Partida Rol por web

- ¿No hay vídgenez que dedcatad en ezte templo?

blue se arodilla
!!!!!!!Sigo vivo !!!!!!!!
su sombr parece regresar sus pies cosa que denota que ya no se siente en peligro y que todo regresa a su cauce.
esto y tras todo el peligro vivido ¿tendremos algun premio?

¡Pues claro!

El sacerdote entra por una puerta y regresa con seis bolsas de papel.

¡Aquí está vuestra recompensa por haber restaurado la gloria de Estril! Hay de todo: camiseta, pin, llavero y taza con escenas de las hazañas de sus paladines más famosos. También hay una postal del templo y un número para el sorteo de una batería de cocina.
¡Alabado sea Estril!

- ¿No hay vidgenez?

Tras su hazaña, los Elegidos no gozaron sólo del merchandaje que les ofreció el Padre Eurinias. Fueron bendecidos de forma vitalicia con la gracia del Señor de la Administración Doméstica. Bueno, tal vez la bendición no fue comparable a la de otros dioses más clásicos, que incluían montañas de oro, bebida y todo el sexo que deseasen, pero al menos nunca más encontraron los calcetines desapareados ni les volvió a costar encontrar el pasillo correcto en el supermercado.
Respecto a los matones del señor Crysoprase, pasado el momento de entusiasmo inicial se olvidaron de los Elegidos y se centraron en el tipo que le había robado el barco a su señor. Sin embargo el Capitán Randall logró escapar del puerto, haciéndose a la mar y protagonizando mil y una aventuras que le hicieron, en sus propias palabras, "pasar a la histeria".
Sin embargo ése es otro tema, y lo importante es que ése día los aventureros que recuperaron el octaprisma lo celebraron con una barbacoa preparada por el Padre Eurinias. El cual, todo hay que decirlo, tenia una cierta gracia con las salsas y la carne a la parrilla. Bueno, ya sé que no es esencial para la historia, pero era de justicia comentarlo.

Y en algún lugar del Mundodisco el Gigante de las Siete Cabezas despertó, contempló soñoliento la luz que entraba por la ventana, se giró la cabeza al reloj y se levantó de golpe, con un grito, al ver el despertador desconectado.

FIN