Partida Rol por web

Recién vamos comenzando preciosa

 Levantó la mirada  en su camino de regreso a casa, Selene se erguía hermosa en lo alto en compañía de sus hermanas menores derramando suaves destellos de luz plateada entre la copa de los árboles junto a una suave brisa que le despeinó levemente. Su mente entonces se remontó al pasado, a un punto que ahora parecía tan lejano y que por un instante estuvo a punto de olvidar, un pasado que francamente no hubiese cambiado por nada, un tiempo en el que podía escuchar las voces y ver los rostros de incontables personas que ayudaron a forjar su presente.

 Ahí estaban sus padres sonriendo orgullosos por sus logros, más adelante se hallaban sus hermanos de manada con los que compartió tantas aventuras, la vieja Taima asentía ante sus acciones que tiempo atrás le habían ganado el rango de líder de su propia manada, los rostros de sus compañeros de penurias en Detroit, hombres y mujeres, niños y bestias.

 - ¿Hermano pasa algo? -  escuchó una voz suave llamándole más adelante - No querrás hacerlos esperar más ¿verdad? - replicó Kendria sonriendo y señalando hacia el frente en compañía de Lucas. Ithan asintió con la cabeza y prosiguió con su camino de regreso a casa, agradecía inmensamente que sus compañeros de manada hubiesen decidido acompañarle en su nueva vida como cazadores de pesadillas, después de todo los Garou necesitaban sentirse útiles.

 Nada más llegar al lugar miró a su pequeño soltándose de la mano de su madre para correr a su encuentro, apresuró el paso y le dio alcance para lanzarlo levemente en el aire y poder acomodarlo en uno de sus brazos - Hola cachorrito, papá está de regreso y tengo muchas más historias para contarte. Vamos, tengo que saludar a tu hermosísima madre también - le dijo a su pequeño con una sonrisa olvidándose incluso de las heridas que surcaban su cuerpo.

 Ahora tenía una familia propia, una hermosa esposa y un pequeño que crecía tan rápido como la hierba, no podía pedir nada más; si bien había perdido a muchas personas importantes en el camino se aseguraría de que ninguno de ellos fuese olvidado, utilizaría sus historias para inmortalizarlos a todos, su hijo podría contar esas historias y quien sabe, quizá un día, su hijo contaría la historia de cómo sus padres siendo dos almas solitarias se encontraron en un mundo agonizante, caótico y como su amor logró trascender incluso el apocalipsis...

si poemos

Te amo preciosa, gracias por estar a mi lado pese a las dificultades