«No me gusta nada el tono que está cogiendo esto, todo es un puto misterio…¿a qué coño nos estamos enfrentando?, además esto ya no se trata de conseguir un trabajo, esto se trata de sobrevivir, vaya mierda, estaba mejor en el puto Chad escoltando peces gordos»
- Vamos!! Estoy hasta lo huevos de esta mierda, o sea que voy a volar esta puta base si hace falta, pero quiero acabar con esta mierda lo antes posible, o sea que vamos a pillar algo grande que nos habrá camino!!.
Dicho esto JJ sigue a Alger hacia la armería… y el gigante negro, sonríe.
-Grandullón, ¿has pensado que si te pones a derribar paredes se te puede caer el edificio encima? Por mucho que diga el capitán que son resistentes, dudo que usar explosivos sea la mejor opción...
El grupo de cuatro se dirigió de vuelta a la armería por el mismo camino. Poco a poco empezaron a sentir como la temperatura bajaba a medida que caminaban. Era un poco extraño.
-¿No tenéis algo de frío? ¿Habrá roto la calefacción el tipo del hacha al pasar por aquí?
Fue en ese momento en el que por fin llegaron a la armería. Pero al abrir la puerta se encontraron con una sala completamente distinta a como la recordaban. Por las paredes había arañazos que parecían ser de una gran bestia, la puerta blindada que separaba la estancia con el lugar donde se guardaban las armas estaba abierta y completamente aboyada, y no había ni rastro del encargado con el que habían hablado antes. Al acercarse con cuidado al mostrador, pudieron ver un charco de sangre en el suelo y prácticamente todas las armas destrozadas tiradas por el suelo.
-¿Pero que mierda...? Dudo que cualquier arma que haya ahí dentro nos sirva contra el bicho que ha hecho esto...
Alger se acercó a la puerta para investigarla y mientras Elissa volvió a la puerta de entrada para abrirla y mirar si había alguien por el pasillo.
Cuando veo que Elissa se dirige al pasillo expreso mi opinión antes de que sea tarde.
– Esperar, este guardia debía tener mas experiencia que nosotros tenía armamento de todo tipo a su alcance y ademas puede que supiera que tipo de individuos tienen aquí.
Negando con la cabeza. – Creo que debemos permanecer juntos para conseguir el máximo de potencia de fuego.
Señalando las armas. – Propongo que uno de nosotros las revise por si queda alguna útil y nos hagamos por lo menos con mas munición, me temo que nos hará falta.
- Estoy de acuerdo, es mejor no separarnos. Veamos si hay algo aquí que podamos aprovechar. – Digo mientras empiezo a buscar entre las armas (o lo que queda de ellas…).
JJ registró entre todo lo que quedaba tirado por el suelo. Todas las armas estaban destrozadas. Lo único que llegó a recuperar fue unos cuantos cargadores más para los rifles. 4 cargadores blancos más y 2 azules. Alger se percató y se acercó a él.
-¿No nos dijo el tipo ese que eran tipos de munición? Déjame ver.- Alger cogió sacó una bala de cada uno de los cargadores para compararlos.- No veo ninguna diferencia... ¡No, espera! ¿Tal vez esta bala parece un poco más clara o es mi imaginación? Bah, que coño se yo...- De nuevo volvió a color las balas en sus respectivos cargadores y se fue hacia la puerta.- Creo que no queda nada útil por aquí. Tú has encontrado los cargadores, elige tú a quien se los queda. Paso de tener malos rollos luego.
Elissa asintió a Taguchi. Se acercó hacia él sin dejar de mirar hacia el pasillo.
-¿No te parece extraño? Creo que cada vez hace más frío por aquí. ¿O es mi imaginación? Además creo que sería mejor que nos quedáramos vigilando el pasillo. Si alguien abre la puerta por sorpresa nos puede dejar atrapados en la habitación...- Elissa parecía comenzar a temblar de frío. Quizás no estaría acostumbrada a temperaturas extremas y por eso enseguida notaba el cambio de temperatura.- Mierda, si lo se no me apunto a la oferta de trabajo...
Al verla temblando comienzo despacio el gesto de abrazarla para que ella me indique si quiere que le de algo de calor o no. – Estas temblando deja que te abrace. De momento no tengo pero tienes razón Elissa.
Mientras se decide busco donde deben guardar los uniformes en esta empresa apareciendo en la pantalla que es en los vestuarios.
– Cuando acabéis de buscar algo útil pasemos un momento por la sala de las taquillas Elissa necesita abrigarse.
Si hemos quedado encerrados necesitaremos agua y comida. Las armas ya las ha destruido alguién o algo si destruye las provisiones tendremos muchos problemas.
Comienzo a buscar referencias a cafetería, comedor, sala de descanso...
- Vaya mierda, no se puede aprovechar nada. – Digo mirando como Alger examina las balas de los cargadores.
Cuando Alger plantea que yo debo decidir quién se queda los cargadores, lo tengo claro, cojo uno blanco y otro azul.
- Pasad por caja y coged vuestros cargadores. – Digo al resto de mis compañeros. Mientras pongo los cargadores en un sitio accesible para que ellos elijan. Una vez hecho esto me pongo a examinar las marcas que hay en las paredes, parecen de algún tipo de arma blanca… pero no logro hacer una idea clara.
«Esto es lo más raro que he visto en mi puta vida!»
Me acerco con Elissa guardándonos los cargadores que han quedado.
– ¿Estas mejor? – Le susurro a Elissa.
Tras todos coger los únicos cargadores que quedaban, volvieron a dirigirse a la salida.
-No te preocupes, Taguchi. Será mejor que volvamos cuanto antes con el resto. Parece que solo es esta zona donde hace frío...
Elissa comenzó a caminar delante del grupo, vigilando las esquinas para ver que estaba despejado.
Pues supongo que se quedará así. JJ un cargador blanco y otro azul, Taguchi lo mismo y Elissa y Alger un blanco cada uno.
De pronto, de la nada apareció algo que se chocó con Elissa en una esquina y cayó al suelo. Era el mismo científico que había ido con el otro grupo. Parecía estar de nuevo asustado. Al levantar la mirada se percató de con quien había chocado.
-¡Oh, dios! ¡Sois vosotros! ¡Rápido, necesitan ayuda! ¡El tipo ese de la máscara nos ha seguido! ¡Por aquí!
El científico se incorporó rápidamente pero dudó por un instante. Señaló por el pasillo por el que había venido y dijo:
-Mejor vosotros primero...
-¡Joder...! ¡Aparta!- Alger apartó al científico de su camino y comenzó a dirigirse hacia donde había apuntado con el rifle en la mano.- ¿Venís o qué?
El grupo no tuvo más remedio que ir detrás de él, siguiendo las direcciones que el científico les iba dando. Finalmente llegaron a un pasillo con una puerta abierta. Desde fuera se podía ver que el panel había sido destrozado y por eso la puerta no se cerraba. Al asomarse con cuidado el panorama fue devastador. Justo enfrente de la puerta, uno de los guardias yacía inerte en un charco de sangre. En medio de la habitación, que parecía ser la enfermería, un guardia enmascarado agarraba del cuello a Pedro y lo levantaba del suelo varios centímetros. Pedro trataba de zafarse de él con poco éxito. Su rifle estaba tirado en el suelo, lejos de su alcance y trataba de agarrar su cuchillo. Y mientras, el guardia enmascarado, con su otra mano, sujetaba un hacha clavada en un cuerpo en el suelo... el cuerpo del capitán Brown. Del guardia restante no había ni rastro.
En el momento que el guardia enmascarado arrancó el hacha del cuerpo, lo levanto para dar el golpe de gracia a Pedro, pero Alger no lo dudo y le disparó inmediatamente, llamando su atención. El guardia soltó a Pedro, que comenzó a toser en el suelo por la falta de respiración, y se comenzó a acercar lentamente hacia el grupo con el hacha amenazante.
Cuando cae Elissa pienso en que alguien nos ataca y estoy a punto de matar al científico que es quién la ha derribado.
Alger es el primero en reaccionar tomando el mando. Al llegar a la enfermería vemos al nuevo enemigo y después de constatar que los disparos de Alger sólo le molestan intento cambiar mi cargador actual por el azul para dispararle tres balas. – Vigilar, parece mucho mas duro que el primero.
No pierdo el tiempo, rápidamente me pongo el subfusil al hombro y empiezo a disparar selectivamente: Corazón, entrecejo, rodilla.
«Quizás no caiga rápido, pero debemos saber cómo hacerlos caer, debemos saber si tienen un punto débil, nadie aguanta disparos de subfusil y queda indemne.»
El guardia comenzó a recibir los balazos de los 3. Al igual que antes, poco a poco fue deteniéndose hasta caer al suelo. Y al igual que antes, un charco de sangre se formó bajo su cuerpo. Pedro se incorporó todavía tratando de recuperar el aliento y recogió su arma. Ahora solo quedaban vivos en la sala los 5 novatos y el científico, que no era muy útil en esos momentos. El científico parecía que volvía a entrar en pánico. No había logrado avisar al resto a tiempo y ya solo quedaban ellos. El científico se desplomó en el suelo y se agarró las piernas mientras mantenía su mirada perdida en dirección al cuerpo del capitán.
-Vamos a morir... No podemos abrir la puerta... No podemos hacer nada contra esas cosas...
Alger se acercó enfadado a él y lo incorporó sujetándolo de la solapa de su bata.
-Mira capullo... Si quieres morir adelante. Pero yo y dudo que ninguno del resto quiera morir sin pelear. Así que cualquier cosa en lo que puedas ayudar o lo haces o te pego un tiro yo mismo.
El científico pareció espabilar por un instante y salió de ese trance en el que se encontraba. Se quedó pensativo un momento y tuvo una idea. Comenzó a buscar en sus bolsillos y finalmente sacó unos cuantos chips.
-Dejadme vuestra pda.- Todos le hicieron caso y una a una le dieron sus pdas. El científico cogió un bisturí de una mesa y lo usó para desatornillar la tapa trasera de todas. Una a una comenzó a instalar los chips.- Estos chips eran prototipos. Con esto se supone que deberéis de ser capaces de comunicaros entre vosotros estéis donde estéis. No habra ningún problema de cobertura ni nada. Utiliza directamente la señal informática incorporada en... Bueno, que no tendréis ningún problema.
Una vez los instaló, volvió a cerrarlas todas y las devolvió a sus dueños. Y fue en ese instante en el que algo que incluso al científico le sorprendió. En todas las pdas se escuchó un sonido de notificación de haber recibido un mensaje. En todas era el mismo mensaje:
Hacker: Ya era hora de que pudiera comunicarme con alguien. Creo que tenéis problemas y yo os podría ayudar... A cambió de algo...
Una vez caído el guardia busco si lleva algún arma o munición ya que la armería ha sido destruida.
La actitud del científico me hace dudar de si efectivamente no sabe nada o ha estado haciendo cosas ilegales, como drogas de combate, ya ahora teme que muera por el los que las probaban como cobayas humanos.
Le doy la pda y cuando aparece el mensaje se la tiendo. – Yo acabo de entrar tú si podrás responder a lo que pida. Y para salir vivos debes convencerlo que obtendrá lo que te pida. – Señalando los cadáveres, – la alternativa ya sabes cual es y seguramente mejor que nosotros.