Partida Rol por web

Douglas se encuentra en el tejado de una de las casas a media distancia de los recién llegados. Le sorprende el atuendo de uno de ellos. Hace mucho que no ve a nadie vestido como en las ciudades del Este, por eso se queda observando la escena más tiempo del que su curiosidad le habría requerido.

La forma en que evoluciona el encuentro entre Sarah Baxter y los forasteros y luego la untuosidad del alcalde mantiene fija la atención de Doug que se pregunta qué demonios estará pasando, pues desde su posición no logra escuchar lo que hablan.

No me gusta esa sensación, hombres llegan y hablan con el sheriff, y luego el alcalde. Parecía algo bastante importante. Además el atuendo de aquel hombre, de negro como un predicador pero más con aires de pistolero.

Igual se trataba de lo sucedido en el pueblo anterior cuando vinimos en la caravana, o podría ocurrir que el asunto estuviera relacionado con el otro pueblo, aquel en el que habíamos comprado una serie de enseres y nos habíamos visto involucrados en aquel tiroteo. Aunque también podrían aquellos hombres estar relacionados con los que nos dispararon, matando al pequeño Samuel, cuando estábamos llegando a Coldforge.

Sea como fuere me pareció oportuno hablar con mis viejos compañeros de viaje, y así me dirigí tanto al local de Meave como a la casa donde estaba Doug trabajando en las reparaciones del tejado. Conocía el hecho de que había tenido problemas hacía años, e igual esos hombres habían venido al pueblo buscándolo por alguna cuestión que hubiera quedado sin resolver.

Me di la suficiente prisa para comentarlo, también procuré ser discreta, entrando por la puerta de atrás para no llamar la atención, aunque dadas las formas del alcalde y el sheriff estaba segura que aquellos dos habían alertado a todo el pueblo, aunque nadie supiera realmente el porqué.

También busqué a Ellen, sabía que ella había tenido problemas en el pasado, quién sabe si aquellos hombres la habían rastreado por ello, era bueno que estuviera atenta.

Finalmente volví al establo, donde tenía mis cosas, también el rifle, por si fuera oportuno necesitarlo cuando el alcalde los reuniera o el sheriff y contaran porqué aquellos dos hombres estaban allí.

Devolvió un gesto cordial a Doug cuando este le saludó, desde lo de Credence no tenía mala opinión de él y lo poco que había visto en la cantina no le había gustado un pelo. Había estado a muy poco de acercarse por allí...

La llegada del carro era lo que había estado esperando y en lo que se centró, lo demás le importaba bien poco: tenía las ideas claras y ningún interés por Coldforge.

Ellen estaba cerrando un precio por las pieles cuando llegó la vaquera, si bien en un principio los tipos habían llamado su atención como la de cualquier recién llegado... la forajida estaba empezando a mosquearse tras el aviso de la que había sido compañera de viaje. 

- ¿Y el Sheriff te ha dicho algo? - apoyó las manos en su cinturón ajustándolo mejor, mal asunto cuando empezaba así

         - ¿O sea que han llamado tu atención las misteriosas y curiosas visitas que nuestro buen alcalde el señor Pony ha recibido mi querida Sarah?    ¡Muchas gracias por correr a avisarme al respecto, tal vez podamos ofrecer les nuestros servicios y sea un buen momento para tocar con el alcalde las ideas que me habías propuesto!       !Creo que ha sido una amable y generosa idea que le ofrecieras forraje y agua para sus caballos!   ¿A caso habrás visto algo mas en particular que te haya llamado tanto la atención de ese caballero?  ¿Podrías describir me con mas detalle a ambos caballeros por favor?  -     Pregunta Meave Millay a Sarah Baxter mientras que esta revisando que cada uno de los detalles de la cantina se encuentren bien.     Cuando escucha lo anterior se detiene y pone atención en lo dicho por la vaquera interesada, pero antes de ir a hablar con sus chicas se gira y regresa con la vaquera para decirle: 

         - ¿Si en un rato mas voy a platicar junto al señor Jochane o su contador para proponerle algunas de tus buenas ideas quieres venir con nosotros? -     Pegunta la mujer de negocios a la vaquera y espera con una sonrisa su respuesta

               - !Buenos días chicas¡   ¿Por favor pueden contarme si alguna o más de ustedes hayan entablado conversación con el señor Pony o alguno de sus empleados?   ¿Si es así por favor cuenten me si alguna de ustedes sabe algo importante acerca de un par de hombres que acaban de llegar con él en un carro para platicar con él en su casa? -    Dice Meave Millay con un susurro en uno de los cuartos que puedan ser mas privados en la planta superior, tras haber dejado la platica con la vaquera y haber llamado a las 4 o 5 chicas para poder recabar toda la información recabada por ellas durante los meses anteriores

Cada una de las chicas habría escuchado algún que otro detalle del que ya te habrían informado anteriormente, sobre todo de los rumores que corren sobre el señor Pony. Con respecto a los dos hombres no tienen ni idea de quiénes pueden ser o sus motivos. Parecen ser tan nuevos en el pueblo como vosotros.

            - Muchas gracias chicas, por favor estén atentas con el señor Pony y cualquiera que trabaje con él para informarme, pero no se arriesguen con ellos por favor! -     Comenta la señora Millay antes de despedirlas y se dirige con sus hombre para pedirles la sigan para platicar en privado lo siguiente:

            - !Buen dia señores!      Necesito que con mucha cautela y sigilo espíen a la distancia al señor Pony y el par de hombres que acaban de llegar en el carro para visitarle, de ser posible quiero saber a donde van, que indagan y su identidad de ser posible, pero por favor tengan mucho cuidado, no hagan sus investigaciones solos y no se arriesguen demasiado como para que reconozcan que los siguen! -     Termina por decir la mujer con una sonrisa y tras despedirse de ellos se dirige hacia el negocio del señor Jochane para platicar con él al respecto de la idea de Sarah y de ser posible también con su contador para investigar la situación de su jefe a parte para medir su nivel de ambición actual 

Todos a excepción de Jules se ponen en marcha, y es que el avejentado matón no parece tener un día especialmente colaborativo. Pasará un buen rato bebiendo en la cantina, saldrá para hacerl paripé de que trabaja, y luego se volverá para apalancarse en alguna parte.

Te reunes con Jochane en su tienda de lona, a unas pocas casas de distancia de tu local. El empresario ha terminado por perder hasta las ganas de caminar, ya que parece dolerle especialmente la parte baja de la espalda cada vez que camina más de diez pasos. Sin embargo, esto no afecta para nada sus labores de negocio. Josiah ya se encuentra ahí, y es que parece tener que dedicarse tanto a las cuentas como a su obra de caridad sanitaria, ya que no percibe pago alguno de su "jefe". El sitio está bastante desordenado y la tierra-nieve del exterior hace estragos con los papeles y los productos que tienen por ahí.

—Señora Millay —dice Jochane, como advirtiendo tu presencia, aunque no para de revisar unos documentos— ¿Qué tripa se le ha roto ahora?

Josiah te saluda gentilmente con la cabeza, y espera ver si es oportuno quedarse o marcharse para brindar mayor privacidad.

Pasarán unas buenas horas hasta que aquellos dos desconocidos saliesen de la casa del alcalde. El hombre de negro abandona el edificio con una expresión de clara satisfacción. Le sigue el alcalde, que también parece estar bastante risueño. Siguen hablando un poco más y, en cierto punto, el desconocido vestido de negro abandona el pueblo tal y como llegó.

Archibald Pony mandaría reunir a todo el pueblo en la cantina para dar a conocer "El futuro de una próspera Coldforge para todos". Una vez esté todo el mundo reunido en el local, el hombre tomaría la palabra, aprovechando las escaleras como una especie de podio. El tipo del bombín se encuentra apostado en las escaleras, a medio camino entre el público y el alcalde. Se dedica a vigilar todo movimiento de la gente, así como a atender a las palabras del alcalde. El barullo que hubiese se calma prácticamente enseguida.

[Música recomendada]

—¡Queridos convecinos! Este es sin duda, uno de los días más importantes de este maravilloso pueblo. Esta misma mañana, como habrá quien haya podido apreciar, nos ha visitado uno de los excelentísimos agentes federales, designados para el actual territorio de Wyoming. Y si bien aún no somos oficialmente parte de Unión, este hecho no impide nuestra cooperación, y bien podría cambiar con la colaboración de todos en un futuro —hace una pausa para dejar que se asiente la información en el público, dado que aún hay quien cuchichea— En nuestro caso, un evento incluso más relevante se hará realidad en unos pocos días. El agente Krugman, el señor del que les he hablado, me ha propuesto una idea que no solo satisfará nuestras necesidades a futuro, sino que también abrirá la posibilidad de nuevos empleos en cuanto comiencen las construcciones. Oh, pero claro, ¿qué se construirá? Pues prontamente empezarán los diseños para un futuro fuerte en la cuenca de la Gran Divisoria, hacia el Oeste de nuestro querido pueblo; además ya se están haciendo los preparativos para establecer la línea ferroviaria que nos conectará, no solo con nuestra lejana vecina Cheyenne, sino también con otros estados del Este —vuelve a guardar un momento de silencio y mira de reojo al tipo del bombín— Todo esto, por supuesto, no saldrá solo de nuestros esfuerzos, sino que tanto los materiales como el extra de fuerza de trabajo, nos serán proporcionados por el gobierno en cuanto comiencen las obras. ¡Cómo verán, las nuevas oportunidades siempre llegan a los escogidos, los pacientes y los buenos trabajadores! —Se sucede un aplauso por parte de los lugareños, a excepción de alguna que otra persona, y por parte de Drew, los baptistas, Jochane y poco más. Pony hace un gesto para que pospongan el aplauso, aunque con una enorme sonrisa bajo su bigote— ¡Es ciertamente una alegría para mí poder representar a este gran pueblo en uno de sus mejores momentos! Y, aunque sé que esto es algo que definitivamente apreciais, daré turno de palabra para quien tuviese alguna pregunta —guarda silencio y deja tiempo para que alguien hable.

            - ¡Buenos días estimado señor Jochane!    ¿Cómo ha seguido con esa horrible herida?    ¡Lamento mucho que haya perdido la razón la violenta y traicionera Ellen Hardin!     ¡Solo espero que algún día se arrepienta del daño que ha hecho y le pida perdón a usted y a dios antes de irse directo al infierno!    ¿Puedo ayudarle de alguna manera con sus molestias? -       Comenzó a decirle Meave al hombre con aparente interés hasta que escuchó su abrupta, fría y un poco fastidiosa respuesta, entonces la expresión de la mujer demostró cierto desencanto y se concentró en los negocios antes de decir le, mientras de reojo le hace alguna seña a Josiah para que este atento:

           - Para que mas adelante nos se nos rompa una tripa de nuestros negocios con facilidad señor Jochane, creo que debemos mantener alianzas comerciales entre nosotros y otras personas de negocios en los alrededores pero también colaborar para promover proyectos con el alcalde para mejorar las comunicaciones y la transportación a este poblado ... tal vez un poco mas adelante hasta podamos invertir en conjunto con otros inversionistas mas experimentados con negocios de infraestructura mas elaborada ... como una mina, un casino o un aserradero, conforme haya mas colonos interesados viajando! -   

El hombre se reclina dolorosamente en su asiento mientras te escucha, y antes de hablar se toma unos segundos en silencio, mirando hacia un lado.

—Señora, le agradezco la preocupación, y en serio estaría encantado de colaborar, pero me parece que este pueblucho de mala muerte será la tumba de muchos —se prepara una pipa bastante mal cuidada mientras habla, y en algún punto comienza a fumar— Y eso, sin duda, incluirá nuestros negocios. O al menos el mío.

Josiah mantiene su silencio, aunque mantiene su atención en la conversación.

—Personalmente, no veo futuro en nuestra colaboración. Ya llevamos varios meses con el anterior trato, y no he visto un duro de mi inversión. ¿Acaso se lo ha gastado todo en sus putas? ¿Huntando a la gente del pueblo? —se te queda mirando mientras se masajea la parte baja de la espalda, poniendo caras de disgusto.

          - Tal vez tenga razón señor Jochane!    Con respecto al trato anterior me parece que su contador, el responsable señor Newberry debe poder explicarle como ambos hemos invertido recursos en la sociedad y de que manera nuestra inversión generará mayores ganancias tras cubrir los gastos y prestamos utilizados para desarrollarse rápidamente, así como la adquisición de una granja que cubrirá las necesidades de nuestros negocios sin depender de proveedores que puedan abusar de la falta de competencia por el momento ... -     Responde Meave a Jochane con una voz seductora y cautivadora mientras que se acerca al cuerpo maltratado del hombre por su espalda para comenzar a darle un reconfortante masaje con un aceite que saco de su pequeña bolsa y solo tras comenzar a darle cierto confort a sus molestias se acerca al oído para susurrarle:

          - No quisiera que este pueblucho fuera la tumba de tu negocio o la de ti mi querido Jochane, yo creo que alguien como tu se merece mucho mas que esto, pero por el momento solo se me ocurriría firmarte un pagaré en depósito del banco de Nueva York con una cantidad un poco menor del valor de tu inversión, de tal manera que en caso de que no puedas pagarme en un tiempo justo para que puedas capitalizarte con ello en un lugar más civilizado que aquí, me pueda refrendar mi pago Josiah con una parte justa de tu propio negocio y si todo funciona bien allá tal vez adelante en lugar de pagarme puedas ofrecerme un porcentaje del negocio que dejas en este pueblucho -     Trata de convencer o persuadir Meave al experimentado hombre de negocios con un trato que a todas luces le era conveniente a él, pero sin explicar los detalles de las cláusulas del mismo, esperando ponerse de acuerdo en un momento más con el señor Newberry para que a ambos resultaran beneficiados con un acuerdo por engañar y sacar de la jugada a Jochane de su propio negocio tarde o temprano 

Jochane se deja hacer y su actitud defensiva se relaja. En cuanto terminas, se recompone en el asiento y se apresura a aceptar la propuesta.

—Señorita Millay, creo que en tal caso... habrá trato. Siempre me ha parecido, heh, bueno, muy amable en sus métodos —sin quitarte la vista de encima, se dirige a Josiah con un grito— ¡Newberry! Arregla el papeleo.

Tras la reunión, tienes la certeza de que no habría muchos más problemas en el futuro con Jochane.

          - Es una excelente oportunidad de desarrollo la que surge entre nosotros vecinos, razón por la cual felicito y aplaudo a nuestro querido alcalde al cual aprovecho para proponer esta situación para promover la estadía de una oficina de telégrafos para poder comunicarnos con las poblaciones de aquí a la costa este antes, durante y después del proyecto del tren, si me permiten los presentes la casa les invita la primera ronda a aquellos que quieran beber algo y acompañarlo con algo de comida o botana! -    Responde con una sonrisa afable la mujer de negocios tras haberse reunido con Sara Baxter a quien le sonríe antes de levantar una copa de vino para brindar con ella hacia la rubia mujer, a la pareja de Jochane, Newberry, al reverendo y al alcalde.

[Música recomendada]

El inicio de un camino, en ocasiones, no es más que el final de otro. Y en este caso ese final, ha permitido a muchos volver a empezar; quizá no tanto de cero, pero desde luego no puede negarse que haya sido una nueva vida.

Un viaje cargado de tensiones, insalubridades, dolor... y el destino no estaría exento de sus malos ejemplos, por supuesto.

Coldforge no había sido nunca el paraíso prometido, pero la labor, honesta o no, de sus habitantes presentes y futuros, haría de ese pueblucho algo más que un escenario de desolación.

Doug y su familia permanecerían en el pueblo hasta su mismo final. Abandonar al joven Samuel nunca fue una opción, ni en la vida, ni en la muerte. Eran casi un mismo organismo, después de todo. Y por ello, nunca conseguirían superar la pérdida del todo. El trabajo del padre de familia permitiría que su hija, su mujer y las siguientes generaciones de Anderson vivieran dignamente. Al menos hasta cierto punto. Sus esfuerzos llevarían a Coldforge más allá de lo que siquiera el viejo Doug podría haber imaginado.

Ellen abandonó el pueblo antes de que las cosas fueran a peor, al menos, desde su perspectiva. La llamada "civilización" era ya una realidad incontestable, pero esos revólveres volverían a reflectar la luz del Sol muchas veces más. Muchas veces antes de que la última bala saliese de esos cañones. El camino sería duro, pero la compañía ocasional de algún idiota con suficiente sangre en el cuerpo como para acompañarla, haría las cosas más llevaderas. Y el alcohol. Sobre todo sería el alcohol el que haría las cosas más sencillas.

Meave llevaría su negocio, y más tarde, negocios, hacia un nuevo término en cuanto el gobierno entró en el pueblo. Jochane terminaría vendiendo a precio irrisorio lo que le quedara del suyo. Quedaría viendo hasta el final de sus días, cada vez con menos capacidad de movimiento, cómo lo que una vez fue suyo se hizo más grande que él mismo en manos de otra. Archibald Pony se llevaría su tajada por su estrecha colaboración con los federales, tanto en dinero como en acero. Una mañana se lo encontrarían degollado en su propia cama, con la ropa interior empapada y una mueca de satisfacción. Nadie se atrevió a señalar a nadie, y menos a Doña Millay, quien consiguió tener a medio pueblo en el bolsillo. Aunque esto al gobierno le parecía bien, puesto que facilitaba las cosas en términos económicos y, por tanto, políticos. Pero los gigantes que se rascan las espaldas no se respetarán para siempre cuando ya no hayan más competidores. Y solo quien tenga el monopolio de la violencia saldrá vencedor.

Sarah dejó el pueblo junto a Ellen, aunque terminarían por separarse poco después. La despedida con los Allister y la joven Dory fue dura, pero necesaria. Los viejos ya le habían pillado cariño, y por ello mismo la recibirían siempre que quisiera en su hogar. Igualmente tendrían trabajo de sobra teniendo a cargo una chica hundida en un trauma irreparable y a una madre viuda de tres. Ambas harían todo lo posible para salir adelante, y demostrarían tener una voluntad de hierro que solo necesitaba de cariño y tiempo para sanar lo suficiente. Para Sarah, sin embargo, la Frontera sería de todo menos el campo de pruebas para sus habilidades que tanto esperaba. Días duros que pasarían a terribles, de terribles a esperanzadores y vuelta a empezar. Si logró lo que quería, solo ella lo sabe.

El resto del pueblo seguiría su vida como hasta entonces: un Drew como pastor de su propio rebaño de inocentes corderos de Dios, una vez Russell se reunió con su creador; un Josiah dedicándose a su verdadera pasión, la medicina; un Jules que abandonaría la dura vida del pistolero a sueldo para sentar la cabeza (a su manera); y un viejo, decrépito y bastante trastocado por los acontecimientos como fue Tolson, reducido a una pila de huesos con más alcohol que calcio en ellos. Jenny, por su parte, seguiría su vida como solo ella sabía: atrofiando tímpanos ajenos por las mañanas. Fuera a la intemperie o bajo techo.

El mundo es cruel, frío y nada justo. Y aunque los culpables seamos nosotros, también cabe hablar de buenas intenciones. Pero más allá, en el Oeste, esto prometería ser controvertido y bastante inusual.