellos ya que no tenemos todo el día! - exclamó Gerbo, "arengando" a sus compañeros.

Le habría gustado participar en el combate pero poco se podía hacer contra unos compañeros tan ávidos de sangre. El gnomo se acercó a los prisioneros que se arremolinaban en una esquina para intentar parlamentar con ellos, seguramente podrían informarle debidamente de dónde estaban y lo que estaba ocurriendo allí.

- Saludos, soy el gran Gerbo y estos son mis inenarrables hombres - dijo a modo de presentación.- ¡Tranquilos! Venimos en son de paz - levantó la palma de mano como si eso fuera un gesto universal, confiando en que aquella gente le entendiera.- Bien... mientras mis hombres acaban con esos monstruos... ¿Qué tal si me contáis qué es este sitio y qué hacéis aquí? Oh... quizás si os quito las cadenas estaréis más cómodos...

Annael cargó una de sus flechas y tensó el arco dispuesto a disparar justo en el momento en el que el gnomo habló. Unas ganas frenéticas casi le hacen girarse y dejar soltar la flecha en dirección a su pequeño compañero, pero su sensatez prevaleció y dejó que la flecha volara en dirección a sus enemigos. 

La lucha continuaba y los compañeros eran cadavez mas conscientes del peligro. Otro Osgo había caído gracias a la pericia de Cyrus y la rabia ciega de Xiombarg. Dench era atacado desde un costado pero gracias a los hachazos de Borkar el Osgo se mantuvo a raya sin llegar a tocarle a pesar de que tampoco el enano acertó en el blanco. El Osgo decide retroceder por el pasillo.