Partida Rol por web

Vió la emoción en los ojos de Hiro y le resultó bastante agradable, parecía que todos estaban bastante contentos, a excepción de su compañera Amelie, pero parecía que no era nada grave.

Yo... Le canté la nana que me enseñó mi madre cuando mi hermano era aún un bebé. Parecía que al dragón le gustó

Lo dice entre risas, seguía aún sin creerse que aquello hubiera servido.

¿Y vosotros qué hicisteis?

Quería también acercarse a Amelie, pero le imponía la actitud de Celine, sabía cómo era Markus en esas ocasiones, y no esperaba que la directora de Beauxbatons fuese menos. Por lo que era mejor no cruzarse con ella

Vio como la directora de Beauxbatons entraba en la tienda y echaba a las medimagas de malas formas para atender a su estudiante ella misma. Le recordó a Suki. Era algo que probablemente habría hecho ella misma, aunque igual ni se dignaba a usar las palabras con las medimagas, simplemente las echaría con la mirada.

Hiro escuchó lo que Visna le contó y al principio no se lo creyó. Sin embargo, cuando dijo que no se creía que aquello funcionase, sonrió, complacido. Los dragones son más inteligentes de lo que muchos se piensan. Comentó, imaginándose a la imponente chica del colegio nórdico cantándole una nada al enorme dragón.

Yo me presenté con una reverencia y liberé a la dragona de sus cadenas. Confesó, rememorando como la dragona se había abalanzado contra él. Creía que se acababa la prueba para mí, pero le di una ofrenda que aceptó. Un huevo a cambio de otro huevo. Ahora estarán buscando un Ocicorto Sueco por los cielos de Escocia. Añadió, dando a entender que el dragón había salido volando.

Al ver a la directora aparecer, una mezcla de alivio y vergüenza se pintó en el rostro de Amelie, quien se dejó atender por las manos hábiles de aquella dama. Asintió sin dudar a sus palabras, notando como el dolor iba desapareciendo, y luego de beber la poción se sintió muchísimo mejor.

Levantó la mirada entonces hacia madame Briand, y le habló en francés. -Lo siento mucho, Directora. Fui descuidada, me confié demasiado.- Dijo con tristeza, sabiendo que aquello le restaría puntos. Y viendo que los otros competidores no habían salido heridos, asumió que estaría de última en la pizarra de puntuaciones. -Le prometo que lo haré mejor en la siguiente prueba.- Aseguró, alzando la cabeza con orgullo.

—Menos mal, Amelie. ¡Tienes que seguir dando lo mejor de ti misma en la segunda prueba! —sonreí, después girándome también hacia un Hiro— Y parece que tú no te has ni manchado, ¿Hm?

Estaba apunto de decir algo más, pero justo en ese momento llegó Celine y se interpuso entre nosotros. Tenía una cara que intimidaba, y parecía proyectar autoridad allí donde caminaba. Pero la verdad es que no podía entender el por qué de su actitud, así que la lancé una mirada acusadora acusadora y bufé bajito antes de girarme hasta los otros dos.

—Qué cosa más rara... —gruñí bajito.

Mi atención se centró en ellos, escuchando las ideas de mis rivales con interés. Parecía que verlos a ello había sido todo un espectáculo, y que los dos se habían enfocado más en camelarse al dragón que en antagonizarlo.

—Mi estrategia fue... Bastante diferente —Comenté llevándome una mano a la nuca— Utilicé un hechizo para que las rodas del estadio formaran a hombres de piedra que se lanzaran a por el dragón como un ejercito. Ya sabéis... Como distracción.

Me estaba dejando en el tintero la parte más esencial de cómo había superado la prueba, pero la verdad es que lo sencillo que era conceptualmente hacía que me avergonzara un poco.

—Y ahora se supone que esto nos dará una pista, ¿Verdad?

Eso se supone

Dice entre dientes aún concentrada en el huevo, intentando descifrar la manera de abrirlo.

Bueno, 

Dice volviendo al mundo real

Espero que haya alguna pista más que simplemente esto

Le da unos golpecitos a la carcasa del huevo

—Querida, nada que disculpar. Lo importante viene ahora y si bien las puntuaciones te dan una ventaja considerable durante esta competencia, el asunto es el Trofeo—explica Celina—. Has estado genial, aunque esto recién comienza. 

Con esa última frase te deja muy en claro que queda un largo camino por delante y la confianza que ha puesto en ti no ha mermado en absoluto pese a ser la que menos puntos ha obtenido. 

Más allá de esto, al ver que te incorporas luciendo radiante como siempre, te abraza con fuerza como si fuera tu madre y te susurra en el oído. 

—Ahora viene la serpiente Inglesa de nuevo. Ten cuidado... —aconseja y continua—. Después puedes relajar un poco junto a Jacques, Hogwarts es inmenso. Igual ahora debes salir airosa, es una pequeña entrevista y listo. 

Tras decir aquello, te insta a que regreses junto a tus compañeros. 

Los intentos de Visna al querer investigar al huevo, la llevan a dar con un pequeño mecanismo de apertura que se encuentra en el estreno superior del mismo. Al abrirlo en un solo click todos los allí presentes escuchan un sonido ensordecedor, igual que un pitido estruendoso que los aturde por completo. 

Al parecer no es posible investigar el interior de este huevo, no dentro de la tienda y posiblemente tampoco de esa manera. Aunque todos pueden notar que una luz potente de color dorada se refleja desde su interior, aunque no puede prestar tanta atención cuando el sonido anula el resto de los sentidos y principalmente que estén atentos a ese tipo de detalles. 

Eso sí, todos antes de aquel espectáculo desafortunado no han encontrado nada llamativo, más allá de su textura suave y el detalle de la cara superior. No hay inscripciones, ni un indicador de lo que hay que hacer. Aún así en medio del lío, aparece Alice la periodista de El Profeta. 

—¡Maldición! ¡Cierra eso!—protesta indignada.

Estando allí en ese pequeño apartado, un estruendoso sonido surge de repente y no sabes de dónde proviene pero si que ha alborotado a todos en la tienda. 

—¡Maldición! ¡Cierra eso!—protesta Alice indignada.

Bueno, al menos sabemos que tiene un buen uso para detener al periódico

Les dice a sus compañeros con una risa mientras cierra de un fuerte golpe el huevo. No era necesaria la fuerza sino la maña para cerrar todas las caras a la par.

Se le da un mechón de pelo hacia delante

Puf...

Mira tanto a Hiro como a Lorelei, parecía que esta prueba iba a necesitar de cierta maña, o al menos dar con la clave de aquel huevo

Luego de haber sido atendida por su directora, habiendo escuchado palabras reconfortantes y maternales que la animaban a seguir adelante, la joven rubia se dirigió con una gran sonrisa fuera de los biombos para reunirse con los otros competidores. La herida que había sufrido era tan sólo un recuerdo, e incluso su ropa parecía tan nueva como recién confeccionada.

El sonido al otro lado de donde estaba llamó su atención, y se apresuró a ver qué estaba ocurriendo afuera.

Me llevé una mano y mi propio huevo hacia los oídos en un intento por apagar aquel chirrido que parecía salido de las mismas tripas del infierno. ¡Qué horror!

—Au... Eso me va a dejar un pitido en los oídos para todo el día —Me froté un poco la sien... pero tardé poquito en mostrar una sonrisa cómplice mirando en la dirección por la que había aparecido Alice—, pero quizá merece la pena.

Miró a su propio huevo, pero después del resusltado de Visna, decidió no tropezar con la misma piedra dos veces.

—Supongo que no quedará otra que investigar y sufrir un poco hasta que descubramos cómo funcionan. Aunque, por lo pronto... No sé si estareis de acuerdo, pero creo que nos hemos ganado un descanso a pulso.

Hiro se llevó las manos a los oídos y cerró los ojos con fuerza cuando Bisna abrió el huevo y aquel sonido tan estridente salió de él. Nunca había escuchado algo tan desagradable.

Cuando acabó, miró a su propio huevo extrañado. Parece que no será tan fácil. Comentó, analizando el óvalo. Sin embargo, no lo abrió allí. No quería repetir la experiencia de Visna e importunar a los demás, así que simplemente asintió al comentario de Lorelei.

Descansar es tan importante como descubrir el secreto del huevo. Coincidió. De nada servía obsesionarse con el huevo si no se descansaba para la siguiente prueba. Además, una mente relajada es más eficiente que una mente agotada.

En medio de aquel estruendoso sonido que deja a todos con un pitido que tardará en retirarse, aparece Amelie en perfectas condiciones —uniforme incluido—, aunque también muy incómoda ante lo sucedido. No obstante cuando todo regresa a la normalidad, es Alice quien se acomoda un poco su sombrero de bruja y muy hambrienta por hacer alguna que otra pregunta a los presentes, inicia su aguda entrevista. 

—Veamos... Ese sonido no me lo quito más—confiesa la mujer y se acerca a Hiro—. Aquí tenemos a un héroe de los dragones, aquel que ha liberado a su Hocicorto Húngaro para obtener el huevo dorado. ¿Eres consciente de la sanción que puedes tener por semejante acto proteccionista?

La pregunta es directa, todos sabemos que la mujer no se anda con pequeñas. Además el fotógrafo se encarga de obtener cada detalle de los concursantes en los momentos más incómodos. Incluso nadie lo ha notado, pero tuvo un festín ante la apertura del huevo y los gestos de la mayoría estando aturdidos por su sonido. De igual manera, la vuela pluma escribe, aunque vaya a saber lo que pone. 

Más allá de esto, la Directora de Beauxbatons se retira de allí y aparece Peter Hamilton. Cómo no desea molestar a la periodista, apoya una de sus manos sobre el hombro de Lorelei y le dedica una de sus sonrisas llena de orgulloso por su alumna favorita. 

Hiro miró a la periodista, volviendo a mostrar un tono neutro en su rostro. La pregunta más que molestarle, le agradó y le dedicó una inclinación de cabeza antes de seguir, a modo de agradecimiento y respeto.

En Mahoutokoro nos enseñan a respetar y cuidar de todas las criaturas mágicas. Respondió, exagerando un poco la realidad. Tenía que dejar a su colegio a la altura que se merecía. 

Los dragones son criaturas mágicas salvajes y no deberían vivir en cautiverio. Odian las cadenas incluso más que nosotros, por lo que, al ver que estaba encadenada, no dudé. Tenía que liberarla. Siguió, con sinceridad, pero manteniendo la neutralidad y formalidad de su tono.

Es por eso que admiro a las asociaciones como las que han traído estas cuatro maravillosas criaturas, que se dedican a la cría de especies en peligro para su posterior liberación a su hábitat salvaje.

Dicho esto, volvió a dedicarle una inclinación de cabeza, indicando que daba la entrevista por acabada.

Un tanto sorprendida la mujer por la respuesta, refleja una sonrisa enigmática donde no saben con precisión si le agrada lo que escucha o simplemente finge estar contenta por la actitud de Hiro. Lo bueno es que ha quedado sin palabras de momento y es un plus extra para tener en cuenta. La astucia del Asiático cumple con su objetivo, sólo que la recuperación de aquellos minutos incómodos de silencio alimentan sus ansias de volver a la carga. 

—Todo el mundo mágico aprobará la hazaña, te has ganado el corazón de muchos magizoologos y draconologos—responde la mujer y abandona al chico de Mahoutokoro, buscando otra víctima—. Veamos, también tenemos a la "encantadora de dragones". 

Indica con esa frase cual es su próxima víctima y mientras avanza a paso firme hacia la alumna de Durmstrang, la observa de pies a cabeza como si estuviera pensando el cómo encarar la entrevista con ella. 

—¿No ha sido fácil, verdad?—pregunta divertida—. Has cantado una nana, quizás es un poco extraño pero ha surtido efecto. ¿Cómo has llegado a considerar esto? ¿Ya lo tenías en mente? —cuestiona y prosigue—, piensa que nosotros estamos habituados a la fuerza y determinación de un Colegio severo. Entonces al ver como resuelves la prueba se notó cierta confusión en el público. ¿Crees que de alguna manera esperamos más de ti y nos has decepcionado?

Tras dejar el veneno, aguarda paciente la respuesta de la joven. 

Nadie habría pensado que alguien de Durmstrang haría algo así, realmente su plan era ir de frente contra el dragón y enfrentarlo, pero al recordar que eran dragones mansos, quería intentar no usar la violencia contra ellos, ya que sería algo complicado. Aunque le molestaba que Alice tuviera razón, y sabía que esperaban ver proezas y acción con ella, Visna se negaba a darle la razón

Oh no, ¿escuchaste la nana?

Puso una muy mala falsificación de un rostro de preocupación, se echa un poco hacia delante, permitiendo que todos se enterasen, pero dándole cierto "secretismo"

Era parte de la magia negr... Tabú para domesticar dragones; pero si lo llegase a escuchase un mago, o peor, un Muggle...

Saca a relucir sus dientes y se vuelve a echar hacia atrás

Yo sé que iría con más cuidado de lo que hago... O digo

Termina diciendo mientras reposa su mano sobre el botón que abría el huevo, aunque sin intención ninguna de abrirlo

Alice asiente con respecto a la pregunta de Visna mientras espera una respuesta interesante. Lo que llega a sus oídos no la convence del todo y hace una pequeña mueca de desagrado, momento en el que responde. 

—Todos esperamos que tantos años de doctrina se refleje en el Campeonato—responde y prosigue—. Ya veo... Interesante, muy interesante. 

No tiene nada más que decir además no está para la labor de escuchar nuevamente aquel pitido horrible, así que prefiere conservar sus oídos y dirigirse hacia otra de sus víctimas, airosa como de costumbre. 

—¡Lorelei! Nuestra promesa de Hogwarts... ¿No crees que has estado un poco básica a la hora de resolver la prueba?—pregunta Alice—. Es más, nuestro corazón por momentos se ha detenido ante la incertidumbre que has generado. ¿Cómo sobrellevas tanta presión? ¿Consideras que eres mejor que Harry Potter y Cedric Diggory?

​​​​​

Ugh. Segunda ronda. Al menos, había superado la prueba.

Observé cómo mis compañeros respondían, asintiendo lentamente. Hiro como siempre lo hacía con aquella maestría fuera, y Visna... Visna llevó una sonrisa a mis labios. Casi hasta deseé que hubiera abierto el huevo.

Y después... ¡Me tocó a mi!

—Ser capaz de ver la solución más simple y aplicarla dice mucho más de la capacidad de un mago que intentar complicar problemas solo por tener la opción a alardear —espeté, apoyando las manos en las caderas y alzando la barbilla—. No pretendo ni aspiro a ser mejor que los anteriores campeones de Hogwarts, pero sí que espero haber aprendido de ellos. Por eso mismo, cualquier espectador atento se habrá dado cuenta de mi solución se inspiraba estrategia de los dos para encarar la prueba, mezclándolas y dándole mi propio toque.

No, definitivamente no me avergonzaba de haber sido básica. Si ser básica significaba que podía superar las pruebas sin sufrir ningún percance, entonces seguiría siendo básica hasta el último de mis días. Además, no es que hubiera mentido para la prensa: Mi forma de encarar la prueba de verdad había sido un pequeño homenaje a los anteriores competidores.

—Sin dudas, pareces la fusión de todas las casas en una sola persona. Bien hecho Lorelei, dejas a Hogwarts a la altura que se merece—responde orgullosa—. No te fies igual. 

Luego de aquel consejo, satisfecha con la respuesta de la alumna de Hogwarts, continúa buscando a su última presa. La joven alumna que ha ingresado a la carpa con un buen regalito del Dragón y la actuación de su directora ha sido una buena baza para meterse dónde duele. 

—Amelie... ¿Cómo estás?—pregunta— He observado tu desempeño, se nota que tenías una estrategia muy clara para tu prueba. Esto reflejó lo preparada que estabas, eso sí... Te has descuidado mucho, quizás por confiarte y creer que eras más astuta que el Colacuerno. Has fallado, pero la eficacia de tu plan te dió la posibilidad de tener el huevo. 

»¿Es lo que Beauxbatons tiene para ofrecer?