-Descansemos aqui. No podremos seguir mas. Ya las piernas casi no las siento.-dije, con mi voz agotada por el vieja. Aunque esto último no era completamente cierto: sentía mucho las piernas, doloridas y casi llagadas por la larga cabalgata. El corcel que me llevaba temblaba bajo mis piernas, y podía sentir la pátina de sudor que recubría su cuerpo. Debçiamos parar si o si.
Bajo del caballo, sin esperar laa confirmación de mis compañeros, aunque les advierto, recordando con un estremecimiento lo ocurrido en el pueblo anterior.
-Cubríos los rostros, por favor. Intentemos no tener problemas aqui.
Las piernas, doloridas, parecen no responderme, pero al cabo de unos momentos de agujetas, vuelve la circulación a ellas, y puedo dar unos pasos endurecidos hacia la posada silenciosa.
Ingreso a la posada.
Bajo con esfuerzo del caballo notando como mis piernas de acostumbran de nuevo a sujetar todo mi cuerpo tras el largo viaje, una posada que parece poco activa, a ver en su interior. Me acerco a Helmut para comentarle algo pero tras su aviso éste entra directamente a la posada, y como nos cubrimos todo el rato Igor y yo?
Igor entremos con cuidado, me pongo bien mi capcuha sobre la cabeza, entremos.
Abro con decisión la puerta de la posada, almenos que nos de tiempo a comer algo o a quemarlo todo...
Un escalofrio os recorre cuando vais a entrar en la posada.
Igor va delante y abre la puerta... para recibir un trabucazo en el torso.
Su cuerpo sale despedido y cae al suelo, muerto.
Dentro podeis ver al Cazador de brujas con un gran sequito, todos acorazados esgrimiendo armas.
¡A por ellos! ¿pensabais que os ibamos a dejar escapar? grita mientras corre hacia vosotros.
Mas su armadura le obstaculiza el paso...
Correis a la cuadra y como un Deja Vu montais en los caballos y partis a la carrera lejos de alli...
Pobre igor....
Cambio de Escena-