Abri los ojos lentamente rogando por unos minutos mas de sueño, pero de pronto la realidad me azoto. No estaba en mi mullida cama del barco, el suelo no se movia bajo mis pies y no eran sabanas de seda lo que cubria mi cuerpo, tampoco la voz de mi doncella la que me desperto.
Gire suavemente la cabeza hasta que enfoque el rostro Zuma y sin darme cuenta, una gran sonrisa se dibujo en mis labios - Zuma - susurre, era la unica cosa que entendiamos mutuamente, nuestros nombres.
Me sente sobre la manta de piel y me desperece, sintiendo mi cuerpo libre de mis rojales ostentosos, ahora vestia como una nativa, le mire y sonrei con las mejillas coloradas, era mas guapo de lo que recordaba, nunca nadie me habia despertado de forma tan dulce.
Mire a mi alrrededor, la cueva estaba vacia, solo el y yo, me incline sobre mis rodillas y le di un beso de buenos dias en la mejilla, notando la calidez de su piel - Buenos dias - susurre sin esperanzas de que me entendiera