Partida Rol por web

Sentiste como tu cuerpo era rasgado, eras tragada por la oscuridad y el dolor llenaba tus pulmones con la desesperación hasta el punto de desvaneserte, cuando despertaste sentiste un dolor puntante en tus brazos, era porque estabas colgando de ellos. Atada con grilletes en las muñecas solo unas cadenas te permitian mover las manos unos pocos centimentros, te paraste sobre tus piernas y el dolor ceso en los brazos, miraste para todos lados pero el lugar solo se encontraba iluminado por la luz que como el agua se colaba por recobecos de la celda, la humedad lleno tus pulmones y el olor a moho tu nariz, y la pregunta infaltable llego a tu mente, "donde estoy?".

De un momento a otro todo había cambiado, la habitación en donde nos encontrábamos Fede y Matu se había vuelto una especie de cueva, en donde la luz se colaba por pequeñas hendiduras que quizás era lo mismo que proporcionaba un podo de aire fresco a donde me encontraba.

Los grilletes oprimían el inicio de mis manos hasta lastimar, pero dejaron de hacerlo una vez que logre apoyar cerca de la mitad de mis pies en el suelo. Intente moverlos a través de ellos, forcejear como uno intenta sacar una pulsera que se le ah quedado atorada, pero parecía no funcionar, y parecía estar más que sola en aquel lugar.

¿Cómo era posible estar en un lugar así, cuando lo único que había recordado hacer por última vez había sido cerrar los ojos?. Rogué que fuese un sueño, en ellos aún podía hablar, pero cuando intente gritar algo no salió ni un sonido de ellos. No quería llorar, pero ya tenía los ojos húmedos, no sabía como demonios comunicarme, hasta que comencé a hacer ruido con los gritelles, era lo único que podía llamar a quien fuera que fuese la cosa que me había traído hasta acá.

unos paso se pudieron escuchar, parecia ser que un pie era arrastrado mientra el otro se movilizaba como pibote, una risa burlona se escucho mientras el deslizar del pie cojo sonaba de fondo.

Luego de unos segundos el sonido sesa pero nada pasa, te quedas mirando hacia la puerta  de barrotes y nada, hasta que de repente una cara de asoma y te mira.

Con vos chillona y media carrasposa te comienza a hablar.

-: Que pasa niñita? no estas comoda...

Una nueva risa se despiera en el hombre, que no debía de medir mas de 1,65 mts pero como parecia caminar encorbado parecia ser mas bajo.

Estire el rostro hacia la derecha, esperando lograr algo más que ese pie siendo arrastrado mientras que la cosa que fuera caminaba, aunque no me arriesgaba a catalogarlo de humano, a pesar de esa risa chillona. Cuando aparecio y miro, un recelo inundo mi cuerpo, y lo acerque más en contra de donde me encontraba apoyada.

Cuando hablo le mire con los ojos entrecerrados, y con desconfianza, más aún cuando hablo. Negue con la cabeza ante su pregunta como respuesta, mientras le miraba sin cesar, intentando recordar cada detalle del tipo ese.

El simbolico personaje se abrio la reja y entro para acercar a tí, el arrastron de su pierna fue corto, pero ahí lo veías frente a ti observandote con una sonrisa en la cara.

-: Así que no estas comoda...ahhh...tal vez prefieras estar en una cama con sabanas limpias, noouuu..JAjajajaajajajajjjejejejejejjijijij...

Se  volvio a burlar de ti, su cara estaba casi pegada a la tuya, podías sentir su respiración en tu rostro, su aliento rancio, mezcla de vino y comida vieja, una cloaca tendría mejor olor, pero no podías hacer nada, estabas prisionera.

-: Pronte vendra a verte el jefe, así que comportate...ahhhh...se buena niña.

Por ultimo te tomo de los pelos y tiro tu cabeza hacia atrás dejando tu cuello a descubierto, luego pudiste sentir su aspera y rugosa lengua pasando por su cuello, desde el esternon hasta tu oreja.

-: Se buena niña y serás bien  tratada...ahhhh

Luego te solto y se encamino hacia la puerta, salio y te miro de nuevo, una nueva risa broto de su ser mientras te veía colgando de aquellas cadenas, sucia, debil y humillada.

Una mueca de recelo aparecio en cuanto el tipo fue acercandose cada vez más y más hasta su rostro, dejando sentir ese olor a alcohol y comida rancia que provenia de su boca a medida que hablaba, mientras intuitivamente bajaba la mirada y un poco del rostro, hasta sentir el jalón de pelo y su lengua pasando por el cuello.

Demasiado asqueroso, para no intentar quejarme con las manos, ya que mis piernas eran el sostén para que mis muñecas no quedarán más heridas. Cuando se alejo no pude evitar mirarlo con profundo odio, fuese quien fuese no tenia el menor derecho para hacer ese tipos de cosas; aunque lo peor era saber que su jefe vendría pronto y si sus subordinados eran asi, no quería saber como demonios era el jefe.