| Aula Música |
Reí por los comentarios de Ariadna y luego miré a aquellas dos con una sonrisa en los labios.
-Chicas, chicas... Dejad los insultos. Eso demuestra que no sabeis defenderos de otra manera.-empecé a decir, mientras me sentaba sobre la mesa de una de ellas. Entonces me volví a poner serio.-Sabeis perfectamente de lo que hablo. Los fantasmas que vuestro... grupo, aunque no sé como llamarlo exactamente... Habeis liberado.-miré a Alejandra fijamente a los ojos, desafiante. Si me insultaba de nuevo ya no sería tan agradable y conocerían a un Antonio que dudo que les gustase.
| AULA DE MÚSICA |
Miré extrañada a Manuel, sorprendida por aquella pregunta tan sorprendente y a la vez curiosa. Me encogí de hombros, mientras fruncía el ceño.
- ¿Fantasmas? ¿En serio crees que aquí hay fantasmas, querido? - le pregunté, cambiando mi expresión por una sonrisa muy amplia-. Eso solo son leyendas... Manuel, deberías concentrarte en tu próximo curso, pues iréis al instituto y allí va a ser bastante más difícil que en el colegio, te advierto- le dije, levantando el dedo índice como advertencia.
| AULA |
Me encogí de hombros. Decidí que lo mejor era admitir lo que habíamos conseguido finalizando inadecuadamente el ritual en los lavabos.
- Está bien... Pero salió mal porque nos sobresaltamos y perdimos el contacto entre los que hacíamos el ritual- le expliqué al friki de Antonio, para que nos dejara en paz-. Si los fantasmas han decidido aparecerse ante vosotros no tenemos la culpa, no podemos hacer otra cosa que desearos suerte- dije, riendo, aunque el asunto no era para tomárselo a risa-. Vamos, sólo quedan tres días de curso... Dejarles y ya está, ya se encargarán los profesores o quien sea...-
[ Aula de Música ]
Me acerqué un poco más a la profesora, para hablar más bajo, para que sólo ella me escuche.
Serías palabras duras, cargadas de odío y de cansancio.
Ella sabía la verdad. La habíamos oído los tres de sus propios labios y de los del director.
¿Por qué no vienen a ayudarme?
- Eso no es lo que deciáis con el director el otro día. ¿Quiere que le recuerde sus palabras? ¿Como puede pensar que me iré al instituto sin saber la verdad de lo que sucedió aquí? ¿Es que no piensa en los cursos siguientes? - Le dije apretando los dientes, pero susurrándole.
| AULA |
Miré severamente al muchacho, a Manuel. Así que nos había estado espiando.
- No sé de lo que estás hablando... Y si estás tan seguro de que nos escuchaste hablar sobre eso, ¿por qué no lo demuestras? ¿Tienes alguna prueba de lo que dijimos?- le pregunté, entrecerrando los ojos con malicia. Aquel grupo estaba compuesto por muchachos entrometidos y odiaba eso-. Deberías ir con tus compañeros y olvidarte de ésta conversación si no quieres que te expulsen del instituto a tres días de terminar las clases... Podrían hacerte repetir y entonces sí que tendrías que repetir las experiencias vividas- le amenacé, echando mi cuerpo hacia el suyo para adoptar una postura más amenazante aún.
[ Aula de Música ]
- Bueno Profesora, la verdad es que lo que me acaba de decir es un buen punto. - Le digo con una sonrisa, pero sin amedrentarme por sus palabras.
En ese momento, meto la mano en el bolsillo de mi camisa y saco mi I-pod, el cual apago.
- Es interesante que me diga que necesita pruebas. Tal vez esté todo aquí grabado, ¿no cree? - Le digo yo, ahora desafiándola. - O tal vez no. Sencillamente, ya veremos si me estoy tirando un farol o no. Por lo que a mi respecta, o me dice la verdad así podemos intentar ayudar y todos contentos. O también puede quedarse callada, y simplemente escuchar la radio y ver la televisión en su casa. Tal vez salga alguna noticia importante que le interese. - Continúo con una sonrisa para después, darme media vuelta y dirigirme a mi asiento.
Una vez de espaldas, suelto todo el aire acumulado en mis pulmones.
Era arriesgado, pero tenía que intentarlo.
| AULA |
Miré a Manuel con el ceño fruncido mientras se alejaba hasta su asiento. Apreté fuertemente los dientes. ¿Sería demasiado arriesgarse a que de verdad hubiera grabado la conversación? ¿Sería un farol? De todos modos, hoy en día se podía argumentar que era una conversación retocada por ordenador... Si saliera algo a la luz, podríamos incluso decir que era una manera de arruinarnos, diciendo además que sufríamos acoso por parte de dichos alumnos...
Sí, era arriesgado esperar para saber si de verdad había grabado con el dichoso ipod, pero no podíamos hacer nada tampoco por los fantasmas... Ya lo habíamos intentado, de veras que sí, pero eso Manuel no lo sabía.
Seguí con mis anotaciones, las que había dejado a medias para hablar con el joven, y me olvidé por un momento de aquella conversación.
NOTA MASTER: Os aviso que queda poco para que termine la partida... El final quizá no sea de vuestro gusto, pero ésta partida está ambientada en una experiencia vivida personalmente y debe tener el mismo final que yo viví en aquella época...
Un saludo.
[ Aula ]
Me acerqué a mis compañeros, que todavía estaban reunidos y los llamé con la mano.
La profesora sabe más de lo que dice, y está claro que no quiere revelar más información, así que sólo nos quedan un par de cosas por hacer: Presionar más o intentarlo por nosotros mismos.
Espero que alguien más tenga información.
| AULA |
Miré a aquellas dos endemoniadas con desprecio y volví a nuestra mesa, donde ya había acudido Manuel, después de hablar con la profesora. Me hubiera gustado acudir, pues su rostro lo pedía, pero no pude evitar aprovechar la oportunidad para atormentar a Alejandra y a Sandra.
- ¿Qué ha pasado? ¿Te ha dicho algo la profesora?- le pregunté, cuando me senté a su lado y cogí un xilófono, golpeando las teclas para emitir una desordenada melodía-. Quedan tres días y no tenemos nada... Sólo que un par de fantasmas se han quedado encerrados en éste colegio y que necesitan nuestra ayuda... Y bueno, que los profesores son conscientes de ello-.
[ Aula ]
- Pues mira, no me ha dicho nada de nada. - Respondo. - Dice que no sabe nada, que no tiene idea de lo que estamos hablando. Sin embargo, me tiré el farol de que grabé la conversación en el i-pod, y parece haberselo tragado. Aún así, creo que deberíamos ir los tres de una vez por todas allí para ver que podemos hacer. -
Me rasco la cabeza para pensar y después, lo suelto.
- Mira Ari, a mí lo único que se me ocurre es entrar de noche al colegio con una tabla ouija y darle caña a estos espíritus. No se me ocurre otra solución. Ellos puede ser que te enseñen como ayudarlos a salir de aquí. -
| AULA |
Sonreí ante la proposición de Manuel.
- ¡Es una idea perfecta!- dije, emocionada por entrar de noche al colegio-. Tendremos que ir esta tarde a una librería especializada y buscar un libro que nos ayude a saber cómo realizarla adecuadamente... Ni siquiera mi tío puede enterarse de lo que tenemos pensado hacer, Manuel... Así que no podemos decírselo a nadie- le dije, con mirada de súplica-. Podríamos quedar esta tarde... En el centro de Valencia hay una librería enorme... Seguro que allí hay algo... Vamos a esperar a que venga Antonio para contárselo-.
| JUGADA MASTER |
Aquella noche, Antonio, Manuel y Ariadna, se colaron en el colegio para llevar a cabo el plan que habían tramado por la tarde. Era lo único que se les ocurría para hacer volver a los espíritus, para que quedaran libres de aquella prisión, pero no sabían si saldría bien... Por la tarde habían acudido a librerías especializadas, en busca de algún libro sobre aquellos rituales y sobre las medidas que había que adoptar durante su ejecución, así que se llevaron también los libros que compraron.
Eran las 02:00 de la madrugada cuando los muchachos saltaron las puertas del colegio, aunque tuvieron que trepar para poder hacerlo. En una ocasión, Ariadna se había caído al suelo después de colocar mal el pie entre dos barrotes, pero no se había hecho daño alguno, así que siguieron con la misión.
Se encontraron con que todas las puertas estaban cerradas, por seguridad. La conserje siempre se encargaba de comprobar que nadie se quedara dentro del colegio mientras iba cerrando las puertas una por una, clase por clase, pasillo por pasillo, de manera que era muy difícil quedarse allí encerrado.
Por suerte, Ariadna había contado con aquella posibilidad pues no hubiera sido normal que, habiendo ordenadores en los despachos e instrumentos en las clases, dejaran las puertas abiertas para facilitar el trabajo a cualquier ladrón. En la mochila había echado un monedero con varias orquillas de las que utilizaba para recogerse el pelo y, con una magnífica maniobra de Manuel, abrieron la puerta principal que daba al edificio. Seguidamente, repitieron la operación con otra orquilla, ya que éstas quedaban inservibles. Abrieron la puerta del pasillo para acceder a los lavabos, donde había empezado todo.
A los pocos minutos, ya lo habían colocado todo y se habían sentado, cumpliendo así con el ritual. Los espíritus se presentaron ante ellos y pudieron volver a su mundo si lo hubieran querido, pero se negaban a hacerlo... No podían regresar al mundo de los muertos hasta que no terminaran de hacer sus respectivas cosas, aquellas que dejaron pendientes en el mundo de los vivos.
El ritual fue finalizado con éxito, pero eso no les hizo regresar a su mundo, de modo que ya no sabían qué podían hacer...
Los días pasaron y acabó el curso, con su típica despedida. Todos los alumnos del colegio hacían play-backs sobre un escenario montado exclusivamente para esa ocasión y lo hacían por orden de edad, finalizando la ceremonia los más mayores. De ésta clase, Alejandra y Sandra interpretaron una coreografía con una canción de "Paulina Rubio", que entonces estaba de moda entre los adolescentes.
Sin embargo, Antonio, Manuel y Ariadna no interpretaron ninguno. Ariadna siempre solía bailar con otras chicas de clase, pero en aquella ocasión se sentía triste, al igual que sus dos compañeros.
A los pocos minutos, recibieron las orlas, donde salían los rostros de todos los alumnos que se marchaban del colegio.
Y minutos después, abandonaban el colegio para no volver jamás, siendo conscientes de que allí se quedaban encerrados para siempre unos espíritus que habían recurrido a ellos para ser ayudados... Y todos se hicieron la misma pregunta: ¿intentarían comunicarse con otros alumnos que sí continuaran en el colegio?
Salieron por la puerta y, cuando ya estuvieron fuera del recinto, se giraron para ver el edificio tras ellos, para ver cómo los más pequeños salían contentos por el comienzo de las vacaciones, para ver cómo la conserje cerraba las puertas para no volverlas a abrir hasta Septiembre.
[ Fuera de la Escuela ]
Las cosas no parecen haber cambiado nada.
¿Qué diran los padres de los alumnos si supieran lo que realmente pasa en la escuela?
Miro a mis compañeros y me encojo de hombros.
¿Tiene que acabar así?
| EXTERIOR DEL COLEGIO |
Me encogí de hombros, imitando el gesto de Manuel. Miré durante unos segundos el edificio y suspiré, volviendo la mirada hacia mis compañeros, empleando en mi voz un tono de tristeza que no había utilizado hasta entonces.
- Sí... Me temo que ésto termina así... Ya no podremos hacer nada- dije, asintiendo lentamente con la cabeza-. Durante el resto de nuestras vidas estaremos pasando delante del colegio y sabremos que los fantasmas siguen allí, encerrados, intentando comunicarse con alguien que sea capaz de ayudarles... Pero nunca olvidaré ésta experiencia y, algún día, escribiré un libro sobre ésto para contarle a la gente lo que aquí ha sucedido...- dije, apenada.
Entonces, sonreí levemente y agarré las manos de Manuel y de Antonio, dándoles un fuerte apretón.
- Al menos seguiremos juntos... Nos queda ese consuelo- dije, sin borrar de mi rostro aquella sonrisa, con la que intentaba animar a mis amigos.
| Exterior del Colegio |
Suspiré, mientras escuchaba a mis dos amigos y miraba aquel viejo edificio que ya no volvería a pisar... Tal vez.
-Hicimos lo que pudimos. Seguro que otros alumnos les echan una mano.-me encogí de hombros y sonreí.-¿Qué os parece ir esta tarde a la bolera?.-quise cambiar de tema, intentando olvidar todo lo sucedido los ultimos días de clase.-Ariadna, esta vez no ganaras... Y Manuel, despues de los bolos podemos echar una partida al " Time Crisis " que tanto nos gusta.-Sonreí animado y empecé a reir.
| EXTERIOR DEL COLEGIO |
Una lágrima cayó por la mejilla de Manuel.
El dorso de su dedo índice la cogió justo antes de que caíga al suelo y se la enjugó.
Miró a sus amigos, con una sonrisa, y pasó sus brazos por encima de sus hombros.
- Por lo menos, seguimos juntos. Para siempre. -
| EXTERIOR DEL COLEGIO |
Sonreí, mirando a mis dos amigos.
- Antonio... Sabes que siempre os gano a los bolos. Soy invencible- dije, soltando una risotada, mientras intentaba disipar los pensamientos que tenía sobre lo sucedido en el último curso. Quizá otros alumnos se encargaran de ayudarles-. Siempre...- susurré, mirando a mi amigo Manuel.
| DESPEDIDA |
Ha sido un placer poder crear ésta partida y poder darle fin. Aunque parezca extraño y os hayáis quedado con las ganas de ponerle un final a la historia, la partida está ambientada en una historia real... Y fue así como acabó.
Espero que hayáis disfrutado todo éste tiempo y gracias por participar. Además, quiero dar las gracias a aquellos que hayan seguido de cerca la historia, solicitando los pases vip cuando se abrió.
Un saludo a todos y hasta la próxima.