Partida Rol por web

Pos que la cosa seguía sin estar mu clara, pero al menos esta vez hubo mayoría pa escamochar, y el Aurelio acabó escamochao desde l'alto el campanario. La verdá es que sus empezábais a plantear lo de tirar a la gente desde l'alto la torre la iglesia... No por ná... Sino porque luego limpiar el suelo era una guarrería y las moscas ya empezaban a dar mas asco quel rabo d'un cerdo.

Pos ná, que contentos por haber acabao con el maléfico gris sus fuisteis a celebrarlo, y en mitá de la verbena, cuando uno va a cambiarle el agua al canario al lao de la noguera, va y se encuentra al Cagao allí, colgao d'una rama con una soga vieja...

-Cagón la puta- dijo el Amancio, dando un trago al carajillo de la mañana. S'había quedao con el estómago revolvío de saber lo del Cagao y eso solo s'asentaba con un buen carajillo.

-El Cagao era un güen hombre... Siempre se van lus mejores y los que me deben veinte duros...- chasqueó la lengua con disgusto, porque a ver quién le pagaba los veinte duros ahora, qu'el Cagao no había dejao viuda ni na. Tenían que encontrar a los putos grises, copón, asín que s'aventuró a probar. -Pos io pienso qu'el Urelio, el jodío, era el que nos tenía atontinaos... Y quel Entelequio no habla más que pa vutar...- se aclaró un gargajo de la garganta y lo escupió con to su contenido en el suelo, aquello era denso y escuro, que valía pa tapar bujeros y to.

-Callarsus "Bocamierda". Por algo us llaman así. No dicís más que tontunas. Aquín naiden habla a nu ser pa'escamochar.

-Irá, irá- gritó señalando con el dedo. -Ahí está, es el puto gris. A mí tu no m'hablas asín, que te meto un tollina de canto que no lo cuentas- aún estaba en proceso de ir más pedo c'Alfredo y se l'entendía y to al hablar. Aunque no iba tan cicatero como pa meterse en una pelea sin pensar, asín que miró a los laos a ver si alguien l'apollaba u lo sujetaba. -El gris joputa este, a ti te tenemos qu'escamochar.

-¿Y pur qué no a ti, "bocamierda"? -Entelequio se levantó de la barra y agarró la garrota-. Nu haces má q'hablar y acusar a too el mundo aquín. El único joputa aquí sos tú y toa tu familia d'grises de mierda. Te meto toa la garrota por culo q'te pongu a dar vueltas.

-Ira, io solo t'acusao a ti que no hablas ni na, porque estás tramando, que se te ve en el mirar... Estás tramando quién es el prusimo. Mi familia ni grises ni na, que hemos sío de siempre mu rojos, hasta sangre rusa por parte de mi tatatatarabuelo el Vladimir tenemos... Que lo llamaban el Vlad el embaucador, pero eso son utras cosas... ¡Que no me la pegas! ¡Que sé qu'eres tú! Hasta el esquijama tendrás gris, joputa.

-"Bocamierda", andate a'cer puñetas. Familia rusa los cojones del paco, que tu sos ma'gris q'las tardes d'otubre. Te tengo calado, cabronazo. Escamocharte debemus a ti.

-M'echas las culpas porque te he pillao io primero, bocachancla... ¡Te vas a interar! O t'escamochan o t'escamocho io, viá sacar a pasear l'escopeta de las perdices y verás.

Abían dos bandos efiníos, el del Bocamierda y del del pollas, o al menos eluno s'acusaba alotro. Si uno dellos era malico o los dos unos empanaos era algo quel Follacabras no sabía cuala era la oción correcta. Decidió fiarse del primero cacusó, por si sabía algo más que los emás. 

-Amancio, vio a confiá en ti, espero que tengas rasón.

O estamos joíos, pensó el cabrero.

Pos que la cosa estaba mu joia... Paecía que naide se ponía d'acuerdo (pa que variar...) a más, ca vez quedaban menos en el pueblo, asín que siendo pocos, se supone que la cosa tenía qu'ir má rápido... ¿o no?

Pos al finás, entre el Amancio y el Eulogio pillan al Entelequio del cuello y no sestán a tirarlo del campanario ni ná, con la chirla en la mano se lían a pegarle tajos allí mesmo que lo dejan hecho un siete. Los demás, apollardaos del tó ni se oponen ni ná, se van a la barra y se toman otro carajillo como si la cosa no fuera con ellos...

Y cuando se separan del cuerpo del Entelequio, alguien ha apuñalao al Eulogio por la espalda en plan malaje del tó. Con to el barullo, naide s'a fijao quien ha sio. Que poquicos quean ya...

La Ana Rosa que había estaó en hibernacion desde casi el principio de que toda esta locura comenzara, despertó súbitamente y con un frio que te cagas abriendo los ojos de par en par gritando el nombre de uno de los que quedaban aun con vida:

-!Amancio¡-Estornudo, saco su pañuelo de lino rojo, se lo guardo para luego, porque era una señorita y dijo dos palabras mas.-¡¡TUERE LOBINO!!-Y si alguno del pueblo había visto la película de los invasores de cuerpo, seguramente les sonaría la pose que realizaba la Viento fresco:

-¿Qué 'ice la yueca ejta?- dijo con su nuevo trago en la mano, el vinate que no faltara. Le había afestao muncho eso de que al Ulogio le hubieran apuñalao cuando no miraba.

Aún s'acordaba de cuando iban de mozos a la verbena del pueblo d'al lao a levantar las faldas a las mozas pa verles el refajo y bailar en la verbena hasta c'acababan doblaos y se volvían en las abicicletas haciendo eses por el camino solicos. Ay que risas s'echaban poniendo verdes a tos los grises sin miedo a que les dieran el paseo ni na, que buenos tiempos...

-'Ira la vientoj, no me toquej loj cojonej que no tengo ganeja de na jijiquiera de verte la mocha, hermoja- y le pegó otro trago a su copa. -A no jer... No jeraj tú la puta roja... Porque mi'a que saco el cinto y te mido el lomo a'ra mijmo.

Le quito el poncho al cansino del pueblo pa\' entrar a calo, y poder contestar sin se una castañuela viviente al mal sano, borracho y deslenguado del Bocamierda.

-Po\'clao que soy roja y muza omrra, que ta pensao! Y si tu que tas contra lo mios e sin duda po que era un GRIS camuflao de borraicho, que los tengo calaos a toos! mal bizos. Si tas contra mi esta en el bando de atra usea de parte del tipejo calvo di la tele, un gris vamo. Un lobo entre condrerillos pastando. ¡GRILL MA QUE GRI!-No parecía tener intencion de dejar de señalar, como cuando se reia del Marcial, por su forma de hablar.

-Ira, tonta'l pijo, no me toquej loj cojonej a ver si voy a jacar la ejcopeta a pajear... Que toy mun hartijmo de toj vojotroj loj grijej... ¡Poj no fuijte tú la que vino el primer día cuando je murió el calvo del culo blanco y dijijtej que no era pa tanto... Ja puta- escupio un gargajo ejcuro como el sobaco de un grillo al suelo, ahí con toa la sustancia de años de hígado curtío.

Enderrepente le dio una migraña de las grandes y quedo de rodillas mirandole a los ojos al Amancio.
-Tate un segun, Aman... Qui me paece que me equivocao... Que tu si tiene arma de fuego, peo no paece que sea de reglamento... Tonces... si no ere tu y no soy yo... ta claro como el agua sucia de lacharca.-Ahora levantada tiraba al suelo el poncho del Wenceslao que lo había visto en sus películas favoritas, las de puentes y tíos machos.

-¡Wences! Tas pillao el rabo cun nootros, tu ere el ¡GRIS! Que ya no me engaña ma, redie. Que enseguro tu ya tiene la pistola de la legion o peor. Este Mancio.-Se giro mientras señalaba a una nueva presa.-Ette si que e gri y no tu, pendona por la enconfusio, pero lo dos teneis armas carai y la migraña no me deja pesa.

Arqueó una ceja mirando a la Viento Fresco, que s'había acojonao sin duda con lo de la escopeta y había reculao. ¡Cómo los grises chaqueteros disfrazaos!

-C'aro que jí, Frejco, c'aro que jí...- achinó los ojos con sospecha.

Ana se rasco la cabeza e intento pensar para que entrara en razón, cosa difícil siendo quien era.

-A ve si te lo ejo clarinete... Yo se y tu tambie que no pue contigo, vamo que no te va solo...-hacia gestos con la mano.-Enresume, que si tu te va otro se va endeluego le meta un tio entre ceja y ceja, vamo que era un tipo pueblo como una personal. Poloque, si ambo, do semo pueblo, el cansino pueblo tie que se el gri, vamo que ta disfrzao el muy malaje pa'que no se suspeche.-Tan cerca y tan lejos.

-O puej jer tú y m'ejtáj quiriendo liar, copón bendito- dio un golpe en la barra que se tambaleo hasta la botella del resolí de las casas colgadas de Cuenca y casi se hace cisco.

Bajo los brazos y desistió.
-Tonces pa'que insisto en que me ayude, podria habe seguio callaa como el Wences. ¡Confia en mi caray! Endeluego te invito a una jarra, adema piensa, se que t mata si te matan. ¿Tonces pa' que dejarte vivio? A ve sido mejo matarte antes ¿No? yo toy de tu parte Bocamierda... piensalo.-Miro de reojo al Wences, que tipo mas listo callar y dejar que los demás se inculparan, la personificación del mal echo carne.

Miró al Cansino, del que tampoco se fiaba una miaja. Ende luego podía estar rodeao de grises ahora mismo y de un momento a otro se lo llevarían a dar el paseo. Se acabó su vaso de un trago y siguió sospechando de los dos. Una podía tener la lengua viperina, como toas las mujeres. Anda que su mujer no había dao la mastiná hasta que se murió... Que cagara en el váter de fuera que olía to a mierda, que se quitara las botas llenas de barro pa dormir... Cosas de mujeres.

Pero es que el cansino estaba mu callao, tanto como había estao el Polla...