Vaya Bauglir, te veo cambiado... no te sienta bien la bebida, eh!
Wuzuk, pese a la seriedad de la situación, trata de contener la risa ante el acertado comentario de la elfa oscura.
Jeje jejeje jeje jeeeereeeejje ,- ríe el mago - creo que nuestra presencia ha pasado inadvertida, pero debemos tener cuidado, hay un grupo de orcos en el patio intentando calmar al bicho. Tenemos que movernos rápido.- concluye.
Dentro de la oscura y abandonada estancia, bajo el sonido de la incesante lluvia, permanecéis en silencio escuchando las voces de orcos y algún que otro bramido del peligroso reptil que hay en el patio. Sin embargo, al cabo de unos tensos y casi eternos minutos parece que todo vuelve a la inquietante calma inicial. Ha llegado el momento de continuar con vuestra misión, encontrar a los vástagos nobles de Mélvont y llevarlos de vuelta a casa, a poder ser sanos y salvos.
¡Muy bien, equipo!
Continuemos con la partida que ahora llega lo mejor, lo que ninguno hemos jugado todavía.
Espero que lo disfrutéis.
;D
Wuzuk, con mucha cautela, escucha durante unos segundos antes de asomarse al pasillo para tratar de hacerse una idea de si hay orcos en las proximidades.
Avistar, Moverse en silencio y/o Esconderse, según haga falta.
Por ahora, el sonido de la pesada lluvia lo amortigua todo. Tras los nervios pasados en los últimos minutos, la calma ha regresado por fin a la fortaleza orca. Al parecer, el pasillo está despejado.
El imponente Wuzuk agudiza sus sentidos, pero no logra discernir nada anormal. No obstante, en la oscuridad de la estancia llaman poderosamente la atención de sus compañeros los musculosos brazos de energía mágica azulada que el goliath denomina incarnum.
¿Qué fuente de iluminación vais a llevar?
Sin articular palabra, dos de los brazos de Wuzuk indican al grupo que convendría avanzar hacia el pasillo norte. Los otros indican que lo hagan tan en silencio como les sea posible. Después, aferra con fuerza su hacha.
Sugiero ir a la habitación encima del 9 en el mapa.
¿Fuentes de iluminación? Wuzuk tiene visión en la oscuridad de 60 pies. Así que...
Yo llevo llesca pero me faltan las antorchas o un cetro solar
Como si de un insecto se tratase, Bauglir se ve atraído por la azulada luz que despide cuatrobrazos, y casi sin darse cuenta se coloca justo detrás del impresionante cuerpo.
- Yo estoy de acuerdo contigo- le susurra al oído para no levantar demasiado la voz..
C
Bueno, pues por asentimiento u omisión, entiendo que avanzamos hasta la habitación que propuse lo más en silencio que podamos. Junto a la puerta, T'rijss escucha y luego... ya veremos.
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: Escuchar
Resultado: 19(+5)=24
Intentando hacer el mínimo ruido posible, el grupo de aventureros se adentra sigilosamente por el oscuro pasillo. T´rijss y Wuzuk no tienen problema alguno en discernir todo cuanto acontece a su alrededor, pero Beren y Bauglir comienzan a tener un serio problema de visión.
Cuando llegan a la estancia que el goliath señalaba, la elfa drow pega una oreja a la puerta y escucha con atención durante unos segundos. La fea mueca que dibuja su rostro indica a todas luces que no le gusta lo que oye.
-¡Orcos! Creo que son sólo dos--susurra la espadachina a sus compañeros.
Beren tras oir las palabras de su compañera se prepara para atacar en cuanto se abra la puerta desnvainando su espada.
Habrá que neutralizarlos rápidamente. Lo mejor es que entremos T'rijss y yo. Beren y Bauglir, cubridnos.
Pues, hacha en mano, Wuzuk entrará con T'rijs. ¿Os parece bien?
De acuerdo. En cuanto entren ellos dos cierro la puerta inmediatamente para que no les oigan agonizar. Je je
Bauglir asiente con la cabeza dejando escapar un rostro de preocupación
Siguiendo el plan diseñado por Wuzuk, T´rijss hace un gesto a sus compañeros y luego abre la puerta de la estancia súbitamente.
La sala contiene tres camastros con colchones de paja podrida, así como dos enormes y musculosos orcos de más de dos metros de altura. Estos tienen los ojos rojos, inyectados en sangre y la típica nariz porcina acompañada por unos gigantescos colmillos. Además de las innumerables cicatrices que exhiben, os llama la atención una serie de huesecillos que portan enredados en su enmarañado pelaje y la burda armadura de cuero tachonado tintada en carmesí y mostaza que llevan puesta. Sin duda, vuestros sorprendidos oponentes, son orcos de las montañas como aquellos que encontrasteis anteriormente en las gélidas estepas de Thar.
Tenéis una acción estándar en vuestro asalto sorpresa.
Actuad según os toque en el turno, por favor.
Digamos que la habitación tiene dos filas de cuatro cuadraditos, pues no me ha ido muy bien esta vez el tablero.