Partida Rol por web

El guardia cogió mucho aire y lo pensó unos momentos.
Entonces... Carraspeó ...si no es un sabotaje, ¿Para qué quieres entrar? Fue a dejar ahí la frase, pero finalmente continuó. Y... cuánto te interesa... hacerlo?

--Lo que me interesan son los planos. No tocaré la construcción para nada --respondió--. Y respecto a tu paga, treinta piezas de oro. Diez por adelantado, como muestra de buena voluntad. Las otras veinte cuando hayamos terminado el trabajo, para que sigas motivado. ¿Qué te parece?

Araevin observó a su interlocutor atento al tiempo que tardaba el hombre en responder, y en esos pequeños gestos que delatan la actitud de la gente. Sabía que le había ofrecido un dinero que le cubriría las espaldas tres o cuatro meses incluso si perdía su trabajo. Era una buena cifra... por no hacer nada.

Renan cogió bastante aire y cambió el peso de pie.

N... no está mal... pero prefiero al revés. Veinte por adelantado... y diez después.
No sea que luego no vaya a volver a verle el pelo...

Pero si pasa algo, yo no te conozco... ¿Está claro...?
Le señaló con el dedo.

--Ni tú ni yo: quince por adelantado y quince después --regateó Araevin--. Muy bien: si pasa algo, tú no me conoces, pero te quedas sin las quince de después. No obstante, si ocurre algún imprevisto y tú ayudas a que todo salga bien, te estarán esperando tus quince de todas maneras. 

El elfo sonrió y le tendió la mano para cerrar el trato, a la manera de los humanos.

--Es un buen trato ¿no?

El guardia cogió mucho aire.
V... vale. Quince ahora, quince luego. Pero si no lo veo claro.... estáis solos... Tragó saliva. ¿Dónde queréis colaros? Sacó una mano mostrando la palma. En la oficina del arquitecto, supongo, no?

--Sí, imagino que será allí donde guarden los planos --replicó Araevin mientras abría su bolsa y mostraba muchas más monedas de las que iba a entregar al guardia, para que viese que podía respaldar su parte del trato--. Bien, dime entonces, Renan. ¿Por dónde crees que es preferible que entre?

El guardia lo pensó unos segundos.
Aunque el turno es fijo... el puesto no. A la entrada se tira a suertes a quién le toca qué puesto cada noche. En cuanto a entrar... Que era la pregunta... Bueno... en la puerta somos siempre dos, así que es complicado. Aunque hay un par de puestos que os pueden ayudar mucho si me tocan.
Uno es el de la ronda del muelle, que en teoría hay que estar continuamente dando vueltas, pero como pega un frío increíble acabamos en una garita a partir de las dos o así...
Otro... el de cerca de las oficinas. Ahí suele haber un guardia, y no hay una ronda fija así que se pasea tanto por dentro como por fuera. Luego están los dos de la puerta, y otros dos en el recinto, uno junto al taller y otro junto al barco.

Si os coláis a última hora del turno, sobre las cuatro, el guardia de la ronda del muelle estará casi seguro en la garita, podríais evitar a los dos guardias del ecinto y colaros en las oficinas. Si estoy yo os dejaría pasar... ¿Os va bien? Os haré una señal, rascarme la espalda por ejemplo, si me toca la oficina